Follada a mi hermana mayor
📋 Lecturas: ️27375
⏰ Tiempo estimado de lectura: 4 min.
Esta mañana, mi hermana mayor me llamó para que me quedara una mañana con mi tía, que vive con ella y está impedida, porque ella tenia que ir al medico y mi cuñado estaba trabajando. Quedamos a las 9:00 de la mañana, pues ella tenia la cita a las 9:30.
Llegué a su casa sobre las 8:45, y me recibió envuelta en una toalla, pues se acababa de duchar. Mi polla se puso dura al momento, al ver que la toalla a penas le cubría el cuerpo.
.- Has llegado pronto… Comentó mientras me daba un beso casi en los labios… Me acabo de duchar.
.- Perdona… Contesté… Así no llegas tarde a la cita con el medico.
Fue a su habitación a vestirse para la cita, mientras yo me quedaba en el salón. A los pocos minutos, salió con una camiseta ceñida, que se le notaban los deliciosos pechos y unas mayas, también ceñidas, que se le insinuaba su culo y se le notaban los labios mayores del coño, al no usar ropa interior, mi polla creció por segundos. Cogió su bolso y fue a la consulta.
Me quedé en el salón viendo la tele, y como tiene tele por cable, puse el canal porno. Mi tía estaba acostada durmiendo aun, y yo solo en el salón. La casualidad que en la peli, follaban dos supuestos hermanos, y me tuve que hacer una paja pensando que éramos mi hermana y yo.
Pasados poco más de 45 minutos, regresó mi hermana de la consulta, pues el ambulatorio está cerca.
.- He tenido suerte… Comentó… Cuando llegué no había nadie y entré la primera.
.- Pues que suerte… Comenté… Como estamos en verano hay poca gente.
.- Será eso… Contestó… Voy a ponerme más cómoda, ahora vuelvo.
.- Vale… Contesté mientras cambiaba le tele la tele, pues no se dio cuenta de la peli.
A los pocos minutos, mi sorpresa fue de infarto, pues mi hermana salió totalmente desnuda. Mi polla creció y ella se agachó quitándome la correa del pantalón, desabrochándolo y bajando la cremallera, sacó mi polla y sin avisar se la metió en la boca, haciéndome una deliciosa mamada, con sus labios subiendo y bajando por mi nabo y su lengua jugando en mi glande. Mi tía no se puede levantar, así que no hay problema de que nos pillara. Después de un rato mamándome la polla y como no le gusta tragar, antes de correrme le hice una seña y la sacó de su boca, agarrándola y apuntando hacia sus tetas, soltando toda mi lefa en sus deliciosas tetas.
Mientras fue al servicio a limpiarse, yo terminaba de desnudarme. Cuando regresó, la coloqué sobre el sofá y abriéndola de piernas, comencé a comerle el coño, jugando con mi lengua en su clítoris y con mis manos en sus tetas. Cuando mi polla se volvió a poner dura, me incorporé y apuntando a su coño se la clavé de una sola vez, soltando un gemidito de placer y molestia a la vez, pero le gustaba, pues rodeó mi cintura con sus piernas.
Mientras sacaba y metía mi polla de su coño, jugaba con mi boca en sus tetas, besando, lamiendo, chupando y mamando de sus pezones. Después de un buen rato bombeando, le llené el coño con mi lefa. Seguí jugando con mi lengua en sus tetas, mientras mi polla salía de su coño fláccida después de la corrida.
.- Echaba de menos estos momentos… Comenté mientras le daba un beso en los labios… Me pones a 100, hermanita.
.- Yo también los echaba de menos… Contestó mientras jugaba con mi polla… A penas tenemos tiempo para vernos.
.- Tenemos que repetirlos más a menudo… Comenté sonriendo… Te inventas cualquier escusa para que tenga que venir, pues ya sabes que tu cuñada no vendrá conmigo, porque se queda cuidando a mi suegra.
.- Lo tendré en cuenta… Contestó, mientras volvía a mamarme la polla… Ya hablaremos.
La incorporé y colocándola de perrito en el sofá, poco a poco se la fui clavando en el culo hasta el fondo, mientras jugaba con mis manos en sus tetas. Después de unos minutos de embestidas le regué el culo de mi leche, nos tumbamos sobre el sofá. Ella boca abajo y yo encima con mi polla aun en su culo, hasta que salió sola por la flaccidez, y derramando un poco de mi leche. Nos fuimos juntos al servicio para limpiarnos, y después de vestirnos nos sentamos en el salón a tomar unas cervezas. Nos despedimos con un largo beso en los labios, hasta la próxima vez.