Enferma anal (una mujer dispuesta a todo)

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ENFERMA ANAL

Mi sexualidad fue cambiando tan drásticamente en los últimos años que creí conveniente consultarlo con un especialista, entiendo que mi problema radica en mi cabeza, no en mi cuerpo.

Así fue que buscando y buscando di con el doctor L.G.V, el tipo es muy conocido, da conferencias y tiene demasiados cursos sobre los hombros.

Es especialista en sexualidad, aunque previamente se inclinara por la psicología, creo que contaba con dos armas que eran esenciales para atacar mis problemas.

Al contrario de mis amigas y el común de las mujeres, y aunque parezca raro, siempre me resultó más fácil hablar de estas cosas con especialistas masculinos, los hombres son de poco hablar y me siento escuchada, noto que van más a lo físico que a lo emocional, en cambio las mujeres son mas de dar vueltas.

Cuando llamé a la clínica, la secretaria me dio un turno para tres meses a futuro, era demasiado tiempo, pero era tan renombrado que era imposible encontrar un hueco antes, le di mis datos y pacientemente esperé a que pasaran los días, en silencio porque nadie lo sabía, ni siquiera mi esposo.

Hace unos días llegó el momento y acudí a la visita, tarde de primavera, me puse una pollera ajustada, hasta las rodillas, de un material elastizado simulando cuero, zapatos negros de altos tacos, haciendo juego y una remera ajustada del mismo color, con un discreto escote, además, un pañuelo colorido al cuello como para cortar la onda de luto de mi vestimenta. Apenas me maquillé un poco para darme color en el rostro y delinee los bordes de mis ojos, no me gusta pintarrajearme, acomodé mi cabello oscuro, unos aros y perfume importado, sensual y normal al mismo tiempo.

El viaje fue un tanto estresante, demasiado tránsito, para colmo no conseguía lugar para dejar el coche, lo hice en un garaje a un par de cuadras.

Después lo de costumbre, la secretaria tomó mis datos y me indicó que tomara asiento esperando a que me llame.

Una mujer a mi derecha trató de iniciar un diálogo, pero soy parca para establecer lazos sociales, así que luego de una respuesta un tanto indiferente puse los auriculares en mis oídos para escuchar música y cortar cualquier otro intento.

Estuve dos horas esperando, había demasiada gente, al fin el se asomó y dijo:

Med? Med?

Me incorporé y fui a su encuentro, nos saludamos dándonos la mano, haciéndome pasar para que me pusiera cómoda

Mientras él escribía en su notebook, daba una mirada rápida por el lugar, la arquitectura era moderna, las paredes pintadas en blanco y ventanales con cortinados azules, haciendo juego con el piso. Había una exquisita fragancia que me hacía sentir cómoda, un aire acondicionado al costado que para mi gusto era demasiado, la sensación fresca hacía endurecer mis pezones, luego fui por el doctor, un tipo que aparentaba unos sesenta años, alto, flaco de cara chupada y alargada, con unos lentes de marcos dorados, parecía muy concentrado en lo que escribía moviendo sus largos dedos con asombrosa velocidad sobre el teclado, perfectamente afeitado, con impecable traje y corbata ajustada al cuello, su interrogatorio interrumpió mi ojeada en el entorno, el seguía escribiendo mientras preguntaba, sin levantar la vista de la pantalla

Bueno? Med, correcto?

Si? Med para ser precisa

Fecha de nacimiento?

Dos de Marzo de mil novecientos ochenta y cuatro

La edad de mi hija? – agregó con una mueca en los labios.

Estado civil? soltera, casada, divorciada?

Casada doctor, hace unos quince años

Hijos?

Dos, Joa de ocho y Thiago de seis

Trabajo?

No, ama de casa

Algo más que quisiera comentarme?

Mmmm? no, al menos en referencia a mis datos personales?

Correcto, la escucho entonces.

El doctor dejó de escribir para reclinarse sobre el espaldar del sillón, entrecruzando sus dedos me miró expectante, me pidió que hiciera una narrativa de mi vida en general, el me escuchó atentamente sin pronunciar palabra, hasta que llegó el momento de ir al nudo del problema, el motivo de mi visita?

Le molesta si fumo? Me ayuda a aflojar la tensión?

No me place, pero necesito que esté cómoda, adelante

Encendí un cigarro, le di una pitada y seguí

Mire, cuando mi Thiago fue creciendo el peso de madre fue decreciendo naturalmente para dejar aflorar nuevamente a la mujer, la sexualidad reflorecía en mí, pero con Osvaldo, Osvaldo es mi marido, descubrimos que nos conocíamos demasiado y nos aburríamos en la cama, ya no teníamos objetivos por delante, éramos padres, habíamos probado todo, ó casi todo, en fin, hacía muchísimo tiempo que no tenía orgasmos?

Entiendo, el motivo más frecuente de consultas de hombres es el tamaño del pene y de las mujeres la falta de orgasmos, es más común de lo que cree

No doctor, no se apresure, quise decir que no tengo orgasmos con él, y casi el conmigo tampoco, volvimos a una etapa de masturbación?

El me miró intrigado, arrugando el entrecejo y pasando una mano por el mentón dijo

A ver, como es eso?

Como dije, ante el aburrimiento mutuo empezamos a buscar cosas nuevas en internet, cosas que nos atrajeran, que lograran en él una erección y en mi humedecer mi intimidad, comprende? Así fue que poco a poco empezamos a hacer algunas cosas que nos hacía excitar, y creo que el tema se nos está yendo de las manos.

Doy un par de pitadas, tomo aire y sigo

Al principio, al ver las chicas que practican sexo explícito, notamos como depilan su intimidad, y acordamos que yo haría lo mismo, así que cada dos a tres días antes de dormir el me depilaba toda, fue muy excitante, además yo me masturbaba ante sus ojos, sintiéndome puta y teniendo orgasmos enormes, que eran solo para él, luego él se masturbaba para mí, como compensación. Llegamos al punto que afeitarse seguido se hacía denso, por lo que me practiqué una depilación definitiva con laser?

Prosiga, la escucho con atención, quiero ver dónde vamos?

Bueno, una mañana lo sorprendí a mi esposo en mi cajón de ropa interior, estaba sacando y cortando todas mis bombachas, unilateralmente decidió que a partir de ese día andaría por el mundo con mi intimidad desnuda, no lo discutí, de hecho me excitó muchísimo, es más, ahora mismo no tengo nada abajo?

El doctor se mostró perplejo, inclinando la cabeza hacia el costado, dubitativo, no creyendo mi historia

Mire, compruébelo usted mismo?

Con un poco de dificultad subí la pollera que se adhería a mis muslos y abrí sutilmente las piernas, sin ser grosera, solo lo necesario para que el observara mi concha desnuda y totalmente desprovista de bellos.

Su cara demostró sorpresa, pero rápidamente volvió a la situación, volví a acomodarme mientras encendía el segundo cigarro.

Doctor, permítame hacerle una pregunta

Si Med, dígame

No me conteste como médico, hágalo como hombre, que le parece mi cola?

Por qué me pregunta eso?

Vamos, sea honesto, tiene que ver con la situación

Bueno, si ofender, con todo respeto por lo que pude ver tiene un trasero muy bonito, proporcionado y bien parado, pero no entiendo?

Correcto, lo mismo ve mi esposo, y ahí empezó la otra etapa. El siempre se enloqueció con mi trasero, dice que en cuatro patas luce increíble y una tarde como cualquiera empezó a jugar con su dedo en mi él, y es un tipo muy perseverante, dele un martillo y déjelo en la cima de una montaña, podrá tardar mil años, pero no dude que golpe a golpe solo dejará escombros?

No comprendo

Bueno, esto se transformó en una rutina, día a día jugando en mi esfínter, un dedo, al tiempo fueron dos, mas adelante tres, llegó el día en que metió su puño en él y a partir de ese momento no quiero otra cosa, no me interesa otra práctica sexual, solo quiero que día a día meta su puño en mi culo

El doctor no decía nada, se mostraba pensativo y gotas de transpiración poblaban su frente, por lo que seguí adelante

Fue entonces que por mi pedido me regaló una máscara de cuero, para preservar mi identidad y comenzó a filmarme y a fotografiarme para subirme a internet, que quiere que le diga, verme en un lugar de acceso público, con mi culo enorme, metiendo y sacando su puño casi hasta llegar el codo, metiendo y sacando, metiendo y sacando, metiendo y sacando, metiendo y sacando, se imagina como tengo mi anillo trasero no? le apuesto que apenas mojarme con saliva y ahora mismo usted podría meter todo su antebrazo dentro mío?

No? yo no?

Disculpe doctor, no lo tome literal, no quise insinuar nada?

Comprendí mi error, mientras apagaba el segundo cigarro él dice

Y? que pasa en estos momentos?

Pasa que mi culo es muy popular en internet, vivo masturbándome cada vez que me veo, subimos la apuesta, Osvaldo me mete todo tipo de objetos, naranjas, manzanas, calabazas, juguetes con forma de pene, botellas del lado de la base y hasta un pequeño extinguidor. Ahora pensamos llevar la apuesta más lejos, muchos hombres nos han contactado luego de ver nuestros videos, nos está dando ganas de hacer algo comercial, de cobrar unos pesos y hacerlo en vivo, se imagina? Un ferrocarril entrando por mi trasero mientras muchos hombres se masturban a mi alrededor? De solo pensarlo me humedezco?

El doctor quedó pensando, y yo mirando sus ojos, necesitaba oír su respuesta, pero no me pareció correcta, al menos no fue lo que esperaba escuchar.

Por eso escribí estas líneas porque seguramente lo leerán personas como vos, quienes podrán darme otra opinión, entonces que te parece? está mal lo que hacemos con mi esposo ó quisieras ver mis videos?

Si eres mayor de edad me gustaría saber tu opinión sobre este relato con título ?ENFERMA ANAL? escríbeme a [email protected]

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dulces.placeres
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