Mi nombre es Juan, tengo 36 años y estoy casado con Ana de 34, desde hace diez años. Ana tiene una altura de 1,70, morena, cuerpo modelado, y una cara aniñada. Somos exhibicionistas, a Ana todos los hombres la desnudan con la mirada y como ella lo sabe, se viste sexy y enseña partes de su cuerpo que normalmente otras mujeres no las dejan ver, salvo en ocasiones intimas. Sexualmente y a pesar de los diez años transcurridos, intentamos no caer en la monotonía, reinventando el sexo frecuentemente, nos hemos masturbado en el cine, hemos hecho el amor en distintos lugares públicos, ella sin bragas se sienta sobre mis rodillas se introduce mi pene y se mueve lentamente y circularmente hasta llegar al orgasmo, también hemos utilizado vibradores pero, nuestro sueño erótico más excitante y todavía no cumplido es, que nos hubiese gustado follar con otra pareja en la misma habitación para excitarnos o hacerles excitar, y al final si todos estuviéramos de acuerdo intercambiarnos.
Muchas veces, mientras practicamos sexo, y en el momento que la excitación lanza mensajes a la mente y esta empieza a decir, los reales deseos eróticos de cada uno, le introduzco el vibrador a Ana e imagino que la esta penetrando otro hombre, esto me excita tanto, que a veces me he corrido sin tocarme. Y le digo a Ana que deberíamos ir a un club liberal sin una idea preconcebida de intercambio, a no ser que los dos llegáramos a un acuerdo, Ana a pesar de su desinhibición, tiene un cierto reparo a ir a estos lugares, dice darle miedo que no encontrarse cómoda y amargarnos la noche.
En verano vamos a playas nudistas, buscamos calas o playas de difícil acceso para tener la mínima tranquilidad que se puede tener en una playa en verano, los dos vamos rasurados y nos gusta que las demás parejas miren nuestras partes intimas, si vemos alguien mirarnos con descaro empezamos a tocarnos y besarnos, no solamente en la boca, comprendéis y cuando entro en erección nos vamos los dos tranquilamente abrazados hacia el agua y en ella continuamos nuestros besos y toqueteos notando las miradas clavadas en nosotros, mayoritariamente de los hombres y porque no decirlo también de alguna mujer. Nuestras vacaciones desde hace cinco años, las pasamos en Ibiza y vamos siempre a una playa nudista que hay en el sur de la isla donde cada uno se siente libre de hacer lo que el cuerpo pide en este momento y nadie dice nada.
Este verano un día mas bien nublado llegamos a la playa y vimos que había poca gente, salimos del aparcamiento y vimos que tal como habíamos pensado se podría estar cómodamente con la pareja más próxima a unos 5 – 10 metros, le dije a Ana, dándole un pequeño azote en el culo, hoy nos divertiremos.
Andamos un rato buscando el lugar ideal para realizar nuestros juegos y vimos una pareja que nos pareció agradable, ligeramente mayores que nosotros y situándonos cerca miré a Ana y esta con un gesto me dio su aprobación. Pusimos la toalla al suelo y Ana aprovechando que él la miraba, se sacó la camiseta muy lentamente, enseñando como aquel que no quiere sus dos magníficos senos, luego sentándose frente a la pareja se sacó el pantaloncito lentamente, mostrándoles su coño completamente rasurado y sus labios eran perfectos y estaban ligeramente abiertos, para rematar la faena se pasó la mano acariciándoselo, el hombre, al que yo estaba mirando, noté su erección y al momento sin escondérselo, mostró un pene esplendoroso por su grosor y tamaño. Comentó con su compañera, supongo el exhibicionismo de Ana y empezó a tocarle suavemente sus senos, ligeramente más pequeños que los de Ana, pero muy tiesos y con unos pezones magníficos.
Nos tumbamos Ana y yo sobre la toalla y empezamos a tocarnos, al tiempo que yo le decía si se había fijado en el pene de nuestro vecino, me dijo que si y que casi lo tenia como el vibrador imitando la forma del pene de un artista porno que habíamos comprado por Internet, le susurre si le gustaría tenerlo dentro, mientras le lamía sus pezones y le recorría su coño con dos de mis dedos penetrándola, mientras nuestros vecinos aumentaban su excitación y. también empezaron a besarse, chuparse los pechos mutuamente y ella a masturbarlo. Pasaron unos diez minutos, la pareja se levantó y se fue hacia el agua, tampoco se cortaron ante nosotros y él con su pene erecto, era digno de mirar, ya dentro el agua empezaron a moverse y no disimulaban que follaban con gusto, los gemidos de ella se escuchaban claramente y le pedía mas y más. Ni que decir que nosotros estábamos excitadísimos, nosotros que habíamos querido calentarlos, quizás lo habíamos conseguido pero ellos también lograron calentarnos y mucho a nosotros y ahora necesitábamos un buen polvo ya que Ana estaba mojada totalmente y a mí la polla estaba a punto de estallar. Nos levantamos y nos fuimos al agua a hacer lo que nuestros vecinos habían terminado hacia un momento, ellos continuaban con besos y carantoñas pero mucho más relajados, al pasar junto a ellos, nos saludaron con unos buenos días y disfrutarlo como lo hemos hecho nosotros, ambos dijimos gracias y dos pasos mas allá penetre a Ana y con gritos y susurros acabamos muy rápidamente.
Al salir del agua bien frescos y relajados, nos acercamos a saludar a la pareja y tanto a Jordi como a mi solo se nos ocurrió decir: “es que a veces..” Después resultó que Jordi y Silvia eran casi vecinos nuestros, pues vivíamos a unos diez minutos de distancia en Barcelona, ya terminaban sus vacaciones y mañana al mediodía volaban a casa, nosotros nos quedábamos todavía una semana, los encontramos extremadamente simpáticos y nos intercambiamos los teléfonos y quedamos en llamarnos cuando regresásemos la próxima semana para ir a cenar y salir de copas.
Ellos se despidieron, ya que tenían que recoger la casa y nosotros continuamos en la playa, comentamos que era una pareja muy extrovertida y que podríamos tener una velada interesante la próxima semana. Silvia le había caído bien a Ana y creo que de Jordi además de la simpatía en su cabecita, se dibujaba aquel pedazo de polla, sin embargo, yo también los encontraba muy simpáticos.
Hacia las tres nos fuimos a casa, queríamos descansar pues por la noche teníamos reserva en un buen restaurante de la isla. Ahora comprenderéis por que antes os he dicho que Ana en su cabecita tenia algo mas que la simpatía de Silvia. Al llegar a casa nos tumbamos desnudos sobre la cama, aun con la sal sobre nuestra piel, Silvia me miró a los ojos y dijo si podía coger el vibrador imitando el pene del artista porno y un buen gel lubricante, No me lo hice repetir ya que estas situaciones me excitan mucho, me levante fui a buscar lo que me había pedido Ana y empecé a lamerle los senos que mantenían el gusto a sal, ella me lamió los pezones y como siempre que lo hacia, la erección era rápida y sentía un gusto difícil de explicar en la zona anal y Ana me lo aliviaba con un magnifico beso negro, su lengua me penetró en el ano y note por la forma que lamía que estaba muy caliente, por lo que decidí lubricar el coño y el magnifico vibrador, al lubricarla la noté mojada y le introduje suavemente el vibrador entrando y saliendo suavemente de su espléndido coño, al mismo tiempo le lamía sus pezones pasándole la lengua suavemente alrededor del pezón y mordisqueándole suavemente su pezón erecto Ana empezó a gemir y suspirar cada vez mas fuerte, me senté sobre su cara y empezó a lamerme mi pene desde el ano hasta la punta, noté que yo estaba a punto de estallar, y en este mismo momento me arrebató el vibrador de mis manos y empezó a introducírselo con una cadencia cada vez mas rápida, sus gemidos y suspiros eran de un placer al máximo y yo sin que Ana me tocara me corrí en su cara y entonces, Ana empezó a disminuir el ritmo, ya que había llegado al éxtasis. Has estado pensando en que Jordi estaba encima de ti le dije, me miro y asintió con una cierta vergüenza, a lo que le dije que no sé preocupara y que había sido una lastima que no hubiese sido él y no el vibrador que le hubiese hecho llegar al orgasmo, respondió que si Jordi hubiese estado aquí, no habría tenido ningún reparo en que la penetrara.
Nos duchamos y más calmados estuvimos hablando de lo divertido que había sido el día, de sí seria conveniente aceptar la invitación de vernos durante el invierno pues a mí después de la confesión de Ana me daba un cierto temor, no obstante me convencí de que si muchas veces habíamos imaginado hacerlo delante de otra pareja y al final intercambiarnos Jordi y Silvia eran la pareja ideal. Transcurrida la tarde nos preparamos para la cena, nos duchamos juntos y solo con los roces volví a sentir sensaciones y Ana también ya que me estampo un beso en la boca y me dijo ¿ cómo quieres que me vista para esta noche? Tenia un vestido blanco muy provocativo con transparencias que solo dificultaban ligeramente la vista de los senos y la zona pubica y culo por lo que le pedí que se lo pusiera y como otras veces ya le había pedido de no llevar ni sujetador ni tanga. Ana no me respondió, solo me dijo te vas a llevar una sorpresa ya verás, dicho esto se metió en la habitación y me dijo: no entres hasta que te lo diga.
Pasaron veinte minutos Ana me llamó y entre cual seria mi asombro al ver que había desmontado del vestido la ropa que disimulaba las zonas eróticas ( senos, pubis y culo) para ver una mujer espléndida que enseñaba todo lo bueno y bonito de su cuerpo, solo de pensar como se pondrían los hombres que la mirarían tuve una erección, le dije estas preciosa. Me dijo lo sé y ahora te pido yo como debes vestirte, ponte el pantalón blanco sin calzoncillos. Conocía muy bien estos deseos y sabia que la noche seria exhibicionista, ya que, con este pantalón se transparentaba mi pene y no disimulaba las erecciones.
Llegamos al restaurante sobre las diez y media, mientras aparcábamos el coche, Ana dio un pequeño grito y me dijo que le parecía haber visto a Jordi y Silvia. Pensé que la noche se ponía divertida pero solo le dije a Ana ¿estas segura?, creo que si, me contestó. Fuimos hacia recepción y allí estaban nuestros amigos de la mañana, Silvia preciosa con un vestido que realzaba su magnifica figura y muy ajustado al pecho lucia y resaltaban sus magníficos pezones. Jordi y Silvia al vernos hicieron una exclamación de sorpresa, Jordi dijo, en 46 años no nos habíamos encontrado y en un día nos hemos visto mañana y noche y además hemos visto cosas de cada pareja que amigos de toda la vida no las han visto ni verán nunca, acabada esta frase miró a Ana y no la desnudó porque ya enseñaba lo que los hombres buscan cuando miran a una mujer de la manera que miró Jordi. Podríamos cenar juntos, dije yo, lo que fue aceptado por el grupo creo yo, con bastante agrado. Al principio todo transcurrió por los canones convencionales pero en el segundo plato, ya llevábamos dos botellas de vino más el aperitivo la conversación empezó a girar sobre sexo, y al cabo de un rato nos desinhibimos por completo, ya que ambas parejas no éramos precisamente tímidas.
Jordi nos preguntó si habíamos tenido alguna experiencia de intercambio, mire a Ana, que se ruborizo ligeramente, y le dije que no, que este tema nos excitaba mucho cuando follábamos y que habíamos querido ir a algún club liberal, pero que nos faltaban los amigos para ir, pues el motivo principal no era el de intercambiarnos si todos los que participaban en la sesión no estuvieran totalmente de acuerdo, pero si el de exhibirnos delante de otra u otras parejas. Silvia comentó que lo que decía tenia mucha lógica ya que ellos fueron invitados por unos amigos que frecuentaban un local y pudieron con calma decidir, pero nos lo pasamos muy bien, y hemos repetido otras veces dijo. Jordi nos dijo, ahora si queréis ya tenéis una pareja que os puede acompañar y tendréis plena libertad para decidir pero os aseguro que nos lo pasaremos bien. Miré a Ana y vi que asentía con la cabeza a la explicación de Jordi, por lo que dije que no teníamos ningún inconveniente, verdad Ana.: “Si”dijo Ana con una cierta excitación.
Con este tipo de conversación nuestra excitación iba en aumento y se nos pasó el tiempo sin darnos cuenta, tanto que cuando nos dimos cuenta el comedor estaba prácticamente vacío, pedimos la cuenta y mientras nos la preparaban Ana y Silvia se fueron al lavabo.
Jordi miraba a Ana y se veía claramente que le gustaba y que si yo estaba de acuerdo se la llevaba a la cama, y entonces me pregunto que plan teníamos para el resto de la noche, yo como había visto su mirada de deseo le dije que habíamos pensado ir a exhibir a Ana por la zona del puerto, llena de bares con gente en sus terrazas puesto que mi mujer con sus transparencias lucia perfectamente, esto nos excita mucho y acabamos follando como locos.
Podéis venir a casa me dijo, vivimos a diez minutos de aquí y hasta mañana al mediodía que debemos estar al aeropuerto, no tenemos nada que hacer y podríamos pasarlo juntos y continuar hablando sobre el tema.
“Si las mujeres están de acuerdo en no dormir, no tengo ningún inconveniente” dije yo. En este momento venían Ana Y Silvia muy sonrientes y Ana un poco ruborizada, al llegar Silvia bajando la voz y dirigiéndose a Jordi, le dijo: No sabes, me ha dicho Ana que nunca han tenido experiencias con alguien de su mismo sexo. Jordi me miró con cara de asombro, anticipándome a cualquier explicación le dije que conociéndome, no me daría placer el estar con otro hombre. Jordi dijo: ¿Así a ti no te excita ver dos mujeres juntas? “Sí esto si”, le respondí.
Piensas que Ana se excitaría, ¿viéndote a ti con otro hombre? No sé, dije yo, esto deberías preguntárselo a ella.
¿Ana crees que te excitarías? Le preguntó Jordi y la respuesta de Ana, fue muy clara: Si respondió creo que podría ser muy excitante para mí: Comprendo tus pensamientos Juan pues esto mismo me ocurrió a mí, si quieres un consejo, para la primera vez de este tipo de relación, buscad una pareja bisexual profesional y dejaros llevar. Después de este consejo Jordi le preguntó a Silvia si podíamos pasar el resto de la noche en su casa, encantada dijo Silvia, Ana también se mostró encantada con la idea.
Salimos y al llegar al coche, Ana dijo: Jordi yo voy con ellos, así no tendrán ningún problema para encontrar la casa. Al subir al coche Silvia me dijo: Ana y yo subimos atrás, Ana pregunte, “quieres empezar ya”, volví a sorprenderme con la respuesta de Ana: “No, hemos empezado ya en el baño y ya te contaré mis sensaciones”. Arrancamos y por el retrovisor vi. Como Silvia la besaba en la boca le acariciaba los pechos y Ana se abría de piernas pidiendo calladamente que Silvia le acariciara el coño. Llegamos a su casa después de unas precisas indicaciones de Silvia que tenia capacidad para hacer dos cosas a la vez, baje del coche con una notable erección y Silvia me dijo: “Cariño si lo poco que has visto te pone así, no sé que te ocurrirá”.
Al llegar Jordi se había puesto un kimono de seda semitransparente, y se le veía su magnifica polla que Ana al entrar se la miró con total descaro ya que, Silvia la había dejado a punto de caramelo, si en este momento Jordi le pide follar, no hay ninguna duda que Ana lo consiente. Pero no fue Jordi si no, Silvia la que le dijo a Ana mientras continuaba acariciándole el coño, “te doy permiso para lamerle la polla a mi marido” Ana me miró y vi. en sus ojos tal deseo que asentí con la cabeza a la pregunta no realizada. Silvia que había tomado las riendas de la situación me dijo que yo por el momento solo podía mirar y que esto me excitaría como a ella. Ana abrió el kimono de Jordi y apareció aquel maravilloso pene que tanto la excitaba, lentamente empezó a lamer los 22 cm. de pene de arriba a abajo, Silvia se puso a su lado acariciándola y ayudando con sus palabras a que Ana perdiera la poca timidez que le quedaba, a lamer la polla de Jordi, yo empecé a masturbarme y Ana me miró y con la mirada me dijo que necesitaba que la penetrara Jordi y al ver mi situación comprendió que yo no me negaba a ello y levantándose se sentó sobre las rodillas de Jordi y la mano de Ana se puso la polla junto a su coño y Jordi la penetro.
Silvia al ver el movimiento de Ana se vino a mi lado diciéndome que si le prometía que la próxima vez que saliéramos mantendría relaciones con Jordi y ella con Ana me dejaba encularla. Prometí que la próxima vez haría lo que ella quisiera, y en este momento los gemidos de Ana y Jordi me indicaban que estaban a punto de correrse por lo que abriendo el ano de Silvia la penetré suavemente con mi polla, diciéndole que estaba a punto de estallar y después de dos o tres movimientos me corrí dentro de su culo, tenia tal cantidad de esperma que le rebosaba todo mi semen por el ano y Silvia me dijo que se lo limpiara con la lengua, no dude un momento y Silvia se puso de rodillas enseñándome todo su culo y le empecé a pasar la lengua de arriba abajo penetrándole al menos medio centímetro mi lengua en su ano, note el gusto dulzor de mi semen y en este momento Ana se levantó y vino hacia mi y me lamió mi polla mojada, cuando la tuve limpia, se dirigió a Silvia pasándole la lengua por su coño, en poco tiempo Silvia se corrió completamente en la boca de Ana.
Después de esta primer contacto, nos tumbamos los cuatro en la cama. Al momento Silvia empezó a besar, tocar y lamer a Ana y os puedo asegurar que al cabo de diez minutos estaba tan excitado que le dije a Ana que esta vez follara conmigo y Jordi separó a Silvia y se la folló también, lo que siempre habíamos deseado estaba ocurriendo, estuvimos hasta las diez de la mañana jugando los cuatro hasta que Jordi y Silvia se ducharon para irse al aeropuerto y nos despedimos y ya quedamos citados para el próximo sábado en Barcelona. Regresando a casa Ana me dijo que había sido un gran día, con una excepcional noche y que le gustará repetirla.
Os contaré lo que suceda en próximos relatos.
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