Mi tía, que es una persona mayor, se fue a vivir con mi hermana. Un día me llamó mi hermana para que me quedara en su casa a hacerle compañía a mi tía, porque ella iba al cumpleaños de su cuñado.
Era un Sábado y llegué a su casa a la hora convenida, las 20:00 h. Mi hermana y mi cuñado se fueron al cumpleaños y yo me quedé con mi tía. Después de cenar, mi tía se fue a dormir y yo me quedé en el salón a ver la tele. Sobre las 1:30 h. me quedé dormido.
A las 3;30 más o menos, llegaron mi hermana y mi cuñado, por lo que me desperté. Mi hermana estaba un poco bebida. Mi cuñado se fue a dormir, pues trabajaba al otro día como guarda de seguridad, y mi hermana se quedó hablando conmigo en el salón. Se fue a la cocina y volvió con una botella de ron, que estaba por la mitad y una coca-cola de dos litros y dos vasos con hielo. Nos servimos las copas, hasta que apuramos el ron. Mi hermana ya no estaba bebida, estaba completamente borracha. Fue a su habitación y yo me volví a echar en el sofá cama del salón, creyendo que se iría a dormir. Cual fue mi sorpresa, cuando mi hermana regresó de la habitación con una combinación semitransparente, abotonada por delante, hasta casi medio muslo, que se le notaban los pechos y sus deliciosos pezones sonrosados a través de la tela, y un tanga de hilo, que me dejó ver su delicioso culo, al volverse.
Creí que se iría a dormir con mi cuñado, pero se acostó en el otro sofá al lado de donde yo estaba durmiendo. No sin antes traer otra botella de ron y beber un par de copas más. Pasado unos minutos, cuando noté que estaba dormida, por sus ronquidos, me decidí a desnudarla, pues entre la borrachera y su suelo profundo, podría hacer algo esa noche. Estaba boca arriba y los pechos se le salían por las tirantas de la combinación y se le notaban los labios del coño, pues se le había metido el tanga por la raja.
Poco a poco comencé a desabrochar los botones de la combinación dejando sus deliciosos pechos a la vista. Comencé a besarlos y a chupar sus pezones, mamando suavemente y lamiéndolos con mi lengua. Luego seguí bajando por su vientre, desabrochando los botones que quedaban, hasta llegar a su coño, aparté el tanga, para lamerlo y chupar su clítoris. Fui un momento al servicio y cuando volví mi hermana había cambiado de postura. Estaba boca abajo con una de sus piernas fuera del sofá tocando la moqueta del suelo, por lo que tenía separadas las piernas y se le veía todo su culo y su coño delicioso.
Me aseguré que seguía dormida y comencé a acariciarle las nalgas, separándolas para verle el ojete. Le hice un beso negro, mientras metía uno de mis dedos en su coño. Me armé de valor, y bajándome los bóxer, decidí primero rozarle mi pene por la raja del culo, haciéndome una cubana con sus nalgas. No lo pude evitar y solté una gran cantidad de leche en sus culo. Fui de nuevo al baño y traje unas toallas húmedas para limpiarla. No había cambiado de postura, por lo que después de limpiarla, volví a rozar mi pene por su culo y por su coño.
Mi hermana seguía sin reaccionar, así que no lo dudé, me bajé mi bóxer y apunté mi glande a la entrada de su coño, empujando poco a poco, hasta meterlo entero. Esperé unos segundos y muy despacio comencé el mete y saca, hasta que de nuevo sentí que me iba a correr. saque mi polla de su coño, y eyaculé toda mi leche sobre sus nalgas. La limpié con las toallas que traía de más, la vestí y me eche a dormir.
A la mañana siguiente, sobre las 7:30 h, me despertó un ruido. Era mi cuñado que se iba al trabajo. Mi hermana estaba boca arriba y ni se enteró de que mi cuñado se iba. Cuando cerró la puerta, esperé un tiempo prudencial por si se le olvidaba algo. Después de casi media hora, me acerqué de nuevo a mi hermana y noté que seguía profundamente dormida. Subí la combinación hasta la cintura, aparté el tanga y se la volví a meter en el coño, comenzando un mete y saca suave para no despertarla, mientras le comía los pezones, pues seguía con los botones desabrochados. Cuando noté que iba a correrme, la saqué y eyaculé en la toalla que quedaba de la noche anterior. Volví a abrocharle la combinación, después de darle un ultimo lametón a sus pezones, y le recompuse la combinación y el tanga. no sin antes darle otro lametón en el clítoris,
Cuando despertamos a la mañana siguiente, todo transcurrió como si no hubiese pasado nada. Me despedí de ella y de mi tía, hasta otra ocasión.
Si se puede subir la foto, veréis el delicioso y grande pezón de mi hermana