Conocí muy poco a la familia de mi padre. Fui poseída por uno de mis hermanastros, pero jamás imaginé que el bueno, el mejor hermano de mi padre y que no vivía en Veracruz, se atrevería a poseerme de una forma extraña, si tan sólo me lo hubiera pedido.
Esta historia es corta.
Aunque debo reconocer que alguna vez me aficioné al sexo salvaje no la recuerdo tanto porque haya sido buen sexo. A los 19 años tuve sexo con un tío, Anselmo, hermano de mi padre. El tío ya murió, pero por un tiempo dejó una huella en mí que no podía borrar. 🤣💕
Algún día llegó a casa de una tía, hermana de mi mamá. Yo estaba allí y lo atendí mientras mi tía llevaba a mi prima Rosario a que la atendieran de una diabetes juvenil. No imaginé que tardaría, pero mucho menos que ese hombre se abalanzaría hacia mí como una fiera para lastimarme.
Tomé un vaso con horchata (contiene alcohol) esa mañana. Faltaba una hora para el mediodía. Mi tío también se sirvió un vaso pero antes me sirvió a mí y yo fui a levantar algo que se había caído. Nunca imaginé, por lo menos no tuve la intención de provocarle pese a que llevaba un pequeño short que me hacía ver bellas las piernas. Una blusa pequeña y mis zapatos deportivos.
Él era de los hombres que no hablaban mucho pero cuando lo hacía era mandón. Me pidió varias cosas y luego de servirle unas tortillas para comer con frijoles, me dijo que me tomará el agua que estaba en mi vaso.
Yo seguí haciendo mis cosas y al poco rato, me sentía rara. Estaba mareada y comencé a no responder correctamente a las órdenes de mi cerebro. Él permanecía sentado en la silla frente a la mesa de la cocina y veía de cuando en cuando su reloj. Sacó de su maleta una botella de tequila, no recuerdo la marca.
Se sirvió en vaso mientras yo continuaba a hacer movimientos más torpes. Me sentía mareada y por momentos caminaba muy torpe. Mi tío se acercó – de lo que yo recuerdo – y me dio un trago de tequila que me mareó aún más.
Lo más caliente es que comencé a sentir que me tomaba de la cintura y hasta me acarició uno de mis senos, la verdad me estaba gustando y ahí abajo sentía húmedo.
Me llevó caminando hacia una de las recámaras y allí, comenzó a acariciar mis piernas cuando me echo a la cama mostrando un poco de rudeza. Yo veía su cara grande, supongo que por mi mareo, como se acercaba a mí y lengüeteaba mi rostro y cuello. Sus manos, voraces, sujetaban y acariciaban mi cintura, vientre y senos. Con una de ellas sujetaba mi brazo derecho, pues quería darle una bofetada, mas por instinto que por deseo.
Escuché decirle: ¡no te muevas!. Yo obedecí pues tenía miedo y a la vez deseo. Desabrochó su pantalón y comenzó a dedear mi vagina. Aunque eso siempre ha sido para mí algo bello pues es lo que me enciende más, en ese momento todo me parecía raro, pues mi propio tío estaba humedeciendo mi vulva para penetrarme y follarme.
Se agachó y comenzó a lamer mi vulva y a excitarse más. Se bajó el pantalón y sin más, introdujo lentamente su verga en mi vagina. Sí, su verga estaba dura y era enorme pero aún no sentía placer. Yo ya era una zorra y se supone que en ese momento debía estar agradecida de tener dentro de mí una verga enorme.
Pero todo era raro para mí y aun así, sin ningún tipo de remordimiento mi tío siguió penetrándome: “Ya has cogido, te siento bien sabrosa” expresó y yo seguía escuchando su voz. Poco a poco, su verga fue logrando que yo fuera sintiendo placer.
Tenía que reconocer que a sus más de 50 años el tipo era un experto. Estaba sobre mí, metiendo y sacando su enorme miembro y todavía con uno de sus dedos rasposos jugueteaba con mi vulva, casi haciéndome enloquecer, pero aún el miedo no se iba de mí, olvídense del hecho que me estaba poseyendo, no debería gustarme por ser mi tío; pero realmente lo estaba disfrutando.
Me la metió con toda su fuerza cuando se envolvió en la pasión. Mi coño húmedo y caliente lo fueron extasiando de placer y yo comencé a arquearme para apretar su verga, lo cual le hacía sentirse pleno de placer. Su macana realmente me hacía sentir mucho placer conforme fue pasando el tiempo.
El tío siguió y siguió, por más de 40 minutos
Me folló con su enorme miembro y yo estaba que quería gritar de placer. Había tenido hombres bellos y vergudos hasta ese día que me habían enloquecido de placer; pero el tío sí que sabía hacer su trabajo aunque me esforcé para no delatarme: ¡Sabía que eras una puta, muévete cariño! gritó y realmente estaba muy excitado.
Me volteó para tratar de penetrarme por el culo, pero realmente apreté las nalgas y me hice la difícil para que no lo hiciera. Por un momento pensé que me daría unas nalgadas; pero no lo hizo. Me colocó en posición de perrito y volvió a arremeter con dureza, pero lo sentía cada vez más excitado.
Fue otra media hora de arremetidas. Tuve dos corridas grandiosas, pero aguanté las ganas de gritar porque realmente había hecho bien las cosas. Al final, se corrió dentro de mí y vaya que venía cargado, me dejó así en la posición de perrito y corrió al baño para buscar papel higiénico. En tanto, mi vulva regresaba el semen que había llenado todo mi interior.
Yo guardé silencio y el tío regresó como si nada a la mesa. Yo quedé impactada, sólo atiné a vestirme y procesar lo que habíamos hecho, me había gustado machismo y no pude gemir para delatarme. Él murió como a los dos meses de lo ocurrido de un infarto al miocardio, pero antes de eso, yo viví en pánico pues mi período demoró en llegar un tiempo, hasta que todo volvió a la normalidad. No sé qué hubiera hecho si hubiera llegado a embarazarme y más de un tío.
Demoré un tiempo para que todo volviera a la normalidad; pero no podía negar que me gusto que me follará. La verga para mi es lo mejor de la vida. Tiempo después, seguí disfrutando del buen sexo con los hombres y mujeres que yo quería.
By: Anonima 😂😁