Descubro goce a los 64 años – I, II, III

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Para escribir al Blog:

Ante todo, soy Emilio, tengo 64 años, casado hace 35 años, 2 hijos mayores, trabajo en un mercado, en la parte de verduras y frutas y falta poco para jubilarme.

Yendo al tema, con mí esposa hace años que no tenemos relaciones sexuales. Por lo que a partir de un momento comencé a masturbarme, como si fuera un adolescente.

O sea buscando el momento oportuno y varias veces en la semana.

Cómo muchos aprovechaba cuando me bañaba.

Llegó un momento que necesita más. Necesitaba coger. Pero mandatos de familia no me permitía la infidelidad.

Entonces me dije: Si tenés que pajearte que no sea a los apurones. Busca el momento en que tu esposa salga por un buen rato, asegúrate que tus hijos y nietos no te visiten y hacerte la fiesta con vos mismo.

Así fue estudié el panorama y comencé una vida placentera, viciosa, distinta.

A mí edad tampoco se necesita de tanto aunque me envicié.

De tantos años de verdulería y frutería comencé a analizar a mujeres clientas especialmente mayores, digamos abuelas que tanto verduras como frutas que elegian, eran variados pero nunca faltaba o un pepino, una zanahoria, un zucchini, una berenjena y en las frutas no faltaban bananas “bien verdes porque todavía no las voy a comer Emilio”.

Tambien era consumidores de los mismos productos, varios hombres de todas las edades.
El perfil de esos hombres era con modales afinados y otros clientes no tanto.

Especialmente con las mujeres jugábamos alguna broma acerca de cómo iba a comer el pepino, por ejemplo, siempre con doble sentido.

Mujeres muy serias que se sonrosaban y no seguían el juego y otras que me hacían sonrojar a mí.

Está experiencia más algunos videos que veía me aseguraban que esas verduras y frutas las usaban para masturbarse.

Yo aceptaba esas posibilidades para los demás pero yo estaba muy lejos de utilizarlas para satisfacerme.

“Nunca digas de esta agua no he de beber”

Mi.esposa hacia un curso de cerámica que le ocupaba 2 horas y media entre que salía de casa hasta regresar, de 18 a 20,30 horas los Martes y Jueves, días y horas que mis hijos jugaban fútbol y hacían natación.

O sea mis días de paja podrían ser esos días a esas horas, aunque a veces me costaba que me dieran permiso en el mercado para salir a las 17 horas con la excusa de hacer un curso para cuando me jubilara…

Esa parte solucionada.

Los videos xxx los veía en la Tablet.

El lugar era una especie de taller donde alguna vez hice artesanías y dónde también poníamos lo que ya no usábamos en casa.

Un sofá amplio casi nuevo, una mesita ratona y un plackar que tenía un espejo en una de sus puertas, formaban parte del lugar.

O sea día, hora, lugar y accesorios tenía para disfrutar.

También como excusa le decía a mí mujer lo del curso que en definitiva era verdad porque lo hacía a cualquier hora por internet, diciéndole a ella que mis días y horarios eran de acuerdo a sus ocupaciones.

Con esto tenía el motivo perfecto para estar en ese taller.

Tal cual me empecé a tomar mis tiempos, a disfrutar del lugar, a gozar con mí cuerpo ya medio gastado por los años, a incentivar mis pajas con lo que veía en los videos y con mí mismo deseo por masturbarme.

El espejo del plackar tomo un rol especial.
Estaba frente al sillón y todo lo que yo hacía lo miraba a través del espejo, esto me ponía a mil.

Nada de apuros, un alarma para cortar a tiempo por el límite de hora me daba tranquilidad.

En el porno se ve de todo obviamente y aprendí algunas cosas.

Me tocaba todo el cuerpo, acariciando cada centímetro, obvio dando lugar a mis huevos y mí pija que tenía 15 cms parada, gordita y cabeza de hongo.

Nunca fui de gozar con mis tetas pero en esta práctica comencé a gozar.

Mí posición favorita era estar abierto de piernas frente al espejo y ver cómo me daba.

Quizás nunca quise ver en mí historia pero las nalgas y el ano no estaban en mí vida sexual.

Digo nunca quise ver porque a partir de estar pajeandome y gozando en el taller al mirarme al espejo las nalgas se abrían y el hoyo se abría y cerraba y se descontrolaba al acabar.

En una sesión y en medio de la calentura del momento, a una altura donde ya me acariciaba y tocaba todo, el dedo mayor de la mano derecha empezó a jugar con el culo.

Hummm que sensación divina !!!
Al estar seco salivé un par de dedos y fui a jugar nuevamente.

No di vueltas el dedo del medio jugueteó hasta que entró un poquito.

Entro un poco porque yo me paralicé.

Me frené porque no terminaba de entender que me estuviera desvirgando el orto y también porque si seguía metiendo iba a acabar y recién estaba en el inicio de la ceremonia.

Seguí jugando hasta que lo enterré todo, las nalgas abiertas y se apretaban solas y en cada mete y saca acabé como pocas veces y quedé de cama.

Que calentura tener el dedo adentro y garcharme el culo y que acabada!!!
Esa sensación de parar y querer seguir.

Por supuesto me hice vicioso al culo y lo hacía en distintas posiciones: boca arriba, de frente, de costado, en 4 patas, boca abajo.
El boca abajo me aceleraba, colocaba dos almohadones debajo de mí panza y el culo arriba, dedo adentro y a garchar me movía y cabalgaba a dedo.
El espejo testigo de todo.

Me excitaba mucho ponerme lo más cerca frente al espejo y meterme el dedo, mirar como entraba y salía. Y Yo que apretaba para que roce más.

Me volvía loco.

Decía meterme el dedo … pero al tiempo empezaron a ser 2 y en la locura total me entraban 3.

Creía que me rompía todo pero no, era un goce enorme.

Los martes y jueves, salvo algún día, eran mis citas con la paja, me he llegado a hacer 2 en un solo día.

Quedaba liquidado.

Me encantaba tirarme la leche en el pecho y panza y después pasarle los dedos y chuparme la lechita.

Muchas veces me quedé dormido y la alarma me despertaba para arreglar un poco y decir aquí no pasó nada.

Cómo no sentía culpa vivía feliz pajeandome.

Tampoco pensé que podía masturbarme tanto a mí edad.

Pero se había transformado en un vicio y en una necesidad, tal es así que alguna paja rápida los hacía en el baño algún sábado o domingo.

Compré preservativos para jugar un poco y también para cuando me cogía boca abajo no ensuciara los almohadones al acabar.

También compré las pastillas azules.
Que grande!!!
Estás a full, retardas el acabar a tu gusto y sentir la poronga dura es un placer.

Todo se iba dando y pase a ser el pajero feliz.
Cada vez más pajero.
No niego que me hubiese encantado cogerme a alguna veterana o no tanto … pero estaba bien.

Mis hijos se iban de vacaciones con sus esposas y nietos e invitan a mí señora a que vaya juntos a la costa, solo 12 días.
Mí esposa no quería saber nada, más que nada por no dejarme solo a mí.
El que más presionó para que vaya fui yo.
La verdad … no tanto por ella sino porque yo iba a tener 12 días de libertad total las 24 horas del día y darle rienda suelta a mis pajas y mí sexualidad.

Esta circunstancia ya me excitaba, pero tranquilo Emilio si confirma se irían a las 2 semanas.
Confirmó y se fue.

Mis pajas en esos días fueron más calientes.
Me metía 3 dedos como si fuera nada me bombeaba media hora.

Un día pensé si entran tres dedos … fui trayendo de la verdulería lo de siempre pero le agregué esas vergas naturales, de distintos colores, y que hasta de postre me servían.

El último jueves antes de la ida de mí familia, me hervi una salchicha alemana gruesita.

La dejé entibiar todo como para hacer un panchito. Me lo lleve a mí reino.

Lo de siempre al principio y bien frente al espejo me la enterre de a poco, previo mojar el hoyo.
Cómo entraba !!! y yo la veía perderse en el orto.

La dejaba adentro y apretaba todo para sentir mas.
Que delirio!!!

Me puse de costado y me iba cogiendo … salía y entraba suave pero profunda. Y más y más y más apenas me puse un forro y acabé como perro.
Me dormí un rato con la salchicha adentro y al despertar me dio hambre,
la lave la calenté y esta vez si que me la comí en pancho.

Ya con mí familia de vacaciones empecé a incursionar en otras habitaciones siempre con algún espejo, cuando no con 2 para tener más espectáculo y me calentará más.

En mí cama matrimonial probé mí primer verdura.

Una zanahoria digamos mediana fue la elegida, le puse un preservativo lo unté con vaselina sólida y fue una cogida interminable no se hasta donde me entraba pero la excitación era terrible.
No recuerdo el tiempo de darme en todas las posiciones fue mucho y ya sentía ardor.
Me puse boca arriba.

Una almohada en la verga y la zanahoria adentro que salía y entraba haciendo tope con una toalla que había puesto debajo.
Fue un polvazo de esos que decís siempre quiero así.

Tuve 10 días de locura, me tomé un fin de semana en el mercado, compré morcilla y chorizos en la carnicería y las verduras y frutas del caso.

Me violé con todo lo que pude, pastilla azul y a pajear y a pajear cada vez con más necesidad.

En la locura chupaba todo lo que me entraba por detrás. Chupaba como veía en las pelis y como me lo habían hecho a mí … O mejor …

Me empecé a filmar.
Otro delirio.
Grababa una paja y la veía a los dos días y de verme me volvía loco y alimentaba más pajas.

Así pase las vacaciones de mí esposa.

Faltando dos días para el reencuentro familiar un cliente que venía siempre de unos 40 años, grandote, buen fisico, seguramente de gimnasio, me pidió lo que llevaba cada vez que venía.

Y en cada cosa que agarraba un doble sentido y una sonrisa pícara y morbosa.

Cuando me abona comenzamos a charlar de la vida, la economía, la política, las noticias, me dijo que se iba 4 días al sur a vacacionar con un amigo y una amiga y hablando de distintas cosas sobre las vacaciones, surgió de mí parte el “2 amigos y una amiga?”
Cómo es eso pregunté.

Se moría para que le pregúntese. Se rió y me contestó, somos amigos libres. Lo que se de se de. Vamos a un hotel de una habitación para los 3, dormimos ahí y luego a recorrer y hacer las comidas en los arroyos donde no hay un alma.

Todo lo que llevo no es para comida pero no nos gusta los juguetes plásticos, estos son autóctonos.

Con mí cara el seguía tentado de risa.

Yo seguía investigando: digo … los 3 juntos … un ratito cada uno con la mujer o un trío que le llaman?

Sin parar de reírse me responde: no amigo o uno solo o dos o tres y cualquiera con cualquiera no tenemos prurito.

Yo me quedé sin decir nada pero indudable entre los varones se daban también.

Bisexual creo le dicen.

Seguimos charlando hasta que me confirmó lo que yo pensaba.

Me dijo además en mí caso puedo estar tanto con un hombre como con una mujer y como se dice normalmente doy y recibo, carne humana o verduras y frutas … ta?

Ahhhh dije yo … si si claro.

Tiene dudas Don Emilio y le interesa el tema no?

Siii si no es que me interese pero me llama la atención.

Al regreso de estas vacaciones paso por el mercado y lo invito a mí departamento y ahí charlamos largo y tendido y seguramente usted aprenderá con mis experiencias y yo de las suyas.

De eso se trata la vida.

Pasaron los días, fuimos postergando esa reunión y por fin un día se dió.

Lo visité … me atendió como a un rey … volvió a cambiar mí vida … creía que ya no se modificaba más pero si … cambié… en la próxima continúo como siguió la cosa …
Gracias por leerme.

Su opinión sobre el tema me es válida.

PARTE II

Sigo gozando

Cómo relataba en mí anterior escrito y ya cumpliendo 65 años y jubilándome, seguí adicto a pajearme.
No solo era la paja si no todo lo que previamente iba pensando desde como me iba a poner en el sillón hasta con que me iba a penetrar.

Darme mí tiempo, no apurarme, gozar era mí fin y en oportunidades ni acababa, empecé a entender lo hermoso que es estar caliente y que esa calentura abarcaba buen tiempo del día.

Si un día me daba sin terminar, en la próxima era un disfrute total.

A cierta edad o al menos a mí me pasa que la eyaculación es mucho menor que de joven, es más líquida, la sensación del polvo, la acabada o el orgasmo, es hermoso pero también es más corta en tiempo, la pija se me ablanda rápidamente después de acabar y para que se ponga dura nuevamente … buehhhh. Gracias pastillita azul!!!
Con media pastilla se me mantenía firme y no la tomaba siempre.

Al igual que los videos porno, no siempre los veía, ya no me excitaban tanto como cuando comencé a verlos y las categorías ya no eran sorpresa.

Muchas veces en la paja me costaba acabar y necesitaba hacerlo por ganas o porque se hacía la hora de parar, entonces buscaba una porno con orgasmos y ahí … jajaja … acompañaba al o los protagonistas y acababa con ellos.
El culo ya se me había acostumbrado y cada tanto aumentaba el tamaño de lo que usaba para penetrarme.

Me gustaba tanto hacerme el orto que no tarde en pensar si eran síntoma de ser homosexual.

Mí miraba al espejo y me decía: sos puto viejo? Te gusta hacerte el culo no?
Me reía y continuaba la vida …

El tiempo pasa y aquel muchacho que me había contado en la verdulería que se iba de vacaciones con una amiga y un amigo, vino a comprar sus alimentos.

Por supuesto le pregunté cómo le había ido en su vacación y me respondió que la pasó genial, les había tocado muy lindo tiempo, un lugar hermoso y sus amigos se comportaron bárbaro. Tal es asi que ya tenían planeado una próxima salida, en esta oportunidad por más días.

Mientras me contaba algunas cosas de las vacaciones yo me imaginaba todo lo que harían entre los 3.

Pensaba yo … los dos muchachos cogiéndose a la chica, como dicen en las paginas “doble penetración “ … la chica chupándole a los dos, las acabadas, mí cliente chupándole la verga al amigo o garchandoselo o recibiendo pija de su amigo.

Los 69 desfilaban por mí cabeza… hasta que en un momento me dice:

-1 kilo de naranjas Emilio, eyyy se tildó?

-No no … me distraje nomas. Ya le doy.

Le hice la cuenta, me pagó y antes de irse me dice: – no se olvidé que, si está de acuerdo, tenemos una charla pendiente nosotros.

-si claro me acuerdo pero ando con tan poco tiempo…

-no se haga problema Don Emilio, anótese mi número de celular y cuando tenga posibilidades me manda un mensaje de WhatsApp y arreglamos. Agende mí nombre, es Sebastián.

Agendé su número y se fue.

Me di cuenta que al irse le miré el culo … no recuerdo haberle mirado el orto a ningún hombre … ya no me conozco… pero en fin …

Mí ritmo de pajas continuaba, pero mí esposa termino el curso y ya no tenía libertad para disfrutar.

O sea volví a ser un pibe de pajearme rápido en el baño. Se había terminado la fiesta.

Venía la época de vacaciones. Siempre íbamos a la Costa a un departamento que habíamos heredado de mis suegros. Lo compartíamos con mis hijos y en alguna oportunidad con alguna familia cercana.

Haciendo los planes se me ocurrió dejar todo programado, íbamos a invitar a una amiga de mí señora que se conocían de niñas, que no se casó ni tuvo éxito con alguna pareja.

Todo arreglado para mí familia… pero la idea mía, idea perversa … era que un día antes del viaje, me iba a surgir un problema en el mercado con el dueño y no me podía ir de vacaciones.

Mí esposa manejaba más que yo, le gustaba así que todo preparado y yo a último momento presentando el problema. De todas formas era no ir por 10 o 12 días y luego viajar en micro para pasar el resto de los días con ellas.

Obviamente mí plan era volver al sofá!!!

Por un lado …

Por otro comunicarme con Sebastián y coordinar un encuentro.

Unos 10 días antes de la ida de mí señora, me comunique y coordinamos el tan insólito, sorpresivo y excitante encuentro, para el día siguiente de la partida a la costa.

Día a día me fui preparando es decir poca paja, arreglarme todo lo que era pelo, no me depilaba pero siempre los pendejos, algunos ya canosos, les daba con la tijera y quedaba prolijo, además de quedar más expuesta la verga.
Despedida a mí señora y a Dora, su amiga y ya no aguantaba y me pajiee en el living. No quería pero … me la hice. Me subí la remera y la lechita a la panza … limpiar con los dedos y chuparmelos…

El encuentro con Sebastián era tipo 19 horas cuestión que cerca de las 22 podía volver a casa.

Solo 4 cuadras distaba la casa de él y la mía.

Fui caminando con una botella de vino “envuelta para regalo” en la mano quería llegar y al mismo tiempo deseaba volverme.

Llegué … una hermosa casa y un recibimiento muy lindo de parte del muchacho.

Me agradeció por la atención del vino mientras me contaba que había preparado una picadita para conversar.
Presentó los platitos bien variados, sirvió la bebida, no sin antes poner música … esas que son para escuchar y disfrutar.

Por momentos me sentía incómodo y por otro a gusto como si estuviera con un amigo de años.

Conversamos de todo. Yo estaba interesado en que me cuente de sus vacaciones … con más detalles.

El vino largaba más floja la lengua, hasta que en un momento le pregunté: -Sebastián… contame un poco de tu relación con tus amigos, dormir ustedes dos con una chica, yo lo pienso y seria un descontrol.

Sebastián se reía y me dijo: – te tuteo Emilio y continúo … me rio porque para mí es normal y natural esos encuentros, esas salidas y veo que a vos te sorprende, no te gusta esa relación pero tenés ep morbo de saber que hacemos.

Yo me quedé un poco callado como avergonzado, pero el siguió.

-Emilio hoy las relaciones entre las personas son más libres, más abiertas y no hay problemas en comentarlo. Quizás antes pasaban las mismas cosas pero todo era secreto. Si bien el sexo es sentenciado a ser entre mujer y hombre, se dan lo que a uno le viene bien, gozando y disfrutando. Para dar otro ejemplo seguramente antes masturbarse era pecado y es lo más natural del mundo (hermoso también la paja)

Entonces cuando entablamos relaciones es porque con quién estamos nos agrada y si bien solo puede ser una charla … una salida a tomar algo se puede dar también una relación sexual, no importa el sexo o la cantidad de amigos. Más el que es soltero o está solo. En tu caso al estar casado es distinto. Tenés relaciones con tu esposa y algunos alguna escapada pero tienen sexo … digamos más formal?

-Entiendo Sebastián, lo comprendo en la gente más joven con esas relaciones pero ya de grande ni pensar en esa forma de vincularse ni siquiera pensar en tener sexo entre esposos con 30 o 40 años de casados…

-Emilio yo tengo entendido que la gente mayor no es asexuada, se que cogen, disculpa la expresión, o se masturban. Tanto mujeres como hombres. Vos sos un tipo interesante, educado, pensante, buena percha, si no tenes amantes, si no lo haces con tu esposa… estimo que de vez en cuando te masturbas.

Sebastián abrió otro vino y brindis va brindis viene fuimos confesando lo que es atinado confesar sirvió un helado exquisito que venía muy buen a esta altura.

-Vamos Emilio la sexualidad debe variar con la edad, pero no sé pierde. Te digo porque dentro de mis amistades tengo tanto amigos mayores que vos y amigas también que son geniales en la cama o en el sofá … jajaja.

Las mujeres son terribles cuando se sueltan. En lo particular a mí me agradan más mayores que yo tanto varones como mujeres. Hay viejitos que están para comerlos.

La lengua de Sebastián rodeaba el helado como si fuera una pija, una habilidad especial. Mí miraba y se sonría.
Note que mí miembro se movía solo, yo apretaba los muslos para que no crezca. Ya me quería ir.

-Emilio, contame de vos sexualmente. Me dijiste que no coges ni con tu señora ni tenes amante, será que te pajeas?. Contame sin vergüenza hombre!!!

-Bueno hace tiempo que nada de nada … a veces vienen ganas pero me distraigo con cualquier cosa y se va el deseo.
Sorpresivamente, aunque algo se veía venir, Sebastián me pregunta si nunca estuve con un hombre.

-nooooo le respondí al toque!!!
-Vos sabes porque viniste a casa? Yo te contesto: querías saber sobre mis relaciones sexuales o no? Pero además te diste cuenta que me gustas. Siempre algo te digo en la verdulería para que te des cuenta o no?
-Sebastián!!! Me sorprendes. Pero … yo te gusto y que? Es una locura lo que decís.
-Emilio me dijiste que cerca de las 22 horas tenías que irte y ya es la 2.35 de la mañana. Estás cómodo si no te hubieses ido.

Somos grandes, digamos como amigos mayores, no tiene que pasar nada que nos pueda alterar o poner mal. Está claro?
Yo me iba aflojando digamos tenía algún temor pero al mismo tiempo me excitaba, tampoco sabía si el me quería coger o que yo lo cogiera … y era verdad la hora pasó y no me di cuenta, el alcohol me estaba jugando mal… pero…
-Sebastián no me defraudes … guíame… no se de esto por favor …

-las cosas suceden o no Emilio. Apagó la luz grande y dejo la lámpara que es más tenue.

-Vení sentémonos en el sillón mientras escuchamos música.

Accedí me puse cómodo en un sillón hermoso.
Fuimos conversando y mirándonos más a fondo.

El primer signo fue su mano en mí muslo, me sobresalté, pero fue un instante. El continúo acariciando y en cada vuelta se acercaba más a mí entrepierna y yo sin dominarme las abría más.

Ya no hablábamos. Cada vez que más se acercaba alzaba su vista y me miraba como controlándome que estuviera cómodo. Al rato ni me di cuenta y cerré los ojos. Para esto Sebastián ya me había tocado la pija por arriba del jean.
Me bajó el cierre me abrió el vaquero y fue sacando la verga que ya estaba semidura.
-si no te agrada Emilio decímelo por favor … se libre!!!

No le respondí. Solo ayudé a bajarme el pantalón y el boxer para que estuviera toda afuera.
La delicadeza para acariciar todo era increíble y mí excitación crecía.
Tocaba … no me pajeaba … tenía arte.
Siempre me miraba a los ojos.

En un cruce de mirada hizo una mueca como que iba seguir más. Yo entrecerré mis ojos dándole lugar.
Comenzó a pajearme desde los huevos hasta el hongo. No sé cómo hacía pero yo sentía calentura en todos lados. Nadie me había acariciado los huevos así.

Le daba suave y a veces apretaba y también decía palabras que yo no llegaba a comprender pero seguramente era por la pija, por lo dura, por la cabeza.

No tardó en arrodillarse en el piso me miró una vez más y me lamió… todo … por un costado por el otro, los huevos, bajaba y subía con esa lengua que ya me había demostrado chupando el helado.
Que habilidad Sebastián. Yo me levantaba del sofá para que se la trague toda, daba muestras de calentura, me movía, le agarraba su cabeza para que se la comiera toda y si, se la tragaba toda.

Estábamos en un momento que si no paraba iba a acabar, no se el porque estaba vestido.
Seguía chupando y yo estaba descontrolado. Le pedía que chupe maaaas….!!! El muy paciente recorría todo lamiendo … chupando, en un momento la lengua rodea los huevos, yo me excito más y me abro todo.
El ya conocía como manejarme , su lengua fue a lamerme el culo.

Mí primera reacción fue salirme, tranquilo Emi, pensaba para mi. Siguió con la verga, yo le agarre de la nuca y lo apreté contra mí y lo llevé a mí orto. Ahí se quedó hundiendo su lengua y yo gozando de lo que jamás me hicieron. No sé cuanto duro la manada del culo, pero yo ya no daba más.
Quería acabar, explotaba y le digo entredientes: Sebas no doy más.
Me dijo -mí verdulero hermoso me vas a dar de beber tu leche!!!
Me acomodé para acabar a lo bruto.

Sebas empezó a chupar a jugar con la lengua mientras me acariciaba los huevos.
El me acariciaba y yo ya estaba loco y me abría más y más.
Se dio cuenta y me fue enterrando un dedo en el orto.
Hummm lo sentía entrar despacio pero mí culo ya conocía los códigos .
Me lo enterró todo y me cogió a dedo mientras chupaba.
Yo me arqueaba.

Apurá le grite… enloqueció y ya el dedo hacia tope … entraba y salía con fuerza y la mamada era a morir.
Sentí que se me venía el mundo encima, yo movía las nalgas, se sentía el ruido del hoyo mojado.
Acabo Sebas … tragate la leche !!!!

Me enterró más y absorbió la pija hasta que me vino. No podía parar mis espasmos, el me manejaba para poder tragar la leche e ir sacando el dedo del culo. Todo lento.
Seguían sus caricias. Me dormite pero igual lo sentía en sus suaves movimientos. Con su lengua recorría la cabezona y cada tanto tragaba una gotita que había quedado.
El también se dormitó.
Así nos quedamos un rato.

Trajo una manta y me tapo, sentía muchos escalofríos.
Pensé … este muchacho no acabó como sigue esto?
Veo que se desnuda deja la ropa en una silla.
Se sienta a mí lado y pude ver su cuerpo atlético, carnes duras por fin veo su pija.
La tenía cerca … a 50 centímetros, no era un pijon pero era linda proporcionada, quizás más larga que la mía pero un poco más fina.

Tuve tentación de agarrarla pero no quise, no me atreví.
Sebastián me dice: – no te pregunto pero creo que estás bien, o no?
-Algún día te cuento hoy no puedo. Solo te digo no se en qué galaxia estaba… solo me preocupas vos. Hiciste todo por mí … y vos?

  • Emilio no te preocupes yo tampoco supe en que galaxia estaba. Quédate al lado mío y hace lo que gustes y si no haces nada está todo bien.

Se acomodo y comenzó su paja. Verlo hacérsela era un encanto. Yo arrimado a el solo miraba… no daba yo para más.
Así un rato hasta que noto que apura y se arquea, en mí locura le digo: “tíramela en el pecho por favor Sebas” nos acomodamos , no se porque no se la mame …la tenía ahí … no me atreví.
Me montó bien montado . Cabalgó sobre mi pecho, increíble sentir su trozo de poronga sobre mí, y los chorros de leche se esparcieron. Cuanta leche por favor!!! Se iba patinando por mis costados.
Se quedó arriba mío temblando.

Nunca había vivido tanta fogosidad una locura.
Iba limpiarlo con mis dedos y chuparmelos pero tampoco me atreví.
Al rato se alzó y trajo toallas para limpiarme….
No lo puedo creer. Fue una película. Nunca tanta calentura en mí vida.
Quedé rendido.

Eran las 4 de la mañana ya había perdido la noción del tiempo.
Pasaron unos minutos y me dice que va a preparar un té calentito.
Me dormí otro rato hasta que regresó con el té y unos bocaditos de chocolate, todo en una bandeja de plata o parecía.

Nos sentamos bebimos el té, nos mirábamos y nos sonreíamos de solo recordar todo lo intensamente vivido.
Le agradecí por todo, le comenté que no entendía nada pero me sentía bien.
Le agregué que era hora de ir para casa.

Me dijo que no era hora para ir caminando esas cuadras hasta casa, te quedas y cuando se haga de día te vas.
Yo no quería irme pero debía demostrarle que no estaba tan entregado.
Le respondo que bueno … que tenía razón, ni bien amanezca me voy.
-Bárbaro Emilio nos quedamos en el sofá y quizás podamos dormir un rato.
Estar con Sebastián en el sofá me desvelaba pero ya no ponía reparos ni excusas.
Me acosté así desnudo, el me tapó y se acomodó junto a mí bajo la misma manta también en pelotas.
No sé cómo pero entramos ambos en el sofá o mejor se el porque entramos.
Sebastián se puso de espaldas a mí, en lo que fue “una cucharita”.
Su culo formado y duro lo apoyo en mí pija que estaba dormida.
Me dice ponela entre mis cachetes y se abrió las nalgas.
Yo me arrimé todo lo que pude y mí verga quedó ahí…
Creo que no íbamos a dormir …
Sebastián apretaba y movía sus nalgas, pero no para tener sexo si no para estar juntos … apretados.
Nunca había estado en una situación así. Nunca había estado con un hombre jamás pensé en eso, es más me daba cierto asco.
Recordé algún hecho de mí infancia.

Con un vecinito cuando alguno de los quedaba solo. Nos juntábamos, nos tirábamos en el piso con los pantaloncitos bajos uno le ponía la pijita en la cola del otro nos movíamos un ratito y cambiábamos y vuelta a movernos como si cogiéramos pero todavía no acababamos. “no nos saltaba” decíamos en aquellos tiempos. “. La cambiadita”!!!
En esos mismos tiempos había en el Barrio un chico mayor que nosotros, tendría 16 o 17 años, que generalmente a la tarde estaba solo y nosotros los pibes que seríamos 4 o 5, íbamos a su casa.
El tenía unas revistas viejísimas tipo porno y nos matábamos por ver las fotos. Una tarde el sentó en la cama, más que cama era un catre, con un par de revistas y nosotros alrededor.
La íbamos mirando todos.

Sacó la pija que no olvido, era corta pero gorda, gruesa. Se pajeaba y yo lo miraba le miraba la chota como le salía la cabeza afuera de la piel.
Subía y bajaba.

Yo y quizás algún otro chico lo mirábamos con sorpresa. Nunca habíamos visto semejante pija. Se le empezó a mojar con un líquido espeso y más se pajeaba. La cabeza cada vez más hinchada.

Nos mostró una foto donde un tipo metía su pija en el culo de una mujer.

Claro yo todavía no acababa ni sentía la sensación pero si indudablemente me excitaba.
Con la foto bien expuesta y su pija durísima y mojada nos contaba como se cogía. Como era coger y como acabar.
Preguntó si alguno quería poner la cola que él le ponía la verga.
Nos miramos entre todos y nos sonreíamos de los nervios.
Hoy lo recuerdo y no lo puedo creer.
Poneme a mí le dije.
Vení … acostate me dijo, sin dejar de tocarse.

Me puse boca abajo me bajo el pantalón y el calzoncillo y me dijo abrité la cola con las dos manos.
Así hice, el se acomodó y me pasó la cabeza de la verga por mí augerito, me gritaba y yo sentía ese líquido y al sentirlo creo que el instinto me hacia abrirme.

Dejo de fregarme y sentí una escupida que me llegó al orto, me puso la cabezota mojada en mí agujero, la sentí y mis manos seguían abriéndome.

Cuando sentí que me la ponía y al primer empuje salté del dolor y me salí … no quise saber nada. Era muy fuerte y el placer por instinto se fue y me ganó el miedo. Me fui.
Ni me acordaba pero cuando dije que nunca había estado con un hombre mí mente se fue a la niñez.
Para esto ya tenía abrazado a Sebastián y el se dejaba abrazar. Estábamos pegados. Nos franeleábamos.
Al rato se me puso dura, siento nuevamente cosquillas en la pija y en las pelotas.
Emilio querido !!! dijo Sebastián, cuando fue sintiéndome.

En realidad me había vuelto a calentar pero no sabía como hacer para continuar. Muy pocas veces garché con mí esposa por el culo y no nos resultó placentero. Alguna vez alguna cogida circunstancial pro no tenía la práctica de hacer un culo.

Solo sabía del mío cuando me enterraba alguna verdura…

O sea yo no sabía que hacer.
Ya destapados Sebas bajo a chuparme.
Le dije guíame vos no se de esto y nunca lo hice en mí vida.
Soltó la verga y me dijo: -tranquilo Emilio todavía no amaneció…
Lo que vino después merece otra narración.
En unos días vuelvo a estar en contacto.

Sus comentarios son un cambio de experiencias y que todos necesitamos.

PARTE III

En el anterior relato comentaba que lo sucedido luego, bien valía la pena hacerlo en una nueva publicación.

No dejaba de ser un debut!!!

El mío!!!

Apretados en el sofá con Sebastián, mí verga ya dura jugaba en sus nalgas y el tenía la habilidad de mover las cachas y cada vez me excitaba más.

Cómo estás Emilio, papi redura la tenés… la quiero !!! Tomaste la pastilla? O tomaste 2 ¿me dijo Sebas, mientras seguía apretando.

-no no le dije y me extraña que se vuelva a parar como está. Te confieso que estoy nervioso, no se dónde llegamos.

Realmente estaba nervioso con cierto temor pero sabía que Sebas sabía mucho más que yo del tema.

Además me surgían las ganas de tocarle su verga, de agarrársela, pero no sé que me inhibía y no lo hice.

El se movía. Se inclinaba un poco, mí pija le rozaba el hoyo y gemia y en cada gemido abría y cerraba las nalgas.

-que ganas te tengo viejo!!! No me la vas a poner? Estás a punto y yo ni te cuento.

-espera hablemos Sebas, le dije.

Nos volvimos a sentar, se abrazo a mí y me comenzó a besar el cuello, bajaba a mis pezones. Me besaba me chupaba.

-que dice me viejito. Si tenés deseos porque necesitas conversar?

Mientras le acariciaba su cabeza le dije:
-no … solo que me guíes nunca estuve en esta situación. Dale.

Se levantó fue a buscar algo, le miraba el cuerpo mientras caminaba y lo deseaba todo.

Regresó y se volvió a sentar de costado dándome la cola.

-veni que te la pongo dura, se bajó me dijo.

Ni bien la toco se puso firme, levanto una pierna y llevo mí pija a su orto. Se había puesto una crema o vaselina.

Me animé y ayudé.

El se quedaba quieto y ya estaba entrando.

-anda entrando despacio pero éntrala, comentó.
Ya entro la cabezota.
-papiiii ¡!!!!! Seguí seguí

…Lo escuchaba a Sebas y tenía deseos de enterrarla toda.

Y fue toda. Nos quedamos quietos unos instantes. El se empezó a mover siempre con su pierna levantada.
Era el paraíso.

-bombéame dale amor cógeme …

Empecé a darle entrando y saliendo.
De a poco se fue dando vuelta con la chota adentro, que se quería salir, pero el apretaba y yo presionaba, y quedó boca abajo.

-Ahora si Don Emilio no pare!!!

Quedó abierto y la entrada y salida ya era más simple y apuré la cogida.

Comenzó a ronronear, yo estaba agitadísimo. Ambos queríamos dar y dar.

-Sácala que me pongo en 4.

Así hicimos, se puso en 4… con sus manos se abrió las cachas y volví a metérsela.
Que delirio, nunca había cogido asi

Apoyado con una mano en el sofá con la otra se empezó a pajear.

Otra vez la locura y se la puse toda hasta el tope me agarré a él y mí mano fue a su pija, ya sin pensar.

Por favor que sensación !!!

-me matas viejo.

Estaba loco, se movía , me dice espera.

Se salió, se acostó al borde del sillón boca arriba, yo me arrodillé y el llevo mí pija otra vez a su cueva. Otra posición linda, como le entraba !!!!
Pero además de darle tenía su verga a mí alcance y fue hermoso coger y pajearlo.

Me lancé y le dije: te gusta no?

-Me encanta viejo sos un potro.

Yo me sentía un pony pero seguimos y al ritmo parejo pero en aumento, me dijo:

-Acaba papi y pajeame.

Fue la orden del deseo increíble me afirme y el meta y saca se aceleró y mí paja en su chota también.
Gritamos los dos y acabamos en el mismo momento.
4 o 5 bombazos más y me quedé quieto pero mí mano, llena de leche, sostenía fuerte su pija.
No lo solté. Después de otros espasmos el se planchó, se aflojó, mí pija ya estaba blanda y se salió.
Nos acomodamos.

No baje del paraíso, baje a su pija, chupe mí mano llena de su leche y sin preguntar y sin dudar me metí su pija en la boca que estaba semidura.

Wooow una pija en mí boca. Lamí toda hasta limpiarlo todo.
Luego comencé a chuparla.
Se le puso otra vez redura.

-sos terrible Emilio. Te la tenías guardada viejo.

Yo lo escuché pero no le respondí seguí chupando y tragando toda su verga. Me daba arcadas paraba y seguía. No dejaba de chuparlo.
No sé el tiempo que estuve mamando. El se retorcía.
Yo seguía chupando y pajeandolo.

Me agarraba de la cabeza y me empujaba para que entra más pero ya no entraba más.
No llegue a los huevos pero si se los acaricie.
Ante ese manoseo empezó a moverse cogiéndome por la boca.

Cada vez mas fuerte yo lo deja hacer.

Sentía que iba a acabar. Yo no sabía si iba a tragar, a escupir o a sacarla y que me acabe afuera.

Tal cual me dice: -voy a acabar viejo.

Himmmm agghh no le respondí pero la sacó, me puso acostado boca arriba y el se monto sobre mí y metió su garcha en la boca.

Empezó a bombear y ya no tenía escapatoria, ni tampoco quería.

Me dio hasta ahogarme un par veces, pego un grito y su leche venía disparada a borbotones.

Fui tragando como pude y en la locura se fue calmando yo seguía lamiendo y tragando lo que iba goteando.

Me pasó la pija por toda la cara, a mí se me caían las lágrimas, me sentía feliz pero también violado, violado con amor.

Me costó tragar la leche pero la fui tragando.

Se puso a mí altura y me beso en la boca.
Otro delirio.
Se entremezclaron las lenguas, aún quedaban resto de su esperma y me lo dijo, siento mí leche en tu boca viejo.
Seguimos besándonos y tocándonos dónde se podía.
Yo ya no quería más nada. Solo que se me borré todo de la mente y aquí no pasó nada.

Era imposible por más que me negaba en tan poco tiempo hice y me hizo todo lo que no viví en toda mí vida ni siquiera haber fantaseado.

Mientras nos quedábamos exhaustos pero abrazados mí cabeza recorría cada instante vivido.
Seguía sin creerlo pero al mismo tiempo era entender que me había fascinado tocar una pija, ni hablar cuando la chupe y trague el semen, indudablemente en pocas horas había cambiado mí vida.

Nos volvimos a dormir, esta vez por más tiempo y al despertarnos y volver a franelearnos y reírnos, me ayudó a bañarme a cambiarme, el también lo hizo y vestidos los dos nos besamos.

Era calentura ¿ Era amor?
No lo sé.

  • Viejo me hiciste feliz, me dijo.
  • Gracias por todo, déjame reaccionar, le dije.
  • nos encontramos pronto? Soltó Sebastián.
  • creo que si, nos vemos en el mercado o bien nos comunicamos por Whatsapp.

Me fui caminando despacio hasta casa. Sin entender nada pero sintiendo que quería estar al lado de Sebastián y ya contaré… pero estuve a su lado, otra experiencia…

Gracias por su lectura, un comentario es bienvenido, intercambiemos experiencias.

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Veraemi60
Veraemi60
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