Mi amiga la militar es una zorra en la cama

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Todo empezó un sábado por la noche, yo había pasado todo el día en la playa con mi familia y había llegado extremamente cansado a mi casa, sorpresa para mí que al llegar, suena el teléfono, era una amiga mía desde hacia ya varios años, vivía en otro estado del país pero se había mudado a mi ciudad a estudiar ciencias militares. Ella y yo no nos veíamos muy seguido por lo cual me extrañó su llamada, ella me dijo que acababa de salir esa noche del cuartel pues tenia un día libre y que no tenia donde quedarse, entonces me preguntó que si la podía alojar en mi casa, yo con gusto accedí, le dí mi dirección y ella llegó al rato.

Mi impresión al verla fue de rareza por que estaba uniformada y con el cabello muy corto, ella es una morena clara, no muy alta, no tiene una cara de fotografía pero tampoco esta nada fea, hasta donde yo la había visto antes (ya que tenia demasiado tiempo sin verla) tampoco tenia un cuerpo muy escultural.

Ella llega a mi casa y yo muy cansado la llevo hasta la habitación donde va a pasar la noche, le llevé una toalla por si quería darse un baño y también le llevé una cobija para que no pasara frió, en ese momento empezamos a platicar sobre sus cosas en el cuartel y todo lo rutinario y estrictas que eran esas cosas, ella se quitó la camisa frente a mí, yo estaba sorprendido, pero como era de esperarse tenia otra camisa debajo, con la camisa que tenia debajo pude notar que tenia unas tetas muy lindas, pequeñas pero redonditas, además de que al parecer tenia un poco de frió, ya que tenia los pezones muy paraditos.

Lo mismo hizo con la falda, se la quitó delante de mí y debajo de eso tenia una lycra negra que le quedaba espectacularmente ajustada a su silueta, cual es mi sorpresa cuando veo que tiene unas piernas hermosas, definidas muy femeninas y a simple vista se veían consistentes, además de un culo hermoso, ya que tenia las nalgas redonditas y paraditas, a veces hasta dejaba de tomarle atención a lo que hablábamos ya que estaba mirándola. Parecía que todo aquel ejercicio de la milicia le había desarrollado y perfeccionado el cuerpo. Un momento después de eso y mientras conversábamos ella enciende la tele y pues se arropa y se acuesta, al verla acostada le dije:

– Bueno mami ya me voy, has de estar cansada.

– No chico para nada, no tengo sueño aun.

Le pregunté:

– ¿Quieres que me quede un rato mas hablando contigo?

Ella me dijo:

– Si por favor, es que no tengo ni un poco de sueño.

Ella no tenia sueño pero yo estaba rendido después de un largo día de playa, pero me quedé allí hablando con ella un rato más. Yo le dije que tenia muchísimo frió y ella me dijo que me acostara con ella y me arropara para que se me pasara el frió, como ella es muy bromista igual que yo, pues me sonreí y le dije gracias nena. En la habitación donde estábamos, hay dos camas individuales, ella estaba en una y yo en la otra por supuesto, al pasar un poco mas de rato y entre conversaciones cualquiera, me vuelvo a quejar:

– Oye pero que frió esta haciendo.

Ella dijo:

– Yo te dije que te acostaras aquí conmigo pero tu no quisiste.

Como yo todavía no sabia si me hablaba en serio o en broma le dije:

– Bueno, tu eres la que esta calientita, ¿por qué no vienes y me das calor?

Ella sonrió y se pasó de su cama a la mía, sorpresa para mí, se arropa ella y me arropa a mí, entonces me abraza y acuesta su cabeza sobre mi pecho, y con una mano empieza a acariciarme el pecho, me preguntó si yo tenia cosquillas a lo que le respondí que sí, pero que solo las tenia en algunos lugares muy escondidos, ella se sonrió con cierta malicia pero nada pasó de allí por el momento, entonces le pregunté lo habitual:

– Y tu mami? tienes cosquillas…

A lo que ella respondió:

– Casi en todo el cuerpo

Cuando me dijo eso no esperé mas y empecé a acariciarle la espalda suavemente de arriba abajo, me dijo que sentía escalofríos, entonces seguí y la toqué un poquito las nalgas, estaban súper duritas, divinas y redonditas, me dí cuenta que no puso resistencia y le besé el cuello mientras con mi mano le apreté duro una nalguita, después de eso nos envolvimos en un largo beso, y puso su mano sobre mi verga y al darse cuenta de que estaba dura, me la apretó. No quise mediar palabras, le quité la camisa y empecé a comerme sus tetas duras y divinas, las lamía una y otra vez, ella lo estaba disfrutando mucho por que suspiraba muy fuerte, a la vez que le comía las tetas empecé a tocarle la cuquita por encima de la lycra, a lo que me dijo:

– Estoy muy húmeda y caliente.

– Tranquila mami que ya te voy hacer vibrar…

Me quité el pantalón y solo me quedé en boxers y le dije:

– Bueno mami este huevo espera por ti, mamamelo un ratito si?.

Ella metió su mano por dentro de mi boxer, me apretó el huevo y se lo llevó a la boca, empezó a mamarme la cabeza y luego quiso meterselo todo pero no pudo, se ahogó un poco y empezó a lamérmelo… uff se veía divino como su lengua pasaba bien mojada por todo mi huevo mientras me miraba a los ojos, ya cansada de tanto chupeteo con mi palo empezó a chuparme las bolas, una sensación divina, y la cosa se puso mejor cuando me las escupía de forma agresiva, eso me volvía loco.

También escupió mi verga y con sus manos me regaba su saliva por todo mi huevo, ya no aguanté mas y le quité la lycra y la pantaleta que llevaba, la acosté boca arriba, subí sus piernas y quedaba esa cuca divina frente a mi, la toqué con mis dedos y estaba muy mojada, entonces decidí darle una chupadita, metí mi lengua lo mas profundo que pude dentro de su vagina, ella gemía del placer y me agarraba por el cabello, le chupé el clítoris y un pequeño grito se le escapó, me dijo que no parara por que ya estaba por acabar, al verla tan excitara metí dos dedos en su coño mientras le lamía el clítoris, a lo que me respondió con un divino torrente de flujo vaginal.

Me levanté, puse sus piernas sobre mis hombros y se lo metí poco a poco… estaba apretadita, parecía que tenia muchísimo tiempo sin hacerlo (no me extraña, estando en el cuartel quizás pasa mucha hambre la pobre). Luego de bastante rato de movimiento opté por cambiarla de posición, la puse en 4, ella abrió muchísimo las piernas y se le veía su apretado culito, el cual no quise desaprovechar y empecé a lamérselo en forma de espiral, luego se lo escupí un poco y le coloqué mi huevo en la entrada de su culito… cuando escucho que me dice:

– No chico por allí no, nunca lo he hecho por atras, no me gusta.

Yo le respondí:

– No te gustaba pero te va a gustar.

Ella accedió y nuevamente se lo coloqué en la entradita del culo y empecé a empujárselo muy despacio, ella apretaba las sabanas, se veía adolorida, yo con la excitación que tenia no quise parar y le metí toda mi verga, una vez que ya la tenia toda adentro y que había empezado a moverme empezó a gemir un poquito, su culito estaba súper apretadito y su cuquita estaba humedisima nuevamente, se me olvidó que era primeriza por el culo y empecé a darle duro, ella entre gozo y dolor gemía como loca. Se lo saqué y me pude dar cuenta lo inmenso que le había dejado el culito, abrí sus nalgas (al estilo porno) y le escupí el culo, la saliva cayó justo en su oyo, una delicia de mujer aquella, no se oponía a nada. No quise dejar de sentir lo apretado de su culo y se lo volví a meter, ella me gritaba:

– Sigue así nené, cojeme el culo, hazme acabar.

Yo incentivado por todo esto seguí dándole duro, mis bolas sonaban cuando chocaban contra ella, cuando me dijo:

– Voy acabar otra vez papi así que tu también acaba, acábame en el culo, quiero sentir tu leche caliente dentro de mí.

No me pude contener y así lo hice, dejé toda mi leche dentro de su culo y ella gemía felizmente complacida y yo también, después de eso ella me dijo:

– Se siente tan divino, no se como pude decir que no me gustaba!.

En eso se levantó de la cama y me dijo que sentía un cosquilleo en su culo, cual es mi sorpresa al ver que toda mi leche estaba saliendo de su culo y corriéndole entre las piernas, eso me dejó atónito de la excitación, pero yo estaba mas cansado de lo que había llegado, le dí un beso de buenas noches y me fui a mi habitación, ella entró a la ducha y se bañó.

Luego al día siguiente ella volvió a su cuartel y desde entonces siempre me llama por teléfono cada vez que tiene un día libre.

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