Con mi amiga en la montaña

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Ese día yo estaba muy cachondo y mi amiga que es una chica espectacular me llamo y me dijo que me iría a buscar para pasear, había una extraña atracción entre los dos que se olía en el aire pero los dos manteníamos un poco de distancia porque ella tenia una relación que terminaba y comenzaba a cada rato con un compañero de la Universidad. Pero ese día yo no pensaba mas que en clavarme alguien.

Fuimos a dar unas vueltas y terminamos como a las 4 de la tarde caminando en una montaña cercana a la ciudad, estuvimos viendo el paisaje hablando y lanzándonos piropos, dándonos besos en la comisura de la boca, abrazos tiernos y fuertes, etc; yo ya me estaba calentando y mi amiga también era evidente, porque cada vez me dejaba darle los besos mas cerca de los labios, hasta que ella cerro sus ojos y yo lo tome como una actitud de aceptación o sumisión y le bese suavemente los labios y pase mi lengua entre sus labios tratando de separarlos un poco y lamí sus dientes y el frenillo del labio superior, ella se estremeció y yo me separe para ver su cara, pero al verla solo pude volver por mas y clave mi lengua entre sus labios hasta lo mas profundo que pude.

Ella solo abrió al máximo su boca y cubrió mis labios en un gran y profundo beso que abría paso a una cascada de emociones, sensaciones. La apreté contra mi cuerpo y ella debió sentir mi palo que estaba a reventar y hacia un bulto en la suave tela de mi short. Ella apretó su vientre al mío como para sentir mejor mi bulto y mientras seguíamos besándonos comenzó unos suaves movimientos contra mi vientre restregando mi palo, buscando ponerlo en contacto lo mas cerca posible de su conchita que se veía como un bulto hermoso en su pantalón de lycra – algodón que marcaba incluso claramente los labios de su vagina. Yo sabia que ella no usaba pantys con ese tipo de lycra pues ella misma en esas conversaciones atrevidas que siempre teníamos me lo había comentado. Así que solo nos separaba un poco de tela.

Seguimos besándonos y yo al ver que no avanzábamos mas le tome la mano y la lleve hasta mi bulto y ella de inmediato lo tomo sobre el short y lo acaricio, yo hice lo mismo y baje mi mano buscando ese gran regalo que mi amiga me ofrecía abriendo un poco sus piernas. Era casi como tocarla sin la tela, sentía con mis dedos incluso la separación de sus labios, su calor y hasta su humedad que ya había rebosado y había mojado su pantalón. Ella se volteo de repente y comenzó a frotar sus deliciosas y redondísimas nalgas con mi palo durísimo. Me apretaba al máximo para sentirme y yo le ayudaba apretándola por su pecho que ya estaban en mis manos así casi me hizo acabar; pero yo la voltee de nuevo y ella solita fue de nuevo a tocar mi palo y esta vez no quería que nada los separara así que metió su mano en mi ropa y fue directo a buscar su premio. Lo tomo y solo de sentir su mano casi me corro ella jugo un poco con los líquidos que ya habían mojado un poco mi interior y se lamió los dedos húmedos invitándome a probar metiendo sus dedos en mi boca y llevándolos de nuevo a mi herramienta. Yo metí mis dos manos en su pantalón para acariciar sus nalgas que siempre me habían parecido hermosas y que había tocado encima de su ropa en uno de nuestros jugueteos atrevidos. Eran suaves y duras, deliciosas.

Le comencé a bajar el pantalón y ella dijo que no porque estábamos al aire libre, pero yo le hice que mirara a su alrededor y comprobara que donde estábamos y ya a mas de las 6 de la tarde nadie podría vernos. Ella cedió y comenzó también a bajarme los shorts pero a medida que me lo bajaba ella también bajaba hasta encontrase con mi pene y se lo metió del todo de una sola vez. Que delicia sentir el encuentro de mi glande con su húmeda garganta. Era una mamada perfecta, apretaba sus labios al máximo sobre mi palo, chupaba como para sacarme la leche de las pelotas y se lo tragaba hasta las bolas; incluso con todo el palo dentro sacaba su lengua y lamía mis bolas. Que delicia. Yo había quedado de pie frotando sus lisos cabellos acariciando su cabeza arqueando mi cuerpo hacia atrás disfrutando aquel placer y tratando de darle todo mi palo en su garganta.

Ella comenzó a pajearme con su boca y una mano mientras con la otra acariciaba mis nalgas y de vez en cuando mojaba en su boca un dedo que luego pasaba por la entrada de mi ano, haciendo cada vez mas presión, hasta que comenzó a meterlo y sacarlo al mismo ritmo que se metía toda mi verga en su deliciosa boca. Aguante el chorro por al menos diez minutos lo que me hizo disfrutar al máximo, pero ya no pude contenerme y ella al verme tan excitado comenzó a meter un dedo mas en mi culo que ya estaba muy dilatado por el trabajo que ella tenia rato haciéndole. Eso me éxito muchísimo era una sensación extraña mi mente no aceptaba que me estuvieran metiendo dos dedos en el culo pero mi cuerpo estaba muy excitado para escuchar esas restricciones, comencé a temblar y salieron de mí los más largos chorros de leche que había soltado jamás… ella se tragaba cada gota con una hermosa sonrisa de gusto mirándome a los ojos como dando las gracias por ese festín que se estaba dando. Se levanto y me dio un gran beso mientras acariciaba mi palo y me dijo ahora quiero que me revientes mi culito virgen; se dio la vuelta, se termino de quitar el pantalón y comenzó a frotar sus nalgas con mi palo que sin calmarse del todo volvía a endurecerse. Ella se inclinó y lo metí de un solo empujón en su conchita cosa que ella no esperaba, dio un pequeño gemido y luego me empujo su culo con fuerza contra mi vientre como para meter hasta el último centímetro de mi palo.

Estaba súper mojada lo que me pareció seria maravilloso para lo que vendría. Lo saque de su conchita y lo puse en la puerta de su delicioso culo apretando un poco para probar cuan cerrado estaba y ella dijo, damelo suave recuerda que es la primera vez. Yo empuje un poco mas y vi que estaba duro así que decidí meter un dedo para abrir paso al sentirlo dentro ella apretó sus esfínteres en mi dedo que delicia, luego metí otro dedo y ya estaba tan excitada que solo gemía de placer, era el momento; puse de nuevo mi herramienta en su puerta y lo empuje un poco y entro así que lo lleve de una sola vez pero suavemente hasta el final, ella apretó sus nalgas y sus esfínteres y lanzó una suave queja, lo que me éxito aun más y lo empuje hasta sentir que solo mis bolas quedaban por fuera ella suspiro y comenzó a moverse metiendo y sacando primero poco a poco y luego como una salvaje, yo ya estaba que reventaba y baje mi mano y comencé a acariciar su clítoris para darle mas placer, yo rogaba que nadie la escuchara porque pensarían que la estaba matando, por los gemidos que lanzaba.

Sus golpes se hacían cada vez más fuertes hasta que no pude mas y le lance toda mi leche en su hermoso culo, ella tardo unos segundos en comenzar a contorsionarse y ya no gritaba porque estaba ahogada de placer, solo sentía como se esforzaba por buscar oxigeno dando grandes bocanadas. Hasta que suspiro y de un golpe se lo saco y vino derecho a mi palo a limpiarlo luego a mi boca a darme un gran beso que parecía agradecer de nuevo el favor recibido. Nos vestimos mientras nos besamos y comentábamos lo rico que había sido para los dos ser desvirgado del culo por el otro. Bajamos al carro y antes de arrancar ella vio mi palo lo toco y dijo parece que mi amigo quiere mas… abrió mi short me lo saco y me dio una mamada tan salvaje, fuerte y rica que en cinco minutos estaba de nuevo tirando un chorro de leche en su garganta. Me beso aun con restos de mi propia leche en su boca y dijo: “Ves que rico sabe tu leche… ”. Nos fuimos y así duramos como un año haciéndolo en casi cualquier parte.

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