Mi esposo compartió mis pies
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Mi nombre es Georgina y vivo en el Estado de México en la región de Tecámac soy casada con Alfredo y tenemos 7 años de matrimonio.
Yo soy una mujer llenita chaparrita de grandes tetas y nalgas enormes tengo un tono de piel Moreno claro y mis pies calzan del tres y medio siempre cuidados.
El relato que les voy a contar trata de en una ocasión mi esposo compartió mis pies y piernas incluyendo nalgas con un desconocido que le ofreció dinero por ellos mientras yo dormía debido a un medicamento que tomó.
Semanas atrás cuando teníamos relaciones sexuales últimamente fantaseaba Con qué otro hombre me usara me violara y penetrara me decía y preguntaba que si no deseaba ser ensartada por otra pene.
Al momento me excitaba y sí le decía que deseaba muchos penes en mi boca y en mi cuerpo, pero todo era derivado del calentamiento de ese momento.
En una ocasión me invitó a bailar a un salón que se encontraba a escasos metros de nuestra vivienda. Ese día se me hizo extraño pues me pidió que no me aseara que tenía ganas de disfrutarme Con olor y sudor por lo que tratando de complacerlo le hice caso.
Ese día me vestí muy coqueta con unas zapatillas abiertas un vestidito muy entallado que dejaba ver mis pezones y nalgas y una tanga que se enmarcaba. Así que la noche llegó y nos dirigimos a divertirnos solo él y yo ya en el bar empezamos a tomar a reír a divertirnos y a bailar mucho. Eran aproximadamente las 2 de la mañana cuando nos retiramos del bar sin embargo yo noté que durante el transcurso de la noche mi esposo estuvo tomando fotos de mis pies y mis piernas y se las mandaba a un sujeto que se encontraba en un grupo de Facebook de pies fetichistas.
No le di mucha importancia y hasta al contrario participé mandando fotos de mis pies para que las pudieran apreciar me parece divertido pero Jamás imaginé lo que tramaba
Soy una persona que para poder descansar necesita tomar un somnífero y a pesar de que había bebido tuve la estúpida idea de tomar mi medicamento por lo que una vez que llegamos a la casa e ingerir mi medicamento me fui a recostar para dormir solo me quedé en tanga y mi esposo me dijo que me dejara las zapatillas Pues quería chupar mis pies. No era la primera vez que lo hacía así que cumplí con sus deseos sintiéndome en confianza con él.
Las pastillas hicieron su efecto y yo quedé dormida sin embargo aproximadamente siendo las 4 de la mañana y me percaté de la hora porque tenía el reloj junto a mí sentí que alguien pasaba la lengua Y olía en medio de mis dedos de mis pies, al principio creí que era Alfredo pero al mirar al tocador Noté que Alfredo estaba sentado a un costado y el que disfrutaba mis pies eran sujeto que no conocía un señor gordo y de mala imagen.
En su momento por mi mente pasó reaccionar, pero Escuchar Alfredo comentar que con eso pagaba su adeudo y que así ya no estaría en riesgo perder su casa nuestra casa, me sentí confundida pero a la vez me dio terror perder mi casa, Así que decidí seguir haciéndome la dormida y saber hasta dónde llegaba esto.
El viejo le decía que mis pies apestaban y estaban Deliciosos, era obvio que mis pies olían pues no me había bañado había caminado mucho y bailado mucho con zapatillas de plástico mis pies apestaban, Pero eso no le importaba al señor que se encargaba de la mar en medios de mis dedos y oler mis plantas mis talones, le decía que me iba a acariciar las nalgas y las piernas que si le daba permiso de lamer mi hoyito trasero.
Alfredo le decía que podía disfrutar de mis nalgas a mis pies pero sin que penetrara mis nalgas que solamente podía tallarme su Fierro en mis pies piernas y nalgas pero solo puede eyacular en los pies.
Me hice la dormida y seguí apoyando la causa de mi marido. Empezó a lamer todo y sentí poco a poco Cómo tallaba su miembro el cual ya babeaba de lubricante seminal, y lo pasaba por mis talones la planta de mis pies y lo tallaba en medio de mis dedos y uñas, sentí como subió lentamente recorriendo con su pene mis piernas las cuales a su paso dejaba llenas de líquido seminal y así subió hasta llegar a mis nalgas. Con sus dos manos grandes y gordas abrió mis nalgas y dio un olfateada en medio de ellas. Le dijo Alfredo tu mujer apesta a prostituta estas nalgotas exigen ser bañadas con mis leche.
Alfredo solo dijo que sí y observó, me pasaba la lengua por en medio de mis nalgas por encima de ellas ponía su pene en medio de mis nalgas y se masturbaba sin penetrarme. Volví a recorrerme pero ahora bajó de mis nalgas hasta mis pies donde volvió a masturbarse con ellos y mientras me abría las nalgas y me las apretaba, besaba mis muslos, y finalmente se masturbaba con mis pies, Hasta que por fin sentí su semen caliente recorrer las plantas de mis pies y colarse en medio de mis dedos.
Se limpió y le dijo a Alfredo tu deuda ha sido saldada Pero recuerda que aún hay un interés el próximo fin de semana usaré el ano de tu mujer y finalmente cubrirás tu deuda.
Alfredo le dijo que lo prepararía todo para que me pudiera disfrutar. Y yo Lejos de sentir coraje solo sentí excitación y esperé con ansia ese día.