En mi cumpleaños mi regalo fue la verga que tanto deseaba
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Mi nombre es Sara y está historia sucedió hace mucho tiempo, mi familia y yo nos mudamos a una nueva casa,el adaptarnos a nuestra nueva vida fue sencillo, la escuela, el trabajo de mi mamá y el de mi padrastro iba bien, todo comenzó cuando mi familia hizo buenas amistades con los vecinos de a lado, era un matrimonio sin hijos la señora trabajaba en una estetica que era propia y su esposo de nombre Gerardo tenía un taller mecánico no se se tenía aquel hombre alto y de tez morena y siempre vestido con un overol de color azul y sucio de aceite que desde el primer momento que lo conocí me excitaba velo, incluso cuando solo lo veía pasar y nos saludábamos yo siempre terminaba muy mojada y exitada por lo que tenía que aliviar mi deseo a solas en mi cuarto, en el baño o donde sea que tuviera privacidad, dedeandome mi vagina, mi ano y maguñando mis senos que de paso sobra decir que son grandes, me describiré a mi mi mi soy alta pero no mucho, de piel blanca pechos generosos y cabello claro, soy bonita y la verdad me encanta mucho liarme sexualmente con muchos hombres solo porque me encantan el sexo y las vergas no importan si son pequeñas o grandes.
Como ya decía y después de describirme era obvio que yo no pasaba desapercibida por el señor Gerardo por lo que siempre procuraba verma bonita y sexy para cuando nos topamos el me notará lo cual hacía y a veces sin disimulo, yo averigüe que día era su cumpleaños y estuve todo un año planeando como consentirlo pues él en una ocasión me dijo que su mujer ni siquiera le hacía un pastel o algo para celebrarlo, llegó el gran día termino mis clases matutinas por lo que antes de salir de la escuela pase al baño y me quité mis pantaletas y salí rumbo a casa, sabía que ese día lo encontraría en el garage de su casa reparando su auto y su mujer saldría a su trabajo en la estética y no volvería hasta muy tarde, llegué rápido a la casa del señor con un pequeño pastel que compre de camino y me asome dentro de su garage y ahí estaba debajo de usu auto reparando no se que del mismo, Gerardo le llame por su nombre el se asomó y me vio ahí parada con mi uniforme del colegio mi falda a cuadros y tableada, mi blusa blanca semitransparente mostraba mi brasiere donde descansa mis senos que ya se exitados al igual que mis entrepiernas, empecé a cantarle muy suave y sensual feliz cumpleaños mientras bailaba sosteniendo el pastelito en mis manos moviendo mis caderas anchitas el sonrió aún sin saber que esto era solo un abrebocas, mientras seguí bailando y cantando deposite su pastel sobre el capo de su auto, él ya estaba sentado en el piso espectante y extrañado por eso, entonces aún bailando y cantando tome las puntas de uno de los pliegues de mi falda y los levante mostrando mi sexo aún sin vello, él abrió la boca sorprendido yo me acerque a él y poniéndome en cunclillas invite a ver mejor mi Bulba y mi ano que estaban muy húmedos, no se movió en ningún momento solo disfrutaba mi espectáculo privado, me la ante y a paso lento y mostrando ya con la falda toda arriba mostrando mi culito desnudo, abrí la puerta trasera de su auto y le indique que me siguiera el lo hizo y yo lo esperaba encima del asiento trasero de piel con la colita parada y la cabeza recostada en el asiento como una gatita en celo ronroneando por un macho, Gerardo entro y empezó a lamerme la vaginita sus lamidas eran largas y profundas que incluso llegó a lamer mi ano y penetrarlo con la misma y lo besaba con estrepitoso sonido, yo temblaba y sonreía ansiosa de más levante más mi culito y así estuvimos un largo rato, me vine en su boca y él lo disfruto mucho, entonces me volteo y lo invito a entrar a sentarse a mi lado, él lo hizo entonces me dirijo a sus piernas su verga ya estaba muy gorda y quería salir, la ayude a hacerlo, desabroché su cremayera del overol desde el cuello y hasta sus entrepiernas, solo llevaba una camisa de tirantes y unos boxers, le quite sus camisa y me deleite con su pecho velludo sus tetillas estaban duras como las mías, las cuales junto con mis senos fueron liberados por sus manos, me ensució mi blusa y mi sostén, pero no importa me deleitó con sus atenciones a mis enormes pechos, los beso, los lamió, succionó y apretó como quiso aullaba de placer, miéntras ya mi en mi manos tenía su enorme, gruesa y venuda verga, la frotaba con amor y despacito de arriba a abajo lo descapullaba en el proceso, su glende era grande, no mucho pero el brillo de este me encantó y sin mediar palabras lo empecé a lamer y a mamar despacito y luego rapido, mientras sostenía su verga morena con mi garganta le acariciaba los testículos que eran enormes talvez porque ya no los vacian, los bese también y los succione, Gerardo solo lo disfrutaba con los ojos en blanco y la cabeza hecada hacia atrás, pare un momento y mientras le masturbaba su polla lo mire con amor y él me correspondió el gesto, me senté en sus piernas con nuestras miradas encontradas y su verga me penetró suave primero al entrar su cabeza en mi vaginita y luego me deje caer con fuerza para que entrara todo dentro, sonreímos un momento y empezamos a coger deliciosamente y furiosamente arriba, abajo, arriba ,abajo mis caderas se echaban adelante atrás y viceversa, el aceleraba el embiste violentamente y Luego despacio para luego otra vez, mientras su falo me daba vida mi ano era dedeado por sus gruesos dedos ya había cedidos tres de ellos y pedía ser saciado también, lo cual hizo mi amado Gerardo, me sentó en sus piernas con mi espalda a frente y me embistió mi ano, me dolió un poco pero me encantó la sensación más furiosamente me cogió por la colita y yo solo me sostenía con los brazos en su pecho el me sostenía los muslos, eso hizo que fuera el mejor anal de mi vida, después de casi 45 minutos volvimos a la posición normal él jugaba con mis senos y yo montaba a mi corcel, a esa pinga que era mis ahora mismo y después de un frenesí de penetración ardua y Gerardo me dijo que se venía y que sacaría su cimbel de mi para hacerlo afuera, yo le dije eyacula adentro, el no quería pues aún era una niña prácticamente, pero le dije no importa a mí me gusta sentir el semen caliente de mis machos y además a mí padrastro no le importaba y preocupa a ti menos, así lo hizo y me llenó toda tan copiosamente que se me salió y nos ensuciamos los dos, después de descansar un breve momento continuamos solo besándonos todo un largo rato hasta que nos vestimos y el le dio una mordida a su pastel y le prometí volver después de clases para aliviar su soledad.
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