Esa noche, le di hasta por las orejas.

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Cierto día de verano me encontraba en casa de mi tía Laura, era domingo y hacía bastante calor, en esa época yo tendría unos 15 años y ella calculo unos 38, estábamos solos en su casa ya que estaba pasando las vacaciones con ella, toda vez que mis padres habían decidido tomarse una especie de segunda luna de miel, a su vez el esposo de mi tía se encontraba de viaje de trabajo por Centroamérica, por lo que estábamos ella y yo completamente solos, mi tía era una mujer muy atractiva de pechos y glúteos bien formados, piel morena clara y ojos pardos, era el segundo día que estaba en su casa y no dejaba de pensar en ella, imaginando estar con ella en la cama, sin embargo eso para mi solo era una fantasía difícilmente realizable, por que además mi tía al parecer era muy discreta. Llegada la noche el calor no bajaba y decidí tomar un baño, le avise a mi tía que me iba ha estar bañando por si me buscaba, la puerta del baño de mi habitación era una puerta de madera ya un poco vieja y que no cerraba por completo, sin embargo al estar dentro de la habitación, no me preocupaba que se fuera a asomar mi tía, abrí la llave de la regadera y me metí a la ducha, empecé a recordar lo bello del cuerpo de mi tía, sus lindas caderas, sus bien formadas tetas, y eso me trajo de inmediato una erección, con el jabón comencé a masturbarme, traía la verga a tope en ese momento, de pronto escuche un ruido y era mi tía que había entrado en la habitación, preguntándome si tenía toallas para secarme, me quede en silencio y aunque si había toallas en el baño, le dije que no tenía, con el fin de que se asomara por la puerta, y así fue, de pronto aparece mi tía y yo con la verga a tope, ella solo sonrió y con una mirada discreta miró mi vergota bien grande y dura, después me volteo a ver y se río con una risa malévola, como si supiera que era lo que venía enseguida, por la forma en que me miró sabía que no le había disgustado ver mi erección, pasaron 5 minutos, y yo seguía jalándome la verga en la regadera, hasta que de pronto llega mi tía se para frente a mi y deja caer una bata para mostrarme su hermoso cuerpo desnudo, y me dijo: te ayudo chiquito?, me quede con la boca abierta, y mi verga más dura y grande al ver aquel cuerpazo, ella no tardó en meterse en la regadera, se hincó frente a mi y comenzó a mamarme la verga con furia, como si de eso dependiera su vida, yo estaba extasiado y con la leche en la punta, pero aguantando para no venirme, de pronto se puso de pie y levantó una pierna pidiéndome que se lo metiera en la panocha, sin resistir más se lo metí hasta el fondo, pero a los tres empujones le solté la leche a mi tía, apeas era la segunda vez que lo había hecho, ella se río, pero me dijo no te preocupes, nos secamos ambos y nos fuimos directo hasta su cama, ella comenzó a mamarme la verga de nuevo, hasta que alcance una erección a tope, se puso en cuatro patas y me pidió que se la metiera por el chiquito, eso me prendió muchísimo, le retaque la verga hasta el fondo, ella gimió de gusto y comenzó a mover el culo como perra en celo, mis huevos cacheteaban su hermoso culo, la tome por las tetas y arremetí con fuerza hasta el fondo, la leche ya venía, y ella e dijo que le avisara antes de venirme, yo ya no podía más, saque la verga y ella saltó sobre ella , mamándomela hasta que me vine en su boca , chorros de leche caliente en su garganta, termine de aventar la leche y ella sigui´´o mamando, así toda la noche, hasta que de pronto me dijo: quiero que me des por donde nunca me han dado, y yo le dije por donde?, y ella dijo , hasta por las oreja!!!y le revente el timpano a lechazos!!!! fin.

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