Cita al odontólogo muy especial

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Este es un relato que le sucedió a una amiga del grupo.

Angélica es una chica morena de un metro setenta aproximadamente. Anchas caderas, grandes senos, cabello negro liso unos 15 centímetros caen a su espalda, ojos grandes de color café y una boquita tierna como de hija mimada.

Angélica tenía dolor de muela y le recomendaron un odontólogo muy bueno como profesional y como hombre según Angélica. Un hombre acuerpado trigueño, de cara finita y buen conversador

Angélica entro un poco nerviosa como todo el que va al dentista.

  • Doctor Juan Carlos buen día
  • Hola Angélica en que te puedo ayudar
  • Pues doctor me está doliendo una muela desde hace 2 días
  • Haber déjame ver.
  • Una damita tan linda no debería tener problemas con su dentadura
  • Hay doctor no diga eso. . . Linda yoooo Jajaja
  • Claro que si eres muy hermosa y tienes una linda sonrisa

El doctor coge un espejo dental y mira la pieza dental, curiosamente no tiene asistente, así que debe hacerlo todo. Acerca otros elementos y los coloco sobre el babero qué le ha colocado a Angélica. Revisa bien y le dice.

  • Buen mi hermosa damita hay que hacer un problema en esa muelita. Pero la podemos arreglar le podemos hacer en resina u otros materiales eso depende del presupuesto que traigas

Angélica se incorporó un poco y dijo:

  • ¿y cómo cuánto vale en resina?
  • Haber por tratarse de una linda damita la podemos dejar en 1.000 pesos le parece bien
  • Huy doctor yo no tengo todo ese dinero.
  • Bueno lo puede traer en cuotas.
  • No te preocupes por el dinero.
  • Tú dirás si comenzamos con el tratamiento.
  • Está bien, pero me da plazo.

El doctor uso su fresa hizo el trabajo y al terminar empezó a retirar los elementos del babero. Cuando quedaba solo un elemento acarició uno de los senos de Angélica.

Ella quedó paralizada estaba asustada, pero le gustó y se lo demostró con su mirada. Juan Carlos viendo su aprobación frotó una vez más el seno y vio como Angélica cerraba las piernas, eso era sinónimo que sentía algo de placer pensó. Así que continúo buscando meter su mano para acariciarlo su seno piel a piel. Angélica respiraba rápidamente y su corazón latía como el motor de la fresa, a toda marcha.

Sintió la mano del doctor que se deslizaba por su pecho derecho, sus pezones empezaron a ponerse duros y paraditos. Miraba a Juan Carlos a la cara y Juan Carlos solo con su mano buscaba afanosamente el seno de Angélica. Los senos de Angélica son grandecitos redonditos con una aureola bien marcada y sus pezones oscuritos y proporcionales al resto de su busto.

Ella miro el pantalón del doctor y vio que su paquete se estaba agrandando. Quería cogerlo tocarlo, pero no se atrevía su timidez no le permitía moverse. Solo dejarse hacer todo lo que el doctor quisiera. Se dejaba llevar por el momento, la sensación que le producían esas caricias, hacían que todo su cuerpo se erizara, su conchita reaccionaba palpitando y comenzando a humedecerse. Deseaba que este momento no terminara y que continuara con cosas ricas.

Finalmente, Juan Carlos atrapó completamente la tética de Angélica y no le cabía en la mano, de lo grande que era, lentamente retiro la blusa y corrió el brasier dejando al aire libre esa tética qué empezó a lamer y chupar. Ella solo gemía. Una y otra vez lamia y chupaba esa tética con mucho placer excitándose cada vez que sentía como ese pezón se ponía cada vez más durito. Rodeaba con su lengua ese pezón y lo succionaba con pasión.

Paso un tiempo donde cada uno se iba excitando y Juan Carlos le tomo una mano de Angélica y se la puso en su paquete la apretó contra su verga. Angélica deseaba eso como muchas ganas porque ya la tenía cachonda, giro la mano y lo acaricio suavemente por encima del pantalón. Los dos gemían de placer. Juan Carlos bajo la cremallera y sacó su verga. Angélica la tomo tímidamente mirando la cara del doctor se notaba lo bien que la estaba pasando con esas téticas y sus ojos solo mostraban pasión y deseo carnal. El ambiente solo destilaba sexo por todos lados. Angélica empezó a masajear la verga de arriba abajo masturbándolo despacio un poco nerviosa, pero ya la tenía cachonda, le parecía la más rica verga que podía disfrutar. Así que se animó y la cogió mejor. Quería disfrutar de una verga ya que hacía tiempo no tenía sexo. La quería chupar, pero no se atrevía. Juan Carlos le pregunta ¿quieres besarlo?

  • Si si eso quiero, puedo pregunto tímidamente.
  • Claro que puedes

Angélica se animó y paso su lengua por el glande lentamente. Ese néctar qué salía de su verga a Angélica le supo a gloria y lamia una y otra vez esos jugos. Poco a poco se la fue metiendo en la boca acariciándolo con ternura, lo hacía muy despacio sintiendo cada una de las venas de esa rica verga que tenía en la boca. Sentía los gemidos del doctor cada vez se lo metía todo a la boca, así que incremento la velocidad deseando la leche de esa hermosa verga que estaba disfrutando.

Juan Carlos no podía del placer, bajo el mayon y pudo ver un calzón que cubría parte de la conchita de Angélica, continuo con su labor y acarició sus piernas qué temblaban de miedo o emoción, Angélica no sabía que era, pero era rico y quera disfrutarlo al máximo.

Juan Carlos busco su conchita al pasar sus dedos pudo ver que estaba mojadita, sus labios hinchados y se contraía cada vez que mamaba la verga. Le paso los dedos suavemente y un escalofrío paso por todo el cuerpo de Angélica.

Estaba subiendo al cielo, mamando esa verga y Juan Carlos acariciándole las tetas con una, mano y con la otra frotando su clítoris. Los dos gemían de placer por las caricias mutuas que se hacían. Angélica se lo metía todo a la boca y lo chupaba con mucha fuerza. Juan Carlos no se quedaba atrás y penetraba sus dedos en esa conchita húmeda y palpitante. Juan Carlos le bajo el calzón la giro y le puso su verga frente a su conchita. Angélica respiraba agitada, estiro su mano y dijo métemelo por favor me tienes muy cachonda doctor.

Juan Carlos puso su mano sobre la de ella y empezó a pasarla de arriba a abajo por la conchita, ¿esto es lo que quieres?

  • si si si pero lo quiero adentro métemelo por favor.
  • disfrútalo hay un momento siéntelo en la puerta de tu cosita.
  • sisisisi que ricoooo . . .pero la quiero toda adentro. Por favor metameloooooo

Le retiro la mano y de una sola embestida lo metió todo.

  • huy doctor que rico. Muévalo doctor, hágame rico.

Juan Carlos empezó a meterlo y sacarlo despacio y a medida que sentía lo calientica de su la conchita de Angélica incrementaba la velocidad. Eran dos amantes sacionado sus ganas. Disfrutando del mejor sexo que se podía tener en un consultorio de odontología. Angélica arqueaba su cuerpo sacando su cadera tratando de sentir toda esa verga que entraba y salía golpeando sus huevos contra el culito.

Después de un buen rato Juan Carlos termino dentro de ella, los dos jadeaban y sudaban copiosamente, el doctor se inclinó un poco sobre ella besándole las tetas. Uuufffff que rica conchita tienes Angélica.

  • huy doctor me hizo sentir muy rico, que cosa tan rica, hacía rato no sentía esto tan rico.

Se quedaron así un momento hasta que la verga se volvió flácida y se salió.

Juan Carlos tomo unas servilletas le dio unas a Angélica y el tomo otras para limpiarse.

Se vistieron. Se dieron un beso largo y apasionado. Juan Carlos le dio una nalgada y le dijo la semana entrante vuelves para mirar cómo va la muela. Los dos se rieron burlonamente.

Angélica no podía creer que ese odontólogo que vio en la mañana y que casi se orina al verlo, se lo había comido en su propio consultorio. Fue un momento maravilloso.

  • Y ¿cuándo vuelvo doctor?
  • déjame ver la agenda.. . . . te parece el próximo lunes.

Angélica con mirada coqueta le pregunta y ¿cómo a qué horas doc?

Juan Carlos la miro y pensó que tal si no es acá y le pregunta. ¿Tienes tiempo después de las 5 el lunes?

  • uummm si tengo tiempo. Pero ¿a esa hora atiende acá en el consultorio?
  • pues si estaba pensando si ¿podríamos ir a un motel?
  • Si podría ser. Entonces nos vemos el lunes a las 5 ¿acá o dónde?
  • acá y salimos de acá a tomar algo y después al motel si te parece.
  • si me parece. Adiós doctor.

Si les gusto el relato es posible que les cuente nuestro encuentro en el motel

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Carlosrelatos
Carlosrelatos

Soy colombiano y escribo relatos de historias que mis sequidores me cuentan, todos son reales yo solo redacto lo que me cuentan... Si tienes una historia que contar escríbeme por messenger.
Carlos Huertas

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