Débora: el comienzo
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Esto sucedió hace muchos años en mi barrio, en esa época nos juntábamos a compartir en una casita en construcción y nos quedábamos hasta muy tarde ahí contando chistes, historias y esas cosas.
últimamente pocos juntábamos por la época de vacaciones de verano muchos de nuestros amigos viajaron y solo quedamos unos pocos, entre ellos mis vecinos que eran hermanos Arnaldo y Andrés, recuerdo en una de las tantas tardes nos quedamos hasta que se hizo de noche y en esa casa no tenía ventanas abiertas, estaban todas tapiadas nosotros entrabamos por el patio de la casa de un amigo, así que realmente solo los del barrio nos entrábamos ahí, y esa noche sin luna se veía menos aún, luego de contar cuentos de fantasmas Arnaldo el mayor habló de las ganas que tenía de cogerse a una de nuestras amigas y todos estuvimos de acuerdo porque era muy bonita y nos detalló todo lo que le gustaría hacerle “esas habladurías de chicos adolescentes”, y Andrés (hermano menor) le dijo a su hermano que no iba a poder cogerla porque tiene el pito chico, lo cual se armó cierta discusión entre ellos y salieron a la luz indiscreciones que uno había descubierto al otro masturbandose hasta que Arnaldo soltó la bomba y dijo que vio a Andrés usando la bombacha de su madre.
yo paré la discusión antes de que se agarren a las piñas y bueno cuando las cosas se tranquilizaron la noche de anécdotas se transformó en noche de confesiones, Andrés nos contó que le gustaba mirar mucho las revistas porno y que le gustaba ver a las chicas en lenceria, yo le dije que me gustaba ver las fotos donde las chicas lamen pijas, Arnaldo le gustaba ver penetraciones y yo recordé que había leído sobre que según como te mida la mano es lo que te mide el pito y todos nos empezamos a medir la palma y se armó el debate de quien la tiene mas grande Arnaldo decía que él la tenía más grande y Andrés que él era el más largo y yo para no quedarme atrás dije que yo la tenia más grande lo cual hizo reír a ambos
Arnaldo propuso que busquemos un palito y marquemos hasta donde nos mide a cada uno y comparar, pero nadie confiaba que Arnaldo no exageraría un poco con la marca así que ideamos un método, uno iría una de las habitaciones y se vendaría los ojos y uno de los que que quedaba iba a ir a medir el asunto sin que el “sujeto” sepa quien fue para evitar burlas y vergüenza, el primero en ser medido fui yo, me vende los ojos y pude escuchar pasos y yo con los pantalones abajos pensé que me harían una broma pesada pero no fue así…
igual estaba con una buena ereccion por el morbo de la situacion, sentí como se arrimó el palo medidor, unos leves toques en la piel y despues escuché como se retiraban de la habitación, yo salí como si nada, luego le tocó a Andrés, yo me debatí en piedra papel y tijera y perdí… fui a medir a Andrés… el tenía un pene fino pero cabezón yo de forma profesional dado que no estaba para medir grosor si no largo, acerqué el palo comparador y maqué y me retiré… ahora le tocaba a Arnaldo ya iba entrando cantando victoria y quedamos entre yo y Andrés… él no quería ir a medir a su hermano por vergüenza y a mi ya me había tocado y nos empezamos a debatir… asi que acordamos de ir juntos, entramos a la habitación y Arnaldo estaba sentado con su pene al aire, tenía la cabeza guardada lo cual dificultaba la medición Andrés se puso de un costado y yo del otro, como estaba sentado casi a ras del piso tuvimos qie ponernos de rodillas con señas nos dimos indicaciones Andrés tomaba el palito comparador y yo tuve que sostener el miembro de Arnaldo que andaba algo tontón, lo cual si él lo tenía más grande y grueso
yo le tiré la pielcita para descubrir su cabeza y ese olor… me hizo dar vueltas la cabeza, sentí que ese portento de carne me llamaba, de pronto me vi como si fuera una de esas chicas de las revistas lamiendo ese palo con una sonrisa, recordando la pija de Juancho y el sabor de su leche en el condón, ante la sorpresa de Andrés yo fui a lamer la lágrima que le chorreaba de la cabeza al vencedor un “ahhh” soltó Arnaldo no dijo nada y le di otra lamida y ya con confianza que nadie puso queja, le chupé la cabecita, escuche como Andrés se levantaba y dio unos pasos como para irse de la habitación… pero regresó se puso de rodillas al costado y yo ya estaba mamando a su hermano.
Arnaldo puso su manos en mi cabeza empujando a ver que tanto podía tragar yo invité a Andrés a que se me una… le tomé la mano y lo hice que agarre el pene de su hermano, el lo pajeaba torpemente desde la base, mientras se la tragaba me salí a que esa pija respire un poco e invité a Andrés a esta vez a lamer, él con timidez le pasaba la lengua y al ratito ya estábamos haciendo un buen equipo lustrándole la pija a Arnaldo
Nuestro ganador del concurso nos decía sigan asi chicas lo cual a mi me encantó, logramos con Andrés juntar los labios con el pene entre nuestras bocas y empezamos a subir y bajar juntos y al llegar a la cabeza hacíamos el sonido del beso.
nosotros no decíamos nada hasta que Arnaldo aviso que se le salía la leche, Andrés como que se asustó un poco y se retiró lo cual yo me hice cargo del lechazo, me llenó la boca de leche y sentía que se me iba a escapar y me acerqué a Andrés y le mostré la leche en mi boca, trague un poco y compartí con él el resto de la lechita de su hermano en un corto beso de lengua, él tragó la leche cerrando un poco los ojos “está fuerte” dijo Andrés.
Arnaldo con el pene semi flácido seguía sentado así que fui a terminar de limpiarlo tenía algo de leche en tronco y en sus bola a si que lo lustré y Andrés me ayudó con la faena, nos fuimos de la habitación y al volver Arnaldo lo aplaudimos como el ganador del concurso, él entró sin pantalones con el pene colgando vengan perdedoras a besar al ganador Andrés se ríe nerviosamente y yo le dije vamos… y entre los dos se la besamos de nuevo y quien salió segundo por escasa diferencia salió Andrés así que por gentileza se la chupé a Andrés cuando estaba por venirse me dijo “traga putita” y me trague su leche, yo quede caliente como estufa pero ya era muy tarde y tuvimos que irnos a casa.
Esa noche entré por la ventana de mi pieza y me acosté, mi padres aún no llegaban a casa y aproveché a usar la ropa interior de mi prima que le había robado hace un tiempo, rellené el corpiño con unas medias y enrollé una toalla como si fuera un tubo y me senté sobre ella arriba de la cama a mi me daba placer imaginar que era una pija gorda intentando penetrarme, me hice una tremenda paja pensando en la pija de Arnaldo mientras me tocaba mis tetas falsas, cuando me vine quise retener la leche con la piel de mi cabecita pero igual se desbordó y tuve que limpiar la sábana con la lengua por supuesto, me fui a bañar para sacarme el evidente olor a leche que tenía y me fui a dormir agotada.
Al otro dia Andrés me dijo que en la noche se la chupó a su hermano otra vez y que ahora andaba usando la bombacha de su mamá y me mostró un poco el elastico negro y que Arnaldo le dijo que use esa ropa interior esta noche en la casita, yo no me queria quedar atrás aunque no usé una de mi mamá, si usé la de prima una bombacha de color rosa con corazones muy muy cómoda “Dulce Carola” la marca pero no llevé el corpiño, no me parecía que podía lucrilo bien.
Al quedarnos solos los tres esa noche, Arnaldo le pidió a Andrés que se quite la ropa, él obedeció y se quedó con la bombacha de su madre puesta, le quedaba algo grande por eso le hizo un nudo al elastico pero en sí le lucía bien, Arnaldo se bajó la bragueta y Andrés se arrodillo a sacar el pene de su hermano, Acercate me dijo Arnaldo, yo me acerqué pero antes de arrodillarme me comencé a sacar la ropa y solo quedé usando la bombachita rosa y las medias, Arnaldo dijo “tengo dos putitas” él se bajó los pantalones y se la empezamos a lamer, esta vez empezamos sin acordarlo a jugar en quien iba más rápida desde la base hasta la cabeza la que llegaba primero se la tragaba, era divertido para los tres, y luego empezamos a pelear por territorio yo invadía donde Andrés lamía y él hacia lo mismo, llegamos chocar nuestras lenguas lo cual excitaba a Arnaldo.
en un momento Andrés se aleja y busca en su ropa un lápiz labial se lo aplica y me lo pasa, los dos sin saber nada al respecto nos pintamos los labios como pudimos y volvimos a la faena, nos sentíamos bien putas al sentir el sabor del lápiz labial y le besamos toda la pija de Arnaldo, le besamos la cabecita solo para dejarle marcado nuestros labios.
Cuando Arnaldo dijo quiero acabar, se puso de pie, nosotras instintivamente nos juntamos mejillas con mejillas con las bocas abiertas, el primer chorro fue para Andrés el cual le cayó un poco fuera de la boca y el segundo la recibí en la boca y fue bastante espesa, Arnaldo dejó sus últimas gotas sobre la cara de Andrés y parte de la mía yo no me tragué la leche la iba compartir con Andrés y las dos jugamos con la leche, mi segundo beso de leche, ambos tragamos yo aproveché a lamerle el resto de leche en la mejilla de Andrés y egoístamente me la tragué.
Arnaldo se sentó y dejó descansar su pija flácida, yo me puse a buscar mi ropa y Arnaldo me dijo no te pongas la ropa aún.. todavia hay mas para vos mi devoradora de leche y me encantó que me llame así y me puse de rodillas y se la besé, él en un ratito se puso al palo otra vez yo llamé a Andrés para mamarlo otra vez pero Arnaldo quería otra cosa, él quería clavar así que nos hizo ponernos en cuatro y jugando al de “tín marín” le tocó a Andrés, Arnaldo se desnudó por completo y se puso detrás de su hermano, le bajó la bombacha y yo me acerqué a ellos me puse a pajearlo a Arnaldo.
Arnaldo le colocó algo de aceite en la entrada y empezó a meterle dedos mientras yo le lustraba el palo con la lengua, cuando Arnaldo apoyó la cabeza en la entrada, Andrés pidió que le alcance primero el lápiz labial… a esta altura las dos parecíamos payasas en lugar de mujercitas, el se aplico lápiz labial y dijo, metela.
Arnaldo lo tomo con fuerza de la cintura y empezó a empujar, Andrés apretaba esos labios con fuerza, relájate le dijo Arnaldo yo vi como de a poco la cabezota de Arnaldo iba desapareciendo dentro de la cola de Andrés, el pobre tenía cara de que lo estaban partiendo en dos, Arnaldo la saca un poco para lubricar más y Andrés dijo con voz lastimosa “¿por que la sacaste?” Arnaldo le pone mas lubricante a la cola de Andrés y vuelve a meterla está vez le entra más carne, y comienza el mete-saca de a poco, poco a poco le va entrando mas pija a la cola de Andrés y la carita le empieza a cambiar entre dolor y gustito, la pija se le para y yo lo empiezo a pajear para darle ese toque más de disfrute, ya Arnaldo le estaba dando una buena clavada a Andrés literalmente lo estaba empalando, Arnaldo se sale y se pone de pie lo toma de la cintura a Andrés y lo lleva contra la pared y ahí se lo empieza a coger de parado y cada vez con más fuerza yo aprovecho las arremetidas de Arnaldo para pajear a Andrés, en cosa de minutos Andrés se acaba en mi mano y Arnaldo se va dentro de la cola de Andrés con un gruñido bien profundo,
yo me quede con la leche de Andrés la mano, Andrés quedó temblando con la leche saliendo de la cola y Arnaldo se quedó sentado rendido, yo lamí mi mano y ayudé a Andrés a moverse, “mañana te clavo a vos putita” me dijo Arnaldo yo quedé roja porque sonó a amenaza más que a deseo pero si quería ser clavada, tardamos en vestirnos Andrés caminaba con cierta dificultad pero poco a poco se iba recuperando, ya fuera de la casa caminamos la cuadra para volver a casa y Arnaldo nos bautizó a ambas, Andrés seria Analía por se la primera cola que hacía y a mi me puso Débora por ser la devoradora de pija.
me encantó el nombre, estaba ansiosa por estrenar otra bombachita al otro día, una que lucía mejor y un corpiño que también era de mi prima adolescente y ser Débora completita, fui a mi casa entré de nuevo por la ventana me limpie lo mejor que pude el lápiz labial y esa noche salió otra paja pensando en cómo iba a ser clavada por Arnaldo, pero eso nunca pasó… no salieron los hermanos a la noche siguiente, los esperé un par de noches más hasta que me enteré que esa noche Andrés le dio mucha fiebre y lo llevaron a la guardia y ahí todo se descubrió… no me mencionaron pero sus padres se enojaron mucho con los dos, a las semanas vi que en su casa tenía un cartel de alquiler y nunca más supe de ellos, solo están en mis recuerdos.
Gracias por leerme, Saludos a Arnaldo y Andrés si leen esto escriban.
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