Fallándome a Arigameplays

Hola me presento, me llamó Andy y hoy les voy a contar cómo logré enamorar a la streamer más sexy: Arigameplays.

Todo empezó cuando fui a trabajar como botones en un hotel de celebridades, el sueldo era decente y estaba necesitado de dinero en ese tiempo. Mientras pensaba en que gastar el dinero, el recepcionista me llama para que atienda a un nuevo cliente.

Fue en ese momento que me quedé embobado, la nueva cliente no era nadie más ni nadie menos que aquella streamer a la que tantas pajas le dedique: Arigameplays.

Ari había venido para tomar unas vacaciones en solitario, rápidamente me dirigí a saludarla con tono normal, como si fuera una cliente más del hotel, para así no parecer tan incómoda la situación. Cargué sus maletas con mucho gusto hasta su habitación, la cuál tenía una buena cama además de un jacuzzi.

Gracias querido. – me dijo ella con una sonrisa

Ocultando mi reacción de sonrojo, le devolví el cumplido con tono formal.

No hay de que, en este hotel nos gusta hacer sentir bien a nuestros clientes. – tras decir eso, giré para salir del cuarto cuando de repente ella me tocó el hombro.

Espera, quisiera que me trajeran mi almuerzo a mi cuarto, claro si es que pueden. – me dijo con una mirada vacilante. No se preocupe, que para eso estamos los botones. – le respondí tranquilamente, mientras sentía una erección al verla.

Tras eso volví a mi rutina, atendiendo a los clientes que venían, los cuales muchas veces venían con sus parejas o sus amantes, otras veces venían con alguien de su mismo género para tener actitudes del otro bando acá, pero eso no me importaba. Es un hecho que los lugares a donde asisten famosos siempre tienen libertinaje para hacer lo que quieran sin que los vean y sin consecuencias.

Eran las 5 de la tarde, y era la hora del lonche, rápidamente fui a entregar su alimento a los clientes que lo pedían, los cuáles solo fueron 3 habitaciones y una de ellas era la de Ari.
Con mucho gusto toque su puerta, esperando verla de nuevo, pero cuando me abrió me quedé sorprendido. Ella estaba usando un bikini demasiado pequeño, que hacían notar sus grandes senos y glúteos.

Si que son muy serviciales aquí. – dijo ella con una mirada pícara.

Al verla empecé a sudar, este lugar no era un lugar santo, pero aún así las demás clientes se tapaban cuando uno de los botones iban hacía sus cuartos, en cambio, Ari no fue así.

Que te sucede, te ves sudoroso. – dijo ella mientras pasaba sus lindas manos sobre mi mejilla.

No, no pasa nada. – dije no sabiendo que hacer ante está situación.

Ari quitó el plato de mis manos para ponerlo en la mesa de noche, luego jalo de mi mano adentro y cerró la puerta.

Me quedé confundido en ese momento, ¿Qué quería ella de mi? No era alguien guapo como para que alguien tan sexy me quisiera, de hecho era medio gordo.

Aún así ella acaricio mi cara con sus dedos, susurrándome al oído: “Eres de esos que gastan dinero en donarle a cualquier suripanta que muestre su culo en internet, no?”

Yo no supe qué decir, eso era cierto, y de hecho como tremendo fracasado necesitado de afecto femenino, era justo a Ari a quien más donaba, a pesar de que tuviera más dinero que yo.

Todo esfuerzo tiene frutos. – dijo ella mientras me quitaba el uniforme para luego tirarme a la cama y montarse sobre mí. Ari empezó a darme sentones con su enorme culo, yo obviamente no iba a desaprovechar está oportunidad y empecé a tocar y apretar sus enormes tetas mientras ella gemia de placer ante mi enorme polla.

Oh si, disfrútalo puta! – le dije mientras seguía cabalgando sobre mí, ambos estábamos excitados y gimiendo, pero el más excitado era yo, que me corrí dentro de ella.

Tras eso, ambos suspiramos mientras ella sacaba su culo de mi pene, para luego hacerme una mamada tan profunda que tras unos minutos me volví a correr dentro de su boca.

Tómalo, puta. – le dije mientras goteaba mi semen de su boca.

Ella siguió tragando mi semen hasta que se llenó su boca, tras eso ella me dijo: Te amo.

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