De odiar al novio de mi hija, a dejar que se coja a mi mujer
📋 Lecturas: ️31280
⏰ Tiempo estimado de lectura: 07:00 min.
Nunca estuve de acuerdo con el noviazgo de mi hija de 18 años con un chico de su misma edad, pero a diferencia de esto fue que este tiene una hija, le agarre un odio como no se imaginan, al punto de que cada vez que lo veía quería hasta matarlo, y creo que a cualquier padre haría lo mismo, mi mujer como toda madre la apoyaba, yo no lo quería ver ni en pintura, después de un año poco a poco, pero contadas eran las veces que llegaba a mi casa, porque el rencor no se me iba, peor aún cuando en una ocasión cuando salí de trabajar temprano por cuestiones el tema de horario de verano.
Al llegar a mi casa pensado que mi hija estaría en la academia estudiando, cuando paso por su habitación la puerta estaba abierta y la imagen que vi me lleno de más ira, el estaba hechado en la cama de mi hija mientras que ella estaba encima de él, con el vestido levantado mientras el le agarra las nalgas, mi hija muy rápido se salió de encima de él, mi única reacción es pasar y esperar a que se vistan o no se que, mi hija me pidió perdón y a él solo le dije que se largara, porque estaba que ardía de colera.
Llame a mi mujer contándole lo que había pasado, y la respuesta de ella no me sorprendió pero me hizo recordar cuando éramos jóvenes, además que era obvio y normal que mi hija después de tanto tiempo con el ya estén en esas cosas ya que el tampoco estaría para besos y abrazos, que abra los ojos y que me deje de tonterías, que yo siendo de mente abierta me ponga de digno, ya que hasta me saco en cara que yo la lleve al punto de compartirla con otro hombre, me dejó callado prácticamente mi mujer, tenía toda la razón, porque debería ponerme así, cuando debería ser todo lo contrario.
Lo que me dijo me hizo reaccionar, en serio, pero no pensé llegar a este punto, o bueno mejor dicho, no pensé que mi mujer y yo llegaríamos a este, podía entender las necesidades de ellos, y tenía que ser así, y cuando sucedió esto que ahora les voy a contar todo cambiaría, aquel fin de semana que después de tiempo mi mujer y yo nos dispusimos a salir ya que días antes de tanto cachondeo de volver a compartirla se volvería a repetir, ese mismo día mi hija saldría con Rodrigo quien es como se llama su novio, se iba al matrimonio de una tía de el, pero ellos saldrían más temprano ya que el matrimonio sería a las 4 de la tarde, los planes con mi mujer y su otro macho ya estaban pactados, saldríamos a bailar y a beber con el a eso de las 9 de la noche.
Mi mujer estaba tan ansiosa como yo, con ganas que llegue ya el momento para irnos, podernos ir a disfrutar como se follarian a mi mujer, y ella más, porque estaba super caliente, cuando ya estábamos listos y esperando la hora para irnos, me llama Jorge el man que se folla a mi mujer, me dice que había tenido un problema y que si nos podíamos ver más tarde que había tenido un problema y que le demos chance, le dije a mi mujer lo que paso y bueno, ella lo tomó normal, y para esperar salir y encontrarnos con Jorge, nos pusimos a tomarnos unas cervezas, mi mujer estaba con ganas de que se la follen, pasaba las horas y ya nos habíamos tomado casi 12 latas de cervezas, mi mujer ya estaba algo borracha vestida y muy caliente, aquel vestidito que llevaba y su hilito que se había puesto para su amante, estaba super riquísima, y muy caliente
Eran casi las doce de la noche y mi mujer me pide que lo llame, y así lo hice, pero el no respondía, seguimos bebiendo cuando nuevamente mi mujer a la media hora me pide que le hable, pero igual no nos respondía, es cuando ella me pide mi móvil y le envía un audio de WhatsApp y le dice, Jorge, ya vienes?? Quiero que me folles bien rico, quiero chuparte la verga, pero ella lo decía en un tono super ardiente, tanto ella como yo estábamos que ardidos, cuando mi mujer se agacha y me saca la verga para chuparmela, y le seguía hablando, ven Jorge mmm quiero mamarte tu vergota.
Quiero montarte bien rico, si que ella estaba deseos de otra verga, estaba muy ardiente, cuando a eso de un momento nos llama Jorge, y me pide perdón, que el problema se le había complicado, mi mujer estaba ya muy borracha, y me dice, y amor, ya nos vamos, es cuando le digo, que el había tenido un problema y que no podía, mi mjjer algo decepcionada me mira y me dice, es en serio amor? Que mal ckn ese man, mi mujer se levanta el vestido se hace a un lado el hilito y me dice, ay amor, ahora ahora se va a comer todo esto.
Empieza a tocarse su deliciosa concha que estaba mojadita, se da vuelta y me enseña su tremendo culote, se abrió de nalgas y ver ese delicioso y suculento ano pensando que hoy no recibiría verga de su macho, pero que se hacía nos quedaríamos con las ganas que le metan la verga, mi mujer muy arrecha empieza a chuparme la verga con unas ganas locas y con una cara de puta me pedia otra verga, amor quiero otra verga, quiero sentir dos vergas amor, y yo le decía, si amor?? Por donde las quieres??? Y ella me dice, la quiero por la concha y por el culo, y les digo que mi mujer cuando esta borracha es convierte en una verdadera puta, deja de chuparme la verga.
Cuando se pone de pie nuevamente poniéndose de espaldas se levanta el vestido se hace a un lado el hilito, y dice, amor, quiero que me des duro por el culo, hoy día quiero que me folles toda la noche por allí quiero que me lo llenes de leche una y otra vez amor, me agarra de la mano y cuando nos ibamos a nuestra habitación tocan la puerta, esperando a que mi mujer se acomode el vestido, pero no lo hizo diciendome que de seguro wra mi hija, y pues, si era ella, pero estaba con el novio, el la tenía abrazada porque mi hija estaba bien borracha, a penas y podía ponerse de pie, tanto ella como el andaban tomados pero más ella.
Cuando Rodrigo nos explica que se habían puesto a tomar todas las mujeres de su familia, y como recién en esa ocasión conocían a mi hija le daban de beber a cada momento, solo me voltie para ir a mi habitación cuando veo que mi mujer seguía con el vestido levantado, voltie donde estaba el con mi hija, y creo que de lo tomado que el estaba con mucho descaro miraba a mi mujer, pensé que eso me llenaría de ira, pero fuera de eso no se porque no sentí eso, pero la mirada de mi mujer también era perversa.
Tendencia ahora