Hice realidad mi fantasia, me folle a mi tía

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Empezare el relato describiendo a mi tía Paula: una señora de 45 años, a la que los años no le pasaban por encima, de tes blanca, cabello castaño y unas tetaz que harían alucinar a cualquiera, piernas largas y un culo pequeño para las dimensiones de su cuerpo.

Tengo 22 años, desde muy pequeño frecuentaba la casa de mi tía por que mis primos tienen casi la misma edad que yo.

Empece a masturbarme con vídeos y revistas, no pasaba de ahi. Las cosas cambiaron cuando una noche de tantas de las que me quedaba a dormir en casa de mi tía; recuerdo que esa noche estábamos en la sala con mis primos jugando video juegos, ya era muy de madrugada y me dominaba el sueño, así que decidí irme a dormir, deje a mis primos en la sala y me encamine hacia el cuarto de ellos que estaba en la segunda planta junto al de mis tios.

Al subir vi la luz de su cuarto encendida y la puerta ligeramente abierta, me asome y solo vi a mi tío durmiendo, no vi a mi tía por ningún lado, por curiosidad entre al cuarto para buscar a mi tía esperando que mi tío no se despertara, no la vi por ningún lado, hasta que llegue a la puerta del baño que estaba abierta, me asome y pude ver a mi tía completamente desnuda, bajo el chorro de agua que provenía de la regadera,la estuve observando impasible, expectante, contuve la respiración y procure hacer el menor ruido posible, mientras observaba cada uno de sus movimientos. Vi sus manos masajear sus senos, sus dedos deslizarse entre su vagina bien depilada, el agua bajando por aquel cuerpo delicioso, en el transcurso de ese tiempo sentía que mi pene se volvía cada vez mas grande, sentía que estaba a punto de romper mis pantalones para poder salir de aquel encierro, sentía mi respiración y mis latidos a mil por hora, hasta que de repente un ruido me hizo salir de aquel éxtasis, eran mis primos subiendo por las escaleras, como pude salí sin hacer ruido y me dirigí a su cuarto, me acosté en la cama y tome una frasada para cubrirme. Me hice el dormido, mientras ellos eran dominados por el sueño. Bajo aquella cobija mis pensamientos revolotiaban, no concebía lo que acababa de ver, mi pene erecto quería desahogarse, espere unos minutos mas y me dirigí al baño que esta en el cuarto de mis primos para saciar aquel impuslo, me masturbe y termine como nunca antes. Ya en la mañana aquellos pensamientos seguían presentes, baje a desayunar y ahí estaba ella tan hermosa como nunca antes la había visto. Me sirvió el desayuno y yo no apartaba la vista de su cuerpo ni un segundo, no podía hacer otra cosa mas que imaginarme todo lo que había bajo aquellas ropas.

Llego el momento de partir, pero en mi cabeza no había otra imagen que no fuese la de ella bajo aquel chorro de agua. Así pasaron los dias, los meses y los años, nunca vi a mi tía de la misma manera, siempre buscaba el motivo para verla, para estar con ella, buscaba entre su ropa interior para poder sentir su olor y masturbarme, trataba de espiarla mientras se cambiaba o duchaba.

Al cabo de dos años de aquella experiencia, llegó el día que cambiaría mi vida para siempre. Mi tía se había dejado de su marido hacia unos meses y como de costumbre me dispuse en ir a visitarla. Nunca le había insinuado nada, me daba mucha pena, ¿que pensaría de mi?, ¿se lo diría a alguien mas? Ese miedo me hacia manterme en silencio, pero mas que ayudarme hacia que aquel deseo se profundizará, se hiciera cada vez mayor.

Bueno, ese día llegue a su casa, quede con mis primos para ir a una fiesta en la noche, cerca de la casa de mi tia. Llego la hora de la fiesta y nos fuimos, ya en la fiesta busque un pretexto para irme a la casa, ya que mi tía se había quedado sola, así que les invente a mis primos que me sentía un poco mal y que me iría a dormir, ellos quisieron acompañarme, pero insistí en que no se preocuparan, que la casa estaba cerca y que en cuanto estuviera ahí les enviaría un mensaje, entonces accedieron, solo les pedí la llave para no despertar a su mamá y me la dieron. Llegue a la casa, trate de no hacer ruido para no advertir a mi tía de mi presencia, a lo mejor y se estaba bañando y podía verla mientras tanto. Entre, subí las escaleras, todo estaba oscuro. Estuve afuera del cuarto de mi tia unos minutos pensando que hacer, hasta que me arme de valor y entre, esperando que no se despertara. Al entrar encendí la lampara de mi móvil y la vi profundamente dormida, cubierta de los hombros a los pies con una sabana muy delgada que se le pegaba al cuerpo, me acerque con sigilo y empece a jalar la sabana desde los pies, de tal modo que su cuerpo quedase descubierto y lo conseguí sin que ella se despertara, para mi sorpresa ella solo dormía con sostén y bragas, me excite muchísimo, saque mi pene mientras la observaba y empece a masturbarme, cuando estaba a punto de terminar ella se despertó, me miro y me dijo sobresaltada: ¡¡¿pero que haces?!! Yo me quede petrificado, no supe que responderle, me subí los pantalones y salí corriendo del cuarto, me metí a la habitación de mis primos y me acosté poniendo una almohada sobre mi cabeza, al cabo de unos minutos ella entro a la habitación ya con una bata encima, se sentó en la cama donde yo estaba.

Tía Paula:”lo que acaba de pasar es propio de la edad, no te sientas mal. Disculpame por reaccionar así, pero me asustaste”

Me quite la almohada de la cabeza, me incorpore para quedarme sentado.

Yo:” tía, lo siento tanto, creo que no debí de hacer algo asi, tu eres mi tía, pero no puedo dejar de verte como mujer desde aquella vez” se me escapo decirle.

Ella con una cara de sorpresa y tocándose el pecho me pregunto: “¿que vez?”

Entendí entonces que había cometido un error y había descubierto un secreto que nadie mas conocia, así que no tuve opción y le conté lo que vi esa noche.

Ella me quedo viendo con un ligero aire de incredulidad, se acerco a mi, me toco la frente, las mejillas como sercirandose de que no tuviese fiebre.

Tía Paula: “Dejate de bromas, no puedes verme como mujer”

Yo:”¿por qué no?” contesté

Tía Paula: “Por que soy una mujer mayor, tengo un cuerpo con muchas marcas, estrías, celulitis, varices, en fin. Estas confundido, lo que viste aquella noche, si es que lo viste como aseguras es producto de tu imaginación, de la calentura”

Yo: “¿Pero que dices? Estoy seguro de lo que vi y lo que yo vi fue la perfección escenificada en una mujer, tu”

Tía Paula: “Que cosas dices Martín, me haces sentir como una tonta, tu solo quieres hacerme sentir bien para ver si logras acostarte conmigo, soy mayor que tu, tengo experiencia en este tipo de cuestiones, yo no soy para nada lo que dices, o ¿Por qué crees que me dejo tu tío?”

Me levante de la cama y me acerque a ella, la tome de los hombros con ambas manos.

Yo: “Solo digo la verdad, el te dejo por tonto, porque mirate en un espejo, cualquier hombre se fijaria en ti. Si yo solo quisiera estar contigo para un acoston hubiese sido mas obvio en mis intenciones desde que te separaste de mi tío”

Ella se levanto, se disponía a salir de la habitación secándose las lagrimas pero yo la tome de la mano, la jale hacia mi y la abrace”

Yo: “lo siento, no era la forma de decirte las cosas, ni siquiera era la forma de que te enteraras de lo que siento por ti. Soy un hombre y tu una mujer, una hermosa mujer, que tiene de malo que me guste una mujer”

Ella correspondió mi abrazo, junto su mejilla contra mi pecho y espeto: “Hacia mucho que no me sentía deseada”

Fue un bom en mi cabeza, no sabia como interpretar aquella declaración, así que opte por seguirle la corriente, la bese en la mejilla repetidas ocasiones buscando acercarme a sus labios.

Yo: “Yo te deseo, te deseo desde hace mucho y con todas mis fuerzas”

Logre atinarle un beso en los labios, en principio sentí cierto rechazó, busco alejarse, pero evite que lo hiciera rodeandola con mis brazos, al paso de unos segundos, aquel rechazo se convirtió en una aceptación y correspondió el beso, mi pene estaba al máximo. Metí mis manos por la apertura de su bata, con una mano le toque los pechos y con la otra hacia lo mismo con sus nalgas, sentía como se retorcia, empecé a escuchar ligeros gemidos, le quite la bata por completo, ella se quito el sostén y dejo sus exquisitos pechos blancos a la intemperie, no lo dude ni un instante y baje mis labios por su cuello, hasta llegar a ellos, una vez ahí me dedique a besarlos apasionadamente. Ella me tomo d cabello y empujaba mi cara contra sus pechos, la tire a la cama, me quito la camisa, en seguida los pantalones y dejo mi pene expuesto. Después de tantas pajas dedicadas a su cuerpo, por fin tendría el privilegio de hacerla mía.

Ya completamente desnudos ella acerco mi pene a su boca, oh sensación tan placentera, su saliva empapo todo mi pene, mientras su legua hacia movimientos circulatorios sobre mi glande.

Tía Paula: “Hacia mucho que no estaba con alguien, casi había olvidado lo que es sentirse mujer”

Yo: “No pares ¡por favor!”

Ella: “¿te gusta sobrinito?” mientras se metía mi pene a la boca

Me retorcia de placer, era una sensación que jamás había experimentado, lo que tanto desee por fin se estaba cumpliendo.

Mientras ella me la chupada como una diosa, yo la tome de los cabellos y trataba de hundir mi pene lo mas posible en su garganta.

Dejo de chuparmela y me beso, durante el beso la tome de la cintura, la acoste y puse sus piernas en mis hombros, ella me tomo de nuevo de los cabellos y empujo mi cabeza hacia abajo.

Tía Paula: “¡Chupamela! ¡Chupamela sobrinito”

Así que la complaci, baje mi boca por su cuello, me detuve en sus pechos, después seguí avanzando hasta encontrar su vagina, tan rasurada como la primera vez que la vi, pero mucho mas hermosa de lo que imaginaba, llena de fluidos vaginales, no me detuve y la empece a chupar, que maravilloso sabor, eran interminables sus jugos.

Tía Paula:”¡Asi! ¡Si, asi!

Sus gemidos se intensificaban, sentía que el fluido bajaba de manera abundante, mi boca ya no era suficiente para retener todo el liquido de aquella tormenta

Tía Paula: “!Metemela!

No lo pensé ni un segundo, mi boca dejo su vagina para darle paso a mi pene que tanto deseaba aquel momento. Se la metí, por primera vez, pensé que estaba en el paraiso. Le puse las piernas en mis hombros y trate de llegar lo mas profundo que pude, sentía como sus caderas se movian, como su vagina se encogió y apretaba mi pene como si hubiese una mano dentro tratando de exprimir mi miembro. Sentí litros y litros de leche en la punta de mi pene luchando por salir.

Yo: “¿Puedo terminar adentro?”

Tía Paula:”Donde tu quieras”

Termine dentro, deje caer sus piernas a los costados de mi cuerpo y mi torso de abalanzó encima de ella, mi pene flacido seguía dentro de su vagina, cuando sonó mi teléfono movil, ella se asusto, pero mantuvo la calma. Eran mis primos, esperando que les abriera, estaban de vuelta después de la fiesta, me puse ropa interior y un pantalon, baje a abrirles no sin antes darle tiempo a mi tía que se fuera a su habitación.

Esa noche ya no cruzamos palabra, mis primos llegaron exhaustos y se durmieron apenas tocaron la cama.

Ya por la mañana fui el primero en levantarme, salí del cuarto esperando encontrarme a mi tía ya despierta, apenas me vio pasar me hizo señas para que entrase a su habitación

Yo: “Buenos días tia, ¿como amaneciste hoy?”

Tía Paula: “Buenos días sobrino, no se porque razón, pero amanecí de maravilla, tenia meses que no amanecía de tan buen humor”

Una parte de mi en principio creyó que lo que había sucedido la noche anterior no se repetiria, pero tal parece que me equivoque.

Yo:”¿Segura que no sabes?”

Me desabroche el pantalón, tome ni pene con una mano y se lo mostré con una cara de pícaro.

Tía Paula:”No, no se, pero podrías recordarmelo”

Me tomo de la playera y me jalo hacia ella, tomo mi pene y se lo introjudo completito en la boca, metiendolo y sacandolo una y otra vez.

Tía Paula:”Dame de desayunar esa lechita caliente”

Yo:”Es toda tuya tia, toda tuya”

Termine en su boca y otro poco salpico sobre su cara.

Tía Paula:”Quiero que seas mio a partir de hoy”

Tomo de nueva cuenta mi miembro y se golpeo las mejillas.

A partir de ese día mi tía y yo nos hemos vuelto amantes, buscamos cualquier pretexto para poder estar juntos. Ella ya hasta le sugirió a mis papás que me vaya a vivir con ellos, con el pretexto de que me queda mas cerca la universidad y que mis primos y yo la llevamos muy bien.

Siento que esto se nos saldrá de las manos, pero por el momento estoy disfrutando al máximo mi sexualidad con una madurita que me enseña todo lo que sabe

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