Doble vida de una mujer con pareja estable
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Yo era una mujer típica, muy tranquila, en todo sentido hablando. Llevaba 4 años de casada, y antes de el solo estuve con solo dos hombres. Aunque siempre he sido muy provocativa, me
encanta que los hombres me observen. Pero poco a poco comencé a perder el control sobre mi misma, cada vez las faldas mas apretadas, otras mas cortas, el sexo con mis esposos no me alcanzaba. Había ocasiones donde luego de hacer el amor el se iba duchar, o salía, y yo me quedaba masturbándome, sentía que estaba enloqueciendo. El es gerente de una empresa, y en esos tiempos yo era encargada de la empresa, revisaba la entrega de mercaderías, reparto y cuando llegaban las mismas. Los operarios siempre me miraban con lindos ojos, es decir, me violaban con sus miradas, y yo mas meneaba mi culo. Nos veíamos casi todos los días, ellos siempre bromeaban, me decían piropos, pero como siempre solo reía.
Poco a poco comencé a fantasear con ellos, no sé por que quizás por como me miraban, no lo sé. Comencé a salir mas seguido de compras, me comencé docenas de falda súper cortas, conjuntos de ropa interior que parecen hilos, y así comencé.
Cada día iba al trabajo con cosas más cortas, cuando me agachaba para tomar los números de las cajas lo hacia de tal forma para que se me vea un poco la nalga, enloquecían, y yo me excitaba muchísimo. Poco a poco sumaba tentaciones, hice cambiar mi escritorio, para que nada tape mis piernas, o mis “zonas”, así el que entre en mi oficina, lo primero que haría era mirar hacia abajo.
Comencé mi tarea con dos de ellos que eran los que más me gustaban, Gabriel era el que más me gustaba el típico latino, fornido de rasgos bien masculinos, y el otro era Mario, un tipo muy alto que se notaba tenia una verga muy rica. El primero que llame fue a Mario para que me ayude con unas cajas que estaban altas para mí, allí yo hacia la que quería alcanzar otras cosas y cuando el se agachaba a buscar las otras cajas veía mis agujeros en su esplendor, al ordenar las cosas rozaba mi culo con su cuerpo, luego llame a Gabriel por unos papeles, y así fui llamando a cada uno de ellos, que eran seis, pero cuando mas locos los volvía era los días que había que hacer envíos, que comenzábamos a las 7am y no había hora de salida fija. En esos galpones sudábamos todos, y cuando sudaba mis partes se me notaba en la falda uuufffff y también no lo voy a negar no solo era sudor.
Un mes después ya no dábamos mas, todos estábamos que explotábamos, mas de una vez fui sin tangas, esos días no me agachaba, pero se daban cuenta que no llevaba nada abajo.
Luego, este día lo recuerdo muy bien teníamos que hacer un envió grandísimo por que se inauguraba una filial, a la cual tuvo que viajar mi esposo por una semana para los preparativos. Como de costumbre comenzamos temprano, y para las 18 pm ya habíamos terminado, no lo podíamos creer, trabajamos todo el día sin parar, ya acomodando las ultimas cajas, y yo tomando los números de series entre otras cosas voy hacia una esquina, y cayeron sobre mi unas cajas vacías del deposito, por lo que Mario rápidamente va a auxiliarme, al quitar las cajas de mi, ve que mi falda se levanto un poco, y yo recuerdo esos ojos, me levanto, acomode mis ropas y el me dice que tenia pegado unos restos de cajas en mi falda y atina a quitarlas, al hacerlo toma mi culo como si fuera una pelota de golf, con esas manos gigantes y me deje, me llevo de espaldas hasta la pared y me tocaba toda, el culo, las tetas, besaba mi cuello, me di vueltas y jugamos con nuestras lenguas. No aguante mas y baje su pantalón para ver esa hermosa verga, era increíble, en eso llega Gabriel y se queda helado al ver a la jefa con la verga de una compañero en la mano, le sonreí y comencé a mamar, en unos segundos estaban todos allí.
Lo primero que hicieron fue arrancarme el tanga y todos comenzaron a lamerme toda, me levantaron y fuimos hasta mi oficina, allí se las mame a todos, me tiraron al piso, me abrí y comencé a disfrutar, los seis pasaron por mi concha, dos no aguantaron y se vinieron rápido, yo ya había perdido la cuenta de cuantas veces me había venido. En un momento me levantan y me retienen sobre mi escritorio con mi culo para arriba, de repente siento un dedo que me atraviesa, les digo que no pero se rieron, me quería zafarme y no pude cuando sentí que de un solo empujón entro una verga en mi culo, mi grito fue tal que estuve afónica hasta tres días después, ellos me decían si tu querías esto puta mama puta vamos, luego el que me culeaba me levanta sin despegarme de el y viene otro y me la mete por adelante, estaba suspendida en el aire por dos vergas, así fui pasando de dos en dos hasta que todos se cansaron. Termine llena de leche por todos lados, aunque me ardían todos mis agujeros, estaba satisfecha.
Así seguimos haciéndolo una vez al mes entre todos, pero mientras tanto de a uno o de a dos ja.. ja.. ja.
Esa orgía cambio mi vida, descubrí que era una puta reprimida, luego de la orgía ya perdí la timidez, lo hago con quien me guste, y es mas hace unos años, cada vez que mi esposo viaja, que lo hace seguido, trabajo en un cabaret de una cuidad cercana de aquí, mmmm… y lo paso de maravillas, he encontrado varios conocidos, así que amigos tengan cuidado ja.. ja.. ja.