Amor en familia

Déjenme contarles lo que sucedió hace algún tiempo, cuando yo todavía estaba en posición de entregarme a las caricias y los brazos de las mujeres.

Les platico de una relación en la cual me vi envuelto dentro de mi familia, más bien en mi matrimonio el cual en ese entonces se desarrollaba sin contratiempos y en una etapa de felicidad, y la familia de mi esposa nos visitaba frecuentemente, debido a esto empezamos a tener mucha intimidad mis cuñadas mi esposa y yo.

Entonces sucedió que una de mis cuñadas, una hermosa mujer rubia bastante alta y bien formada con unas piernas de ensueño y unas tetas de locura, que hacía volver la cabeza de hombres y mujeres a su paso me empezó a llamar la atención y aparentemente yo también a ella, hasta que un día en que llamó por teléfono a la casa, contesté yo y en un juego de palabras en el que nos enfrascamos, sucedió que quedamos de vernos en privado para platicar de nosotros.

Para esto mi cuñada que llamaré Sonia, se había separado de su esposo, llevándose con ella a sus hijos Karla y Juan José los cuales ya estaban en la universidad y se iban todos los días a estudiar y algunas veces a convivir con sus amigos y compañeros de la escuela, dejándole a Sonia bastante tiempo libre, debido a esto Sonia y yo quedamos de vernos en su departamento y ya estando ahí, después de tomarnos unas copas, empezamos a tener más intimidad y yo la empecé a besar y acariciar su hermoso cuerpo, y a desnudarla para besar y saborear sus pechos, mordisqueándole los pezones y lamiéndole las areolas, tras lo cual me dirigí a su ombligo para darle unos lengüetazos y seguí besándole el cuerpo para llegar a sus ingles, las cuales recorrí con la lengua procediendo después a besarle la vagina y separándole con la lengua el labio superior me concentré en el clítoris y lo bese y acaricié suavemente dándole unas mordiditas con los labios, en este momento mi cuñada no pudo más y se vino copiosamente, retorciéndose de placer y diciéndome:

  • Ay amor ya no puedo aguantarme más métemela por favor.

entonces yo ni tardo ni perezoso le abrí las piernas y le empecé a dar unas metidas de verga suavemente y acelerando hasta que eran unas furiosas embestidas, después de lo cual le dije que se subiera y ella empezó a cabalgarme ya sin control ensartada en mi verga de palo encebado, y al sentirse penetrada profundamente, se volvió a venir.

Y cuando Sonia me pidió que se la metiera de a perrito, al voltearnos vimos a mi sobrina que nos estaba observando atentamente y al verse sorprendida nos dijo:

  • ¡ay oigan!, hace mucho que no me invitan, no ven que de verlos ya me estoy viniendo, y empezó a desvestirse y ya desnuda se acercó a mí y yo le empecé a chupar los pezones y Sonia saliendo de su estupor y más caliente por el hecho de estar compartiendo a su amante con su hija, me empezó a chupar la verga y se acostó a un lado para ver como yo acariciaba toda a su hija, como le mamaba la vagina y cómo loca de deseo se habría de piernas para que me la cogiera, dándole unas furiosas embestidas, después de lo cual ella me dijo:
  • Ya vente, vente en mi por favor y yo ya sin poderme contener la llene con mi semen.

Al quedarnos descansando Karla y yo, Sonia nos dijo:

  • Yo me voy a despertar a Junacho, ustedes síganle

Y diciendo esto se fue a la recamara de su hijo que aún estaba dormido y al verle la erección matutina Sonia le empezó a chupar la verga y él al sentirlo le dijo cariñosamente:

  • Espérate mamá no seas encajosa.

Y ella sin hacerle caso le siguió chupando y mamando la verga hasta que sintió que se iba a venir y sin más se le monto de palo encebado dejándose caer de sentón en el parado miembro de su hijo y con un quejido de placer sintió como la verga de su hijo se le iba hasta adentro de su vagina, y a continuación empezó una desenfrenada cabalgata para venirse poco después que Juancho.

Al terminar se dieron cuenta que Karla y yo los estábamos viendo y Karla les dijo:

  • Porque no me habías dicho que te andabas cogiendo a mi mamá, y yo cuidándome de que no nos sorprendiera cuando me metía en tu cama, pero ahora ya podemos jugar todos sin temor a ser sorprendidos.

Después de tomarnos unas copas, Karla le agarró la verga a su hermano y acariciándosela le dijo vamos cógeme como te coges a mamá, porque nomás de verlos me calenté más y Juancho sin hacerse del rogar la empezó a manosear por todos lados, metiéndole los dedos en la vagina y chupándole los pezones hasta que Karla se vino con un gritito de placer diciéndole méteme la verga métemela ya por favor y él levantándole la piernas se las puso en sus hombros dejándole ir toda la verga hasta que ella le dijo sácala tantito que me lastima y así continuaron el mete y saca hasta venirse.

Mientras que Sonia me dijo:

  • cógeme papacito porque me estoy viniendo.

Y así seguimos intercambiándonos a madre e hija entre Juancho y yo.

Ya les platicaré cuando y como se integró mi esposa a nuestros juegos, cuando se cogió a Juancho a mis espaldas.

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