Final feliz con mi vecino
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Carolina es una chica de 1.65 metros de altura, grandes senos, su cadera ancha y bien paradita su colita, cabello negro liso que le cae hasta la cintura, cejas pobladas, grandes ojos color marrón, y unos labios gruesos y carnosos. Le gusta mucho el sexo y su esposo no es muy complaciente que digamos. Así que espera poder calmar todas esas ansias que tiene con alguien que la haga sentir lo más rico posible.
Carolina tenía un vecino, Miguel, un hombre de unos 45 años, su piel de color aperlado, muy limpio, atento, respetuoso, alegre y siempre olía muy rico, usaba perfume muy dulce. Súper buena persona, él y toda su familia. Miguel tiene esposa e hijos y se portan súper todos con Carolina.
Tenían una convivencia como cualquiera de sus vecinos, solo que Carolina sentía que Miguel la miraba diferente y más cuando traía short corto o ropa ajustada. Pero había algo que a Carolina le gustaba de él, pero en ese momento no sabía que era. Miguel Siempre le hablaba con muchísimo respeto.
Bueno, resulta que ya con el tiempo Miguel empezó a tratarla de tú, obvio solo cuando no había más personas cerca. Para ese momento Carolina ya sabía para donde iba toda su amabilidad. Lo raro era que Carolina dudaba si ella le estaba dando pistas a Miguel o no porque solo le correspondía a sus comentarios y demás sin aceptar, pero en el fondo, si quería.
Miguel le decía lo guapa que se veía con lo que trajera puesto, a él le encantaba y se lo manifestaba siempre.
Carolina jamás le dijo que sí de palabra. Ella quería o que le llamaba la atención. Pero con sus miradas y movimientos de cuerpo le decía que sí. No le decía cuándo. Tenía ese bichito en su mente, pero no sabía, no tenía ni la más mínima idea de cómo decirle lo que estaba sintiendo.
Bueno, resulta que Miguel sale fuera de la ciudad, se va a trabajar a E.E.U.U. En ese momento Carolina pensó que ya no se iba a hacer nada. Pensó que eran tonterías, pero extrañaba sus halagos, de hecho, cuando él le hablaba de esa manera se ponía cachonda ósea, se excitaba por lo que le decía y como se lo decía. Era tanta la calentura que llego a mojarse en los pantis y se imaginaba mil cosas, pero jamás se lo dijo.
Paso el tiempo y un día Miguel se comunica con Carolina por Facebook.
Comenzaron a platicar nuevamente, pero ya él fue más directo, le decía que le gustaba y quería salir con ella cuando regresará. Así fue cuando se rompió el hielo y Carolina termino aceptando estar con él. Y poder saciar esos deseos que tenia de ser poseída.
Paso tiempo y regreso, se pusieron de acuerdo y quedaron un día a una hora, para el encuentro. La pareja de Carolina trabajaba de noche ese día y le dijo a Miguel que pasara por ella, se saludaron de beso en la mejilla y Carolina le pregunto: Y a ¿dónde vamos?
-No te preocupes que todo estará bien, vas a ver que sí.
Obvio que Carolina sabía que iban a terminar en un hotel, pero ella estaba muy, pero muy nerviosa, ya que era la primera vez que estaba en una situación así, de infidelidad.
Al llegar al hotel, Carolina estaba tomando una bebida que pasaron a comprar por el camino, para bajar el nervio. Una vez entraron a la habitación, Carolina se sentó en la cama recargada en el respaldo y prendieron el TV buscando que ver. Miguel se sentó frente a Carolina, tomo una de las piernas y se la puso encima de las suyas. Platicaron un rato y Miguel tocándole la pierna, así como dándome masaje desde los pies hasta arriba sin llegar hasta la entrepierna
Carolina llevaba un short rabón como siempre y una blusa medio escotada, de hecho, se puso el mejor panti y Bra y se depiló completamente. Con esas caricias de Miguel, Carolina ya estaba muy excitada y sus pezones ya estaban muy parados, empezó a sudar un poco, pensó que era por nervios jajaja, pero Carolina ya estaba muy caliente, deseando pasar a la acción.
Carolina se recostó completamente en la cama, se quitó sus chanclas y Miguel siguió tocándole ya ambas piernas.
Miguel empezó a besarle las piernas lentamente y Carolina sentía que explotaba, se desabrochó el short y lo fue bajando lentamente mientras le besaba el vientre, cuando le quito completamente el short le empezó a besar la entrepierna, Uuuuffffff beso la cosita por encima de los pantis, ya Carolina estaba muy mojada y Miguel lo noto y le dice: ¿te gusta mami?
-Carolina no podía ni hablar de la emoción y lo caliente que estaba. Ya quería que la penetrara, ya que ella estaba dispuesta a que pasara de todo.
Carolina se quitó la blusa y el Bra ósea casi se los arranco del desespero.
Miguel le dice: tranquila, hermosa, lo que sigue te va a encantar.
Miguel como un artista bajo lentamente los pantis y ahí fue cuando le empezó a chupar su cosita larguita de finos labios y depilada uuuffff metía su lengua hasta el fondo, lo máximo, al mismo tiempo le tocaba los pechos con una suavidad riquísima, Carolina no sabía si se iba a desmayar, no sabía lo que le estaba pasando, pero era muy rica esa sensación y se dejaba llevar.
Miguel se levantó la beso, le chupaba los labios llenos de los fluidos de Carolina, de su barbilla le escurría parte de esos jugos.
Para ese momento Carolina no sabía ni cuantas veces había terminado.
Le chupo los pechos, la volteo boca abajo en la cama y empezó a besarle la espalda hasta llegar a sus nalgas, las chupaba y las lamia una y otra vez deleitándose de esa mujer hermosa que había soñado, sería suya. Pasaba su lengua por las nalgas lentamente y ahí fue cuando Carolina conoció el cielo, no podía creer que este vecino la hiciera sentir tan ricas cosas.
Miguel seguía con su exploración y abrió las nalgas y le empezó a chupar el ano. Haaaaaaaaa grito Carolina al sentir toda la lengua que paso por todo su culo, al mismo tiempo le frotaba el clítoris y le pasaba los dedos por la cosita, no los metía nada más por encima.
La puso en cuatro, Carolina con la cara en la cama abría más su culo para que lo siguiera chupando, ya que eso la ponía muy muy cachonda. Le chupaba desde la cosita hasta el culo que ya está muy dilatado dónde le metía un poquito la lengua, sentía su aroma de mujer y como se meneaba con sus caricias, estaba al máximo como jamás había sentido en su vida.
Después de un rato en tan deliciosa posición, Carolina se levantó y le dijo que se recostara, Miguel ya tenía su gruesa y depilada verga muy dura, demasiado erecta y también ya mojada.
Comenzó a chuparle toda su verga, le chupaba sus bolas de arriba abajo, se metía toda la verga a su boca y con su lengua jugaba con la verga dentro de su boca, fue tanto el placer que le produjo Carolina, que de un momento a otro sintió salir chorros de semen echándole todos sus juegos en la cara y boca de Carolina. Se los trago, Jamás lo había hecho, pero le gusto.
Luego de tan magnífica faena se recostaron, descansaron un rato, después Carolina se levantó a bañarme pensando que ya se iban.
Salía del baño y se recostó. Miguel de igual manera se metió al baño
Cuando salió Carolina ya se había vestido bueno solo pantis y bra
Miguel se recostó al lado de Carolina y comenzó a besarla y metió su mano bajo los pantis, comenzó a frotar su clítoris nuevamente, en un momento ya estaba caliente y rápido termino, se levantó, le quito los pantis, le chupaba su clítoris mientras le metía un dedo en la jugosa y mojada cosita, Carolina gritaba gemía, pero con todas sus fuerzas, se retorcía y arqueaba su cuerpo poniendo su sexo lo más cerca posible de esa lengua magistral que la hacía subir y bajar de las nubes.
Miguel se levantó y de un golpe le metió toda la verga a Carolina, empezó a darle rápido, después lento y le saco sus pechos del Bra y se los apretaba muy fuerte, le dolían, pero era más lo rico que estaba sintiendo, que el dolor. Puso las piernas de Carolina en sus hombros, después la levanto, casi topaban en la cara, estaba totalmente abierta su cosita, Miguel saco su verga y se la paso por su conchita sin meterla, luego chupaba toda la vulva de arriba abajo, con delicadeza y sin prisa, busco y chupo el clítoris, haciendo temblar las piernas de Carolina que no podía del placer.
Término no sé cuántas veces, pero a chorros, Carolina temblaba, se quería quitar, sentía que se desmayaba, pero quería seguir disfrutando. Miguel se levantó y volvió a meter su verga y le dio muy fuerte, Carolina topaba con el respaldo de la cama y él no dejaba de bombear hasta que termino dentro de Carolina, unos segundos después Carolina nuevamente volvía a terminar con unos gemidos que se escuchaban en todo el hotel. Uuuufffffff
Descansaron un rato, volvieron a bañarse y se fueron de ahí
Fue algo superrico para Carolina que llego a su casa temblando todavía
Obviamente, volvieron a verse dos o tres veces más
Pero eso ya después nos contará.
Si este relato les gusto, espero sus comentarios