Por vez primera infiel en un viaje
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Tenia algunos meses que me habían ascendido, por segunda ocasión tenía que viajar por razones de trabajo, con un grupo de directivos. El viaje fue de aproximadamente 15 horas, saliendo por la noche. Varias eran mujeres, pero yo era la más joven, y mi pareja de viaje era una mujer solterona, pero que era pretendida por un compañero. Mientras salíamos de la ciudad, mi compañera, me pidió cambiara de lugar con su pretendiente, a lo que accedí de mala gana, pues llevaba un minivestido, que estando sentada descubría todos mis muslos y me cohibí al sentarme con mi nuevo compañero de viaje.
El un hombre muy maduro, después me entere, de 68 años, atlético, de 185 de estatura, con bigote, deportista, velludo, vestía unas bermudas y playera. Comenzamos a platicar, me dijo que me conocía desde que yo era una jovencita cuando jugaba básquetbol y que él también jugaba y que después me volvió a ver varias veces, pero ya en el trabajo, sobre todo cuando me ocupaban como edecan o en algunas fiestas acompañado de mí esposo.
Yo soy morena, mido 1 64 de estatura, tengo un busto grande, soy talla 40 copa B, unas pompas regulares no muy exuberantes, y unas bonitas y torneadas piernas, a pesar de mi edad me conservo gracias al ejercicio que hago; pero que de todos modos al lado de él soy una niña, pues me lleva más de 25 años.
Total, fuimos platicando en ese viaje, circulo un poco de cerveza, tome algunas y me dormí. Casi amaneciendo, me desperté y mi cabeza estaba recostada en uno de sus brazos, me tenía abrazada, y una de mis piernas estaba encima de su pierna. Yo me moría de vergüenza, me moví y lo desperté, pero no hubo palabras, me tomo de mi rostro y me beso en la boca de forma apasionada, yo no dije nada, me deje, me había gustado, me tomo la otra pierna, la puso encima de sus piernas. Me acaricio las pantorrillas, subió hasta mis muslos, mientras la temperatura en mi cuerpo subió como nunca rápidamente, mi minivestido estaba arriba, creo que se podía ver mi tanga blanca y abajo mi raja cubierta con mis bellos. Mi cuerpo ardía, que permití, por vez primera que otro hombre que no era mi marido, bajara poco a poco mi diminuta tanga.
Pero pudo más la presencia de nuestros compañeros que aún quemándome, me separe de él y sin palabras, le pedí permiso, diciéndole que me iba a cambiar de lugar. Sin más me fui, pero iba sin mi tanga, se le había quedado.
Llegamos al lugar de nuestro destino, nos hospedamos en el Hotel y tres días estuvimos trabajando, hasta que al cuarto día hubo una fiesta en nuestro honor. Hubo baile, yo tome unas copas, al igual que él. Mi compañera de viaje y de habitación estaba muy entretenida y me dijo que esta noche no dormiría conmigo, que se iba a quedar en otro Hotel. Yo pensé que estaba tomada y que estaba loca. Eran las 11 de la noche, y ya no quería estar en la fiesta, además varios hombres me acosaban, mejor me retire.
Ya en la habitación escuche que tocaron la puerta, abrí, era él, que estaba pidiéndome disculpas. Yo se las acepte, comenzamos a platicar, pero vi que estaba obsesionado conmigo, más que llevaba un minivestido negro, de cierre enfrente, unas zapatillas tipo sandalia, blancas de tacón alto, mi bra y una tanga negra de encaje.
No se que paso, yo también estaba mareada que nuevamente comenzó a besarme en la boca, con mucha pasión, estábamos en el sofá de la habitación, hasta que sin más me cargo, sin dejar de besarme y me llevo a una de las camas. Me recostó en la cama, se desvisto hasta quedar desnudo y pude ver su instrumento grueso, largo, y eso hizo que se despertara una pasión desbordada.
– Mmmm… amor, me gusta, que rico y sabroso se ve. ¿Es mió?.
– Si es tuyo, amor, te lo voy a dar.
– No pensé jamás tenerte, desde que te conocí me gustaste, tengo algunas fotos tuyas y siempre he soñado contigo, pero pensé que nunca me ibas a hacer caso.
Bajo el cierre de mi minivestido, beso mis senos, mientras me besaba en la boca, después se fue a los pechos, yo sentía su pene entre mis piernas y gozaba. Estaba loca por su verga. Quito mi tanga, estaba desnuda, solo con mis zapatillas rojas. Me recosté boca abajo, me beso la espalda, hasta llegar hasta mis nalgas, llegó a morderlas, beso mis muslos, las pantorrillas. Estaba más y más excitada. En esa posición, el atrás de mi, rozaba su pene con mi culo. Yo podía ver en el espejo esa maravilla, que tocaba mi culo, y le pedía a gritos que la metiera. No se que tiempo paso, pero así estuvo jugando, después me tuvo un rato sentada en sus piernas, mientras tomábamos una copa, podía ver su pene salir entre mis muslos. Yo jugaba con mis manos, luego me puse a besarlo. Le puso un poco de merengue al pene para que mi boca lo saboreara.
Hasta que por fin, estando de frente, me cargo, yo me trepe de su cuello, y busque su pene, quería ser ensartada, hasta que rápidamente, quede atrapada por su verga. Yo cabalgaba fuerte, quería que entrara todo. Sin sacármela, me llevo a la cama, me tiro, mientras besaba mis pechos, empujaba una y otra vez, yo lo atrapaba con mis piernas por la espalda. Después le pedí que me lo diera por atrás, me recosté de lado, se puso atrás, y vi en el espejo como se perdía en mi vagina. Y otra ves empujaba y sacaba, mientras tomaba mis pechos y mis muslos, ya no pude más y tuve mi primer orgasmo y el derramaba su semen en mi vagina. Así nos quedamos un rato, dormidos, hasta que horas después, el volvió a la carga, pero ahora me abrió las piernas, y cabalgo un buen rato hasta que nuevamente tuve otro orgasmo y el gritaba que su sueño se estaba cumpliendo cogiendose a la mujer más apetecible del trabajo.
Ya había amanecido, nos bañamos los dos juntos, nos apresuramos, porque podía volver mi compañera de cuarto, el se metió a bañar conmigo, le lave su pene, lo chupe, lo mame, lo mordí, el me beso, acaricio mi cuerpo, beso mis piernas, mis pecho y por fin, su pene lo recibí otra vez, mientras caí el agua en nuestros cuerpos, el estaba atrás de mi, cogiendome, cuando sonó el celular, me salí del baño, pero el seguía con la verga clavada en mi vagina. Así conteste, era mi marido, que acababa de llegar por mi y que en un rato estaría conmigo. Quiero decirles que termino de eyacular, nos terminamos de bañar.
Regresamos del viaje, y ahora este compañero es mi amante.