Mi esposa Claudia en el gimnasio
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Hace poco tiempo, como seis meses, Claudia mi mujer comenzó a asistir a un gimnasio de la ciudad, ella es guapa, su piel es trigueña, de ojos negros, 34 años, delgada y su cuerpo es muy bien proporcionado. Tiene muy buenas tetas, grandes y rematadas por unos pezones duros y color chocolate, su culo es de infarto redondo y bien paradito, pero lo que más me gusta es su pubis que sin llegar a mentir es muy grande y de vellos cortitos, apenas si cabe en la palma de mi mano, parece un melocotón con su raya bien marcada.
A ella le encanta que la miren sobretodo su delantera y sus pechos, siempre me había dicho que me era fiel y que yo era su único hombre. No me pareció extraño que asistiera al gimnasio ya que le gusta verse bien y no consideraba que tuviera nada malo que lo hiciera. Lo único era que cuando se disponía a ir al gimnasio se arreglaba demasiado sexy y usaba su perfume. Siempre vestía un lycra ajustado con top blanco, sostén blanco muy transparente y unas tangas de hilo blancas que por encima de su lycra se notaban claramente, no sé si lo hacia intencionalmente o no pero su pubis se marcaba terriblemente a tal punto que se podía ver como se le trataba de meter su lycra por el medio de su vulva.
Después de un tiempo se demoraba mucho en regresar en la noche de su gimnasio, no me gusto mucho la idea y me dispuse a averiguar que era lo que sucedía. Llegue al sitio casi media hora antes que ella y observe un buen lugar donde ocultarme para ver que era lo que hacia, no había casi nadie solo dos instructores y una pareja, pasaron algunos minutos y la pareja se fue quedando solo los dos muchachos que por su trabajo se mantenían en buena forma y se nota claramente lo jóvenes que eran. Me escondí tras unos separadores de madera y quede con muy buena vista del salón, llego Claudia, y los dos muchachos la saludaron muy efusivamente, le comenzaron a explicar que hoy usarían uno de los equipos con el cual se fortalecen las piernas, en el tendría que estar acostada boca abajo con las piernas un poco separadas y flexionar las rodillas arriba y abajo.
Claudia se dispuso, se quito una chaqueta que cargaba, estaba espléndida con su lycra y su top, las luces del gimnasio la hacían ver casi desnuda por la transparencia del lycra y para colmo antes de subirse al aparato de ejercicios la descarada se ajusto aun más su lycra hacia arriba. Los jóvenes la miraban de arriba abajo y se quedaron extasiados con su sexo, el lycra termino de entrar en su vulva y por sus nalgas y así comenzó su rutina. Les decía a Daniel y a Víctor, así se llamaban los instructores, que si lo estaba haciendo bien mientras empinaba su culo y claro ellos dos situados atrás de Claudia mirando todo lo que podían le decían que estaba perfecta, sentía rabia pero a la vez me excitaba mucho ver como seducía a sus entrenadores, Daniel se aproximo a ella y comenzó a masajearle la espalda por encima de su top ella lo animaba y le decía suavemente que le encantaba lo que esta haciendo, Víctor le agarro sus nalgas impulsivamente con una mano y ella empinaba mas su culo para que lo hiciera mejor, su lycra le marcaba claramente su vulva partida en dos, el le pasaba sus dedos por el culo y con la otra mano comenzó a masajearle su pubis, Daniel saco su verga y se la enseño cerca de su cara, ella quedo maravillada por que logro lo que quería, tener a los dos para ella.
Comenzó a chuparsela y sin mentir apenas si cabía en su boca, tenia un aparato bien dotado y eso le fascinaba a ella. Víctor le decía que estaba riquísima y que tenia el pubis más rico y grande que había visto, Daniel se retiro un poco y ella se levanto de la maquina de ejercicio, le indico a Daniel que quería que la penetrara, se puso en cuatro en la camilla que tiene el equipo, arqueo su espalda para que le aflorara mejor su sexo, víctor saco su verga y ella en esa posición comenzó a mamársela, mientras Daniel le bajaba el lycra, le saco la tanga de su culo y se la hizo a un lado, pasaba su lengua por su vulva, luego le puso su instrumento en la entrada de su vagina y presiono hasta que se la metió a fondo. Ella gemía con cada bombeada que le daba y el se la sacaba para verle como se dilataban sus labios mientras le abría las nalgas con sus manos, le restregaba la verga por el medio de los labios de su vulva y se la volvía a meter, sus tetas se bamboleaban con cada embestida. Estoy seguro que así debió de tener como tres orgasmos por su expresión.
Luego Víctor se acostó con su falo hacia arriba, que no era tan largo como el de Daniel pero si bien grueso, ella se sentó en el hasta que desapareció dentro de su vagina, se le brotaban los labios de su vulva con cada arremetida de la verga de Víctor, con su culo paradito retaba a Daniel para que se la cogiera también, y claro como es obvio, le aplico aceite para masajes en su cola, lo froto hasta que se le veía el culo brillante, untaba sus dedos y se los metía para que le entrara aceite en su ano y se dispuso a metérsela por atrás cosa que a mi nunca me permitió. Puso su verga en la entrada de su culo y presiono, estaba tan entretenida con víctor abajo metiéndosela y chupándole los pezones de sus tetas que no mostró dolor cuando Daniel resbalo su verga por su culo, los dos le daban de lo lindo y ella gemía y les pedía que le dieran mas, estuvieron dándole un buen rato, Daniel sacaba su verga del culo de mi mujer y veía el hueco que le estaba dejando, le aplicaba mas aceite en su orificio abierto y de nuevo se la introducía, le dieron como cinco minutos mas y Daniel se empezó a venir adentro de ella, le bombeaba el culo y le dejaba toda su leche en la parte de atrás, víctor le agarro las tetas con sus manos y a toda velocidad se descargo adentro de la vulva grandota que tanto le gustaba.
Mi esposa desmonto a Víctor y sudaba a cantaros los beso y les felicito por su maravilloso trabajo, dijo que era el mejor ejercicio que le habían enseñado, le salía semen de sus dos agujeros y así se vistió para marcharse, como pude me evadí por otra puerta y me retire hacia mi casa.
Nunca le comente nada de lo que había visto aquella noche, asistía a otro gimnasio después de eso y creo que solo quería probar algo distinto, cada que me la cojo recuerdo lo que vi y me excita muchísimo, no me siento engañado, pero se que se la gozo esa noche.