Descubriendo cuernos y algo más – I, II
📋 Lecturas: ️8024
⏰ Tiempo estimado de lectura: 16 min.
Actualmente tengo 53 años al igual que Elsa mi esposa. Somos de cuerpo normal, ni modelos ni tirados a la calle y en nuestra vida sexual normal hasta esa vez.
Fue cumpleaños de un compañero de trabajo de Elsa, ella da clases en una universidad pública, y fuimos invitados a festejar a Fer, el es gay declarado y uno de los mejores amigos de Elsa. Yo ya lo conocía desde hace tiempo, muy buen tipo, alegre y buen anfitrión.
En aquel tiempo teníamos 42 años y la fiesta fue en una cabaña lejos de la ciudad, Fer nos ofreció quedarnos a dormir ahí para no tener que regresar tarde manejando y con alcohol en el cuerpo. Fuimos los primeros en llegar así que, Fer nos proporcionó la habitación más grande, nos instalamos y salimos a la terraza donde sería la reunión. Era una finca grande, alejada de otras casas iguales, tenía alberca y se encontraba cerca de un bosque que pertenecía a la propiedad.
Cuando empezaron a llegar los invitados serían como las 5 de la tarde. Fer Elsa y yo ya estábamos tomando un vino con algunas cosas para picar, los invitados que iban llegando se iban sumando a la fiesta y a la tomadera. Había gente muy peculiar, parejas de gays, lesvianas, algunos llegaban solos hombres y mujeres que no daban a notar sus preferencias y que, aparte de todo era lo menos importante.
La fiesta fue en grande, casi 50 personas, se hacían grupos para platicar, algunos bailaban y otros simplemente daban vueltas por toda la casa. Yo platicaba con un amigo de Fer que conocí ahí, un tipo de 35 años alto, moreno y de un aspecto jipioso, platicamos de cosas vanas sin importancia. Javier se llamaba aquel tipo que resultó ser muy agradable, la verdad la estábamos pasando muy bien.
Seguíamos en la plática cuando empecé a buscar a Elsa entre la gente, Javier me pregunto que a quien buscaba, le dije que a mi pareja y él me dice en forma de broma si era él o ella, yo me sorprendí un poco por la pregunta pero después entendí, le dije que era mujer, él se rió y al verme sorprendido se disculpó y me dijo que con tanta gente que había ahí pensó que yo era gay, yo reí y le dije que no se preocupara que entendía porque al ver tantas parejas del mismo sexo yo pensaría lo mismo.
Entonces él me dijo que él si era gay, me sorprendí más porque no me hubiera imaginado que él fuera y se lo hice saber, me pregunto el porqué de mi sorpresa, le dije que se veía como un tipo “normal” él soltó una carcajada y me dice que eso de la normalidad ya no se usa, que ahora existe tanta diversidad y formas de ser que no hay necesidad de vestirse de mujer o actuar como mujer por el simple echo de ser gay, me disculpe y el solo sonrió y me dijo que no pasaba nada, que siempre le pasa.
Despues de esa plática un poco incómoda, seguía buscando a Elsa a la cual distinguí cerca de la alberca rodeada de algunos jóvenes, hombres y mujeres, platicando muy efusiva con ellos y ellos muy atentos. Elsa es psicóloga y se le da mucho eso de hacer pláticas con los jóvenes.
Javier me pregunto si pasaba algo, le dije que no, que estaba buscando a Elsa pero que ya la veía y la señalé, me dice mira qué tal parece que tiene muy entretenidos a los jóvenes, a de ser que es muy guapa, lo mire y le pregunté qué si se le hacía guapa y me dice en tono irónico, claro no porque me gusten los hombres no me va a gustar una mujer y es que en realidad yo soy bisexual, ya a esas alturas no me sorprendí.
Nos acercamos a donde estaba el grupo de Elsa y le presenté a Javier ella lo saludo y comentó, tú eres el famoso Javier del que tanto habla Fer? Por fin te conozco que gusto, tenía ganas de conocerte, voltea Elsa a verme y me dice, el es de quien tanto nos a hablado Fer, yo confirme solo para no contradecir a Elsa pero no tenía la más mínima idea de que me hablaba.
La fiesta continuaba entre alcohol y baile ya eran las 10 de la noche, algunas parejas ya estaban más cariñosos, algunos bailaban otros desaparecían por un rato y regresaban después. Yo platicaba con algunos de los invitados y me la estaba pasando muy bien, en eso vi como una muchacha del grupo donde estaba Elsa, la saco a bailar y ella acepto sin hacerse del rogar, esto no tendría nada de extraño si no fuera porque la forma de bailar era muy sugestiva la chica con la que bailaba.
Elsa más parecía que la estaba fajando, al igual que otras parejas que estaban junto a ellas pero la verdad nunca había visto a Elsa así. Javier llegó por detrás mío y me pregunta, que celoso? Yo le contesto de inmediato, no para nada, como crees, me dice es que por tu expresión parecía que te molesta que esté bailando así y con una mujer, no te pare más como excitante, ver a tu mujer muy pegado a otra mujer, casi como si estuvieran teniendo sexo? Le digo, como crees Elsa no sería capaz de hacerlo y menos con una mujer, no te creas, me dice, las personas nos pueden sorprender de formas muy agradables, yo sonreí nervioso pero no conteste nada.
A partir de ese comentario mi mente no dejaba de ver a Elsa teniendo sexo con otra mujer, se me hacía imposible, en nuestras fantasías podía haber otro hombre pero cuando le decía que se imaginara a una mujer con ella eso no le agradaba, pero al verla bailar así con aquella chica no pude evitar excitarme y pensar en una situación así.
La fiesta seguía, yo tomando ya andaba algo mareado, pero bien, bailaba con algunas chicas, platicaba con la gente, me estaba divirtiendo mucho pero no me sacaba de la cabeza la imagen de Elsa, desnuda con otra mujer, que me tenía con una erección al máximo, aunado al ambiente que se veía con los demás invitados.
Fer llegó con un joven abrazándose ya algo tomados los dos y me pregunto si me estaba divirtiendo, yo le dije que sí que la fiesta estaba excelente, me dijo que bien porque Elsa también está disfrutando de lo lindo, ese comentario me pareció algo raro, me ofreció una fumada de un churro que traía le di dos caladas y lo devolví, el se fue con su amigo y me dejo ahí solo consternado por cómo me dijo que Elsa se estaba divirtiendo.
Ya un poco mareado y con el efecto del cigarro comencé a buscar a Elsa por entre la gente pero no la encontré, fui a dentro de la casa y no estaba salí y fui rumbo a la parte trasera de la casa, en el camino me encontré a una pareja de jóvenes que estaban practicando sexo oral, no se porque me quedé viendo como el joven le succionaba la verga a su compañero, él me vio y me hizo una seña para acercarme, yo agradecí con otra seña agradeciendo y seguí mi camino, mi mente empezó a volar, ya imaginaba a Elsa en algún lugar de la casa mamando la verga de otro hombre, movía la cabeza para quitarme esos pensamientos y seguí caminando, en un árbol que está antes de empezar el bosque vi a una pareja tirana en el pasto, sin lugar a dudas estaban cogiendo, él endiña de ella o de él, no lo sabía, moviéndose en la clásica postura del misionero, mi corazón se empezó a acelerar al irme acercando, mezcla de coraje pero con una excitación por imaginar encontrar a Elsa abierta de piernas recibiendo la verga de otro, muchas cosas pasaron por mi mente al irme acercando para distinguir a la pareja en el suelo y al llegar donde ya se distinguían sus caras, descubrí que no era ella.
Simplemente desvíe mi camino y seguí caminando, con el corazón aliviado pero con el sentimiento encontrado por ver cómo iba con la verga a tope, sin explicarme la razón, tal vez la plática con Javier el alcohol y el cigarro.
Llegue hasta una pequeña cabaña que está pegada a los árboles que limitan con el bosque y me recargue en la pared, me encendí un cigarro para tranquilizarme y me agarre la verga por encima del pantalón que sentía me lo estaba oprimiendo de tanta excitación, trate de poner mis pensamientos en orden mientras fumaba cuando escuché unos gemidos que venían de dentro de la cabaña, era muy chica de madera y claramente se escuchaban los gemidos.
Caminé hacia la parte de atrás y vi una pequeña ventana donde se veía una luz muy tenue que salía de dentro, me fui acercando sin hacer ruido para asomarme por ahí y ver cuál era el motivo de los gemidos, al llegar a la ventana me asomé discretamente y vi, a Elsa sentada a la orilla de un camastro con la blusa levantada hasta el cuello permitiendo ver sus pechos caídos que estaban siendo masajéanos por unas manos que salían desde abajo de una persona que tenía clavada su cabeza entre sus piernas.
Elsa con el cuerpo arqueado hacia atrás y con los ojos cerrados gemía de placer al recibir aquellas caricias proporcionas por la misma chica con la que anteriormente bailaba, yo no podía creer lo que veía, lo tenia en mi imaginación pero no pensé que en realidad sucediera.
No podía quitar la mirada de los pechos de Elsa que eran estrujados de una manera tan brusca pero que a la vez la hacían gemir de placer a parte de la lengua que seguramente estaba jugando con su clitoris haciéndola disfrutar a lo grande.
No supe cómo pero ya tenía acariciando mi verga por fuera del pantalón, y en cada bajada, más me excitaba ver aquella escena tan caliente como de película porno donde mi esposa era la protagonista.
Clavado en mi excitación, no me di cuenta que alguien se acercó tras de mi y me agarró del hombro, yo me sobresalté y volteé de inmediato, era Javier quien me hizo una seña de guardar silencio y yo obedecí, se asomó por la ventana y volteó a ver mi verga la cual tenía cubierta con mi mano, me miro y sin decir nada solamente bajo su mano a mi verga y la tomo quitando mi mano y poniendo la suya en su lugar, yo no dije nada solo lo deje hacerlo.
La sensación de otra mano tocándome me prendió más, el al ver que no decía nada, se hincó y desabrocho por completo mi pantalón el cual cayó hasta el suelo con todo y mis calzones, tomó mi verga de nuevo de una manera que me hizo emitir un gemido que pensé nos escucharían adentro pero no, ellas seguían en lo suyo, baje la mirada y vi a Javier como devoraba mi verga con una maestría que me hacía suspirar.
Tomo mi verga solo con la boca y la sacaba y la metía mientras con sus manos me agarraba las nalgas, masajeando suave hasta llegar a tocar mi culo, que cuando lo hizo, sentí una oleada de placer indescriptible…
PARTE II
(Continuación)
Sentir la boca de Javier succionando mi pene con esa maestría y mientras me tocaba el culo con sus manos y dedos grandes, me hacían sentir la gloria, aunado a la excitación de ver a mi esposa en una escena lésbica que nunca, ni en mis sueños eroticos más mojados, pensé ver.
Empecé a sentir como un dedo de Javier empezaba a introducirse en mi culo, lento, suave provocando que yo mismo impulsara el cuño hacia la mano de Javier que ya empezaba a meter otro dedo, esto más que causarme dolor, me hacía disfrutar y desear que siguiera con su manoseó tan rico en mi culo aún Virgen.
Yo estaba tan concentrado en mi placer que no me di cuenta en que momento entro a la habitación un tipo, que se puso frente a Elsa ofreciéndole la verga cerca de la boca mientras su amiga ya le chupaba las tetas mientras con una mano jugaba con su panocha, la cual, movía para todos lados como queriendo introducirse aquella mano que le provocaba gran placer. De la sorpresa al ver aquella escena, detuve la cabeza de Javier que me seguía chupando la verga, esté al verme, se incorporó y vio la escena de mi esposa con sus ahora nuevos amigos. Se puso tras de mi poniendo de nuevo su mano en mi culo y me dijo al oído:
Viste que rica verga de ese tipo, tan grande y gruesa, no se te antoja ver cómo tu esposa se la come completa, como la penetraria???
Estas palabras hicieron que mi verga diera un respingo al imaginarlo y al sentir la mano de Javier que ya tenía dos dedos dentro de mí mientras con la otra mano, me masturbaba lentamente poniéndome a mil. Mis ojos no quitaban la vista de aquella verga de aquel tipo que Justo la acercaba más a la cara de Elsa, quien ya, con una mano masajeaba los enormes huevos del tipo que comenzó a chupar con gran deseo jugando con los huevos y luego comenzar a chupar aquella verga, que desde yo estaba, se veía más gruesa y más grande que la mía, esto produjo en mí cierto coraje al ver cómo mi esposa estaba con un tipo desconocido disfrutando y haciéndolo disfrutar, pero por otro lado, el morbo cabron que sentía de ver cómo gozaba.
En ese momento Javier se agachó detrás de mí y con sus manos me abrió el culo y comenzó a chuparlo, wow!! Sentí que las piernas se me doblaban, esa sensación hizo que me recargara con las dos manos en la pared o abrir más mis piernas para facilitarle el trabajo, ofreciéndome como una puta, pero ya a esas alturas el cerebro no reaccionaba solamente me dejaba llevar por el placer.
Dentro, en la habitación, la chica ya había tomado nueva posición, estaba hincada sobre la cara de mi esposa recibiendo una mamada que al parecer disfrutaba mucho, para ese momento, a mi ya no me importo que me vieran que estaba espiando, ni a ellos porque lo siguiente que hicieron, fue voltear a mi esposa, sin que ella notara que yo estaba en la ventana, de tal manera que la chica seguía encima de la cara de mi esposa y podía ver cómo el tipo le acercaba la verga a la panocha de mi esposa, la cual subía y bajaba sin penetrarla jugando con su clitoris, como provocando a Elsa para que le pidiera que ya se la metiera, haciendo movimientos con la cadera como queriendo ensartarse ella sola.
Yo igual me hacía más para atrás disfrutando los dedos de Javier los cuales de repente saco y sentí como si glande se iba acomodando en la entrada de mi culo ya dilatado y lleno de saliva por la mamada que Javier me había dado, poco a poco fue empujando hasta que sentí como entraba la cabeza, fue algo doloroso, pero placentero, ahí se detuvo un momento mientras me acariciaba la verga y me decía al oído, voy a estrenar este culito y vas a ser mi puta, yo afloje el cuerpo en ese momento y sentí como me clavó su verga, la sentí enorme, sentía mi culo totalmente lleno, mis piernas comenzaron a temblar, tanto que Javier me tuvo que abrazar para evitar que callara al piso.
Cuando reaccione vi que adentro, mi esposa, al igual que yo, comenzaban a meterle la verga, vi cómo aquel enorme tronco la perforaba hasta el fondo, haciéndole abrir más las piernas mientras seguía chupando la panocha de su amiga, me hubiera gustado ver su cara en ese momento pero solo vi como su amiga y el ahora corneador volteaban a verme como disfrutando del espectáculo que me estaban dando y creo también, imaginando lo que me estaban haciendo ya que, he de haber puesto una cara de placer por lo que estaba sintiendo. Javier comenzó a bombearme muy despacio, sacaba un poco su verga y la volvía a meter despacio, sin prisa, estos movimientos y la visión que tenía de mi esposa, hicieron que comenzara a ponerme rígido antes de llegar a eyacular.
Esto lo noto Javier quien comenzó a darme más duro, solo se escuchaba como chocaba su vientre contra mi culo, sentía sus huevos rebotándome al momento que, sin tocarme, come se a eyacular una gran cantidad de leche como nunca lo había sentido, gemía como una puta y daba grititos agudos como si de una mujer se tratara, con cada chorro que aventaba apretaba mi culo que me hacían sentir en su totalidad aquel pedazo de gloria que estaba dentro de mi.
Creí que ahí terminaría todo, que la excitación terminaría pero no, Javier seguía moviéndose tan rico y mi verga no perdía erección, mi esposa ya estaba de perrito recibiendo la verga de aquel tipo y chupando la panocha de su amiga que estaba acostada abierta de piernas ofreciéndose a mi esposa y sin dejar de voltear a verme.
No sé cuánto tiempo pasó Javier seguía cogiéndome y yo disfrutando el tipo saco la verga de mi esposa y volteo a verme como pidiendo autorización para terminar, yo le sonreí y él volvió a clavarla hasta empezar a correrse dentro de ella, la cara del tipo nunca se me va a olvidar, una cara de lujuria combinada con burla no se, pero fue algo excitante verlo y ver cómo escurría leche de la panocha de mi esposa, que estando peluda se quedó entre su pelambrera como no queriendo sacarse de ahí.
Javier me agarro de la cintura y comenzó a clavarme más fuerte hasta explotar dentro de mi, sentí como se hinchaba más su verga dentro de mi llenándome de su leche que fue muy abundante, no se salió de mi, me abrazo y al oído me dijo, ahora si eres mi putita y solo mía.
Continuara…..
Tendencia ahora