Esperando con ansias el remember
📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.
Esto sucedió hace unos meses atrás. Me encontraba en casa sin nada mejor que hacer que ver un horrible programa televisivo en el cual ex peloteros hacen el ridículo e intentan hacerse los graciosos sin éxito alguno. En eso sonó mi teléfono, eran mis amigos: el gordo y el chato, me llamaban para encontrarnos en Miraflores para tomar unas ?chelitas?, no dude ni un segundo, tomé una ducha, saque mi carro y enrumbe al punto de encuentro. Nos encontramos en un local cerca al parque Kennedy, el hueco estaba interesante, buen ambiente, buena música y lo más importante: BUENOS CULOS. Mi amigo el gordo se encontraba deprimido porque su flaquita lo había dejado por otro, una tras otra empezaron a llegar las jarras de cerveza a la mesa y la conversación fluía aunque yo trataba de moderarme con la cerveza ya que había ido en auto y lo menos que quería era una papeleta en mi haber.
En un momento cuando me dirigía al baño a ?achicar la bomba? vi en un rincón un pantaloncito apretadito que me parecía familiar, mi vista no se equivocaba, se trataba de Paola, una chica que trabajaba en la misma empresa que yo, la verdad nunca nos habíamos dirigido la palabra ya que trabajábamos en áreas diferentes, pero habíamos intercambiado miradas en los pasillos de la empresa. Ella tendría unos 28 años aproximadamente, tenía una piel canela que me excitaba mucho, tenía buen cuerpo, bajo su uniforme de trabajo se podía apreciar unos voluptuosos senos y unas bien formadas nalgas que no la hacían pasar inadvertida, se podría decir que tenía un aire a Maricarmen Marín o a Giuliana Rengifo en sus mejores épocas. En la empresa se comentaba que era bien ?perrita? y la verdad que la coquetería que emanaba su rostro no hacía pensar lo contrario.
Bueno, ese día no se si por producto de las cervezas la noté más rica de lo habitual y decidí acercarme y saludarla, ella me respondió el saludo con mucha coquetería y empezamos a hablar, bailamos una que otra canción, intercambiamos teléfonos y correos. Sus amigos con los que había acudido al local se ponían un poco celosos así que decidí volver a la mesa con mis borrachosos amigos. Al cabo de unas horas veía a lo lejos como Paola se encontraba algo ebria, me arme de valor y la saque a bailar una salsa de Jerry Rivera. Mientras bailábamos ella me decía: ?me siento un poco mal, quisiera irme a mi casa?, yo ni corto ni perezoso me ofrecí a llevarla en mi auto a su morada.
Sin perder tiempo me despedí de mis compadres y ella hizo lo mismo con sus amigas y amigos que se encontraban muy animados aún como para retirarse. Enrumbamos a la cochera del local, mientras ella caminaba pude apreciar en su máxima expresión ese culo firme que resaltaba por lo apretado de su jean, además ella llevaba un escote muy provocativo que dejaba ver esas tetas inmensas y deliciosas que dejaban virolos a todos en la empresa.
Subimos al auto y nos dirigíamos a su casa por la Av. Arequipa, tentando a mi suerte le dije: ?Paola, ¿porque no la seguimos en otro lado?? (Claramente con las intenciones de tomar un par de cervezas más y llevármela a un ?telo?) pero ella mato mi ilusión con un: ?llévame a mi casa, estoy cansada?.
Luego de unos minutos llegamos a su casa en Lince, ella bajó del auto y me dijo: ?¿no que querías seguirla? Vamos a seguirla en mi casa, mis padres están de viaje?. No lo dude ni un momento y me baje del auto cual resorte. En su casa había unas cervezas en el refrigerador las cuales nos dispusimos a beber, hablando y hablando del trabajo y de la vida no se como terminamos hablando de sexo, ella me empezó a contar como le gustaba hacerlo, me decía que su pose preferida era la del ?perrito? y como le gustaba el sexo fuerte, yo también le contaba mis gustos, de un momento a otro ella noto que mi pinga se encontraba totalmente ?al palo? y al parecer ella también se había excitado ya que yo podía notar sus pezones bien parados a través de la blusa que llevaba.
Yo ya no podía más con la arrechura que llevaba encima y le toque la pierna mientras le preguntaba si es que ella se ejercitaba, ella sonrió y me lanzó una mirada coqueta, luego cogí su mano y la puse encima de mi miembro, ella lejos de molestarse o incomodarse se excito y empezó a sobarme el miembro, yo sentía que mi ?pinga? iba a explotar. Ella bajó el cierre de mi pantalón y empezó a masturbarme suavemente y luego me la empezó a mamar, la chupaba despacio con sus labios carnosos y con su lengua me lamia todo hasta los testículos. Mientras ella hacía eso yo le quitaba su ropa y acariciaba sus bien formados senos, la tire en el sofá y le quite su pantalón, empecé a lamer su conchita y ella gemía y se retorcía de placer mientras yo deslizaba mi lengua por su ano, eso la enloquecía y me pedía a gritos que la penetre. Me senté en el sofá y ella se sentó encima mío, pude sentir su conchita húmeda, ella se movía muy rápido y yo le daba duro mientras cogía fuertemente sus nalgas, me excitaba sentir esas nalgotas chocando una y otra vez con mis huevos; ella daba unos gemidos de placer que fácilmente pudieron despertar a todo el edificio. Mientras cogíamos podía ver su cara de arrecha y perra totalmente extasiada. Luego le di vuelta y me la empecé a coger en la posición del misionero, le daba duro mientras lamia y succionaba sus ricas tetas, en ese momento no pude mas y saque mi pinga y me vine en sus tetas. Ese fue tan solo el primer round.
Luego del primer round fuimos a descansar a su cuarto, nos acostamos tipo ?cucharita?, no habrá pasado más de 10 minutos cuando de nuevo mi pinga estaba ?al palo? así que la empecé a penetrar despacio, con mis manos acariciaba sus pechos y la puse en cuatro patas, en esa posición podía ver su rico ?asterisco? y yo se lo acariciaba con mi dedo mientras la penetraba, a ella eso le excitaba y gemía sin parar, cuando la escuchaba le daba mas duro y le daba palmadas en su culo. Ella me echó en la cama y se subió encima mío, se movía como una diosa, sus tetas rebotaban y me miraba fijamente con su cara de arrecha, pude ver como ella llegaba al orgasmo y luego me pidió que me venga en su boca, me la empezó a chupar entera hasta que no pude mas y me vine en su boca, ella siguió chupándomela.
Luego de ese faenón nos quedamos dormidos, al despertar tuvimos un tercer round en la ducha, fue espectacular. Luego de ese día en la oficina no nos dirigíamos la palabra pero cuando ya iba a terminar el día nos mandábamos mensajes de texto y nos encontrábamos saliendo del trabajo e íbamos a un ?telo? cercano a tener sexo desenfrenado. Lamentablemente ella dejó el trabajo y se fue a Piura, aunque para fiestas patrias estará en la ciudad y ya me prometió tendremos un ?remember?.