ESCRIBIME
No voy a narrar lo que hice, sino lo que me gustaría hacer.
Hay demasiadas cosas que me dan vergüenza narrarlas, pero he decidido hacerlo, solo pido que no tomen a risa algunas de las cosas que leerán a continuación.
Nací hace treinta y siete años bajos el signo de Sagitario, me bautizaron Laura Victoria, única hija, de padres sumamente estructurados.
Mi padre es un hombre de carácter fuerte y mi madre siempre vivió a su sombra, condujo la familia a brazo firme, no es un hombre malo, solo que es de fuerte carácter.
Siempre fui su pequeño tesoro, y considero que me prohibió demasiadas cosas, entiendo que él lo hizo para protegerme, pero creo que el camino fue el equivocado.
En mi adolescencia no me permitía tener amistades masculinas, tampoco me permitía usar las prendas que las chicas de mi edad usaban, ni pintarme, ni maquillarme.
Pasé un par de años en un internado de señoritas, estudiando para ser monja en el día de mañana, pero solo era su decisión basada en un estúpido capricho de mi abuela materna, porque ella había hecho una promesa y parece que yo debía cumplirla. Mi madre fue la que me salvó, creo que fue la única vez en la vida que se atrevió a desafiar a mi padre, el verme llorar en silencio le dio el valor suficiente como para enfrentarlo.
Llegué a los veinte años sin siquiera saber lo que era besar a un hombre, aún usando ropas holgadas, sumisa en su dictadura, toda mi sexualidad se resumía a escuchar las historias de mis amigas, sentía mojarme con sus anécdotas.
Mi carácter ya se había forjado, introvertida, todo me da mucha vergüenza y enseguida me pongo colorada por todo.
Tiempo después me presentaría a mi marido, mi único hombre, un muchacho que él había elegido para mi, su mano derecha en el pequeño negocio familiar que maneja.
Me casé con Arturo a los veinticinco años de edad, el es un buen hombre, trabajador, y hoy en día sigue fiel a mi padre.
La verdad es que no sé si lo amo, creo que con el tiempo me acostumbré a él y pienso que me casé con el por el solo hecho de escapar a la órbita de control de mi padre.
Pero Arturo no es muy diferente, debía imaginarlo, un hombre tremendamente celoso que solo porque si me hizo ir dejando a mis amigas una por una, vivo confinada en mi casa, soy ama de casa ya que es de esos que piensa que el hombre debe llevar el dinero a casa.
Yo me siento prisionera, siento que se me escapa la vida, siento que los días se me escurren como arena entre los dedos y el hastío me está volviendo loca.
Siento que aun soy joven, atractiva, no quiero secarme como una hoja en la rama, les cuento que soy pelirroja de nacimiento, con cabellos enrulados a media espalda, piel blanca, cara redonda de ojos café y a pesar de todo vivo con una sonrisa pintada en mis labios. Soy alta, más que la media de las mujeres, de grandes pechos, grandes caderas, cola parada y piernas robustas, modestamente cuento que me siento muy bonita, muy atractiva para cualquier hombre, pero claro, solo puedo contarlo porque nunca pude provocar a nadie, ni con una remera escotada, ni con un short ajustado ni con una minifalda.
Esa es mi vida, y que hay de mi sexualidad? Arturo en un tipo tradicional, aburrido, primero el trabajo, después su esposa, así que llegué a creer que una vez al mes era una frecuencia lógica.
Debo esperar a que él lo proponga, caso contrario se enoja porque según el ?solo las putas proponen?, así que no puedo contarles mucho mas al respecto, y cualquier cosa rara que se me ocurriera el no dudaba en censurarme.
Por suerte en los últimos años la tecnología me permitió encontrar nuevos caminos, internet es un mundo maravilloso y a espaldas de mi esposo, mientras él trabaja me fui reencontrando con alguna de mis viejas amigas, y he comenzado a ver cosas más que interesantes.
Saben que aún soy virgen anal y me intriga saber cómo será, apenas me he introducido un dedo a escondidas, pero nunca he probado, algunas amigas me dicen que es doloroso y otras que es placentero, creo una mezcla de dolor y placer sería perfecto, no se?
Saben que mientras más pasa el tiempo más cosas quisiera hacer, me masturbo cada vez más seguido cada vez mis deseos son ms sucios.
Me veo toda depilada, usando ropas sensuales, porta ligas, tacos altos, con un pequeño sostén que haga explotar mis grandes pechos, pintada, con aros, sensual, sexi?
Me veo rodeada por muchos hombres, con penes enormes entrando y saliendo de mi cuerpo, todos al mismo tiempo?
Me veo llena de esperma, por todos lados, sintiendo el sabor en mi boca, que me obliguen a tragar como a una perra?
Me veo con mi vagina saturada de semen, chorreante y caliente, sintiendo mi clítoris estallar en placer?
Me veo acariciando mis pechos, tocando mis pezones, llenos de semen pegajoso y caliente?
Me veo con mi ano dilatado, ardido de placer, con penes enormes que se turnan por poseerlo?
Me veo hasta compartiendo todo esta escena con otras mujeres, otros pechos, otras vaginas, otros anos?
Me veo que mientras hago todo esto me filman, me fotografían?
Me veo mostrándoles estos videos y fotos a mi padre, a mi esposo?
Me veo, solo me veo?
No sé si esta página lo permite, pero me gustaría dejarles un par de videos en los que me gustaría ser la protagonista.
Aquellos que quieran escribirme, hombres ó mujeres les dejo mi correo al fin de este relato, a pesar de todo sigo siendo muy tímida y probablemente nunca pueda pasar la línea de la ficción y solo sea una prostituta en mi mente, me gustaría que me cuentes experiencias, anécdotas, cosas que me harían si pudieran, en fin, solo para volar en un mas de libertad
Gracias
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