Nos encontrábamos una noche en casa, mi esposo, un compañero de trabajo de mi esposo (Toni) y yo, mi esposo lo había invitado a ver un partido de fútbol y conversar de algunos temas relacionados con la contabilidad de la empresa, a medida que pasaba la noche las cervezas ya se habían transformado en licores un poco más fuertes, y mi esposo ya estaba demostrando que ya le estaban haciendo efecto, en cambio a Toni no se le notaba tanto, yo no había tomado tantos tragos como ellos pero si lo suficiente como para sentirme bastante animada, durante la conversación estábamos sentados en los sillones de nuestra sala, yo con mi esposo en el sillón grande y Toni estaba sentado frente a nosotros
Con el alcohol a mi esposo le empezó a subir un poco la calentura, así que de repente me abrazaba y daba algunos besos delante de nuestro invitado y como ustedes podrán imaginar yo hacia poner bastante nervioso a nuestro invitado, pues como me encontraba sentada frente a él mis cruzadas de piernas y una que otra separación de estas mismas lo tenían mas que nervioso, y si a eso sumábamos la vista de mis pechos cada vez que me agachaba para servir otro trago o ofrecerle la bandeja con galletas o picadillos, eran de imaginar las tremendas ganas que tendría de regresar a su casa y desquitarse con su esposa.
Con el paso del tiempo y los tragos mi esposo paso a un estado de total borrachera, lo que me llevo a tomar la determinación de acostarlo y después dar por terminada la reunión, le dije esto a Toni quien de inmediato comprendió la situación y se ofreció para ayudarme a acostar a mi esposo pues era imposible que yo sola lo pudiera llevar hasta la cama.
Tomamos entre los dos a mi esposo y lo subimos hasta mi dormitorio, lo dejamos tendido sobre la cama y me ayudo a acomodarlo para meterlo dentro de la cama, como mi preocupación de ese momento era poder acostar a mi esposo no me había dado cuenta que Toni había resultado tan beneficiado con todos los movimientos que había tenido que hacer, mi falda se había subido mas arriba de mi cintura y sin duda pudo apreciar muy bien los poco segundos en que pudo ver mi tanga, y eso sin contar la vista de mis pechos cuando estaba agachada tapando a mi esposo.
Luego que terminamos de acostar a mi esposo bajamos a la sala para despedirnos, pero antes le ofrecí un ultimo trago antes de que regresara a su casa, mientras conversábamos y tomábamos el ultimo trago me fije que el no quitaba sus ojos de mi cuerpo, lo cual por efecto también del alcohol estaba empezando a excitarme un poco, en cuanto terminamos el trago lo acompañe a la puerta para que regresara a su casa, pero cuando estábamos en la puerta para despedirnos nos quedamos mirándonos a los ojos un par de segundos, los suficientes para decidirme a darle un beso en sus labios y esperar su reacción.
Mas que reacción lo que paso en él fue una especie de transformación, pues de inmediato me apretó contra su cuerpo y apego nuevamente sus labios a los míos transformándose en un verdadero pulpo, pues sus manos comenzaron rápidamente a recorrer mi cuerpo y tocarme por todos lados, mientras nuestras bocas permanecían pegadas en un largo beso.
Yo respondí a sus caricias con mis gemidos, lo que indicaba que esa noche algo mas que lo que estábamos haciendo en la puerta de la casa, me encontraba ya bastante excitada con el alcohol y las caricias de nuestro amigo que de inmediato lo lleve al sillón de la sala para continuar lo que ya habíamos empezado y no podía de ninguna manera quedar así no más.
Yo seguía gimiendo mientras habría su camisa y seguía besándolo, luego pase mi mano por sobre su pantalón y encontré su sexo totalmente erecto, él recorría mi espalda con sus manos y mis gemidos comenzaron a ser más fuertes, entonces pensé que mi esposo o la empleada podrían llegar a oírnos, así que lo tome de la mano y lo lleve a un dormitorio que tenemos para cuando llegan visitas, apenas entramos yo lo empuje sobre la cama y le baje los pantalones mientras lo besaba y chupaba por todas partes, el apretaba mis pechos muy fuerte lo que aumentaba el volumen de mis gemidos, cuando termine de bajar su calzoncillo me dedique a la tarea de recorrer con mi lengua su sexo, pase mi lengua por los lados, luego lo recorría de la punta hasta los testículos, hasta que por fin lo metí en mi boca.
Seguí chupando y succionando lo que logro que en poco tiempo empezara a llenar mi boca con su semen, seguir entonces chupando hasta que logre que nuevamente tomara la rigidez que le permitiera seguir disponible un par de minutos mas, entonces el me giro encima de la cama y comenzó a dar besos en el resto de mi cuerpo, me quito la falda dejándome solo en mi pequeño tanga, luego termino de sacar mi blusa y se dedico a chupar mis pechos, yo gemía de placer mientras pegaba su cuerpo al mío, dejando que su cabeza se perdiera entre mis pechos, siguió bajando lentamente, palpando con su lengua cada parte de mi cuerpo hasta llegar a mi ombligo, entonces ahora era yo quien tenia mi primer orgasmo, este llego acompañado de un grito que seguramente hubiera despertado a mi esposo si este no hubiera estado durmiendo tan borracho.
Empezó a besar los lados de mi sexo, recorría con su lengua los bordes de mi tanga, mientras yo le pedía que me lo metiera, luego levanto mis piernas y empezó lentamente a bajar mi tanga, el que salió completamente enrollado, mientras yo seguía esperando que me lo metiera, el paso su lengua por encima de mis labios vaginales, yo no aguantaba mas y llegue a mi segundo orgasmo, esta vez no grite como la vez anterior, pero tome su cabeza con mis manos y la hundí en mi sexo.
Metió su lengua muy adentro de mi sexo y siguió chupando mi clítoris, yo le pedía que lo hiciera un poco más rápido, para poder llegar a mi tercer orgasmo, mi clítoris se encontraba totalmente hinchado, y cada vez que el chupaba yo me retorcía de placer, mi sexo se encontraba totalmente mojado, hasta que llegue a mi tercer orgasmo, lo empuje hacia arriba para que quedara encima de mí y separe mis piernas para que pudiera penetrarme, pero el sabia muy bien lo que hacia y entonces comenzó a pasar su pene por encima de mi vagina rozándola suavemente, mi desesperación por sentirlo dentro de mi era tanta que entonces lo di vuelta quedando ahora yo encima, y me senté sobre el, dejando que su pene se metiera completamente dentro de mi, luego de cabalgar un rato mientras su pene entraba y salía de mi cuerpo y sus manos amasaban mis pechos pude sentir como los dos terminaríamos al mismo tiempo nuestros orgasmos.
Nos quedamos tendidos un rato sobre la cama, habíamos estado casi una hora teniendo sexo, y el todavía tenia que regresar a su casa, así que nos levantamos y lo acompañe a la puerta, esta vez la despedida fue un simple beso en la mejilla, señal mas que suficiente para que el comprendiera que eso significaba que lo nuestro no había sido mas que una aventura mas y que ya había terminado.
Luego que el se fue, me metí a la ducha para luego ir a dormir al lado de mi esposo.