Mi hijastra es la inspiración para mis pajas
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*Quien no ha olido unos calzoncitos no sabe lo que se pierde.
Ya les platiqué las vivencias de mi hijastra Sofía. Ahora les platicaré de Berenice que es otro bombón hecho mujer. A sus 20 años es un monumento, tiene unos senos hermosos, que terminan en pezones que a cualquiera le quitan la respiración. Solo he visto las puntas cuando están a punto de romper las blusas que utiliza para estar en casa. Nunca la he podido hacer mía, solo la he visto desnuda de lejos.
De sus nalgas ni hablar, son hermosas, blancas, redonditas, buenas caderas, un rostro angelical.
Bere es bastante desordenada, por donde quiera deja sus calzoncitos sucios, en el baño o en el piso de su cuarto, lo cual me facilita olerlos a mi antojo.
A veces ya no quisiera decirles hijastras, se lee y se escucha muy rudo. Mi Bere (también le digo Beba), es lo mejor que me ha pasado, aunque lo mismo digo de Sofi y de Pamela, de quien en breve las platicaré, pero les adelanto que es un monumento de mujer, es la niña de mis ojos, la adoro, la amo. Me gusta chuparle su panochita.
Me encanta hurgar entre la ropa sucia de Beba y encontrar sus calzoncitos, los que más disfruto son los que utilizó durante todo el día, porque aparte de que huelen a un sudor bastante rico, también andan babitas y me he dado cuenta que hay días que les deja bastantes mocos, que es cuando anda bastante excitada, bien caliente o cuando alguien solamente le da morreo.
Tiene muchos calzones de encaje, hilos dentales, cacheteros, me encantan. Esta mujer me tiene bastante loquito y caliente, hay días que quisiera decirle que me la quiero coger, pero ya me frenó una vez y creo lo volverá hacer, hace dos años aproximadamente le hice una leve insinuación y me paró en seco: ¡No me gustan los viejitos! Tengo 50 años y ella 20.
Desde entonces solo me conformo con olerle sus calzoncitos y me hago unas ricas pajas.