El diario erótico de Marta la cachonda
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Un trío de broma acabó en una excitante sesión de sobeteos y lametones, casi se folla a mi amiga… No se si os acordáis que le quería hacer una sorpresa a Carlitos en el piso de su tía, después del striptease que me hizo el otro día. Pues dándole vueltas y comentándolo con mi amiga Alba llegamos a la conclusión de que le tenía que hacer lo que más le gustara. Como lo que más le gusta es el sexo duro y a saco y eso se lo doy siempre que estamos juntos, pensamos en lo que más le gustaría a un hombre. En general, el concepto que teníamos Alba y yo era que a los hombres les molaría participar en un trío siempre y cuando este esté compuesto por él mismo y dos mujeres.
Con esa idea en la cabeza no paramos de pensar posibilidades. Era todo bastante difícil. Cuando me quería quitar de la mente la idea de fingir un trío para Carlitos, Alba va y me dice: “Yo misma podría ser la tercera”. Me quedé un poco parada, le pedí que me explicara lo que quería decir. Ella lo tenía claro. Como ella y Carlitos aun no se conocían, lo que me dijo era que le podíamos vendar los ojos y que con sus manos desnudara a una de las dos, es decir, a Alba. Mientras la otra, o sea yo, le iba desabrochando el pantalón y le iba haciendo una buena mamada.
Me parecía increíble que Alba me propusiera eso. Que Carlitos tocara a alguien que no fuera yo y por ello se pusiera más cachondo en parte no me importaba mucho, la broma era para eso. En primer lugar ella se iba a dejar tocar y desnudar por mi chico delante de mí. Luego iba a ver como yo se la comía. ¿Y después que? Su respuesta fue que después de un ratillo, ella desaparecía y nos dejaba a nosotros solos ya bien excitados. Me parecía un poco atrevido, más que nada porque se trataba de mi amiga. Pero era cierto que al no conocerse ellos daba menos corte.
Yo sé que mi amiga es bastante lanzada y me hacía el favor bien a gusto, además ella sabía que me hacía mucha ilusión hacerle una así a Carlitos. Si salía bien podía ser muy chulo, sobre todo por el polvo que echaríamos después.
Planeamos todo bien para que no fallara nada. Cuando nosotros llegáramos ella ya tenía que estar lista, conseguí despistar a Carlitos diciéndole que iba a por tabaco y así me subí con ella. La ropa de Alba era muy escasa y muy sexy. Senté a Carlitos en una silla y le vendé los ojos. Entonces apareció ella, se puso a moverse delante de él rozándole. Carlitos le decía que le dejara tocarla, claro, pensando que era yo. Sabiendo lo que hacía se sentó encima de él dándole la espalda. Su primera reacción fue ponerle las manos en las tetas, ella no llevaba sujetador, así que pronto le puso los pezones duritos.
Carlitos no notó que Alba tiene las tetas más grandes que yo. Una mano fue directa al coño de mi amiga, empezó a acariciarle. Ella me miraba sin decir nada, no quería fastidiarme el plan. Intentó levantarse pero él no la dejó y continuó a su marcha. Sin pensármelo le puse mis tetas en su cara. Se dio un susto cojones, ya sabía que no éramos solo dos, había una tercera persona y era chica. Le dije que siguiera, que no pasaba nada. Alba se levantó y empecé a quitarle el pantalón, me metí su polla en la boca y empecé a darle una mamada. Él seguía agarrado a las tetas de Alba, también le seguí acariciando por debajo, cada vez más fuerte. Estaba muy cachondo, Alba creo que también, porque en un momento que me descuidé ella se puso a chupársela a saco.
Carlitos notó la diferencia pero no dijo nada, solo que siguiéramos. Nos pusimos las dos a lamerle, hasta que cogió a Alba, supongo que sin saber si era ella o yo, y le dijo que subiera encima de él. Ella no lo hacía, él insistía y a la fuerza casi se le puso encima. Cuando su pene ya apuntaba le dije que eso era cosa mía. Él se quitó la venda y vio como estábamos Alba y yo en pelota picada y muy excitadas. Me cogió, me empezó a meter a toda leche delante de Alba. Hasta que le dije que nos quedábamos los dos a solas.
Estoy convencida que si le decía de follar con Carlitos hubiera dicho que si corriendo. Normal, después de la calentura de la situación cualquiera no lo remata echando un buen polvo, que es lo que hicimos Carlitos y yo, aunque se corrió muy rápido. Aunque suene un poco fuerte, me gustó lo que le hicimos entre las dos. Y eso que fue un poco forzado, porque no era un trío normal, solo era la coña. Si llegamos a seguir acabamos los tres follando a saco. Pobre Alba, igual otro día lo repetimos, pero de otra forma, así ella también disfruta, que ahora está “sola” y no le vendrá mal un repasito.
Por mi no hay problema, siempre y cuando ella me ofrezca lo mismo cuando encuentre un chico bien buenorro. Ahora le toca a Carlitos, ¿Qué se le ocurrirá?.