Confesiones sexuales de una esposa infiel

Ella se acercó al monje de los ojos vendados y le contó lo que hizo la noche anterior en su casa, antes de volver al templo a pagar por alimentar su ego nuevamente.

Ella se acercó a su marido con una sonrisa pícara en su rostro. Él estaba aturdido, incapaz de entender lo que estaba sucediendo. Mientras ella le acariciaba el pelo, le explicó lo que estaba por suceder: tres personas más se unirían a ellos esa noche. 🤣

Se desnudó delante de su marido, dejando caer su vestido al suelo. Dos hombres y una mujer entraron en la habitación y comenzaron a tocarla suavemente, explorando su piel con sus dedos.

Volteó la cara hacia su marido, quien estaba sentado en una silla, y le dijo lo que sentía: “Me siento tan viva, tan libre. Estoy experimentando todo tipo de sensaciones nuevas. Me encanta que estés aquí para verlo”.

Los tres extraños continuaron acariciandola mientras ella gemía de placer. Ella los animaba a tocarla más fuerte, a morderla y a pellizcarla.

El marido estaba confundido, pero no podía apartar la vista de su esposa. Cada vez que ella gemía, él sentía una mezcla de envidia y excitación.

Finalmente, los cuatro llegaron al clímax juntos. Ella se acurrucó junto a su marido, todavía respirando agitada. “¿Te ha gustado?”, preguntó.

Él no sabía qué responder. Todo lo que sabía era que nunca había sentido tanta emoción y confusión en su vida. Ella se rió y le dio un beso en la mejilla. “No te preocupes, cariño”, le dijo. “Siempre serás mi número uno”.

By: El Monje De Eros 😂