Mi suegra la voyeur nos espía mientras follamos

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Lo que a continuación os voy a contar sucedió semanas atrás. Todo comenzó cuando por motivos de unas reformas en la casa de mis suegros estos se mudaron a mi casa mientras duraban dichas obras. Lo que en un principio iba a durar 2 o 3 semanas se alargó en el tiempo por más de tres meses. En un principio la convivencia entre mis suegros y nosotros fue fabulosa pero conforme la obra se iba retrasando la relación con mi suegro se fue poniendo cada vez más tirante.

Decir que mi casa es un adosado de dos plantas con 5 habitaciones por lo que no debía haber ningún problema. Al principio y un poco cortado por la situación deje de realizar las costumbres que tenía como por ejemplo la de desnudarme en el cuarto y salir en pelotas por la casa hasta llegar al cuarto de baño para ducharme o la de andar sin calzoncillos por debajo del pijama, cosas así. Las relaciones sexuales con mi mujer también disminuyeron notablemente hasta el punto que era raro la semana que nos liábamos. Todo esto con el paso del tiempo fue desapareciendo a medida que yo me hartaba más de mi suegro y comencé poco a poco a colocarme otra vez en mi sitio. Decir de mis suegros que rondan ambos los 48 años, bien conservados puesto que tienen dinero para permitirse ciertos lujos (viajes anti-stress, canarias y caribe en invierno, etc.). Mi suegra al igual que mi mujer es pelirroja de 1.72, algo rellenita y con unas grandes tetas de silicona puestas hace tres años puesto que se sentía acomplejada. Pues los días iban transcurriendo y yo menos andar desnudo por la casa volví a retomar mis viejas costumbres, hasta hable con mi mujer y volvimos a mantener relaciones sexuales como antes casi diariamente y en estado semisalvaje.

Todo comenzó una noche en la cual mi mujer y yo estábamos liados sobre las dos de la madrugada, ya que dejábamos tiempo para que mis suegros se durmieran (aunque dormían justo al otro extremo del pasillo), estábamos los dos en nuestro apogeo mi mujer a cuatro patas sobre la cama y yo follándomela cuando en uno de los movimientos de mi cabeza me vuelvo hacía la puerta y me pareció ver como alguien se retiraba de allí, me quede un instante parado pero rápidamente seguí con nuestra juerguecita. A la mañana siguiente al levantarme tanto mi suegro como mi mujer se habían marchado a trabajar y en la casa debería quedar como todos los días mi suegra puesto que era la encargada de esperar a la muchacha del servicio y entonces ya se marchaba a realizar las compras para la comida del. Pues ese día no había nadie en la casa y mientras me preparaba el desayuno se me vino de nuevo a la cabeza lo que había pasado por la noche pero después de un rato pasé del tema. Pasados dos o tres días estábamos de nuevo mi mujer y yo liados cuando de nuevo mire hacia la puerta y ahora si que pude ver como realmente había alguien observando yo me quede parado tumbado boca arriba mientras mi mujer era la que se estaba marcando una cabalgada. Rápidamente pude ver por la silueta que era mi suegra la que estaba detrás de la puerta, para no alarmar a mi mujer por lo embarazoso de la situación continué como si no ocurriera nada. Al principio muy cortado pero conforme pasaban los minutos hasta me llego a gustar la situación de que mi suegra me estuviera viendo como me follaba a su hija hasta que esa situación me hizo tener un gran orgasmo, para colmo esa noche mi mujer me pidió que la enculara y por supuesto que lo hice como tantas otras veces.

A la mañana siguiente volvió a suceder lo mismo de la otra vez nadie en mi casa, y yo sólo hacía darle vueltas a lo ocurrido y lo morboso de la situación. Desde ese día me propuse provocar a mi suegra y así comencé una vez que ella regresó de la compra del día me pasee por la casa sin camiseta solo con los pantalones finos del pijama sin calzoncillos que hacían que mi polla de 18 cm estuviera votando cada vez que pasaba por delante suya o me paraba a hablar con ella de cualquier tema, yo notaba como ella de vez en cuando me miraba el paquete pero como se suponía que yo no me había dado cuenta de nada de lo que ella hacía pues así seguimos durante varios días cada vez que me follaba a mi mujer al rato miraba hacia la puerta y allí estaba ella observando. Esa situación me hacía cada vez estar más cachondo con mi suegra que como he dicho anteriormente es bastante atractiva y bien cuidada.

Un sábado noche salimos los 4 a cenar, cuando regresamos mi mujer y yo, algo bebidos, empezamos a juguetear delante de mis suegros y ella no paró de mirar en todo momento nuestros jueguecitos, hasta que mi mujer y yo desaparecimos por el fondo del pasillo. Estábamos liados y yo esperando el momento en que mi suegra se colocará tras la puerta, ese día deje aún la deje más abierta, no si sería por las copas que llevaba pero cuando mi suegra apareció tras la puerta empecé a provocar aún más a mi mujer y a follármela lo mejor que sabía, diciéndole todo tipo de sandeces y perversiones que hacían que estuviese totalmente desinhibida la coloque a cuatro patas y tras decirle (para que mi suegra se enterara bien) que me pidiera que me la enculara, empecé con ello, colocándola de tal manera que yo solo tenía que girar un poco la cabeza y ya estaba mirando para frente la puerta. La situación era muy excitante por un lado mi mujer pidiéndome que me la follara hasta el fondo y por otro mi suegra mirando desde la puerta como una gran voyeur, debido a ese estado de excitación decidí que mi suegra se diera cuenta que ya me había dado cuenta de que ella miraba, así que decidí quedarme mirando fijamente hacia la puerta, ella al percatarse de ello se oculto tras la pared del pasillo, pero cual fue mi sorpresa que tras unos 20 segundos volvió a asomar su cabeza por allí y al ver que aun yo seguía mirándola no aportó de nuevo la cabeza sino que me mantuvo la mirada hasta que cuando nos corrimos mi mujer y yo ella se retiro de la puerta. Estuve dándole toda la noche vueltas a la situación aquella y a como reaccionaríamos por la mañana que además era de domingo y nadie tenía que trabajar.

El domingo por la mañana como de costumbre mis suegros se levantaban pronto y se iban a desayunar a un bar cerca de casa y luego llegaban con la prensa y esperaban hasta que nos levantásemos para salir a almorzar por ahí. Pues ese domingo no iba ser menos y sobre las doce nos levantamos mi mujer y yo y tras las respectivas duchas bajamos al salón donde se encontraban mis suegros. Tras un tiempo un tanto avergonzado sin poder mirar a mi suegra directamente a la cara decidí que si a ella no le importaba porque me tenía que importar a mí y comencé a comportarme como de costumbre. Salimos a comer por ahí y a tomar unos aperitivos, regresando a casa sobre las siete de la tarde con unos amigos de mis suegros allí estuvimos hasta las 11 que se marcharon y todos nos dispusimos a dormir puesto que al día siguiente había curro aunque yo trabajo siempre de tarde pero me fui a la cama con mi mujer para ver desde allí el programa de fuentes y compañía.

A la mañana siguiente supuse que mi suegra tampoco estaría en casa por lo tenso de la situación pero cual fue mi sorpresa que cuando salgo de la habitación y bajo por la escalera me la encuentro de frente dándome los buenos días con el beso de rigor, yo le pregunte por la mujer del servicio contestándome que ella la había mandado al mercado por la compre que ella no tenía ganas de ir. Yo me dirigí hacia la cocina para prepararme el desayuno y estaba ya sentado tomándomelo y viendo la tele cuando apareció por la cocina no parando de mirarme y con una leve sonrisa en su rostro, yo no sabía para donde mirar mejor dicho clave mi mirada en la televisión pero sin prestar atención a lo que hablaban sino que no paraba de pensar en la situación, hasta que un hecho cambió todo de repente, estaba yo tan nervioso que el vaso de zumo al cogerlo de encima de la mesa por tomar un trago se me cayó encima mojándome todo los pantalones del pijama que como son finos de seda pegándose a mi polla, yo no sabía que hacer si quedarme si salir corriendo hasta que de repente y sin darme cuenta ella cogió un trapo y empezó a pasarlo por la zona mojada del pantalón pasando su mano con el trapo por encima de mi polla haciendo que esta reaccionara y empezara a endurecerse, los dos sólo nos mirábamos sin decir ni una palabra hasta que dejó de pasar su mano con el trapo y empezó a bajarme los pantalones para a continuación pedirme permiso con la mirada y cogerme mi polla y empezar a masturbarme poniendo una cara de salida.

Momentos después sólo dijo una frase que fue “por fin la tengo entre mis manos” al escucharlo un escalofrió me recorrió todo el cuerpo pero sin pensar en nada comencé a manosear sus tetas de siliconas y sin más comenzamos a besarnos hasta que ella apartó su boca y se dirigió con ella hacia mi polla comenzando a chuparla en ello estábamos cuando se levantó y desabrochándose los botones de la falda se la retiro bajándose las bragas a la vez que yo le quitaba la camisa y el sujetador pidiéndome que me la follara como a su hija que estaba muy mal sin dejarla hablar le tape la boca con el trapo la tumbe sobre la mesa mirando hacia la puerta y comencé a follármela, ella estaba como una loca moviéndose cada vez mas fuerte hasta que alcanzo el primer orgasmo momento que aproveche para quitarle el trapo de la boca y dejar que gritara a la vez que le decía al oído que era una guarra por mirar tanto a lo que ella contestaba con muchos si, de repente le dije que la iba a encular que a su hija le encantaba al principio se quedo un poco cortada pero no la deje reaccionar y tras escupirle en su culo comencé a meterle toda mi polla por su lindo culito que como pude comprobar estaba aun virgen, me estaba follando el culo de una mujer de 48 años que para colmo era mi suegra, eso hizo que ante las insistencias de que lo hiciera con cuidado hiciera caso omiso y de tres o cuatro fuertes embestidas su culo se tragara toda mi polla de 18 cm al principio no se movía pero conforme aquello dilataba comenzó a moverse como una auténtica profesional como si no fuera la primera vez que era enculada y tras masturbarse con fuerza el clítoris comenzó a correrse de tal manera que hizo que yo me corriera volviendo a correrse en el momento que notó mi semen dentro de su culito desvirgado.

Tras esto los dos nos fuimos cada uno a un baño de la casa duchándonos y al rato nos volvimos a ver comentando todo lo sucedido desde el primer día y lo insatisfecha que estaba sexualmente con mi suegro y que por eso miraba y no solo a nosotros sino que se masturbaba con las pelis pornos, tras estar hablando un buen rato volvimos a marcarnos de nuevo otro polvo pero este ya más tranquilo comiéndole yo su almejita.

Desde ese día cada vez que tenemos oportunidad nos vemos marcándonos unas enculadas de campeonato. En otra ocasión volveré a narrar otros relatos sobre esos maravillosos polvos…

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