Iniciación sexual con la visita de su madre mientras dormía

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Esta es le historia de mi amigo Ricardo, quien tiene 22 años de edad. Nació en una cuidad rural de Mississipi, donde solo habia una población de 900 personas. Vive allí con su madre Mary de 38 años y su hermana Linda de 21. Su madre divorciada desde hacia 10 años, se ocupa de todos los asuntos de su casa y de sus hijos, los dos terminando ya casi sus estudios de bachillerato, viven en una casa en una loma a unos 10 minutos del centro del poblado, casi nadie iba por allí. Detrás de la casa una pequeña granja de pollos y vegetales. Mary trabajaba como enfermera de la clínica del pueblo y sus dos hijos estaban todavía estudiando.

Una noche, Ricardo recibió le visita de su madre mientras dormía, y se despertó a las caricias de su pene en la boca de su madre. Mary tenia el cabello largo, oscuro y suelto haciéndole lucir como una gata en celo. Con mucho cariño acariciaba las piernas de Ricardo a tiempo que mamaba su verga, Ricardo no sabia que hacer, si se daba por despierto podría causar que ella se asustara y se sintiera avergonzada, solo se limito a abrir sus ojos de vez en cuando para observar los redondos pechos de su madre con sus pezones duros de calentura. Mary, continuaba mamándolo mientras acariciaba el cuerpo de el suave y amorosamente, Ricardo al cabo de un buen rato comenzó a sentir un hormigueo que recorría todo su cuerpo de joven con mil libras de potencia que recién despertaba a la vida. El hormigueo se fue incrementando, su madre se dio cuenta de ello y siguió mamándolo a un ritmo mas acelerado y constante, Ricardo sintió un calor y una corriente que recorría todo su cuerpo subiendo de voltaje a cada segundo. De pronto lo invadió un placer que jamás habia sentido soltó un chorro de leche en la boca de Mary quien lentamente comenzó a bajar la presión de su lengua en el verga del joven y ceso de mamarlo. Ricardo ahora si, sabia que no debía mostrarse despierto ya que esperaba que eso se repitiera mas a menudo, no tuvo miedo, sintió que su amor por su madre tomaba un giro diferente y pensó que eso que ella hizo era una muestra tambien de su amor por el.

Ella salió del cuarto de su hijo y se metió en el cuarto de ella cerrando la puerta tras de si. Todavía con la leche de el en su boca, se recostó en su cama, escupió la leche en sus manos y procedió a pasarla por sus tetas y por su concha mojada y vibrante de calentura. Se restregó la concha contorsionándose hasta que acabo de placer, endureciendo cada músculo de su cuerpo hasta quedar rendida y se durmió hasta la mañana siguiente, cuando todos se encontraron en la cocina para el desayuno y para ir a sus obligaciones diarias. Mary saludo a Linda con un beso en la frente y a Ricardo otro en la mejilla, sus ojos se encontraron y un destello de amor fulguro en el momento.

Continuaron las visitas de su madre al cuarto del joven muy esporádicamente ella entraba allí y lo acariciaba y lo mamaba, hasta que un día cuando ella se metió en su cama, el se mostró despierto totalmente y se fundieron ambos en un abrazo de cariño y fue entonces cuando a los 21 años ella le mostró el como hacer las cosas de hombre. Primero, desnudándose completamente para el placer de el, lo comenzó a mamar hasta ponerle el verga bien duro, luego ella se puso de espaldas y con las piernas abiertas lo invito a metérselo en su concha peluda y mojada de lujuria.

El joven se le monto encima y ella con mucho amor le fue enseñando paso a paso el desarrollo de la acción.
Le enseño a concentrarse para aguantar y no venirse al primer minuto, le enseño a gozar cada movimiento de ella al tiempo que ella tambien gozaba, fue una cacha larga, y al final Mary le dijo, ahora vamos a venirnos juntitos, concéntrate en el gustito que vas a comenzar a sentir que yo haré lo mismo y alcanzaremos el clímax de un orgasmo inolvídale juntos. Asi lo hicieron, ella comenzó a mover sus caderas a un ritmo fijo y fue haciendo sus meneos más fuertes a medida iba gozando y sintiendo a su hijo que tambien gozaba… entonces le dijo ahora amor! Vente conmigo y al cabo de dos meneos mas, el joven soltó su leche dentro de ella al tiempo que ella gemía de placer al sentir que el se venia junto con ella. Fue para ella un orgasmo largo y desenfrenado, su cuerpo se endureció por la tensión de sus músculos, vibrando de placer por un buen rato.

Cuando ambos acabaron, se unieron en un abrazo de amor y ternura y cuando el joven se hubo dormido, ella se fue a su cuarto, y se durmió tambien hasta el día siguiente. Mary, hacia esta rutina una vez o dos veces al mes…Una noche cuando Ricardo estaba caliente y no podía dormir, pensó esta vez el ir hasta el cuarto de ella, cosa que nunca habia hecho. Con la verga muy parada y dura, se encamino hacia el cuarto de su madre, pero para sorpresa de el, ella no estaba allí. Paso de vuelta camino a su cuarto, por la puerta del cuarto de su hermana, la puerta estaba entreabierta y pudo ver a su madre como le mamaba el bollo a su hermana, estaba la joven de espaldas, toda desnuda igual que su madre, pudo observar sus blancas piernas abiertas y su estomago vibrando del placer que sentía al tener la caliente lengua de su madre en su concha gorda y grande que mostraba una mata de pelos abundante, la joven disfrutaba de esa mamada, que su madre la daba tambien acariciando sus piernas hasta son dos tetas chiquitas pero apuntando hacia el techo. La joven comenzó a gemir a medida se venia, su madre la agarro fuerte para hacer el orgasmo más intenso y después que la joven vibro por unos minutos de placer, la madre se recostó y abrió sus piernas, la joven sabia exactamente lo que ella le insinuaba porque aparentemente esto ya no era nuevo para ellas…todavía caliente y jadeante, metió la cabeza entre las piernas de su madre y comenzó a mamarla, Mary no tardo mas de un par de minutos y su estomago comenzó a saltar de gozo y sus manos apretaban las sabanas de la cama en señal de que el orgasmo venia y allí quedaron ambas, Mary atrajo a Linda hacia arriba y se abrazaron y al cabo de un rato la joven se durmió.

Mientras tanto, Ricardo que no quiso ser visto y no quiso interrumpir tan sublime momento y se alejo a su cuarto, un tanto incrédulo, pero no sorprendido por la escena. Su calentura se habia transformado en aceptación de una realidad, y esa era que su madre, que estaba sola, sin marido, necesitaba el amor de sus hijos, estaba su madre abocada a una tarea de enseñarles a ellos dos el arte de hacer el amor, de gozar y de sacarle el máximo a los sentimientos fundidos en ese arte. Les estaba enseñando a gozar del sexo sin violencia, con ternura y mucho amor.

Pasaron seis meses y llego el cumpleaños de Mary, se convertía ese Sábado en una mujer de 39 años y con sus hijos Ricardo de 22 y si hija Linda de 21, formaban una familia muy amorosa bajo la guía y dirección de Mary. Era un día especial y celebraron una cena intima entre los tres, con torta y canción de cumpleaños. El ambiente en esa casa era como de costumbre, de mucho amor y respeto entre ellos, a pesar que Ricardo habia espiado a su madre con su hermana un par de veces mas, tambien habia disfrutado de algunas noches de amor con su madre, y cada vez aprendía mas y gozaba más. Terminaron de cenar y se fueron a la sala, la madre dijo:

– Gracias a ambos por estar tan apuestos y tan cariñosos esta noche. Propongo un brindis, brindaremos los tres con esta Champaña que tengo reservada para una ocasión especial.

La botella era grande alcanzo para unos cuantos brindis mas, de un champaña dulzon pero que comenzó a hacer su efecto a los minutos siguientes. Habia una atmósfera de mucho regocijo y amor por la cena y la buena comunicación que habia en esa casa. De pronto Ricardo, quien después de haber visto a su hermana desnuda, no habia dejado de pensar en esa escena, dijo:

– Madre, recuerdas cuando jugábamos al poker apostando frijoles?.

– Claro, si lo recuerdo. – dijo la madre.

– Podemos jugar esta noche? Eso siempre lo disfrutamos y nos divertimos.

– Quieres jugar? dijo la madre a Linda.

– Si, me gustaría, hace tiempo que no lo hacemos.

– Bueno, desocupen la mesita de la sala, voy por las cartas.

Ricardo corrió a la cocina a buscar unos frijolitos para usar como tokens de apuesta. No encontró muchos, asi es que solo trajo unos pocos. Se sentaron los tres a jugar al poker, pero después de un rato se acabaron las fichas o tokens asi es que Linda necesitaba apostar y dijo, ya no tengo mas frijolitos asi es que apostare mi blusa, y quitándosela la puso como apuesta. Todos rieron por la ocurrencia de Linda y cuando ya nadie tenia más frijolitos para apostar, comenzaron a apostar la ropa que llevaban puesta. Mary fue la primera en dejar sus pechos al desnudo, Ricardo y Linda miraban con toda naturalidad como su madre continuaba el juego con sus dos lindas tetas apuntando hacia ellos. Linda ya estaba solo en panties, tambien mostrando sus lindas tetas que no eran tan grandes como las de su madre, pero se veían muy bien. Ricardo con su trozo erecto y todavía encerrado tras su calzoncillo, estaba jadeante de caliente y solo esperaba el momento de poder mirarle la concha a su hermana que por lo que el habia visto de lejos, era muy bonita y bien peluda. Ya se notaba un ambiente de calentura masivo, la primera en quedar completamente desnuda fue la madre, quien con naturalidad se despojo de sus panties arrojándolos sobre la mesita de juego. Las feromonas de la mujer invadieron al aire y se respiraban por doquier, ya casi nadie le prestaba mucha atención al jueguito, Linda solo esperaba el momento de ver a Ricardo desnudo ya que se veía por encima su verga bien parada, viril y potente. Se levanto Linda de su silla y se quito los panties, dijo:

– Se que no tengo que apostar pero tambien se que a ustedes no les importara si me pongo mas cómoda.

No termino el juego, las dos mujeres desnudas miraban la verga dura tras los calzoncillos de Ricardo. De pronto Mary tomo a sus hijos de la mano y los llevo a su cuarto, donde habia una cama linda, bien arreglada con una lámpara a cada lado y cortinas que cubrían las grandes ventanas mirando hacia el valle. Se arrodillo junto a su alto y varonil hijo y procedió a quitarle los calzoncillos quedando al descubierto una verga larga y dura. Mary sentó a Linda y a Ricardo a la orilla de la cama y les dijo:

– Creo que ha llegado la hora de armar todo esto, son Uds. ya mayores de edad y creo que vamos a pasarla bien aprendiendo cosas que tu no sabes todavía Linda.

– Te voy a mostrar como una mujer culea con un hombre, yo iré mostrándote paso a paso lo que debes hacer y luego lo harás tu.

– Si! – Contesto Linda sin quitar los ojos de la verga de su hermano.

Se recostó Mary en la cama diciéndole a Linda:

– Ponte aquí cerca de la cabecera para que veas bien lo que haremos yo y Ricardo.

– Si, ya estoy aquí, apresúrate! – Contesto Linda.

La madre se abrió de piernas enseñando su concha peluda, gordita y mojada por la calentura, se olía las feromonas y eso tenia a todo el mundo loco de lujuria y calentura. Le dijo a Ricardo:

– Ven amor…méteme tu verga, entera… hazlo despacito como te he enseñado y déjame que yo le muestra a tu hermana que hace una mujer cuando tiene una buena verga adentro.

– Si madre – Jadeaba mi hermana, echando hacia atrás su largo cabello oscuro, sobándose las tetas con ambas manos. Ricardo, sosteniendo su cuerpo con sus brazos extendidos por el costado de las caderas de Mary, se limitaba a empujar toda su verga dentro de ella a tiempo que la bella mujer de 39 años comenzaba a mostrar el meneo cadencioso y rítmico de sus caderas.

– Ven Linda, ponte a nuestro lado ahora para que aprendas a mover tus caderas como yo lo hago.

La joven se arrodillo por el costado de la cama mirando con atención pero ya con sus pezones duros de calientes. Arrodillada al lado de la cama, siguió pasando sus manos por sus muslos hasta llegar a su chucha entreabierta y mojada. La madre comenzó de nuevo a menear sus caderas con ritmo, produciendo que el verga de Ricardo entrara y saliera de su concha a un ritmo ligero. Su mojada chucha producía ruidos mojados que se confundían con los gemidos de gozo de la madre. después de un ratito, paro y se puso en cuatro patas, con el culo hacia el costado de la cama y le dijo a Ricardo:

– Ven amor y métemelo en la chucha por atrás, mételo todo como las hecho ya, agárrame por las caderas y empuja todo hacia adentro para que tu hermana vea tambien esta pose.

Ricardo que seguia con su verga muy dura y mojada por la culeadera de minutos anteriores, se paro al lado de la cama, abrió las piernas de su madre puso su verga a la entrada de la concha y arremetió empujándolo todo dentro de ella. Solo se oyo un gemido de placer de parte de Mary quien comenzó a mover sus caderas produciendo la entrada y salida del pene de Ricardo. Entonces dijo:

– Linda, podrás tu hacer esto?

– Creo que si mama, si tu me ayudas, recuerda que nunca he tenido una verga dentro de mí, pero estoy desesperada por hacerlo.

– Bueno, es tu turno – dijo la madre.

Lentamente dejo de menearse y Ricardo saco su pija de dentro de ella… la tenia muy tiesa y dura solo pensando en el momento que ya venia, quería probar la chucha gorda y peluda de su hermana tambien.

– Ven Linda, móntate en la cama y ponte de espaldas con las piernas bien abiertas, te va a ser más fácil asi para que te entre la verga de Ricardo.

– No, asi no amor… tienes que doblar las rodillas un poco…eso es!.

– Ven tu ahora amor, móntate sobre ella y comienza a metérselo despacito – le dijo a Ricardo.

Asi lo hizo, puso su pija a la entrada de la cosa peluda y mojada de Linda y ayudado por su madre comenzó a empujar lentamente, ayudado tambien por ambas manos de Linda abriéndose su propia concha. Poco a poco fue entrando y de pronto un grito de placer, dolor y gozo lleno el cuarto, Linda ya lo tenia todo adentro y se habia quedado quieta con los ojos cerrados.

– Que pasa mi amor? – Le dijo Mary

– Nada madre es que esto es grandioso! Lo quisiera tener dentro de mi para siempre. – Contesto la joven con una sonrisa amplia de satisfacción.

– Que bueno que te este gustando, amor, porque es algo sublime y exquisito. Tenia temor de que te fuera a doler un poquito y no te gustara. – dijo Mary.

– Me gusta madre! Y no dolió tanto porque ya tu vibrador habia hecho su trabajo preparando el camino para una buena verga, como la de Ricardo, que rico se siente esto madre!.

– Comienza a menear tus caderas como te mostré.

Ricardo, apoyado en sus codos, puso sus manos por debajo de los hombros de Linda y comenzó el mismo a bombear sacando y metiendo su pene de la concha de Linda. Al mismo tiempo ayudada por su madre. Linda ya comenzaba a menear sus caderas logrando un ritmo sabroso, poco a poco comenzó a tensar su cuerpo, sintió que el cielo se abría y mil cohetes de mil colores explotaban en el aire produciendo un sentimiento jamás experimentado, sintió que iba a las estrellas y venia iba y venia…hasta que el éxtasis fue decayendo poco a poco, todavía meneándose lentamente. Al ver tal escena de pleno placer que Linda sentía, Mary se habia puesto sobre la cama y tenia su concha bien asida con su mano derecha y con la otra mano acariciaba sus tetas… Y le dijo a Ricardo:

– No te vengas todavía amor, puedes aguantar otro poquito?.

– Si madre, puedo. Estoy haciendo lo que me enseñaste, concentrándome y gozando y haciendo gozar, ya me vengo cuando yo lo decida.

– Bueno, como es día de iniciación, te gustaría cojerle el culo a mama?.

– Si!, pero si no te molesta me gustaría mas cojerle el culo a Linda, madre.

– No amor! No me molesta.

– Es que fue la primera vez para ella con una verga de verdad, pues quisiera darle verga por los dos lados.

– Linda, quieres que Ricardo te coja por el culo, amor?.

– Si madre! Me gustaría mucho! Asi aprendo a culear por todos lados y tengo mi cuota de verga por ser la primera vez!.

– Ven, ponte aquí en cuatro patitas.

Se hinco mi hermana sobre la cama y Ricardo de arrodillo detrás de ella, abrió sus blancas piernas dejando al descubierto un culo grande, blanco y redondo. Desde atrás de podía ver toda esa mata de pendejos que se asomaban hacia atrás y un anillo de pelitos alrededor de todo el culito de Linda.

– Méteselo primero en la concha Ricardo para que lo tengas bien mojado para cuando lo metas en el culo.

Asi lo hizo, metió su pija en la chucha de Linda, quien dio un pequeño grito de placer y apretó las nalgas, dejando el verga atrapado dentro de su chucha por unos segundos… Gemía de placer al sentir ese pedazo de carne dentro de ella de nuevo.

– Menéate un poquito Linda, para que se le moje mucho la pija a nuestro macho. – dijo Mary.

La joven improviso un meneito que agarro cierto ritmo con Ricardo agarrándola por las caderas y empujando todo su verga dentro de ella.

– Ya, sácalo ahora, ponlo en su culito y comienza a empujar hacia adentro.

Linda abrió sus piernas y todavía en cuatro patas, poniendo sus hombros hacia abajo, echo sus dos brazos hacia atrás para abrir ella misma sus nalgas para facilitar la penetración. Apenas habia entrado la cabeza del pene de Ricardo y la joven dio un suspiro de alivio ya que lo peor habia pasado, la entrada. Ella pensó que iba a doler, pero ni tanto, el abrirse las nalgas y el suave empujoncito que Mary le habia dado a Ricardo para que este comenzara a meterlo, habia sido toda una maniobra que dio el resultado esperado. La madre se replegó recostada en la misma cama y dijo a Ricardo:

– Sigue empujando hijo, mételo todo… y Linda todavía abriéndose las nalgas le dijo:

– Vamos hermano, guárdalo todo dentro de mi y hazme venir de nuevo porque ya estoy viendo otro viaje a las estrellas.

La joven no se meneo, solo dejo que Ricardo lo empujara todo dentro de su culo y la agarrara de las caderas y comenzara a bombear. Mary miraba la acción con una mano en su concha y acariciándose las tetas con la otra. Comenzó a poner presión sobre su clítoris a medida miraba como Ricardo le cogía el culo a su hermana por primera vez…no tardo en venir el orgasmo que continuo siendo un éxtasis por todos esos momentos mientras Ricardo bombeaba mas fuerte en el culo de Linda, quien se puso tensa, lo sintió el, cuando ella apretaba su culo de placer. Linda dio un fuerte gemido y dijo;

– Cojeme el culo hermano, mas fuerte que me vengooo!!!

Ricardo al oír esto la agarro mas fuerte por las caderas, abrió las piernas de ella y arremetió con su verga en el culo de Linda. Y allí se abandono…comenzó a sentir los mismos cohetes que ella sentía a medida el la culeaba, hasta que el placer fue inaguantable y soltó su leche dentro del culo de su hermana, quien ya sentía el segundo orgasmo. Acabaron los dos al mismo tiempo. allí se quedo Ricardo con su pija ensartada en el culo de Linda hasta que poco a poco cesaron los movimientos y la desconecto. Mary regocijada por la velada, tenia otras cosas en mente, pero iba a dejar descansar a Ricardo entes de ir al ataque de nuevo. Ella los habia iniciado, y esta era la noche de graduación, ya tenia a toda una hembra como su hija y a todo un varón como su hijo. Mary se echo hacia atrás, busco una almohada, se acomodo y arropo a Linda quien estaba realmente extenuada por sus varios orgasmos de esa noche. Ricardo que solo hacia unos minutos se habia venido en el culo de su hermana pensaba ahora venirse en el culo de Mary (porque ella se lo habia ofrecido) y ese pensamiento le puso la pingota dura de nuevo y ya estaba casi listo. Tomo a su madre y le dijo:

– Ven, ponte de boca abajo y abre tus piernas.

Ella obedeció, dejando que la imaginación de su hijo tomara el control… El, vino desde atrás, abrió las piernas de Mary y le dijo:

– Dame tus manos, ábrete el culo.

Ella lo hizo sin vacilar, la calentura y la expectación de sentir su culo lleno de ese trozo de carne la tenia el borde del éxtasis. El se hecho sobre ella metiendo su verga en el culo de su madre, una vez adentro todo, comenzó a moverse como jinete sobre ella, tomándola de los hombros y empujando si verga con fuerza dentro de ella… Ella tenso sus músculos al tiempo que comenzaba a gemir largo y de puro placer viniéndose y sintiendo mucho placer pero siguió meneándose y apretando el culo para hacer que el tambien acabara dentro de ella. Ricardo comenzó a sentir el hormigueo, se venia. Ella percibió esto, acelero el meneo logrando que ambos acabaran al mismo tiempo a medida que ella sentía el chorro de leche dentro de su culo, ella se vino de nuevo, cesando sus movimientos de a poco como un carrito de montaña rusa se mueve ya despacito al llegar a su destino.

Por primera vez ahora estaban los tres, durmiendo en la misma cama, descansando y soñando en unas cuantas noches de cumpleaños que habrían de venir.

Compartir en tus redes!!