De nuevo en casa de mi hermana
Yo tengo ropa en casa de mi hermana, pues suelo ir a pasar varios días en su casa en las vacaciones de verano. Después de un día de compras, pasamos la tarde viendo la tele y bebiendo en el salón. Pasadas las 12 de la noche, mi hermana fue a su habitación a hablar con mi cuñado por el móvil, pues estaba trabajando. Fui al servicio a cambiarme y ponerme más fresco.
Al salir del servicio, mi hermana se había quedado dormida. Estaba boca abajo en la cama, solo con unas braguitas y su delicioso culo se le transparentaba a través de la tela de sus braguitas. Me quedé un rato observándola y notando como mi polla se endurecía por momentos. Era una delicia observar ese cuerpo, del que tantas veces había abusado. Me acerqué a la cama, sin quitar la vista de su culo. Después de un buen rato observándola, puse mi mano en su cuerpo, comenzando a pasarla por sus piernas, hasta llegar a su culo. Al no obtener reacción, lo acaricié con mis manos, colocándolas en sus nalgas, haciendo círculos y masajeándolo suavemente. Al no tener resistencia y notar que seguía dormida, le bajé las braguitas y volví a acariciarlo, para sentir la suavidad de sus nalgas entre mis manos.
Cuando llevaba un rato acariciando el culo de mi hermana, se movió y se puso boca arriba, por lo que su coño y sus tetas quedaron a mi vista. La observé durante unos segundos y puse una mano sobre uno de sus pechos, acariciándolo suavemente, sin notar reacción, por lo que seguí acariciándola con las dos manos, una en cada teta sintiendo su suavidad entre mis manos y la dureza de sus pezones en mis dedos. Me incliné y acercando mi boca se los empecé a besar y a lamer, haciendo círculos en sus aureolas y al rededor de los pezones con mi lengua, y luego los metí entre mis labios, mamando de ellos. Seguí besándola bajando por su vientre, hasta llegar al elástico de las braguitas, del cual comencé a tirar despacio y terminar de bajarlas mientras besaba cada centímetro que iba descubriendo. Saqué las braguitas por los pies, desanudándola por completo, y separé sus piernas. Conforme las separaba iba apareciendo su coño entre sus muslos. Subí besándola por las piernas y cuando llegué a su coño, separé los labios vaginales para meter mi lengua entre ellos e introducirla en su cueva del placer, fallándola con mi lengua y lamiendo su clítoris mientras metía dos dedos en su coño. Mi polla casi reventaba mi bóxer, por lo que me lo quité, quedándome totalmente desnudo. Me subí a la cama, muy despacio, y me coloqué encima de ella y empecé a rozarle mi polla por su coño, recorriendo los labios vaginales, hasta que llegué a la entrada de su coño, apunté y la inserté despacio, comenzando un suave bombeo, hasta que se la metí hasta el fondo, chocando nuestro vello púbico. Estuve unos segundos parado, sintiendo el calorcito de su coño en mi polla, y comencé un suave mete y saca jugando con mi lengua en sus tetas y mamando sus pezones.
Mi hermana se despertó entre gemidos y colocando sus piernas alrededor de mi cintura y abrazándome. Después de unos minutos de bombeo, sentí como su cuerpo se convulsionaba con el orgasmo. Cuando sentí que iba a correrme, la agarré de las caderas y empujé clavándosela hasta el fondo y soltando mi semen en su interior, (no había peligro, pues está operada). Esperamos un poco para recuperarnos y fuimos al servicio para lavarnos el uno al otro.
Regresamos a la habitación desnudos y nos tumbamos en la cama. Despues de un rato, empecé a acariciarla de nuevo, por todo el cuerpo. Ella se incorporó y me colocó su coño en la cara para hacer un 69. Mientras le comía su coño, sentía sus labios subir y bajar por mi polla. Despues de un rato con el 69, me incorporé y en posición de perrito se la volví a insertar en su coño, agarrándola de las caderas para que la penetración fuera más profunda. Despues de un buen rato de bombeo y caricias en su clítoris, nos corrimos juntos entre gemidos. Nos tumbamos exhaustos uno al lado del otro y despues de un beso apasionado, nos quedamos dormidos abrazados y desnudos. Por la mañana sonó la alarma, nos vestimos y yo me fui al salón a dormir, antes de que llegase mi cuñado.
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