Mi esposa no gusta vestir provocativamente
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Mi esposa Jessica y yo tenemos 5 años de casados aunque nos conocemos desde hace 15 y novios desde hace 10 años, ella fue educada a la antigua, si bien no fui su primer novio si fui la primera persona con la que tuvo sexo, muy recatada, poco abierta a experiencias nuevas, no es exhibicionista, no gusta vestir provocativamente, tan solo después de insistirle usa minifaldas, ni que pensar en proponerle un trío o algún intercambio.
Dejen les describo como es ella, no es modelo de revista ni nada por el estilo pero tiene una bonita figura, unas caderas anchas que resaltan si cintura, unas nalgas generosas, senos medianos, pero lo que más me gusta de ella es su hermoso par de piernas, torneadas, firmes, con medias o sin medias siempre se ve muy bien y si usa tacón alto con alguna minifalda se convierten en una exquisitez a la vista y ni que decir al tacto, por eso siempre mi insistencia de que usara este tipo de prendas.
En la intimidad ella parecía cambiar un poco su forma de ser, le encanta el juego erótico previo a la penetración, las caricias, muchas caricias, una vez que ella esta excitada le gusta dejarse hacer de todo y de todas las formas imaginables. Algunas veces la pude convencer de que le sacara fotografías con ropa sexy y atrevida, algunas desnuda, lo cual me encendía y terminábamos en tremendas sesiones de sexo al terminarla de fotografiar, creo que con esto se le fueron quitando algunas telarañas de la cabeza.
Siempre me ha dado curiosidad el porque gusta que le meta un dedo de la mano en la boca cuando ella esta encima de mi y yo acostado en la cama, no sé si por esta razón comencé a pensar en incluir a alguien mas o fue por otra causa, pero eso es lo de menos, ésta es la posición que le encanta, alcanza unos orgasmos tremendos y muy rápido, pero su preferida es cuando estoy sentado en la orilla de la cama o de una silla y ella se sube rodeándome con sus hermosas piernas quedando sus pies atrás de mi con sus caderas casi al aire, se balancea unos cuantos instantes y llega a un orgasmo rapidísimo, yo meto mis manos debajo de sus piernas agarrándole sus nalguitas y empujándola hacia mi, mientras la beso en la boca o en el cuello cosa que también la enciende, siento como llego al tope de su vagina y sus huesos chocar contra los míos.
Pero en mi mente desde hacia algún tiempo estaba la idea de ver a mi esposa tener sexo con otro hombre, verla ser penetrada, verla moverse para tener un orgasmo con otro me parecía sumamente excitante, un día le comente mis ideas y ya se imaginaran lo que me dijo: que si no la amaba, que si no me gustaba su cuerpo, que si no me satisfacía en el sexo y cosas por el estilo, jugamos algunas veces que yo era otro hombre y lo hacía con este “extraño”, pero no es lo mismo.
Le seguí comentando mis ideas y un día después de platicarlo mucho acepto pero dijo que solo para complacerme a mi, que si por ella fuera no lo haría con nadie nunca mas que conmigo, pusimos unos anuncios en las paginas de contactos junto con algunas de sus fotografías y lo que buscábamos, contestaron muchos, algunos mandaban fotografías proctológicas de muy mal gusto para mi esposa y para mi, esas fueron eliminadas de inmediato, dejamos los que nos mandaban fotografía con cara y vestidos, por fin escogimos a un prospecto le dijimos que iríamos a comer, terminada la comida que por favor se fuera para poder platicar juntos y si le agradaba a mi esposa la próxima cita sería en un hotel.
Llego el día de la cita, yo fui quien escogió la ropa de ese día, una falda larga con una gran abertura en el frente, de esas que cuando dan el paso se abre y dejan ver las piernas y cuando se sientan se abren completamente dejándolas ver casi completamente, sin medias y tacones altos, con una blusa que dejaba al descubierto los hombros, cuando termino de vestirse se veía preciosa, en ese momento me dio envidia, celos, coraje, excitación, todo al mismo tiempo, me dieron ganas de quedarme y cogerla ahí mismo, pero no me atreví, quizá después no volvería a aceptar ir a otra cita.
Llegamos, nos sentamos y al poco rato llego nuestro invitado, nos sentamos estábamos en una de esas mesas donde el asiento es redondo, por supuesto mi esposa estaba en medio de los dos, a mi esposa se le veían las piernas perfectamente y nuestro invitado no podía dejar de verlas, resulto ser muy agradable el amigo, se veía limpio, de confianza, buena charla, igual que nosotros era la primera vez que intentaba algo así, al terminar la comida e irse le pregunte lo que le parecía y me dijo que no le había agradado físicamente, ni modo.
Contestamos otro de los correos y de nuevo hicimos una cita con el prospecto, le dijimos las condiciones aceptándolas, pero esta vez iríamos a cenar a un lugar donde también se puede bailar, de nuevo escogí la ropa de esa, una minifalda amplia, liguero con medias hasta las piernas, una tanguita, y por supuesto tacones altos, una blusa muy delgada. Llegamos y ya nos esperaban en una mesa apartada mas bien en un rincón apartado, un poco oculto a las miradas, cenamos, platicamos, en determinado momento salí a bailar con mi esposa y le pregunte sobre el chico, me contesto que le había agradado en todos los aspectos, que quizá con el si podría hacerlo, regresamos a la mesa y ahora les toco bailar a ellos, se alejaron de mi vista pero yo no permitiría perderme de lo que había querido ver hace tanto tiempo, primero música moderna y después lenta donde pude verla bailar muy cómodamente con él, el la abrazaba, la tenía pegada a su cuerpo, su mano estaba casi sobre las nalgas de mi mujer, ella lo abrazaba con las dos manos sobre su cuello y se dejaba hacer, el le besaba su cuello, fueron acercando sus bocas hasta darse un beso, no se si fue largo pero a mi me lo pareció muy largo, pude ver como ella le respondía a todos sus intentos, el bajaba la mano para poderle acariciar sus nalgas discretamente, regresaron y ella tenía una sonrisa dibujada en la cara, bailaron varias veces siendo cada vez mas atrevidas las caricias de ambos y yo desde lejos viéndolos.
Una vez que llegaron se sentaron y el puso su mano en una de sus piernas de mi esposa, ella no supo que hacer, volteo a verme para ver que cara ponía, no era lo mismo hacerlo a “escondidas” que frente a mi no?, yo puse mi mano sobre la de el y comencé a guiarla sobre esa hermosa pierna, el entendió enseguida, quite mi mano y el continuo solo recorriéndolas, la abrazó por el cuello, mi esposa volteo y se encontró con un la boca de nuestro amigo, le acariciaba las piernas, vi perder su mano entre la falda de mi esposa y ella dio un respingo, pero no dejo de besarlo, yo le acariciaba la espalda y le decía al oído que me encantaba verla así, que la amaba y deseaba, el intercambiaba sus caricias por todo el cuerpo de mi esposa, ella también lo acariciaba solamente que sobre el pantalón, que ya parecía casa de campaña.
En determinado momento mi esposa la vi excitada como nunca, volteo a ver a todos lados y comprobó que estábamos en un lugar apartado siendo muy pocas las personas que podrían vernos o más bien verlos a ellos, volvieron a plantarse un gran beso pero esta vez mi esposa abrió el cierre del pantalón del chico hizo a un lado su prenda interior y lo saco, ella lo tomó inmediatamente con una mano y la otra se perdió en sus bolas, no lo podía creer, mi esposa estaba agarrando una verga que no era la que conocía pero lo importante era que ella lo había hecho por si misma, por su iniciativa, era mas o menos del tamaño de la mía pero mas gruesa, comenzó a masturbarlo, sus manos iban de arriba para abajo, volteaba a verme mordiéndose el labio inferior, pero sin dejar de mover su mano de arriba para abajo, le di un beso y le dije que la amaba, volvió a voltear y bajo la vista para verlo con mas detalle, mientras el chico seguía con las caricias sobre ella, podía imaginar que por lo menos un dedo lo tenía dentro de la vagina de mi esposa también masturbándola, lo sabía porque movía sus caderas con cada caricia de el.
Mi esposa volvió a voltear alrededor, me volteo a ver de nuevo preguntándome si me gustaba lo que veía, yo le dije que si me encantaba verla así con otro, pero que faltaba que ella llegara a tener un orgasmo se mordió de nuevo el labio inferior no dijo nada y se volteo de nuevo a ver a todos lados, vio al chico lo hizo para atrás y se agacho entre sus piernas, ¡era increíble!, se la estaba chupando, el chico vio a todos lados y cerro los ojos, veía como la cabeza de mi esposa subía y bajaba sobre esa verga gorda que no se hacía desear, él posó su mano sobre la cabeza de mi mujer indicándole el ritmo a seguir, después ella continuo el movimiento como buena alumna, se levanto mi esposa volteándome a ver diciéndome: Sabes? esta deliciosa, le quiero sacar todo su jugo aquí puedo?, le conteste: mi amor esta es tu noche mi mejor regalo es saber que estas contenta con intentar cosas nuevas, se vio al chico a los ojos y le dijo, quiero me des tu néctar, quiero sentir como te vienes en este lugar, quieres?, el tan solo alcanzo a mover un poco la cabeza, mi mujer metió de nuevo esa verga en su boca, moviéndose con mayor rapidez e intensidad, para mi sorpresa no venia ningún mesero, no se porque, pasados unos minutos vi que el chico tensaba su cuerpo, sabía que tendría un orgasmo, ella puso su boca en su glande y con una mano lo masturbaba, eso hace conmigo, cuando el chico comenzó a echar chorros de semen, se levanto y lo beso en la boca profundamente, mientras terminaba de exprimirlo con la mano aun poco después de haber terminado el chico, se volteo conmigo y me enseño su mano llena de semen, el olor característico me excito, le dije que la amaba y que fue muy excitante verla así, se limpió la mano, limpiándolo después a el, me pregunto: que te pareció, yo tan solo pude sonreír, dentro de mi estaba que explotaba, le pregunto a nuestro amigo: te gusto, él le dio un nuevo beso de agradecimiento y le dijo que fue lo más excitante que le habían hecho en su vida, que siempre la recordaría.
Termino la velada y el chico se fue como acordamos, nos fuimos a casa, llegamos e inmediatamente nos desvestimos desesperadamente para terminar ahora juntos lo que habíamos comenzado, me senté en el sillón, ella se sentó sobre de mí y comenzamos un movimiento frenético, casi enseguida que se la metí llego a un orgasmo gigantesco, gritaba como loca, nunca lo había hecho antes, y muy poco después termine yo dentro de ella igualmente entre gritos.
Ya mas calmados platicamos sobre lo sucedido y dijo que si le gustaría que se la cogiera el chico de esa noche, que creía podría sentir un orgasmo con un extraño, ahora ya no tan extraño. Quedamos de vernos quince días después en un hotel, pero el chico por motivos de trabajo cambio de residencia y le fue imposible terminar mi fantasía, poco después dejo de escribirnos y perdimos contacto.
Yo estaba contento por lo que había pasado y desesperado porque quería ver a mi esposa terminar en un gran orgasmo con otro, lo de esa noche tan solo exacerbo a mi mente, decidí que fuéramos a un club para parejas liberales, para variar yo la vestí, un conjunto de minifalda y saco, tacones medianos, sin medias, llegamos bailamos, tomamos una copas, vimos el espectáculo de sexo en vivo, decidimos ir al cuarto oscuro, nunca había estado en uno, pero las manos van y vienen por todos lados, no sabes de quien es que mano, una pareja nos jalo a uno rincón mas o menos iluminado y pude ver como el tipo la acariciaba, le subió la falda hasta la cintura, le abrió la blusa y comenzó a besarla por todos lados, sus senos, su cuello, sus hombros, su espalda, sus manos la recorrían por completo, vi su mano perderse entre las piernas de mi mujer, ella mientras tanto también lo desnudo de la cintura para abajo, saco su miembro y comenzó a masturbarlo primero lentamente y después conforme se calentaban mas los ánimos más rápido, yo mientras tanto acariciaba a la chica de turno pero no podía dejar de verlos y le dije que me disculpara que había venido a ver a mi esposa coger con otro, ella me dijo que estaba bien, poniéndose a mi lado para observar, pasaron algunos minutos y pude ver como mi esposa sentaba al tipo en una especie de banca que había en el lugar, ella estaba a punto de sentarse sobre de el cuándo el tipo tiene una eyaculación tremenda ¡No!, no podía ser verdad, cuanto más cerca estuve de ver lo que quería, ella vino hacia mí y me dijo: bajemos.
Vimos el segundo espectáculo de la noche tomamos un poco mas y decidimos subir de nuevo, esta vez eran muy pocas parejas tan solo dos o tres, ninguna nos agrado por lo que nos acomodamos en un sillón, nos besamos muy sensualmente, le subí la falda hasta la cintura me recosté y ella se sentó sobre mí, comenzó con movimientos suaves, lentos, pausados, disfrutábamos como nunca ya que siempre habíamos estado solos cuando teníamos sexo y esta vez algunas parejas estaban viéndonos hacerlo, tanto ella como yo nos excito sobremanera, a los pocos minutos sus movimientos eran desesperados, quería sentir su orgasmo ya en ese momento, dejo escapar un rico y delicioso aaaaahhhhh!, nos paramos la voltee la hice recargara sus manos en el sillón y la penetre, con un solo empujón entro fácilmente, me comencé a embestirla como loco mi necesidad de tener un orgasmo fue mayor a cualquier otra cosa, la llene por completo la vagina de semen, nos besamos, nos arreglamos bajamos y nos fuimos.
No lo podía creer, tantos intentos y no culminaba en lo que quería, ella estaba a punto de desistir, por lo que le propuse un último intento.
Esta vez conocimos a una pareja por un chat, no era propiamente lo que quería pero era mi última oportunidad, para no variar yo le escogí la ropa, un vestido súper entallado de esos como elásticos de tirantes que apenas le cubría sus nalgas, marcaba su hermosa cadera y como estallaban sus caderas anchas, botas muy altas que le llegaban poco debajo de las rodillas, un saco largo que le llegaba hasta las pantorrillas, nos quedamos de ver en un restaurante llegamos cenamos y después a la disco, bailamos cada cual con la pareja del otro, de nuevo la chica no era mi interés, mi fantasía era lo mas importante, los veía bailar muy pegados, ella se entregaba a las caricias de el, cada vez fueron mas atrevidas las de ella y él, platicamos un rato y decidimos irnos a un hotel.
Nos pusimos a jugar botella, claro los castigos eran de quitarse la ropa, al poco rato todos desnudos ya no teníamos que quitarnos, así que el último castigo era para mi esposa y a mí me tocaba poner el castigo, no podía perder la oportunidad de mi vida, le dije acarícialo sensualmente, llévalo a la cama, acuéstalo y súbete en el cómo a ti te gusta, se me quedó viendo, volteo a verlo y se le abalanzo, le dio tremendo beso, podía ver sus lenguas ir y venir en sus bocas, el ni tardo ni perezoso le acariciaba su cuerpo, se levanto del piso donde jugábamos, el aún sentado, y le dijo: ve mi cuerpo, acariciándose ella misma desde su pecho hasta sus nalgas, te gusta? el contesto que no solo le gustaba que le encantaba, se volteo y le dio la espalda, se agarro de nuevo las nalgas separándolas y le dijo tienen ganas de sentirte aquí, dentro, el estiro las manos y la atrajo hacia donde estaba el sentado y metió su boca entre sus nalgas. Ella se dejaba hacer, empezó a gemir de placer, después la volteó y de nuevo su cara se predio entre sus piernas y sus manos se pegaron a sus senos, ella ya jadeaba de la excitación, el la sentó en la orilla de la cama le abrió las piernas y continuo lamiéndole todo lo que podía, mi esposa comenzó a gritar acuéstate, acuéstate por favor, por favor, mientras con su mano lo hacía meter mas su cara entre sus piernas.
Después de un rato se apiado de ella y se acostó, con el miembro apuntando hacia arriba, hacia la gloria de tener a mi esposa sobre el, ella se acerco le dio un gran beso mientras lo masturbaba, de arriba para abajo, despacio, pausadamente, bajaba la vista para ver lo que seria suyo lo que estaría dentro de ella, lo que llenaría en un momento sus entrañas, lo que la partiría en dos en unos momentos, me volteo a ver, yo estaba expectante, por fin, pensaba para mis adentros, se mordió el labio inferior, le dije que la amaba, se volteo se subió a la cama sensualmente viendo al chico a los ojos, acomodo sus hermosas piernas a cada lado de la cadera de su amante, se agacho y no se que le dijo muy bajito en el oído, le dio un beso, se incorporo mi esposa agarrando su pene y lo fue dirigiendo hacia la entrada de su vagina, poco a poco veía como desaparecía ese miembro en el interior de ella, fue algo increíble. Pasaron unos instantes y no se movía, supongo para acostumbrarse al recién llegado, yo estaba que reventaba de sentimientos encontrados y reventaba también por dentro por querer tener un orgasmo en ese mismo momento, pasaron tantas cosas en mi mente que todas se hacían pelotas, estaba viendo al segundo hombre entre las piernas de mi mujer, pasada la primer impresión mi esposa comenzó a moverse muy lentamente, el chico le acariciaba los senos, su espalda, sus piernas le decía que era muy rico estar dentro de ella, que era hermosa y que estaba disfrutando como loco, a ella le excito comenzando a moverse cada vez más rápido, cerro los ojos, apoyo sus manos sobre el pecho de su amante, sus nalgas y caderas rebotaban o se deslizaban sobre ese nuevo miembro dejando ver como entraba y salía de ella, se reclino sobre él dándole un gran beso, y ahora él era el que levantaba y bajaba su cadera para penetrarla, podía ver como sus nalgas se movían al compás que le estaba imponiendo su amante, ella jadeaba como loca, no entendía como era posible que aún no tuviera un orgasmo, pero lo atribuí a que estaba un poco tensa por ser su “segunda vez”, pasaron unos minutos en los que no podía dejar de verlos.
Pasaron muchos minutos así, ella sobre él, pero el amante de mi esposa la separó, la acostó, la abrió de piernas y se metió entre ellas, él comenzó con un mete y saca interminable, de forma desesperada, pude ver las hermosas piernas de mi esposa en los hombros de su amante, fue increíble verla así, pero no aguanto mucho la posición y las bajo un poco y quedaron al aire moviéndose al ritmo que le marcaban, paso un buen rato para deleite mío, hasta que me di cuenta que mi amante estaba a punto de llegar a un orgasmo, ella trepada en mi, voltee a vela para ayudarla a sentir mas rápido, cuando termino nos separamos y cuando volví a ver a mi esposa ya estaban separados, me dijo que se quería ir, no pregunte nada, nos vestimos y nos fuimos inmediatamente.
Solos en el coche le pregunte que es lo que había pasado, ella me contó que todo había estado bien que se sintió muy sexy sensual como nunca, pero que el tipo se quería quitar el condón y quería penetrarla así, ella se asusto mucho, se separaron y fue cuando me dijo que nos fuéramos. Le he propuesto intentarlo de nuevo, pero ahora tiene un argumento mas para decir que no, además de que en parte tiene razón, desde ese día le tiene pánico a intentar algo con terceras personas, que tal si pasa lo mismo y nos contagia de algo o la embaraza, ya que yo soy el que me opere para no tener hijos.
Como verán cumplí parte de mi sueño que era verla coger con otro, pero esta a medias porque lo poco que falto es lo más importante para mí, que tenga uno o varios orgasmos con otro.
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