El ardiente tabu (tercera parte de el despertar de mi sexualidad)
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Mamà era una exuberante y dulce amante, los contìnuos orgasmos de Patricia.y los mìos calentaban ardientemente el hermoso cuerpo de mi madre.
Su dilatados labios vaginales se llenaban del dulce flujo cuando la suave lengua de Patricia penetraba en su redondo culo.Era un excitante deleite verlas hacer el amor, mientras mis manos acariciaban sus pezones, nuestros cuerpos humedecidos se entregaban a las caricias sensuales de esta hembra que conocìa los secretos del sexo.
La tarde se hizo corta, luego de gozar con la màs hermosa postura que representa el sesenta y nueve, lamì ardientemente la tierna concha de mi linda amiga. bebi su caliente y dulzona lechita, encantador nectar.
Cuando ya satisfechas de lujuria y largas acabadas, como tres dulces muchachas nos fuimos a duchar, la alegrìa y el placer recibido nos hizo ser mas compinches. v
Despuès de acompañar a Patricia a su automòvil, y con la promesa de volver a reunirnos, mamà y yo nos fuimos a la mullida cama, sin poder contenerme, puès ambas seguìamos desnudas abrazè con calidez el hermosos cuerpo
.
– Mamà, eres maravillosa, le dije.
– Mi divina Diana, quiero que sepas que cuando tu lindo cuerpo empezaba a desarrollarse y mis manos acariciaban tu pùber cuerpito, mi vagina se mojaba de deseos.. .cuando tocaba tu culito bien parado, y friccionaba con jabòn tus dulce vaginita y tus incipiente pechos, mis dedos jugueteaban con tus rosados pezones, era un deleite prohibido…luego, le pedìa a tu padre que me hiciera el amor, tu padre es un macho muy viril, al penetrarme con su enorme verga llegaba hasta el ùltimo rincòn de mi concha…era tal la calentura que tenìa varios orgasmos, le inundaba su linda pija con mis eyaculaciones, luego, era el turno de penetrar mi dilatado ano.
– Sus manos me acomodaban en posiciòn ” perrito ” mi culo esperaba ansioso, su dilatado glande, rojo de excitaciòn, tenìa un tamaño enorme, y lentamente,con mis manos ayudando abriendo mis nalgas, su mastil se iba hundiendo placenteramente dentro, mis gemidos le hacian excitar locamente…su pija entrando y saliendo de mi dilatada cueva me transportaban a mundos de orgìas y mujeres cojiendo entre ellas,y en ese momento mi mente te traìa hacia esta cama, imaginaba a tu padre entrar en tu virgen conchita…mientras te hacìa gemir de placer mi boca entraba en tu culito, besaba su pija y tambièn tu rosadas nalgas.
-¡ Mamà, ardo de deseos…quiero que papà sea el primero en desflorarme, quiero que ustedes me hagan sentir el placer, quiero que tu me hagas el amor junto a el!
-¡ Amorosa mìa, nada en el mundo me harà tan feliz, ahora, dèjame besarte!
Su boca se uniò a la mia en un largo y caliente beso, entonces sus piernas se enlazaron a las mias, juntas las calientes y dilatadas vaginas se unieron en una dulce tijera, besando sus pechos, mi respiraciòn comenzò y de mi garganta salieron dulces gemidos…ambas volvimos a terminar largamente, y asi, como dos tiernas amantes nos fuimos quedando dormidas.
Ahora, no veìa las horas de estar con mi padre, sentir sus caricias, verlo desnudo frente a mi, contemplar su espigado cuerpo, mirar esa dura y gran verga.¡.Hoooo papà, cuanto te deseo, cuanto quiero sentirte dentro de mi!
Con Patricia no tenìa ningùn secreto, puès ella me habìa contado sus experiencias con su amante, decidi contarle mi sueño y deseo de ser poseìda por mi padre.
– Pati…lo deseo mucho, lo sueño, quiero que sea el, que entre en mis rincones, quiero besarlo con ardiente pasiòn.
– ¡Amorosa, eres encantadora, si, que sea el tu primer amante, que sientas su poder sexual, es maravilloso, ademàs, el te conoce mejor que cualquier hombre jamàs te pueda conocer!
– Si, mamà me ayudarà, serà algo inolvidable…
Y llegò este gallardo hombre, ahora veìa en el un ser superior, besando a mamà con una hermosa ternura, luego se acercò hacia mi, y con un càlido abrazo y tierno besito me preguntò:
– Y aca està mi encantadora hija, tan linda como siempre, ¡Eres toda una hermosa mujer!
– Papà, cuanto te extrañe, no veìa las horas de que estuvieras con nosotras. v
Mamà me dirijiò una mirada còmplice, creo que por sus telèfonos mòviles, el estaba al tanto de mi deseo.
– Bueno, muchachas, pongansè lindas que esta noche iremos a cenar, luego tomaremos una botela de champagne, me fueron muy bien los negocios.
Elegì un lindo vestido que hacia pronunciar mis redondeces, sin corpiños, puès mis tetitas eran duras y respingadas, por supuesto que mi padre conocìa mi cuerpo, tantas veces, pero hoy era un dìa especial, deseaba agradarle como hembra, y a eso estaba dispuesta.
Mamà, resplandeciente, como siempre, su cuerpo de diosa era tremendo, cuando bajamos de nuestras habitaciones, el nos esperaba, lanzò un grito de aprobaciòn.
– ¡Tengo dos hermosas diosas en mi casa! Hombre suertudo soy.
Mamà y yo soltamos alegres carcajadas, papà era u ser especial.
La cena fuè maravilosa, en el exquisito y caro restaurante, la miradas de los hombres se posaban sobre nuestros cuerpos, realmente las sentìa como caricias hacia nuestro ego de mujeres bellas
Continuarà