Todos me tomaban por afeminado, y eso me abrió las piernas de bastantes compañeras de sexo – I

Cuando era pequeño, todos en la familia creían que yo sería un tremendo gay o un putito regalón. Mis nalgas eran redonditas y bien proporcionadas. Mi cutis blanquecino y mis ojos verdes solían ser objeto de adoración por las chicas de mi edad. También me daba cuenta que más de un hombre de la familia me hubiera roto el culito si se presentaba la ocasión. No sucedió y no por que faltaran candidatos. Es que mi padre imponía mucho respeto y le temían, por eso no se animaron a nada conmigo. Mis padres son gente pudiente, poseen tierras y una fábrica de muebles. Tenemos un muy buen pasar económico. La vida transcurría sin contratiempos, y yo podía observar como  las nenas preferían estar conmigo y no con otros chicos.  Y yo disfrutaba mucho de su compañía. Al llegar a la pubertad, mi preferencia sexual  se volcó claramente a las mujeres. Me atraían mucho, especialmente las nenas, y si, algunas más pequeñas que yo. Aun estando en la escuela, tuve mi primer relación sexual  con  una nena. Tengo una hermana. Por lo tanto en casa casi siempre había nenas jugando.

Yo siempre fui bastante retraído, o parco. Me costaba mucho relacionarme con otros chicos, y ni hablar con las chicas.  Con Anhalía la relación se dio así de repente, Ella era una chica muy pizpireta, siempre sonriendo y bastante confianzuda, hasta lanzada diría yo. Cuando venía a casa siempre estaba molestándome. Yo trataba de esconderme en mi pieza o en el patio. Y esa tardecita estaban jugando las nenas a la escondida, eran mi hermana y cuatro compañeras. Yo salgo al patio y veo donde se esconden mientras mi hermana cuenta. Anhalía se esconde detrás de unos arbustos al final del patio, entre unos árboles de naranja que hay, y ya estaba oscuro por lo que allí no buscaban por miedo. A mi se me ocurrió y no tengo claro el por qué, de darle un susto.

Estábamos en verano y con el calor todos llevábamos poca ropa, de echo yo solo tenía puesto un short de baño y las nenas todas en bikini. Lo más lindo es que como todas estaban creciendo, las mallas apenas cubrían sus cuerpos, todas andaban con los cachetes del culo al aire, se les podía ver con claridad el tamaño de su rajita, obvio que sus tetas también. Y la verdad es que ese día en especial mis hormonas estaban bastante activas, me había masturbado por la mañana en el baño, y ahora al ver a las nenas casi desnudas estaba con la lívido exaltada.

Otra de las cosas de las cuales se lamentaban en casa cuando hablaban de que era afeminado y delicado,  que era una pena que saliera puto con la buena verga que tenía. Era una linda verga, un miembro de 14cms de largo y 4,5 de lomo, era toda una injusticia según mis mayores. Me fui caminando pegado al paredón bien por lo oscuro y me acerqué a Anhalía por detrás. Cuando estuve bien cerquita, la tomé de atrás, le puse una mano en la boca y le pedí que no gritara, asintió con la cabeza, entonces la abracé, quedaron mis manos sobre sus tetas. Al sentir sus nalgas sobre mi pubis, la verga inmediatamente comenzó a ponerse dura, la nena al sentirla echó el culito hacia atrás, por instinto creo yo, propiciando que mi palo quede bien pegado a sus nalgas. Giro la cabeza y me da un beso en la boca, quedé sorprendido por la acción de la nena. Eso me excitó más todavía. No tuve mejor idea que hacerme hacia atrás, me bajo el short en lo oscuro y vuelvo a apoyar ya la poronga bien parada de punta entre las nalgas de Anhalía, la nena se dejaba hacer, la bombacha de su bikini metida en su canal trasero me molestaba, entonces se la corro a un costado y puedo acomodar la pija bien en su agujero trasero, ella sigue sin decir nada, para esto mi hermana y sus amigas se buscaban unas a otra.

Sin medir las consecuencias le abro las nalgas y puerteo su oyo, y la mitad de la cabeza de la tripa entró, para cuando la nena reaccionó e iba a gritar, le tape nuevamente la boca, y meto una mano en su concha, se quedó petrificada, metí un dedo en su vagina y tropecé con su clítoris, el cual comencé a acariciar, eso hizo que se relajara, empujé un poco más y ella susurrándome a la cara me dice, me está doliendo mucho mi culo. Claro para esto ya tenía toda la cabeza de la verga dentro. Pero sabía que le dolería mucho y se la saqué. Seguí sobándole la conchita y de pronto aparece mi hermana por un costado de los árboles. Como está oscuro no nos ve pero rápidamente me separo y me subo el short, Anhalía no dice nada. Sale corriendo para librarse de que la encuentren.

Yo me quedé oculto entre los árboles, volvieron a jugar y yo me corrí hacia un galpón que hay donde se guardan herramientas, pero yo sabía que hay un sofá cama ahí guardado que usamos a veces cuando jugamos. Esperé que se ocultaran y seguía viendo a Anhalía, cuando pasa cerca la llamo despacito y sonriendo se me acerca, le hago señas de que entre, sin dudarlo ingresa al galpón y yo cierro la puerta con traba desde adentro. Está oscuro, tomo a la nena y la abrazo, yo sigo con la verga dura, la beso y me corresponde, la tomo por las nalgas y la aprieto contra mi falo, ella se deja hacer, me bajo el short y ella toma mi verga en la oscuridad, la aprieta por el tronco y me dice que es muy grande, mucho más que la de su hermano.

Le pregunto si se la vio muchas veces y la nena me dice que a veces cuando están solos su hermano la toca y le hace chuparle la pija. Eso me recalentó y le pido  que me la chupe. Duda un poco, insisto mientras le acaricio las tetas, de pronto se arrodilla y comienza a chuparme la pija, lo hace bastante bien, es aplicada y pone esmero, se traga gran parte de la verga, y sin avisarle le disparo varios chorros de semen aguado, propio de la edad.

Ella se lo traga todo y puedo apreciar sus dientes en la oscuridad. está contenta de haberme sacado la lechita. Se para y me abraza. Siento como las otras chicas la buscan a gritos. Le abro la puerta y sale a escondidas. la encuentran y se van sonriendo. Anhalía se da vuelta y me dedica una gran sonrisa y me tira un besito.

Promesa de que lo nuestro en algún momento seguiría. Sigue en parte II

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