El dulce culito de mi hija de 18 años
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Mi hija Sofia es una mujer que a sus 18 años es muy sensual, nunca pensé que mi hija me excitara tanto…
Es de estatura promedio, cabello castaño casi rubio, piel blanca, tetas grandes pero no demasiado y un culo grande, firme y redondo, todo esto lo note un día de visita a un parque acuático, su bikini era de su talla pero su cuerpo voluptuoso se marcaba y robaba las miradas de cualquier hombre en el lugar, incluso yo.
Para su cumpleaños 19 la dejamos mi esposa y yo ir de antro con sus amigas, mi esposa para su edad esta bien pero últimamente cuando tenemos sexo pienso que me estoy cogiendo a Sofia, disfrutando de su cuerpo joven aunque en realidad este con mi esposa.
Al rededor de las 3 de la mañana escuche que mi hija llegaba a la casa, me levante de mi cama con cuidado para no despertar a mi esposa y vi por la ventana como ella entraba a la casa cayéndose de lo tomada que estaba, se veía muy hermosa, traía puesto un corset negro que con su piel blanca resaltaban sus pechos como faros, un pantalón de mezclilla entallado y botas casi hasta la rodilla.
Al bajar las escaleras vi que ella estaba noqueada por el alcohol, no se por que pero en lugar de llevarla a su cuarto, la acosté boca abajo en el sillón y contemple su hermoso cuerpo, su espalda y su hermoso culito, casi inconscientemente mis manos fueron directo a sus nalgas, eran tan duras y grandes, la empece a nalguear, no aguante y saque mi miembro de mi pijama, y empece a masturbarme con la hermosa vista de mi hija, desabroche su pantalón y lo baje hasta sus rodillas dejando su culo al aire, su piel tan suave pero su culo tan duro y firme, lo lamí por un rato, sus nalgas sabían tan bien y no pude evitar morderlas un poco, mi hija casi no respondía ya que estaba muy tomada, solo hacia ruidos como quejándose pero no me importaba, puse mi cara entre sus nalgas y las frotaba, hasta lamí su ano un rato, no sabia nada mal, y al hacerlo mi Sofia empezaba a gemir de placer.
Después de un rato de lamer y darle placer a mi hija con su hermoso culo, la voltee y le saque su corset, sus blancos senos salieron dejándome deslumbrado, sus pezones rosas eran hermosos y sus senos eran mejores que los de mi esposa a su edad, como niño pequeño empece a chupar sus pechos, mi lengua no dejaba de lamer sus tetas, ella gemía pero seguía estando desmayada, las apretaba y las juntaba, no dejaba de maltratar sus delicados pechos, puse mi verga entre sus tetas y con mucha fuerza me las cogía, no me importaba nada, solo satisfacer mi deseo con el hermoso cuerpo de mi hija, no resistí y explote entre las tetas de mi hija, bañando su cara y sus tetas con mi semen, nunca había sacado tanto semen en mi vida, abrí un poco la boca de mi hija y con mis dedos recogía el semen y se lo daba a tragar, después metí mi verga a su boca hasta que quedo limpia y dura otra vez.
Le quite el resto de su ropa y la incline en el sillón, dándome una hermosa imagen de su culito, saque mi celular y le tome varias fotos al cuerpo de mi hija para después, puse mi verga entre sus nalgas y la frote por un buen rato, era algo que quería hacer desde hace mucho, sin darme cuenta mi verga entro a su coño, al sentirlo, tan apretado y húmedo me volví loco y la folle muy duro, rasguñaba su espalda, apretaba con mucha fuerza sus nalgas y sus tetas, era un animal desesperado, mi hija en su estado gemía sin parar, tome su tanga y se la metí en la boca, al sentir que me corría subí la velocidad y escuchaba como sus nalgas golpeaban y brincaban, metí dos dedos en su ano, metiendolos y sacándolos muy rápido hasta que me corrí dentro de mi hija, caí en su espalda, los dos cubiertos de sudor, ella seguía noqueada, solo balbuceaba, sentir su piel me volvía loco, me recupere bastante rápido y mi verga se puso dura de nuevo, abrí sus nalgas y con mis pulgares abrí lo mas que pude su ano, de un golpe le metí la verga.
Ella al sentirlo gimió, sentir sus nalgas apretar mi verga era muy placentero, su ano palpitaba y apretaba a la perfección, era algo celestial, duro pero lentamente follaba el culo de mi Sofia, ella se quejaba entre balbuceos pero no me importaba, con mi celular grabe como se la daba por el culo a mi niña, estuve así unos 33 minutos según la cámara pero era una eternidad de placer para mi, volví a correrme abundantemente en las entrañas de mi hija, apreté uno de sus senos con mucha fuerza, volví a caer en su espalda totalmente zaceado, gire su rostro un poco y la bese por 10 minutos, la subí a su cuarto y me fui a dormir.