Renacer de una fantasía – Relatos eroticos
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La vida son diferentes etapas para vivirlas en plenitud y en plena conciencia.
Como hombre siempre admire la belleza y suerte de haber sido ella quien se fijo en mi, ya que le pidió a un amigo común que nos presentara.
Después de 30 años de matrimonio, Gloria mantenía esa carita de niña hermosa e inocente, además de un cuerpo curvilineo y unas piernas hermosas, que al caminar parecian las de una hembra seductora deslizándose.
La madurez de una hembra hermosa que está pronta a cumplir 50, la edad, es un tema que baja la confianza y autoestima en la vanidad de toda mujer.
Con mayor tiempo libre debido a que los hijos volaron a buscar su propia vida, el estar «solteros» nos permitió tener mas tiempo para hablar de nosotros y de como veiamos la vida antes de llegar a la última etapa donde todo serian recuerdos.
Ella es rubia, atractiva y siempre se ha considerado mi alumna sexual, en donde el rol de ser mi hembra sumisa, me ha permitido saciar todo mi morbo que ella sabe como provocarlo al no tener limites para abusar sexualmente y verla gozar cuando me pide que la amarre y la viole.
Tiene un trasero firme donde nacen unas piernas contorneadas, largas y unos pechos pequeños, firmes que son mi delicia al ver sus pezones rosados que se ponen duros al momento de acariciarle y desnudarla.
Esa libertad para entregarse a gozar ser abusada, se inició con la propuesta de tener sexo anal, que lo deseaba hacer con ella, mi mujer.
Además que su sumisión y mi gusto por videos pornos eran una combinación que iba a llevarnos a caminos que nunca imagine.
Desde un principio he agradecido a la vida el que una mujer hermosa se haya fijado en mi.
El paso de los años no han pasado por ella, nadie cree que está proxima a los 50, como mucho le dicen que tiene a lo sumo 39, cosa que a mi me calienta, porque se que es mirada con deseos carnales en su trabajo.
El sexo anal, fue descubrir que el placer sexual además de ser compartido, tiene el secreto de ser un gozo que despierta la esencia de ser mujer y hombre, al disfrutar en forma individual de los secretos mas ocultos.
El dolor de sentir como se dilata su ano al sentir mi miembro entrando en sus paredes anales, para luego gozar al descubrir las entrañas de su cuerpo, sintiendo mi pene duro clavado entero en su colita.
Ese placer despertó mi fantasía de un trio, y fue así como un dildo, fue nuestro juguete que íntimo, que despertó la confianza para gozar juntos la fantasia de una doble penetración.
Si bien, este es un resumen del camino para descubrir el placer de un matrimonio que hacer el amor, era un camino donde todo era permitido.
Lo más preciado es que ella fue quien despertó mis desos más oscuros y valorar su entrega para sentirse una hembra plena al entregarse sin limites para gozar juntos de nuestras fantasías sexuales,donde la lujuria femenina y el morbo masculino era producto de la confianza para hablar de sexo y confesar los sueños que siempre habiamos controlado por un tema de lo correcto y moralmente determinado por la sociedad.
Fue así que con temor a su rechazo le propuse experimentar con un tercero real, que mi propuesta era darle un cuerpo a nuestro juguete intimo.
A modo de agradecer su respuesta de dejar en mis manos buscar ese tercero, fue que puse un aviso en una pagina de encuentros, en donde contacte a varones jovenes para hacer realidad nuestra fantasía de un trio HMH.
Nuestra condición era que enviaran una foto para que Gloria eligiera al que le pareciera mas atractivo y varonil.
Era una forma de retribuirle su confianza por hacer realidad mi fantasía, que ella se comiera a un hombre joven y atractivo, era algo que suponia era fantasía secreta de toda mujer madura.
Diego fue el primer hombre que nos permitió dar ese paso.
Los tesoros de abrir esa caja de pandora que es caminar por la senda del placer sexual sin limites, me hizo descubrir estímulos del erotismo nunca imaginados.
El temor de que Gloria lo hiciera como una obligación para complacer mi morbo, fue siempre estar atento y esperando que ella me dijiera vámonos.
Porque las citas, eran en el centro de la ciudad, a una hora de viaje de nuestra comuna.
Estas tranquila y segura para invitarlo a sentarse junto a nosotros? Le pregunte.
Nuestra condición era que nos invitara a su departamento para charlar solos Los tres.
Si me respondió, Gloria desplego toda su sensualidad y provocación hasta invitarlo a sentarse junto a ella.
Al sentir sus manos recorrer sus muslos y mis manos apretar sus pechos, apoyó su cabeza en el respaldo del sofa, gimiendo por las caricias de esa primera vez en que se enteregaba a sentir las manos de dos hombres recorrer su cuerpo.
Fue exquisita esa sensación de calentura, morbo y sadismo que recorrió mi cuerpo, cuando Gloria buscó los labios de Diego.
Antes de desnudarla nos pidió que fuesemos al dormitorio.
Alli hicimos el amor mientras ella mamaba a Diego, en un momento el me dijo que deseaba penetrarla.
Al oido le consulte si deseaba tener sexo con él, porque Diego quería penetrarla y yo no me sentiría desplazado si ella lo deseaba.
Si, me dijo, estoy hirviendo, quiero saber que se siente mirarte mientras otro me clava.
Esa sensación de estar envueltos los dos en un estado de placer salvaje nunca antes vivido como pareja, nos llevo juntos al placer de nuestra fantasía.
Gloria se montó sobre él que estaba de espalda sobre la cama, como una hembra salvaje abrió sus muslos y su vagina humeda se comió su pene erecto.
Me miró y se inclinó sobre su pecho.
Sus nalgas abiertas por la posición en que se movía,me ofrecía su halo anal.
Con mi saliva lubrique mi pene erecto, y senti sus gemidos de dolor al sentir que la penetraba por la colita, ese dolor se transformó en placer y comenzamos a movernos, en cada clavada sentía el roce del pene de Diego clavado en su vagina.
El no pudo controlar su excitación y se corrió.
Hubo cuatro citas más, todas con hombres jóvenes y atractivos, con el mismo resultado.
En cada una de ellas, pude comprobar que Gloria solo tuvo momentos de placer, en los cuales se transformó en esa hembra que gozaba ser complacida por dos hombres.
La segunda cita con Andrés, fue la más placentera para los dos.
Una tarde donde ella disfrutó ser la hembra de esa fantasía, juntos la hicimos gozar de una doble penetración donde Gloria entre gemidos nos pedía que la clavaramos mas fuerte.
Ella nos llamó en forma separada para tener sexo con uno mientras mamaba el pene del otro.
La espera de una segunda cita nunca llegó.
El la tercera cita, el motivo central de mi regalo, era un joven que nunca habia tenido un trío, y que además su fantasía era tener sexo con una hembra madura.
El resultado fue que antes de leer la quinta pagina de ese libro de placer, no pudo controlar su excitación y acabó mientras ella gozaba el ímpetu de sus clavadas juveniles.
Lo mas valioso fue descubrir que al sentir el semen caliente correr dentro de su vagina, su calentura era mayor.
El morbo de verla asi, fue lo que llame esos momentos mágicos que iba sintiendo.
Esa tarde sin saber porqué, lleve nuestro juguete y gozamos del exhibicionismo al tener sexo anal frente a él, y mientras mamaba su pene derrotado, le entregué nuestro juguete a ese joven derrotado para que lo metiera en su vagina lubricada con el semen de el, mientras gozabamos de lo que mas nos gusta, sexo anal con mi mujer, mientras el tercero metia nuestro juguete en sus entrañas y me pidio entre gemidos acabar en su ano.
Ambos sentiamos que a pesar de haber gozado nuestra lujuria, el placer de un trío era algo que estaba negado para nosotros.
Asi fue que determinamos darnos la última oportunidad.
Angel un venezolano que la sedujo con su mirada y sonrisa era mi ultima carta a jugar.
Todo siguió un plan que había conversado previamente con Ángel.
Una conversación y tragos en el sofá del living, para empezar a desnudarla estando de pie los tres estando entre nuestros cuerpos, para que ella sientiera nuestros miembros rozar su vagina y nalgas, darla vuelta para asi besarla y poder morder sus pechos cada uno de nosotros.
El resultado fue el mismo.
Después de estar los tres en la cama, despertar a la hembra recorriendo y besando todo su cuerpo desnudo, el se monto en forma violenta abriendo sus piernas y empezó a penetrarla con clavadas que llevaron a Gloria a un orgasmo intenso.
El squirting es uno de los mayores regalos que disfruto, verla correse y eyacular sin control, fue en los cuatro jóvenes algo nunca gozado por esos varones inexpertos, y fue asi que él acabó cuando nosotros aún no habiamos empezado a disfrutar de nuestra fantasía.
Ya estaba seguro que esa calentura de mi mujer al sentir que su vagina estaba llena de semen, era un estado que la calentaba para pedir más sexo.
Nuestro placer sexual como pareja es que ese dolor anal de sentir que la parto cuando penetro su cola, se transforma en placer hasta pedirme entre gemidos que acabe en sus entrañas anales, y Gloria se estremece en un orgasmo anal, mientras siente correr el semen desde su vagina en cada clavada de nuestro juguete en las manos de Ángel, quien le dio vida a nuestro juguete intimo.
Me retiré a fumar un cigarro al living, no prestando atención al hecho de que Ángel se masturbaba mientras se excitaba al oir como mi mujer me pedía que acabara entre gemidos.
Ese morbo de ver como mi mujer me miraba mientras gozaba ser penetrada por el tercero, era algo muy intimo, puro y nuestro.
El ruido de la cama y los gemidos de mi mujer me indicaba que ellos tenian sexo.
Ya habíamos hablado de lo que sentíamos al momento de verla gozar con el tercero, al mirarnos era compartir nuestra lujuria sexual.
Pero nunca antes Gloria había tenido sexo estando sola con el invitado.
Mi sorpresa fue una sensación de morbo, placer sádico y una propuesta que esperaba el momento adecuado para contarsela, porque era una fantasía extrema que consideraba como un límite que convertía mi morbo en sadismo.
Mi mujer estaba en cuatro, mientras gemia y le suplicaba a Ángel que la clavara mas fuerte.
Mi mujer estaba gozando y le pedía que acabará.
Su lujuria femenina la había llevado a entregarse al placer sexual de entregarse a gozar del sexo anal con otro hombre.
Nos miramos mientras mi mujer, esa hembra con cara de niña hermosa era la de una hembra madura que había derribado la última barrera moral, para entregarse a su propia lujuria sexual.
Acabar en un orgasmo anal al sentir que el semen de dos hombres llenaban sus entrañas anales y ver como al correrse en un squirting que arrastraban sus jugos vaginales con el semen de la primera corrida de Ángel.
Nunca llegó esa segunda cita.
Lo que produjo en ambos una frustración, porque ella se sintió objeto de placer.
Y yo la rabia de ver que ninguno habia valorado la entrega de mi mujer.
No deseo ninguna otra cita.
Lo que tengo para darte es solo para ti.
Me dijo.
Acepté porque yo también sentía que la había llevado a ser placer sexual de hombres.
Esa confianza para hablar de sexo y que esos momentos mágicos como los llamé.
Nos hicieron aceptar que era sadismo el placer de verla gozar cuando era penetrada por otro.
Y que esa calentura que la llevó a tener sexo anal, era ninfomania.
Y el placer de una doble penetración, era hacer el amor los dos.
Dentro de lo que tenia para entregar solo a mi, fue no controlar nuestros goces sexuales que fueron esos momentos mágicos, nuestra doble penetración fue anal y vaginal con nuestro juguete intimo, transformar en algo puro todo el masoquismo femenino de su ninfomania y poder liberar todo mi sadismo, nos llevo a descubrir el placer del fisting.
Nunca en todos nuestros años habiamos gozado el abuso sexual extremo, porque el dolor al sentir que su vagina se dilata y los gemidos de placer al sentir que se corre entre temblores de todo su cuerpo, es lo mas exquisito de mi abuso al meter mi mano entera en su vientre.
Esa mirada perdida es algo irreal.
Y correrme en su boca, es parte de lo que tenia para entregar solo a mi.
Para no extenderme, y si esta narración
Que es real es bien recibida por los lectores.
Les contaré que este fue el principio de una ultima propuesta.
El darme una ultima oportunidad para llevarla a ser la hembra que esos cuatro jovenes no supieron valorar.
Como mi mujer, sabia que no sabia lo que era gozar ser la hembra que la llevo a gozar en forma interrumpida de esos momentos mágicos.
Fue así que me jugué una ultima cita.
Esta vez con un hombre maduro.
Asi fue que conocimos a Nicolás.
Un hombre maduro, educado,respetuoso que tiene 47 años.
El se transformó en ese amigo intimo que supo ganarse la confianza de mi mujer, para integrarlo a gozar de nuestro placer de hacer el amor, ser parte de nuestra fantasía y no de un trío.
Si ésta primera parte es de su agrado.
Les contaré como mi mujer se entregó a su ninfomania.
Y con Nicolás compartimos nuestro sadismo.
Es asi como mi mujer es mi putita sumisa.
Y es la zorrita caliente de Nicolás.
Ella tiene a sus dos hombres sádicos para disfrutar su ninfomania.
Gracias por el tiempo de leer mi relato, que es la experiencia de un matrimonio que desea vivir esta etapa de la vida, antes de llegar a viejos y arrepentirnos de no haber gozado lo que es nuestro.
El placer de hacer el amor sin limites.