Viaje a Madrid para visitar a un amigo y su novia

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Hola a todos, me llamo Fran (soy rubio, ojos verdes, alto y delgado). Os contaré lo que me pasó una vez que fuimos a visitar a un amigo y su novia que vive en Madrid (hará un par de meses de esto). Este amigo se llama Chus y vive allí con su novia Manuela desde hace unos años. Chus es un tío callado, moreno, de estatura media y metidito en carnes, mientras su novia Manuela es muy guapa, con unos ojos claros muy sensuales, morena y con un buen cuerpo, pero tal vez algo rellena para mi gusto.

Quedamos para ir a Madrid un viernes y volver el domingo, íbamos mi novia Patri (morena, alta, de poco pecho pero firme y con un culito precioso) y yo, con otra pareja de amigos. Esta pareja de amigos eran Alex (moreno, de ojos oscuros y piel morena) y su novia se llamaba Consuelo (castaña, de ojos verdes, con unos pechos tremendos).

Los cuatro, Alex, Consuelo, Patri y yo, tiramos en avión para allá y allí nos recogió Chus y nos acercó a su casa. Llegamos a su casa y no había nadie, Manuela aún estaba trabajando. Chus nos enseñó la casa, dos cuartos de baños, una cocina enorme, su habitación, otra de invitados, un salón enorme y un pequeño cuartito en donde había un sofá-cama. Nuestras habitaciones eran la habitación de invitados con una cama de matrimonio y otra pareja tendría que dormir en el sofá-cama que había en el pequeño cuarto. Decidimos echarlo a suerte, Alex y Consuelo dormirían en el cuartito, mientras Patri y yo en la habitación de invitados.

Estuvimos charlando durante horas de muchas cosas, hasta que llegó Manuela de trabajar. Se había pasado por el supermercado y había comprado bebidas para montar una fiesta esa noche en casa. Cuando se iba haciendo más tarde comenzamos a ducharnos y vestirnos, cenamos (Manuela tenia espaguetis) y al acabar nos sentamos en el Salón y comenzamos a beber. Estuvimos horas hablando de todo un poco, pero ya nos estaba entrando el sueño a todos (debido al viaje) y nos decidimos ir cada uno a nuestro cuarto.

Nada más acostarnos, se escuchaba como en el pequeño cuartito Alex y Consuelo se lo estaban montando muy bien, se podían oír los gemidos de Consuelo, estaban follando que daba gusto. Esos gemidos de Consuelo me hicieron ponerme muy cachondo, por lo que Patri y yo acabamos follando para después acabar dormidos como angelitos. En mitad de la noche, me desperté, estaba muerto de sed, me levanté y fui a la cocina a beber agua. Llegue a la cocina y allí estaba Manuela.

– ¿No puedes dormir? – me preguntó.

– Me he despertado muerto de sed y he venido a beber agua – le respondí.

– Bueno, pues te doy agua, pero me tendrás que dar algo a cambio, ¿no? – me pregunto, con una cara que no me había puesto nunca.

Yo pensando que estaba de broma y sin entender que quería decir, simplemente le asentí con la cabeza. Ella, cogió un vaso de agua y me lo dio. Me lo tomé de un solo trago. Al acabar, se lo iba a dar a Manuela, pero no estaba. Salí de la cocina y me dirigí a mi cuarto, y allí en la puerta de mi cuarto estaba Manuela que me hizo gestos de que no hiciese ruido y que me acercase despacio.

– Mira dentro de tu cuarto, como se lo pasa tu novia Fran – me susurro en el oído.

Miré por la puerta, que estaba encajada y no podía creer lo que veían mis ojos. Estaba Patri, mi novia, puesta a cuatro patas y siendo penetrada por Chus. Lo peor es que se veía como gozaban los dos. No me gustaba lo que veía pero no podía apartar los ojos de allí. Jesús le saco el pene de la vagina y se untó vaselina en su pene y en el culo de mi novia, se la intentaba meter por el culo. Patri era virgen analmente y se notaba como le costaba meterla a Chus, pero finalmente se le dilató el agujerito y Patri entre gemidos de dolor fue penetrada analmente. Los dos gozaban mucho y a los pocos minutos Jesús saco su pene y se corrió en el precioso culo de mi novia. Ambos se tumbaron en la cama, estaban agotados. Con lo que había visto, no se si todos los que lean esto lo podrán entender, pero tenia el pene erecto, estaba muy cachondo.

– ¿Vienes a mi cuarto?- me preguntó Manuela al oído.

– Si – respondí brevemente, pero con enormes ganas de follarmela.

Fuimos a su cuarto y me desnude enseguida y la comencé a desnudar. Tenía unos pechos preciosos, más grandes que los de mi novia, se los empecé a morder, lamer y chupar. Ella gemía de placer. Le metí mi pene en su boca sin piedad y ella empezó a mamarlo de una manera a la que no estaba acostumbrado. Me lo chupaba y mordía con los dientes, haciéndome un poco de daño, pero me gustaba. La tumbé y le empecé a lamer el clítoris y la vagina. Cuando comprobé lo mojada que estaba le empecé a introducir mi pene y nos llevamos unos minutos practicando el misionero. Al rato, le saque el pene y me tumbé, ella se montó encima y empezó a cabalgarme como una posesa. Estaba disfrutando mucho, cuando ví que me iba a correr se lo comenté y Manuela se bajó y empezó a comerme el pene como loca.

– ¡Quiero tu leche!, seguro que esta muy rica, ahh ahh – gritaba entre gemidos, chupándome el pene.

A los pocos segundos me empecé a correr en su boca, ella no dejaba ni gota de mi semen, me lo lamió entero.
Al acabar, miré a la puerta y allí estaba Chus, con el pene erecto y desnudo. Se acerco a la cama y sin mediar palabra se acostó. Viendo esta situación (los tres en la cama) y sin saber muy bien que había sucedido esa noche, me levanté de la cama, dejando en ella a Chus y a Manuela (llena de mi leche) y me fui a mi cuarto.
Llegue a mi cuarto y Patri estaba desnuda (recien enculada) y dormida, me metí en la cama y me puse a dormir, pensando que situación me encontraría a la mañana siguiente después de lo sucedido esa noche.

No podía conciliar el sueño…, por todo lo que había pasado esa noche. Me venían a mi mente distintas imágenes, mi novia Patri siendo enculada por Chus, como Chus se corría en el culo de Patri, como tanto Patri y Chus disfrutaron y por supuesto Manuela, la novia de Chus, como disfruto mi leche y como disfruté follandomela. Dando muchas vueltas en la cama, paso el tiempo, Patri seguía durmiendo tan placidamente.
Sin darme cuenta, ya pude conciliar el sueño.

“Ahh, ahh, sigue, sigue por favor “, era la voz de Patri, me habían despertado los gritos, miré a mi lado y no estaba, venían de fuera del cuarto. Miré el reloj y marcaba las 12:30, me había quedado dormido. Me vino a la mente que se la estaban follando de nuevo, eso no me hacia gracia. Me levante y salí de la habitación, mientras se seguía escuchando a mi novia “vamos, no pares”. Llego al salón y allí estaban. Mi novia cabalgando encima de Chus en el sofá del salón.

– ¿Que hacéis desgraciados? – grité y pregunté enfurecido.

Patri paro y se bajo de encima de Chus. Este con el pene totalmente erecto se levanto.

– Tranquilo Fran – me dijo, intentando tranquilizar inútilmente.

– ¡Cállate cabrón!, por mi follate cuanto quieras a esa puta, toda tuya – le dije indignado, renunciando a mi novia.

– Esto tiene una explicación – me dijo – anoche ví como te follaste a mi novia – continuó diciendo.

– Si, tu novia también es una putita – le dije.

– Manuela y yo realizamos intercambios de pareja, nos encanta follar con variedad de gente y a tu novia también le gusta, pero también te gusta a ti – me dijo tranquilamente.

Después de un rato hablando los tres, descubrí que les iba eso de follar con distintas personas, lo cual me hizo ver que no estaba tan mal. Razoné y pensé que allí había tres mujeres y que podría follarme a tres chicas distintas. Digamos que me convenció. Y nos propusimos ambos a intentar follarnos a la novia de Alex, Consuelo que estaba muy buena, por supuesto permitiendo que Alex se follase a nuestras novias. Me lo planteo como un bien para todos, a mi me gustaba follarme a las tres pero todos se pueden follar a tu novia, esa era su filosofía.

– Vamos a ir preparando la comida – dijo Patri – que ya deben de estar al llegar Manuela, Consuelo y Alex – continúo diciendo.

Manuela, Consuelo y Alex habían ido a ver Madrid y hacer compras. Al rato, ya teníamos la comida lista y ya aparecieron los tres. Chus y yo pusimos la mesa, y todos nos sentamos a comer. Alex llegaba agotado y diciendo que a las mujeres les gusta demasiando las tiendas y la ropa.

– Hemos hecho algunas compras muy buenas – dijo Consuelo, mientras nos la enseñaba.

Al acabar de comer, Consuelo quería dar una vuelta pero Alex no tenia muchas ganas. Esa era la oportunidad que esperábamos Patri, Manuela, Chus y yo.

– Vamos a dar una vueltecita mi niño – le dijo Consuelo a Alex.

– No me apetece – le dijo Alex.

– Mira yo te acerco donde quieras – dijo Chus – y luego venimos a la tarde para que descanse Alex – continuó diciendo – así todos contentos, tu das una vuelta y Alex descansa aquí – finalizó Chus.

– Venga yo me apunto a ir con ustedes – dije yo.

– Yo prefiero quedarme, estoy cansada – dijo Manuela.

– Yo también me voy a quedar – secundo Patri.

Bueno, pues lo dicho, nos vamos los tres.

– Cuidármela tíos- nos dijo Alex.

– Por supuesto – le comentó Chus.

Nos fuimos a ver monumentos y esas cosas Chus, Consuelo y yo. Mientras allí dejamos a los tres. Todo estaba casi claro, Manuela haría de las suyas con Alex acompañada de Patri, y nosotros llegaríamos en el momento justo para pillarlos. A la hora y media viendo cosas, ya nos decidimos volver a casa y cuando entramos…

– Ahh, ahh, ahh, ahhh – era la voz de Patri.

– Ahora te voy a dar por ese culito tan lindo que tienes – decía Alex.

Entramos y allí estaban los tres. Patri le lamía la vagina a Manuela, mientras que era penetrada analmente por Alex. Parecía que ya llevaban bastante rato follando, porque los tres sudaban como cerdos. Alex le estaba agarrando el culito a mi novia y dándole con tal fuerza por detrás que a ella le hacia gozar como nunca antes la había visto. Llegó virgen a Madrid analmente pero mis amigos ya le habían taladrado ese culito más de una vez.
Consuelo, quedó asombrada y paralizada. Estaba viendo como su novio se follaba a dos y ninguna era ella. En ese momento Alex se levantó y cogió a Manuela, le levantó las piernas y la penetró. Mientras se follaba a Manuela, le metía los dedos a Patri, estaban gozando muchísimo. Sentí envidia de Alex, menudo trío estaban formando, estaban disfrutando tanto que ni se percataron de nuestra presencia. O si se percataron no le dieron la más mínima importancia. Entonces miré a Chus y ya se había bajado los pantalones y tenia el pene totalmente erecto, le cogió la mano a Consuelo y se la puso en el pene. Consuelo lo miró y le empezó a hacer una paja.

– Chupamela anda, veras que te gusta – le dijo Chus.

– Eso voy a hacer, ya que todos se lo están pasando muy bien, me apuntare a la fiesta – dijo Consuelo mirando el pene erecto de Chus.

Consuelo se agacho y empezó a hacerle una mamada tremenda. Yo ví que era mi momento, por lo que me agache y empecé a desnudarla. Tenía unos pechos perfectos, pezones rosados y de punta, sin dudarlo comencé a lamérselos. Baje para abajo y le empecé a lamer todo el coño. Ya estaba mojada, su novio follaba en la habitación de al lado, pero ella iba a disfrutar con dos hombres, no se podía quejar. Le lamía la vagina y el clítoris, mientras escuchaba sus flojos gemidos, ya que tenía el pene de Chus en la boca. Entonces me levanté y me comencé a desnudar, estaba muy cachondo y estaba deseoso de follarme a Consuelo.

– Me voy, me voy – se escucho decir a Alex.

La intriga me hizo ir a ver que pasaba con los otros tres. Me acerqué de nuevo al salón, esta vez fui desnudo y pude ver como le estaban chupando el pene a Alex a dos lenguas, como chupaban mi novia y Manuela, desde luego parecían rameras. Ya no podía más, mi pene estaba inmenso tenía que follarme a Consuelo ya, sobre todo de ver como Alex se estaba corriendo en las caritas de Manuela y de mi novia Patri, ver esta imagen me puso mas cachondo aún. Volví con Consuelo y Chus, este ya se la había metido, estaban en plan misionero, por lo que le acerque el pene a Consuelo y me lo empezó a chupar, “joder que bien la chupa” pensé. Se la tuve que sacar porque me estaba gustando demasiado y temí irme.

– ¿No te gusta como te como el pene? – me preguntó Consuelo.

– Me ha gustado demasiado guapísima – le dije – pero no quería correrme ya – le dije sonriéndole.

Chus se bajo de encima de ella y se tumbo. Le pidió que ella se subiera y me dijo que la enculará ofreciéndome un bote de vaselina, “úntate el pene de vaselina y encualala” me dijo. Mientras Consuelo cabalgaba sobre Chus yo me unté vaselina y apunté a su culo, observe que ya lo debía de haber practicado eso del sexo anal, porque tenía un gran agujerito. Me costó un poco introducirlo, Consuelo se quejo al principio, pero su culo cedió y entró mi pene perfectamente. Así estuvimos bastante tiempo, los tres gozábamos mucho. De repente me entro ganas de irme y me corri en su culo, mientras Chus le aviso, ella se levanto y él se levanto yéndose en sus enormes tetas. Nos había encantado.

Fuimos al salón los tres desnudos y allí estaban Patri, Manuela y Alex abrazados y tumbados. Nadie dijo nada, el hecho de habernos visto lo decía todo. Nos habíamos convertidos en tres parejas, pero nos podíamos follar a quien quisiéramos. Así estuvimos horas, cuando Manuela se dio cuenta que se acercaba la hora de cenar. Cogió el teléfono y pidió pizzas para que nos trajeran. Mientras, nos duchamos y nos vestimos. Cenamos y nos pusimos a ver la televisión.

– ¿Alguien quiere ir a alguna discoteca? – preguntó Manuela mientras recogíamos la mesa.

– Yo me apunto – dijo Alex.

– Yo también voy cariño – le dijo Consuelo a Alex.

– Venga vamos todos entonces, ¿no? – pregunto Chus.

Nos fuimos a la discoteca a pasarlo bien y a beber, lo pasé casi igual de bien que follandome a las novias de mis amigos. Llegamos a las 6 de la mañana y tal y como llegamos nos fuimos cada pareja a su habitación a dormir.

Fue un sábado genial y me acosté pensando que pasaría al día siguiente, que ya era nuestro último día allí en Madrid.

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