He estado pensando en que originó el que lleve una doble vida, no fue algo puntual creo que fueron una serie de hechos que lo pautaron así. Yo hasta no hace mucho era una “chica bien”, correcta, educada buena esposa, muy en mi sitio, casa y marido bien atendidos bueno ya ubican de que hablo. Y creo que por rutina o vaya a saber porqué el sexo con mi marido empezó a ser rutinario, algo en lo que ponía el cuerpo pero no mucho más y comenzaba a pensar en que era otro que me acariciaba etc. Y el pensar en que iba a ser el único y último hombre con el que iba a follar me daba claustrofobia. De hecho comencé a ser infiel de pensamiento mucho antes que de hecho.
Un buen día estaba mirando braguitas en una tienda y una señora entrada en años y en carnes me dice: “Ay cariño eso no es para ti no tienes edad para eso”. Casi me muero y ahí nomás de la pura indignación no sólo me compré la tanguita más chiquita que tenían sino que la llevé en todos los colores que venía. Bueno ya en casa me puse a pensar que había hecho una tontería y debía cambiarlas, cuando mi marido sale de la ducha mira la lencería y me dice que eso es ropa de zorra. Le digo que justamente y que tal me quedaba me pone carita de nada y me dice a las zorras se les paga y ¿Quién va a pagar por verte así?”. ¡Qué rabia me dio!, así que dije: ¿Ah si?, bueno eso lo vamos a ver pronto. Cuando se hubo ido a la oficina me desnudé y me miré al espejo atentamente. A mis 30 años no estaba nada mal tal vez podía haber bajado un par de kilos pero no estaba nada mal estaba de hecho muy bien, lo que estaba era descuidada, por un marido que prefería ver cualquier cosa en la tele antes que tocarme.
Recuerdo que una vez le estaba besando el cuello, con claras intenciones de querer guerra, era domingo por la mañana yo estaba en tanga turquesa que me queda de escándalo y me dice: “Mira cariño que partidazo están dando en el ESPN”, yo levanto la vista y veo que es un partido de cricket y es India – Pakistán, fue como que el colmo, y de más está decir que de sexo nada. Me fui a dar una buena ducha y decidí hacer algo al respecto. Mi marido no es mal tipo lo único que es muy pacato y de pensar en alguna fantasía sexual o algo ni modo porque son cosas de degenerados. Cuando no está mirando la tele, está al móvil o al teléfono por lo general hablando de novedades tecnológicas con sus amigotes a ver quien tiene el mejor móvil o alguna otra tontería. De modo que si a mí que me considero un mujerón, me derrotaba cualquier tipo de monitor a los 30 ¿Qué me quedaba para los 60? así que decidí ver si el tema era él o era yo, y puse manos a la obra.
El lunes fui a la peluquería y me hice depilar el coño dejando apenas un triangulito como el de las pelis pornos, pasé por la librería y me compré el Kamasutra con ilustraciones, luego leí el Tao del amor y navegué en Internet con el claro objetivo de que al próximo tío que le pusiera la mano encima me lo iba a coger hasta que se muriera o por lo menos dejarle un rato sin habla. Después de eso fui con mi entrenador personal y decidí gastar las energías que no quemaba en casa en el gimnasio, tomé bastante sol para lucir un lindo bronceado y así me fui poniendo guapísima. Una vez recuerdo que me calcé un jean de tiro bajo muy justo con un top de lycra con un muy generoso escote y cuando iba caminando no hubo hombre que no me mirara con ganas. Así que consideré que ya estaba lista, de todos estos cambios él apenas los notó. Yo era una mamacita y él seguía empeñado en tonterías.
Un día así como al descuido le digo Cariño ¿Alguna vez has fantaseado de hacer el amor con alguien más o te gustaría cambiar algo de cómo lo hacemos?. Vale aclarar que por lo general el sexo es igual con él yo encima, o misionero pero nada más. Sexo oral como ¡la gran variante! o sea un aburrimiento de puta madre. Me contestó que no que estaba todo muy bien, ¡y lo hacíamos cada 15 días!. A lo cual pensé este hombre tiene la líbido muy baja o yo ando recalentada. Pero bueno daba igual a esto se le sumó que de los problemas no habla con lo cual si yo intento decir algo es como hablar con una pared. Me terminó de colmar un día que yo le esperaba con su baño pronto, una copa de muy buen vino, su comida favorita y vestida sólo con una camisa de seda. Le digo espera que te pongo a funcionar el jacuzzi mientras tu te desvistes, me dice bueno si tu quieres, llego del baño y lo veo con el mando de la tele en la mano y le digo: ¿No vienes?. Y me dice: “En un momento cariño, en un momento”, veo que no va a pasar nada y le digo: “Deberías decirme que estoy bonita por lo menos”, y sin mirarme me dice: “Estás divina ¡GOOOL!”. Bueno ya fue como que mucho así que fui al baño me duché, lloré como una tonta un rato y luego me tomé una pastilla y dormí.
A la mañana siguiente decidí que los cuernos los tenía bien merecidos y seleccioné a mi primer amante que fue mi ginecólogo Juan, pero eso ya se los conté en el primer relato de mi doble vida. Y ¿Sabéis que es lo más irónico? que a todos y a cada uno de los amantes que he tenido les he preguntado si soy un bombón y todos me dicen que sí y que no saben que hace un mujerón como yo sin un hombre que me atienda bien. O sea que a mi maridito le diría que sí que hay hombres que pagarían por verme en tanga, y que si de zorra tengo mucho y me encanta y todo es gracias a él. Así que maridos no descuidéis a vuestras mujeres porque tal vez si esa noche me hubiera hecho caso las cosas ahora serían diferentes no lo sé, lo que sí sé es que ahora le probé el gustito a la infidelidad no la dejo ni loca.
Deja un comentario