En casa de mi hermana mayor

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Como todos los veranos, desde que me divorcié, me iba a pasar unos días a casa de mi hermana mayor en las vacaciones de verano. Siempre buscaba la oportunidad de meterle mano, pues ya hemos follado varias veces.

Llegué a su casa sobre las 10:00 de la mañana, recibiéndome con una bata corta, por encima de las rodillas y de botones hasta abajo. Nos dimos un beso, casi rozándonos los labios. La bata tenía un gran escote, y el botón de arriba desabrochado, por lo que casi podía ver sus grandes y deliciosas tetas. Mi polla se puso dura casi al momento. Ella se dio cuenta de mi erección y entre bromas dijo…

.- ¿Es siempre así… Comento riéndose O te alegras de verme?

.- Es porque me alegro de verte… Contesté… Ya sabes como me pones.

.- Ssssshh… Contestó llevándose un dedo a los labios… Tu cuñado está dormido. Esta semana está de noche.

.- Upss. Perdona… Contesté bajando la voz… No lo sabia.

Fue a su habitación y se cambió de ropa. Salió con unos leggins negros, muy ajustados, que no dejaban nada a la imaginación y una camiseta de manga corta, también ajustada, que se le notaban sus grandes tetas.

.- ¿Me acompañas al super?… Preguntó… Así me ayudas con la compra.

.- Vale… Contesté… Si luego tomamos algo antes de subir.

.- Me perece perfecto… Contestó… ¿Nos vamos?

.- Cuando quieras… Contesté.

Salimos de su piso y fuimos al super. Por el camino pude observar como otros hombres la miraban, pues como he dicho, por la ropa, no dejaba nada a la imaginación. Yo reía por dentro, pensando que si ellos supieran que yo disfrutaba de ese delicioso cuerpo.

Cuando regresamos al piso, en el ascensor le agarré las tetas desde atrás y colocando mi polla en su culo. la besé en el cuello. Nos interrumpió cuando el ascensor se paró en la planta. Después de entrar en casa y guardar la compra, nos fuimos a cambiar de ropa. Ella se puso la misma bata que cuando llegué y yo unas calzonas. Nos sentamos en el sofá y mientras tomábamos unas cervezas, nos tocábamos por todos lados. En el mejor momento, cuando iba a quitarle el tanga, para comerle el coño, sentimos un ruido. Era mi cuñado que se levantó para ir al servicio. Después de saludarnos, mi hermana se fue a la cocina para hacer el almuerzo y yo me quedé con mi cuñado en el salón hablando.

Después de almorzar, mi cuñado se fue a dormir, quedándonos solos mi hermana y yo recogiendo la mesa. Nos sentamos a ver la tele tomando un par de cubatas. Al cabo de un rato, mi hermana se quedó dormida en el sofá y asegurándome que mi cuñado estaba dormido, acercándome a la habitación, volví al salón y comencé a acariciar a mi hermana por encima de la ropa. Como estaba boca arriba, le desabroché los dos primeros botones de la bata, dejando sus tetas al descubierto. Me incliné y comencé a lamerlas haciendo círculos alrededor de sus pezones, que se pusieron duros al momento y empecé a mamar de ellos mientras metía una mano por el tanga y jugaba con su coño, metiéndole un dedo. Después de un rato así, la volví a abotonar y chupé el dedo que le metí en el coño, fui al servicio, me hice una paja y volví al salón echándome a dormir en el sofá de al lado.

Nos despertó mi cuñado sobre las 19:00, para que mi hermana le prepara un bocadillo para la cena en el trabajo. (Es guarda de seguridad en una urbanización).

Después de que se fuera mi cuñado, le comenté a mi hermana si bajamos al bar a tomar algo. Dijo que si, y nos cambiamos de ropa para bajar, poniéndose lo mismo que por la mañana. Yo intentaba quedarme atrás mirando su delicioso culo. Llegamos al bar y después de pedir la consumición, nos sentamos e una mesa. Al poco llegó una vecina con el marido y se sentaron con nosotros, después de la consabida presentación.

Ya bien tarde, nos fuimos a casa. estábamos un poco ebrios, pues habíamos tomado varias cervezas y un par de cubatas. Tuve que ayudar a mi hermana a subir las escaleras del portal agarrándola por la cintura y casi cogiéndole una teta. En el ascensor, la toqué y magreé por todos lados sin que pusiera impedimento. Al entrar en casa fue al servicio y salió solo con el tanga hacia su habitación. Yo también fui, y al salir, como su habitación esta en frente del servicio vi a mi hermana acostada en la cama, boca abajo, solo con el tanga.

Me acerqué a la cama y estaba totalmente dormida. Era una escena deliciosamente excitante, mi hermana boca abajo, con su delicioso culo desnudo, separando las cachas el hilo del tanga. Comencé a acariciarle el culo, masajeándole las cachas y echando el tanga a un lado, bajé la mano, entre sus piernas, para acariciar su coño y jugar con su clítoris. Con un poco de esfuerzo, conseguí darle la vuelta y colocarla boca arriba. Comencé a acariciarle las tetas, jugando con sus pezones, inclinándome y lamerlos y mamarlos. Bajé la mano y metiéndola por el tanga, volví a jugar con su clítoris. Le bajé el tanga a los tobillos, le arqueé las piernas, y allí estaba su coño, a mi disposición.

Me quité la ropa, colocándome encima de ella, y apuntando con mi polla a su coño comencé a introducirla poco a poco, sintiendo el calorcito de su interior. Comencé un suave bombeo mientras acariciaba y besaba sus tetas. Con la excitación, comencé a bombear más rápido hasta que me vacié dentro del coño de mi hermana. (Sin peligro, está operada). Me quedé un rato encima de ella. hasta que mi polla salió sola por la flacidez. Fui al servicio por una toallita húmeda y le limpie la lefa que chorreaba de su coño. Me quedé dormido a su lado.

Me desperté unas horas más tarde, y mi hermana estaba de lado, dándome la espalda, con su culo a la altura de mi polla. Comencé a rozarla entre las cachas, como si me hiciera una cubana con su culo, cuando se me puso dura, apunté al ojete y se la clavé despacio, sin pausa pero sin prisas, comenzando un mete y saca, mientras acariciaba sus tetas y bajaba para acariciar su coño. Después de un rato bombeando, solté mi lefa dentro en su culo. Limpié lo que salía, le coloqué el tanga y me fui al salón a dormir en el sofá cama.

Al día siguiente, cuando desperté. mi hermana estaba dormida en el sofá de al lado, pues cuando vino mi cuñado de trabajar, se vino al salón para dejarlo descansar. Estaba boca arriba, con el tanga. Me levanté, me incliné a su lado y apartándole el tanga, comencé a comerle el coño, mientras sacaba mi polla y cogiendo una de sus manos, me hice una paja. Le coloqué el tanga y después de correrme y limpiarme, me volví a dormir.

Cuando desperté, mi hermana estaba en la cocina, me acerqué por atrás y cogiéndole las tetas le di un beso en el cuello, luego le subí la bata, la coloqué de bruces en la encimera y echándole el tanga a un lado se la clavé en el culo hasta corrernos casi al unísono, con mis caricias en su coño. Nos besamos, desayunamos y vimos la tele un rato. Una de las noches, después de que se fuera mi cuñado, nos fuimos a su cama y follamos colocándome boca arriba y ella cabalgando mi polla mientras agarraba sus tetas y las mamaba.

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Sevilla1972
Sevilla1972
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