Mi hermana me da su culo – I, II

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Me encontraba en mi casa, solo, pensando en mis cosas y viendo porno en el PC. Sobre todo videos de incesto entre hermanos. Serían las 11:30 de la mañana, cuando sonó el porterillo de casa. “¿Quien coño será, y que querrá?” pensé airado. Descolgué el telefonillo.

.- ¿Quien es?… Pregunté.

.- Soy yo, ábreme… Sonó en el auricular.

Era la voz de mi hermana mayor, a quien hacía tiempo que no veia. Abrí la puerta y me apresuré a cerrar las paginas del PC.

.- Hola, Saludó al entrar.

.- Hola hermana… Saludé… ¿Como tu por aquí?

.- He venido a una revisión de ginecología en el hospital… Explicó mi hermana, mientras se quitaba el abrigo… Hasta las 16:00 hrs. no sale el bus al pueblo, así que pensé almorzar contigo.

.- Ah, pues estupendo… Contesté contento… Luego vemos que hay para comer.

.- ¿Te he pillado en mal momento?… Preguntó picarona… Seguro que estabas viendo porno.

.- La verdad es que sí… Afirmé… He encontrado una pagina de videos caseros de incesto entre hermanos.

.- Pervertidillo … Rió mi hermana… Tú, como siempre.

.- A ver… Contesté… No te tengo cerca para hacerlo nosotros y me entretengo viendo los videos.

.- Eso tiene fácil solución… Comentó mi hermana dirigiéndose a mi habitación y haciendo una seña con el dedo para que la siguiera… Ven.

Fui tras ella como un perrito faldero, sabiendo que íbamos a tener una buena dosis de sexo. Cuando entré en la habitación, mi hermana estaba de perrito sobre la cama, aunque seguía vestida, se había quitado los zapatos. Me acerqué a ella y comencé a acariciarle el culo por encima del vestido.

Metí mi mano y je acaricie de nuevo por encima de las braguitas, las cuales, tirando de ellas, las dejé en el suelo de la habitación. Le subí el vestido y al tener su culo desnudo sin dudarlo comencé a besarle las nalgas y a pasar mi lengua por la rajita, metiéndola en su ojete, follándola con mi lengua. Cuando acerqué mi mano a su coño, me la separó.

.- Por ahí no, hermanito… Comentó como suplicando… Ya te he dicho que vengo del ginecólogo y estoy un poco molesta aun.

.- Está bien… Contesté, mientras seguía con su culo… Seguiré por aquí,

Seguía besando y lamiendo el ojete, mientras me quitaba los pantalones del chandal y los boxea. Me incorporé detrás de mi hermana y apuntándole con mi polla en el ojete, empecé a empujar hasta metérsela entera, notando como mis huevos chocaban con su piel.

Mi hermana me da su culo - I, II 2

Esperé un poco para que se acostumbrara y comencé un suave mete y saca, mientras agarraba a mi hermana por la cintura y de vez en cuando subía para jugar con sus tetas. La saqué, y colocándola boca arriba y al filo de la cama. se la inserté de nuevo en el culo, mientras desabrochaba los botones del vestido y le bajaba el sujetador, para empezar a lamer sus tetas, haciendo círculos en sus aureolas, al rededor de los pezones, que se iban poniendo duros con mis lamidas.

Me mnetí uno en la boca, mientras con mi mano pellizcaba el otro y bombeaba en el culo de mi hermana. Después de un rato bombeando sentí como salía mi lefa hacia el interior de su culo. Me dejé caer sobre mi hermana, mamando las tetas, hasta que mi polla salió sola y fláccida de su culo, seguida de los restos de mi corrida. Mi hermana se incorporó y fue al servicio a limpiarse.

Nos vestimos y bajamos al bar. Tomamos unas cervezas y unas tapas, volvimos a subir a casa y mientras esperaba la hora del bus, me quitó el chandal y los bóxer y me hizo una deliciosa mamada. Antes de correrme la incorporé y volví a follarle el culo, esta vez de bruces sobre la mesa.

Se despidió, diciéndome que en unas semanas tendría que volver para los resultados y a lo mejor poder repetir lo de hoy, y con suerte, también por el coño.

PARTE II

Como comenté en el relato anterior, mi hermana volvió a visitarme una semana después, para recoger los resultados del ginecólogo en el hospital. Pero vino el día antes por la tarde, pues pensaba quedarse a dormir ya que la cita era a las 8:30 de la mañana y a esa hora no había autobuses del pueblo a la ciudad. llegó sobre las 19:30 de la tarde, pues la trajo mi cuñado camino del trabajo. Me avisó antes de llegar, por si no estaba en casa. Subí, pues estaba con un amigo tomando una cerveza.

Cuando llamó al timbre, abrí la puerta y nos saludamos.

.- Hola, hermanito… Saludó, besándome en la mejilla, cerca de los labios… Espero no incomodarte.
.- Hola, hermanita… Devolví el saludo y el beso, casi en sus labios… No pasa nada. Estaba con un amigo tomando una cerveza en el bar. Si quieres bajamos a tomar algo.
.- Vale… Comentó mi hermana dejando un pequeño macuto con ropa en la silla… Voy un momento al servicio y nos vamos.

Fue en dirección al servicio y yo no dejaba de mirar el movimiento de su culo al andar. Cuando salió, bajamos a tomar algo. Llegamos al bar, nos sentamos en una mesa y pedimos una consumición. Mientras bebíamos charlábamos de tonterías y recordando anécdotas de años atrás.

.- ¿Hay algún chino cerca?… Preguntó mi hermana.
.- Si, hay uno en la esquina… Contesté… ¿Qué quieres comprar?
.- Unas botellitas de ron… Contestó… Para hacernos un cubata luego.
.- Pues habrá que darse prisa… Expresé… A partir de las 22:00 ya no venden alcohol, ni siquiera cerveza.
Nos tomamos las cervezas y mientras iba a pagar, mi hermana se colocaba el bolso y salía del bar, encendiendo un cigarrillo. Salí y nos dirigimos al chino a comprar el ron. No tenía de las pequeñas, por lo que compramos una de 0´5 L.
.- Mejor así… Comentó mi hermana… Tendremos para más y salió más barato.

Subimos a casa y pusimos la TV, haciendo zapping para ver que había. Mientras preparaba el primer cubata, mi hermana fue a cambiarse de ropa. Cuando salió, llevaba un pijama ajustado, que por la camiseta se le insinuaban las tetas y los pezones parecían querer salir a través de la tela, y el pantalón dejaba ver como era su culo. Se sentó a mi lado en el sofá y entre sorbo y sorbo del cubata hablamos de nuestras cosas. Mientras encendía un cigarrillo, mi hermana preparó el segundo cubata. Mientras nos lo tomábamos, le acaricié el culo, metiendo mi mano por el pantalón.

.- Estate quieto… Comentó mi hermana, separándose… Espérate a mañana y repetimos lo del otro día.
.- No me dejes así… Comenté señalando mi polla dura… Con ese pijama ajustado me tienes empalmado.
.- Ya te complaceré mañana… Comentó, picarona, dándome un pico en los labios… No seas impaciente.

Apuramos la botella de ron con un último cubata y como la peli era aburrida, mi hermana se fui a la que era su habitación a acostarse. Serían las 1:30 por lo que yo me quedé levantado y puse el canal porno. Una hora después, apagué la TV, fui al servicio a hacerme una paja y me dirigí a mi habitación, pero antes miré a la de mi hermana desde la puerta.

Se notaba el bulto de su cuerpo bajo la manta y estaba boca abajo, con la pierna derecha encogida y algo destapada. Me acerqué despacio y sentí que daba pequeños ronquidos por lo que metí la mano por debajo de la ropa de cama y comencé a acariciarle el culo. La destapé y poco a poco comencé a bajarle los pantalones de pijama y las braguitas, desnudando su culo, el cual volví a acariciar y a besar, metiendo la mano entre las piernas y llegando a su coño y meterle un dedo.

Luego me bajé el pantalón y los bóxer y comencé a rozarle la polla por las cachas del culo, llegando a darle puntazos en el ojete. Empujé un poco y metí poco más de la punta en su culo, realizando un suave bombeo hasta inundarlo con mi lefa. La limpié con unos pañuelitos, la vestí y me fui a mi habitación a dormir.

Al día siguiente, me desperté sobre las 9:00 y mi hermana ya se había ido. Sobre las 11:00, sentí las llaves en la puerta. Era mi hermana que ya regresaba del médico.

.- Buenos días, hermanito… Saludó… No quise despertarte esta mañana cuando me fui.
.- Buenos días, hermanita… Saludé… ¿Cómo ha ido todo?
.- Todo en orden… Comentó, contenta… El bultito solo es un granito de grasa, nada importante.
.- Me alegro mucho… Comenté, mientras la abrazaba y le daba un beso… Eso es bueno
.- Si, así es… Contestó devolviéndome el abrazo… Lo único que me ha dicho es que por mi edad 45 años y que tengo las paredes del útero demasiado empinadas, no he podido tener hijos.
.- Vaya, que mal… Lamenté… Lo siento.
.- No te preocupes… Comentó algo picarona… Así no hay riesgo de nada.

Después de decir eso, me abrazó y me dio un beso en los labios. Yo respondí al beso y agarré su culo con mis manos. Le subí la falda y volví a acariciarle el culo, sin dejar de abrazarla y besarla. Metí mis manos por el elástico y agarré su culo desnudo. Ella acarició mi polla por encima de mi pijama, que ya estaba dura, y metió la mano por el pantalón para pajearme. Yo pasé a su entrepierna y le comencé a acariciar el coño, incluso le metí un dedo.

Nos separamos y agarrándome y tirando de mi mano, me llevó a mi habitación, me empujó sobre la cama y bajándome el pantalón y los boxes, comenzó a chuparme la polla. Que dulce sensación la de sus labios subiendo y bajando por toda mi polla y su lengua en mi glande. La incorporé y subiéndole la falda y bajando las braguitas hasta el suelo, separándolas con una patadita, la tuve en la cama y colocándome encima hicimos un 69.

Después de unos minutos, la coloqué de perrito y se la inserté en el coño, poco a poco, hasta el fondo y comenzando un suave mete y saca.

.- Ummmm. que delicia… Decía entre gemidos… Aaah, así, ummmm.
Yo la agarraba de las caderas y tiraba de ella hacia mí, para que la penetración fuese más profunda.
.- Ummmm, Ahhhhh, Asiiiii… Comentaba mi hermana… Aaaah
.- Me vengo… Expresé… No aguanto más.
.- Suéltalo dentro… Contestó mi hermana… Aaaaah, sueltalooo, ummmm
Al cabo de unos segundos, solté un gran chorro de lefa, que inundó el coño de mi hermana.
.- Ummmm, se siente caliente… Comentó mi hermana… Que delicioso se siente.

Nos dejamos caer sobre la cama, yo encima de su espalda y con mi polla aun dentro de su coño. Cogí un pañuelito de papel y colocándolo en su coño, saqué mi polla, llenando el pañuelo de mi lefa con lo que le chorreaba. La coloqué boca arriba y le desabroché la blusa, le subí el sujetador y comencé a disfrutar de sus tetas, besando y mamando de sus pezones duros.

Ella agarraba mi polla y me pajeaba. A los pocos minutos estaba de nuevo dura. Le puse mi almohada bajo la cintura, por lo que estaba su pubis arqueado. Coloqué mi polla en el ojete y empujé poco a poco. insertándola por el culo, mientras con mi mano acariciaba su coño, jugando con su clítoris. Al cabo de un buen rato de bombeo, le inundé el culo con mi leche y ella llegó al orgasmo con mis caricias en su clitoris. Le di un beso en las tetas y dejé que mi polla saliera sola de su culo, seguida de algo de mi lechada.

.- Ha estado genial… Comentó… Que delicioso placer.
.- Para mí también… Comenté… Sobre todo correrme dentro de tu coño.
Nos quedamos un rato recuperándonos abrazados. Nos recompusimos la ropa, bajamos a tomar una cerveza al bar y la acompañé a la parada del autobús. Nos despedimos y me susurró al oído que volveríamos a repetirlo cuando tengamos ocasión.

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Sevilla1972
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