Convenciendo a mi mamá de pasar una noche erótica y sensual
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Desde septiembre no me quito de la cabeza este suceso. Parece que es obligación mía relatarlo a alguien aunque sea en internet, por ser de un tema de taboo difícilmente las personas entenderían, sin embargo al tratar de contar lo más apegado a como sucedió advierto de no esperar algo tan ardiente y salvaje si no como algo más erótico. Así que en estas líneas escribiré de como pase una noche fantástica con mi propia madre.
Me llamo Alex, soy reservado y nunca he tenido novia debido a mi personalidad introvertida, pero aún así no me consideraría alguien feo, soy delgado y alto. Y mi historia comienza en pandemia. Vivía con mis padres y mis dos hermanos mayores, una mujer de 18 y un hombre de 21 en ese entonces. Mis papás llevaban más de 20 años casados y al parecer todo iba bien hasta la pandemia. Mi papá siempre fue muy introvertido igual, tranquilo y por así decirlo aburrido, de lo contrario, mi mamá siempre ha sido extrovertida, coqueta y carismática. En ese entonces mi papá ya tenía 52 y mamá 46 años, su relación empezó a fracturarse estando en casa y era muy común que se pelearan. Cabe resaltar que mi madre tenía un poco de sobrepeso y se vestía muy conservadora. Tez bronceada y con arrugas, descuidada, y con cabello castaño y sobre maquillaje, en si una señora tal cual.
A principios del 2021, mis papás confirmaron su divorcio por lo que causó una separación en la familia, mi hermana se fue con mamá y mi hermano y yo con papá. Mi mamá y hermana vivían con mi abuela mientras nosotros dos en la misma casa con papá . Era común ir cada fin a casa de mi abuela a saludar a mamá solo que mientras avanzaba el año eso dejó de ser frecuente. Ambos padres les pegó la crisis de la mediana edad, mi papá empezó a salir más con amigos a embriagarse e ir a tabledances, mientras mi mamá se enfocó en ella metiéndose al gimnasio y cambiando su apariencia. Y en cada reunión era notorio ese cambio de mamá.
Mi vida cambio en 2023, con las hormonas al cien, empecé a consumir porno y este tipo de relatos, y así fue como descubrí el incesto entre madre e hijo. Era un morbo increíble y seguí consumiéndolo sin pensar que en algún punto yo me sentiría atraído por mi mamá. Para a mediados de ese año fue cuando note el gran cambio de mi mamá. Dejo de ser una señora ama de casa semigorda, a tener un cuerpazo con piernas bien torneadas, unas nalgas increíblemente grandes, una cintura hermosa y unas tetas recién operadas. Vestia con ropa ajustada, ya sea jeans o leggings y a veces llevaba tops, lo que me mataba. Al principio era escéptico y trataba de ignorar la reacción de mi cuerpo al ver a mi propia madre con esos cambios, sin embargo cedí a la tentación de verla como mi fantasía sexual número uno.
Después de aceptar mis deseos, caí en depresión. Me sentía tan frustrado al saber que mi mamá era mi deseo sexual más grande sin embargo lo incorrecto e improbable que sucediera algo me reprimía. Ella empezó a salir con señores más jóvenes que ella, entre 40 a 45, y eso obvio que me encelaba bastante. Luche meses de verla como mi madre pero me costaba mucho, su cambio era radical y no podía evitar pensar en ella. Pasaron las fiestas de fin de año y cada vez se veía más buena, lo que aumentaba mi depresión. Ya evitaba tener contacto con ella, me entristecía saber que alguien más disfrutara de ese glorioso cuerpo. Sabia que tenia un problema y debía ir a terapia, porque realmente me obsesionaba con ella. Pasaron los meses y ella se consiguió a un novio de 39, era un hombre musculoso y alto. Tenía muchos celos y envidia, no soportaba verla con el hasta que decidí evitar ir a casa de mis abuelos.
Todo cambio en verano. Obviamente mamá noto mi ausencia y me dijo que me quedara en vacaciones de verano con ella, así que lo hice. Eran tres semanas, tenia mi graduación de prepa y luego me iría a otra ciudad para estudiar la carrera. Las primeras dos semanas fueron regulares, aunque ella notaba mi distanciamiento, pero era una tortura verla en leggings pegados esas piernas robustas recargadas en la orilla de la cocina. Así fue hasta que un día salí con unos amigos a un antro, regresé demasiado ebrio y traté de no generar ruido a mi entrada. Para mi sorpresa mamá despertó y me cuestionó y regañó. Fue ahí cuando ya no pude más, entre mi desesperación y el alcohol me abrí con ella. Le confesé mi deseo hacia ella entre lágrimas y disculpas, y mientras esperaba lo peor, ella tranquilamente me dijo que era normal tener ese deseo, y aunque éticamente estaba mal, no pasaba nada, me abrazo, se disculpó igual y se fue. El día siguiente, fue la peor sensación que he tenido en mi vida.
Con una resaca moral enorme no quería salir de cama, me había arrepentido de haberle confesado mi más obscuro secreto a mi madre. Pasaron esos días yo con una vergüenza enorme y mamá como si nada, hasta que fue mi graduación. Honestamente no quería ir por dos razones: mi mamá se convertiría en el centro de atención de mis amigos y no me sentía con ganas. Aun así asistimos a la fiesta. La noche fue normal a excepción de dos situaciones: antes de irnos yo me encontraba en la sala esperando a mis hermanos y mamá abajo, en eso mi mamá bajó por las escaleras con un vestido entallado amarillo arriba de la rodilla, por un momento baje la mirada pero mi morbo pudo más y decidí no dejarla verla. Ella notó mi mirada y solo se me quedo viendo sin decirme nada.
Ambos nos miramos silenciosamente, hasta que yo baje mi mirada y ella siguió su camino. Pensé que me iba a regañar pero no fue así. El segundo momento fue en la fiesta, mi madre se levantó al baño y al regresar ella pasó detrás de mi, yo arrime la silla pero como me encontraba sentado lo primero que vi fue su espectacular culo, piernas y entre piernas, después voltee la mirada hacia su cara, esperando un gesto de molestia pero pasó lo mismo, solo nos miramos los dos profundamente, lo cual me excito más.
Pasada esa noche me mudé a la ciudad donde viviría, y ya rara vez nos escribíamos mi mamá y yo. Hasta que para el fin de semana de las fiestas patrias, mi mamá me invitó a casa de los abuelos a quedarme, y acepte. Jamás pensé que esa noche iba a hacer la mejor noche de mi vida.
Despues de un día de fiesta, para el domingo organizamos una pequeña comida donde estaba mi abuela, mi mamá , mi hermana, su novio y yo. Mi mamá se había dejado con su pareja así que no me fue incómodo estar ahí, sin embargo se había puesto más guapa, en esta ocasión se había teñido el cabello de rubio y se había puesto Botox en los labios. Tras evitar mirar a mi mamá, todo sucedió normal hasta en la noche. Después de varios tragos, mi hermana y su novio se fueron de fiesta y mi abuela se quedó tendida de sueño en su recamara, por lo que quedamos mi mamá y yo. Yo me quede en la mesa con mi celular siguiendo tomando una que otra cerveza mientras que mi mamá regreso ya con unos leggings azules apretaditos lista para dormir y una playera de pijama. Ella empezó a recoger la mesa mientras yo seguía clavado en mi celular no esperando nada pero tampoco negándome del todo a que sucediera algo. Empezamos a hablar mientras ella tomaba uno que otro caballito. La plática era de la universidad, mi vida, su vida, su exnovio, hasta que llegamos al tema que tanto habíamos evitado.
”Hijo, quiero aprovechar que estamos ahora solos para conversar de algo importante, recuerdas ese día antes de tu graduación?” Me pregunto mi mamá inesperadamente por lo que caí en vergüenza total, y de nuevo cai en disculpas y aceptación. Mi mamá de nuevo tranquila me comentó que le agradaba la confianza que habíamos creado al abordar el tema, sin embargo enfatizó una vez más que hay que respetar el límite de madre e hijo. Aun así hablamos del tema por que tal vez el alcohol nos animaba más, y dentro de la charla me empezó a confesar la razón por la que ella se divorció de papá. Resultaba que mi papá se cansaba muy rápido en el sexo y le costaba tener erecciones o mantenerlas, por lo que mi mamá se frustraba demasiado. Obviamente al escuchar esas revelaciones me excitaba al pensar que mi mamá necesitaba alguien que le aguantara el ritmo. Y también me confesó que esa misma razón fue por la que se separó de su ex y por supuesto su gusto por sentirse deseada.
Tras esas confesiones, unos tragos más, y una confianza plena, empecé a persuadir levemente a mi mamá a llegar a algo, aún no sabía que pero sabía que esa noche la iba a recordar. Mientras el alcohol me permitía a arriesgarme más, aproveché a decirle “que injusta es la vida, mientras tu quieres ser deseada, yo me muero por alguien con un cuerpo como el tuyo, pero desgraciadamente somos madre e hijo”, ella rio y de nuevo recalcó que nada pasará entre nosotros, no obstante concordó conmigo a lo que nuevamente lance algo como “pues yo creo que necesitas a alguien muy joven que te desee y te pueda satisfacer, y yo necesito alguien mucho mayor para que me enseñe y aprenda a satisfacer como se debe, claro entre nosotros no puede ser pero sería fantástico” ella volvió a reír, y solo negó con la cabeza.
Seguimos hablando de temas más íntimos, como de que yo soy virgen y como ella le gustaba sacarse fotos en ropa interior, que obviamente yo al escuchar eso me prendía al cien. De nuevo regresamos a mi fantasía platónica y de nuevo dije “mira mamá, ósea, si te pones a pensar antes de ser madre e hijo somos mujer y hombre, y tu ya eres divorciada, no digo que crucemos el límite, solo digo que si tu tienes la necesidad de satisfacerte sintiéndote deseada puedes contar conmigo, no se, tal vez puedes mostrarme una de esas fotos y yo, con todo respeto, te podré decir lo que quisieras escuchar, y así yo también quedo satisfecho”. Mi mamá al escuchar tal propuesta se sonrojó más, y solo me dijo “de ninguna manera te mostrare eso! Estas siendo muy atrevido Alex!”. Tras su regaño, sentí que ese fue el limíte, así que solo pedí disculpas, me sentía como perrito regañado. Mi mamá de nuevo se dejó ver que aunque tal vez ella decía que estaba mal, sus gestos la traicionaban, riéndose un poco y regresando al tema.
Ya era pasada la 1am, y obviamente nos sentíamos más ebrios, y después de otras charlas, me pregunto “oye y a todo esto que parte de mi cuerpo te gusta más?”, yo me quede petrificado y balbuce que me encantaba su trasero. Ella rio y le dio un sorbo a su bebida, por lo que aproveche a decir “mira mamá, honestamente para que tengas 50 años tienes el cuerpo de una diosa, estás muy hermosa” ella se sonrojó y sonrió y en vez de hacerme sentir como un pervertido me dio gracias. De ahí me di cuenta que la tenía que halagar el resto de la noche y así lo hice. Seguimos hablando de su matrimonio y sus noviazgos y yo aprovechaba a halagarla y decir que no se debía sentir vieja, al contrario. Funciono porque me dijo “mira Alex, creo que pensándolo bien, ambos si tenemos necesidades y seria un mal no aprovechar oportunidades, insisto que no debemos cruzar límites, pero como te has portado muy bien mi amor, creo que podemos hacer algo atrevido que podamos recordar” , quede en shock y le pregunté como que, y ella me pregunto que quería ver. Mil cosas pasaron por mi cabeza, me moría por ver esas fotos de mi mamá pero era mejor elección decirle que me mostrara sus nalgas, así que así lo hice.
Mi mamá me miro con una leve sonrisa, volteo a ver si no había nadie viéndonos, se levantó del banco donde estaba, se dio un giro de 90º, bajo levemente esos leggings apretados y dejó ver unas increíbles redondas nalgotas, en una tanga blanca. Volteo al ver mi reacción, y yo estaba babeando, no podía creerlo. Solo trague saliva y solté un wow, ella sonrió y me dijo que si me gustaban a lo que respondí con voz quebrada “muchísimo mami”. Ella rio, se subió los leggings, se sentó y me dijo “bueno yo ya te mostré algo ahora tu déjate ver algo”. No lo dude, ni siquiera le pregunté que quería ver, traía una ereccion a mil por hora que solo me levante, baje el cierre y saque mi verga erecta que ya escurría líquido seminal. Ella quedó en shock de mi forma tan irreverente en mostrar mi pene apuntando a ella, solo me volteo a ver, sin sonreír, regreso la mirada a mi pene, y después de nuevo a mis ojos, todo con una cara seria. Le pregunté que qué opinaba. Ella en tono de sopresa me dijo “apoco así te pongo?”. Yo reí y asentí la cabeza orgulloso de mi ereccion. Ella solo suspiró y dijo “ay mijito”, y yo sin saber que hacer me guarde el pene. Los dos nos quedamos congelados por unos segundos procesando que había ocurrido. Pero como yo ya llevaba tequila demás, sabía que no podía quedarse así.
Me senté y dije “Bueno te gusto?”, y ella respondió solo con un “a ti?”. Aun seguía seria, asimilando todo. Yo respondí “Bastante, aunque creo que podemos llegar un poquitito más lejos, claro si tú lo permites y sin llegar a cruzar límites ”. Ella de nuevo sonrió, y pregunto como que, a lo que yo sin tartamudear dije “bueno me gustaria tocar tus pompas y tu podrías tocar mi pene”. Ella nuevamente se sorprendió, volteo a ver a todos lados y me dijo “Hijo creo que si estamos llegando a un límite…”. Yo de nuevo empecé a persuadirla de que ambos éramos adultos y teníamos necesidades, a lo que finalmente accedió no tan convencida. Me pidió que me levantara y ella también se puso de pie, y con un “Bueno ya a ver, sácalo” me baje el cierre y mostré de nuevo mi pene.
Ella empezó a tocarlo, acariciarlo levemente con una mano mientras que su otra mano agarraba mi mano para llevarla debajo de sus leggings. Estábamos los dos parados, ella acariciando mis genitales y yo agarrándole y apretujándole los glúteos. Era un silencio en la cocina, apenas se escuchaba un quejido de ella y mi respiración. Yo ya no podía más, y como la tenía de enfrente empecé a besarle la mejilla susurrándole “te quiero mucho mamá” mientras la manoseaba toda. La continuaba besando el cachete, mientras ella no decía nada, solo me tomaba de la verga arriba y abajo mientras su otra mano la tenía acariciando mi cabello. Fueron como dos minutos que parecieron horas estando así, hasta que me separo y dijo “Ya Alex, creo que ya estuvo”.
La solté y obedecí inmediatamente, quite mis manos y me guarde la verga aun parada. Ella se acomodó el cabello y los leggings, con fuertes suspiros, vio alrededor que aún faltaba de limpiar mesas, así que me dijo “mira corazón, si te limpias todo este desastre y dejas todo limpio quizás te vaya a hacer compañía más al rato a tu habitación, ok?”. Yo sorprendido inmediatamente me puse a limpiar todo, mientras ella lavo los trastes y se fue al baño. Cabe aclarar que ya eran las 3am, y justo después de terminar de limpiar todo llegaron mi hermana y su novio ya bastante enfiestados. Todos se fueron a sus cuartos respectivos, incluyéndome. Cerré mi habitación y me recosté procesando todo lo que había ocurrido, pero igual con el corazón a mil por hora esperando que mi mamá llegara a mi cuarto.
Paso una hora evitando el sueño y esperando a que mamá llegara, hasta que me quede dormido, fácilmente a las 5am. Volví a despertar esperanzado a las 6am, ya se veía que salía el sol y sabiendo que era mi ultimo día ahí, me rendí, pensé que tal vez mamá se había quedado dormida. Revise mi celular y tentado con aun ganas le mande mensaje a mi mamá diciéndole “Mamá, limpie toda la cocina y te estuve esperando :(“. Me volví a recostar ya rendido, pasando como 20min de mandar el mensaje sonó una notificación. Con el corazón a mil por hora revise y efectivamente era mi mamá diciéndome “Perdona corazón, me quede dormida, pero si vi que limpiaste todo, gracias”, decepcionado dejé el celular de nuevo y me volví a acomodar hasta que salió otra notificación: “te portaste muy bien, si quieres puedes venir a dormir conmigo, solo que no hagas ruido”. Me levante inmediatamente, y me dirigí al cuarto de mi mamá, temblando. Toque la puerta levemente y al no esucuchar respuesta abrí, y ahí en su cama estaba durmiendo mi mamá.
Cerré la puerta y me acerqué pensando que estaba durmiendo. Ella con voz ronca me susurró “Ponle seguro porfavor”, yo obedecí al instante y me emocionaba eso. Me acerqué de nuevo y ella me volteo a ver entre sus sábanas y cobijas y solo golpeando la cama del lado vacío haciéndome entender que me podía recostar. Así que lo hice, me metí entre las sábanas, traía un bóxer y una playera. Me quede ahí congelado sin hacer nada mientras ella debajo de todas las cobijas parecía que se acomodaba algo. Finalmente acabó y me dijo con su voz ronca “vente para acá no quieres abrazar a tu mamá?”, le dije que si y me acerqué. Para mi sopresa ella estába en ropa interior solamente lo cual me sorprendió bastante, solo susurré “ay estas en ropa interior” y ella sonriendo me dice “sh sh sh, hay que descansar”. Nos abrazamos, mi cabeza recargada en su pecho, mientras mi brazo abrazaba su cintura, y mi otra mano acariciaba su brazo.
Mientras ella con una mano acariciaba mi cabello y la otra acariciaba mi brazo. Al sentir su piel hizo que mi ereccion estuviera más y más fuerte al grado de que rozaba con sus piernas. Un rato así y ella notó eso y me dijo “Aun sigues así?” Con voz cansada y vacilona. A lo que respondí con un si, sabiendo lo que hacía. Ella susurró “te voy a calmar para que descanses mi amor” y con su mano que acariciaba mi brazo bajo hasta mi verga y de nuevo empezó a masturbarme muy lentamente. Me sentía tan excitado que empecé a gemir y ella me interrumpía con un “shhhh” muy sensual y silencioso. No podía más, así que empecé a darle besitos en el pecho, cada vez subiendo más a su cuello, ella gemía con un “mmmm” con una voz gruesa y sensual. Yo le susurraban”eres la mejor mamá del mundo” y ella sonreía, mientras besaba cada vez más pasional su mejilla. Mi mano llego a sus nalgas mientras las apretaba le susurré sarcásticamente “quien es tu hijo favorito?”.
Ella sonrió y me dijo “a los tres los amo igual”, yo de nuevo susurré “no creo mamá, yo si te obedezco y te trato como mereces preciosa”, ella de nuevo susurró diciéndome “a tus hermanos los amo mucho, pero a ti condenándote, te sales con la tuya eh”, de nuevo susurré “ves como si hay diferencia? Y ella respondió riéndose “sabes que el chiquito siempre será el consentido, por eso te permito esto, porque eres un pícaro” y le susurré “bueno creo que el consentido merece unos besos de mamá, no?”, ella sonrió y dijo “ay mi vida, como antes de niño detestabas que te diera besos y ahora me ruegas” le dije “ok, entiendo, pero me he portado bien” ella solo sonrió y giro su cara viéndome y levanto esos labios carnosos de piquito, yo lentamente me acerqué y ambos conectamos nuestros labios.
El beso empezó a hacer más y más cachondo, nuestras bocas se exploraban mientras ella aferraba su mano a mi verga que ya escurría semen. Empecé a gemir levemente mientras la tenía más abrazada hacia mi, nuestros cuerpos estaban en contacto puro. Ella agarró mi verga y se la introdujo despacio en su vagina, mientras seguíamos besándonos lentamente pero rico. Solo sentí extremadamente caliente, la sensación fue increíble no me aguanté ni tres minutos y le dije que sentía que me venia. Ella lo sacó y explote en las sábanas. Solo gemía y ella me abrazaba diciéndome “shhh esta bien mi amor,shhh”. Ambos ya satisfechos nos abrazamos llenos de sudor y nos quedamos así dormidos.
Pasaron las 10am, me desperté y mi mamá ya no estaba en la cama, me fui a duchar y hasta que desayunamos fue cuando la vi, como si no hubiera pasado nada. Transcurrió el día, ella puso las sábanas a lavar, y no nos dijimos nada. Ya más tarde cuando me tenía que ir de regreso a la ciudad se despidió normal y todo, y una vez que llegue acá me mando mensaje pidiéndome que lo que paso esa noche y mañana jamás se debe de repetir y que no lo cuente a nadie (ups). Bueno hasta el día de hoy no ha sucedido nada, y todo ha seguido normal pero esa experiencia no me la quitaré de mi cabeza.