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Como convertí en perra a mi novia

Como convertí en perra a mi novia 2

Les escribo contándoles mis experiencias con Mafer, ella es mi ex novia, entiendo porque lo fuese, luego de experimentar todo aquello entiendo que me halla dejado, pero también que satisfacción si cada vez que lo recuerdo tengo que masturbarme, ya que encontrar otra así es difícil. Mafer tenia 22 años hasta que estuvo conmigo, ella es pequeña, delgada, con sus tetas no muy grandes pero ricas, formadas con unos pezones menudos y ricos de morder, tiene un culo perfecto, para lo que sirve, entenderán… lo particular de ella es que tiene una carita con unos ojos preciosos, mirada penetrante y más que nada parece un ángel, que placer con todo lo que hice con su cara.

Todo comenzó cuando al tiempo de ser novios vivíamos separados, yo en un país y ella en otro, vale decir que cuando empezamos ella era virgen, tuve el placer y el honor de arrebatarle no solo su virginidad sino también su dignidad. Luego de practicar el sexo de forma normal, luego por todos sus agujeros y después haciendo todas las poses inimaginables nos separamos, y yo empecé a escribirle cosas eróticas, cosas que quería hacerle, ella por peticiones mías me contaba sus aventuras, me enviaba fotos y videos de ella en poses, jugando con su cuerpo, y yo las utilizaba para contentarme en su ausencia, pasado el tiempo ella se mudo a un lugar mas cerca de donde yo estaba, y nos veíamos de tanto en tanto. Hay una serie de historias que contar, pero la que les relato fue la ultima, la madre de todas estas, en donde la despoje de su orgullo y dignidad.

Quedamos en encontrarnos en la casa de una prima mía para pasar juntos el fin de semana, desde que la mire me dieron deseos de jugar a lo habitualmente realizado, salimos a una disco, tomamos y todo lo regular en una pareja, cuando termino la noche regresamos todos juntos a la casa de mi prima en donde teníamos un cuarto para nosotros. Ni bien entramos nos preparamos para “dormir” y yo me alistaba para lo que vendría. Nosotros teníamos ciertas reglas de humillación en nuestras noches de sexo las cuales puse en practica ni bien ella se acostó a mi lado, la bese en la boca, suavemente mientras le decía que la había extrañado, luego me desnude la mire a los ojos y le dije:

– Prepárate puta, que ya sabes la que te espera.

Ella me miro, con ojos de ternura y rabia, pues no le agradaba mucho el sexo siempre de aquella manera, le dije que se desvistiera que quería analizarla desnuda, para excitarme. Ni bien lo hizo la coloque de rodillas de frente a mí, la mire a los ojos y la escupí en la cara, le pedí que continuara mirándome y abriera la boca, cosa que realizo y la volví a escupir esta vez en la boca, se trago mi saliva y quedo inmóvil, luego me pare, mi verga a la altura de su boca y se la metí sin preámbulos, ella mamaba con pasión, sabia quien era su dueño, mamaba por dos minutos y luego la sujetaba para que alzara la mirada y la volvía a escupir, fue así por un tiempo, tiempo suficiente como para encharcarle la cara de saliva. Yo le decía lo que se merecía, le decía:

– Aquí tienes por ser una puta, perra.

Perra era lo que más le gustaba que le dijera, porque ella decía que era humillante, que la hacia sentir como un animal cualquiera, que podían hacer lo que quisieran con ella, por eso le gustaba. Cuando llego a estar en el estado que yo quería, llena de saliva en su cara me dispuse a penetrarla, siempre por donde yo quería, parte del castigo humillante era no dárselo por su vagina, sino siempre por el culo… así lo hice, la recosté en la cama, mientras ella ponía sus piernas a los lados de su cabeza, de esa manera quedaba con su culo expuesto, listo y mas abierto que nunca, así la penetre, yo parado y ella con sus rodillas a los costados de su cara llena de saliva, me miraba con su cara de ángel y yo seguía insultándola como a una puta y escupiéndola cada vez mas, la penetraba mientras la escupía y cuando se me secaba la boca le pedía que me diera de sus saliva en mi boca para poder escupirla más. Luego cuando ya su culo estaba totalmente abierto y dilatado le saque la verga de su culo y me coloque bajándome la verga delante de su cara y la obligue a mamarmelo recién sacadita de su culo, le dije:

– Prueba tu culo, tu mierda y… ¿Dime a que sabe?.

Ella me respondía:

– Sabe rico, me gusta como sabe mi culo.

Mientras lo decía la volvía a escupir, le pedía que abriera la boca para que pruebe todo junto… Pero mi excitación no termina ahí, luego la coloque como perra, en cuatro patitas y la penetre por su culo, dándole una y otra vez, cada vez mas salvaje, la agarre del cabello tirandole la cabeza con ellos de tal forma que le doliera, y gemía, pidiéndome que la tirara mas, cosa que yo hacia con mis brazos tensos de fuerza a mas no poder, y con lo excitado que estaba pare, la volví hacia mi y con una mano la tenia cogida del cabello y con la otra comencé a cachetearle la cara, con la palma y de regreso con la parte externa de la mano, eran cuatro cachetadas seguidas por vez. Mi saliva en su cara salpicaba hacia todos lados y ella solo cerraba los ojos y se dejaba pegar como puta. Luego me detenía para esperar a que ella abriera los ojos como pensando que el castigo había terminado y ni bien los abría la escupía mirándola fijamente a los ojos, y la volvía a golpear de la misma manera, gritándole porquerías, insultándola a mas no poder… luego le ordene que quería culearme su cara, y la coloque boca arriba en la cama, recostada y me puse encima de ella, con la verga llena de su culo a la altura de su rostro, y se la metí toda en la boca, y penetre en ella como si me estuviera masturbando, como si ella no existiese, solo mi verga parada y algún hueco en el piso, ella me sujetaba con las manos como para detenerme porque no podía respirar, y yo se las apartaba con manotazos hasta que no pude mas y pare, me senté sobre sus tetas y mirándola le dije que se dejara de cosas, y la cachetee escupiéndola diciéndole que se deje culear la boca y volví a mi tarea. Ella hizo caso, cuando pare cansado y con asco de esa posición la mire y estaba llorando, la golpe nuevamente y le dije que ya todo terminaría si me hacia correr, entonces la deje acostada, y me coloque sobre su cara sentado pero mirándole las tetas y su vagina, o sea, ella tendida en la cama y yo sentado sobre su cara pero pellizcándole los pezones, se los cogía y le remecía las tetas mientras su nariz estaba en mi ano, le dije que me hiciera correr con su boca, me hice un poco hacia atrás y le penetre la boca en esa posición, paraba a ratos y la escupía, le pegaba y la insultaba.

Ya con la verga al tope me volví a sentar sobre su cara y le ordene que me lamiera el culo mientras me masturbaba, yo me movía para hacerle penetrar su lengua en mi culo hasta que ya no pude mas y con un rápido movimiento eyacule en su cara, ella lamía, lloraba y se tragaba lo que lograba caer dentro de su boca, luego me senté sobre su rostro pensando y decidí culminar de la mejor forma, abri la puerta del cuarto en el que estábamos, no había nadie, la lleve en cuatro patitas tomada del pelo arrastrándola hasta el baño y la metí en la bañera, la arrodille dentro de esta y empecé a mearla, le pedía que abriera la boca y la lavaba con mi liquido, cuando termine de hacerlo me limpio la verga con su boca, salí del baño y la deje ahí y yo me recosté para dormir, sentí que al rato regreso y se puso a mi lado.

Así termina una de las tantas noches con Mafer como perra, buena puta, aun la recuerdo.

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