Por poco me cachan cogiendo en una cabalgata

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Después de haber entregado, mi virginidad, de mi apretado culo a una enorme verga y de tener algunos encuentros con algunos machos, que me hacían su mujer. Todavía sentía el temor, de ser descubierto, dentro de mi círculo familiar y amistades.

Fue entonces que tuve la idea de comprarme unos consoladores, para auto complacerme, y aunque el consolador, me daba placer, no era lo mismo cómo la sensación de tener un macho encima, haciendo conmigo lo que el quisiera.

Así paso un tiempo, hasta que mi compañera de trabajo, con la que había tenido una relación, me invitó a una cabalgata, que estaba organizando la empresa en la que trabajábamos.

Al principio me negué a ir, ya que tenía otros planes, pero después de insistir termine por aceptar ir a la cabalgata, ya que me dijo que era como su despedida de soltera, pues estaba por casarse. La cabalgata iba a durar tres días, pasando por varias poblaciones, dónde se nos iban a unir varios jinetes.

Lo primero que puse en mi maleta fue mi consolador, cobijas, alimentos y una casa para acampar.

Una vez que salimos a la cabalgata, y después de pasar por varias poblaciones, me dí cuenta que uno de los jinetes no les apartaba la mirada de las nalgas de las chicas que iban cabalgando.

Cuando llegamos al lugar donde íbamos a acampar me diriji hacia donde estaba esté jinete y me presenté, después de entrar en confianza, empezamos a hablar de las chicas, el sexo y los gustos que cada quien tenía a medida que la plática subía de tono, ví la oportunidad, y le propuse que me cogiera, al principio se negó pues me dijo que nunca se había culiado a ningún hombre, pero yo no estaba dispuesto a recibir un no como respuesta. Así que seguí insistiendo hasta que aceptó.

Nos apartamos de los demás, hasta llegar detrás de unos árboles, ahí me desnudé por completo, el solo se bajo los pantalones hasta las rodillas, ví que su verga no estaba parada, así que me acerque, le dí un masaje con la mano, y le empecé a besar esos huevos peludos que tenía, poco a poco se le fue parando, le coloque un condón y luego me empine, para que me culiara, el se acercaba y luego se retiraba, yo me acerque a el y restregue mis nalgas en su pito, casi de inmediato la verga se le puso más dura, me volví a empinar y el me la dejo ir toda.

Estuvimos enchufados un buen rato, cuando estaba a punto de venirse dentro de mi, escuchamos que alguien se acercaba, de inmediato me saco la verga, saliéndose tambien el condón, lo que provocó que su leche cayera sobre mi espalda, el se subió el pantalón y se  alejo rápidamente, yo me puse de pie y sentí como su leche caliente se escurría hasta mis nalgas, me vesti y me fui a acostar junto a mi amiga. Cómo no quedé satisfecho con la culiada que me dieron, saque mi consolador y me lo metí, así estuve un buen rato hasta que me dió sueño, decidí dejarme el consolador dentro del culo mientras dormía, ya por la mañana sentí que alguien jalaba mí cobija, al voltear vi que era mi amiga, le dije que estaba desnudo, pero la verdad era que todavía tenía el consolador adentro.

Ya de regreso nos devolvimos en un autobús, mi compañera se sentó junto a mi y nos arropamos con la misma cobija, de pronto sentí la mano de mi amiga, metiendola a mi pantalón, agarro mi verga y empezó a masturbarme, yo le correspondí metiendo mi mano en su panocha, me pude dar cuenta que ella también avía culiado con un desconocido, me acerque a ella y le pregunté. “Que acaso no te vas a casar que andás cogiendo con otro?”. A lo que ella me contestó. Me voy a casar pero lo puta no se me vá a quitar.

Pero yo no me animé a confesarle que éramos iguales, yá que ha los dos nos gusta mucho la verga y la puteria.

Y es por esto que ya espero la próxima cabalgata.

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