Inocente secreto con mi bella hermana

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Era domingo y estaba en mi cama viendo caricaturas, mi hermana estaba en la cama de al lado durmiendo. Era un día nublado y hacia mucho frio, mi papa estaba trabajando y mi mama estaba en la casa, haciendo el aseo, era uno de los pocos días libres que tenía.

Mi hermana aun dormía, mi mama al entrar a la habitación, vio que estaba despierto y me dijo “voy a lavar las sabanas, cámbiate a la cama de tu hermana mientras ves la tele” al hacerlo ella despertó… no dijo nada. 😘

Mi mama como vio que despertó, nos preparó el desayuno a ambos y nos dijo “después de tomar el desayuno, se acuestan, hace mucho frio y yo tengo mucho que hacer aun”. Después del desayuno nos acostamos en su cama, mientras mama sacaba las sabanas, nos acomodamos y empezamos a ver la tele.

Al salir mama del cuarto, ella me abrazo… habíamos “jugado” un par de veces antes… yo también la abrase, nos quedamos así un rato, en silencio… ella cruzo su pierna encima mío… escuchábamos a mama y la escoba, la lavadora, la radio… y obviamente ella no nos escuchaba a nosotros… sin decir nada, baje mi brazo hacia su trasero, con el dedo medio, comencé a dibujar su culo encima del calzón, despacio y sin decir nada, poco a poco iba metiendo más y más el dedo, hundiéndolo mas entremedio de su culito, sentí que se acaloraba, la pierna que tenía encima mío, comenzó a subir hacia mi pene, que ya estaba duro, lo rozaba lentamente con su muslo… escuchábamos a mama, y eso, nos ponía ansiosos…

Muy ansiosos… de repente ella me miro a los ojos y esbozo una sonrisa, como si fuéramos cómplices de un crimen, guardianes de un secreto húmedo, que ambos conservábamos… de a poco, metía mi dedo en su trasero, sentía su culo palpitando en la punta de mis dedos, presionaba despacio, una y otra vez, apretando su carne y su ropa interior cada vez más, de a poco sentí humedad… su conchita estaba húmeda… ella movía su pierna encima de mi verga, que ya estaba mojada, pasaba su muslo por el prepucio y la baranda de mi verga… se me movía sola de pura calentura… estuvimos mucho rato así… mirábamos la tele, pero en realidad no mirábamos nada, mi dedo entraba más y más.

Ella ya tenía sus pechos desarrollados, sus pezones de mujer estaban recién naciendo.

Con la mano que tenía libre, empezó a rozar suavemente sus rosados pezoncitos redondos, a veces los apretaba un poco, cada vez que lo hacía, ella empujaba mi verga con fuerza y veces se le escapaba un siseo… no pude aguantar… metí su mano dentro del calzón, y empezó a tocarle el ano suavemente, cada empujoncito de mi dedo, lo abría mas, hasta que hubo suficiente espacio, para masturbarle el culo con la punta de mi dedo… ella se mordía los labios… sus mano se metió en mi pantalón de pijama, mi verga ya estaba mojada.

Sus deditos buscaron la punta, y la empezó a acariciar, primero la baranda luego, el agujerito del pene, la punta de su pulgar lo tocaba despacio y se mojaba con cada gotita de leche que salía… Su pulgar trataba de abrirlo, de meterse, suavemente… eso me dejaba loco… no podía gemir ni suspirar, solo podía cerrar los ojos… cuando de repente… “! Chicos!”… ¡Mierda, mamá iba a entrar a la pieza! Nos alejamos el uno del otro, mama entro y nos dijo “tengo que salir a comprar, no salgan y si la vecina viene a buscar la secadora que me presto, se la pasas tu” dijo mirándome… casi nos atrapa…

Al salir de la habitación, nos miramos y reímos, escuchamos la puerta de la calle… al escuchar el sonido, mi hermana me miro, apretó los labios y me di cuenta que se estaba sacando el calzón, yo hice lo mismo con mi pantalón, nos dimos un beso furioso y apretado, mis manos buscaron su concha, que ya estaba mojada, metí mis dedos y empezó a masturbarla lo más rápido que pude, ella me tomo la verga, con su mano entera y empezó a hacerme la paja, muy rápido, apretando mi pene con toda su fuerza, solo se podía escuchar nuestra respiración agitada…

Casi angustiada… me monte encima de ella, ella se abrió la concha con sus deditos para que pudiera entrar… era exquisito, tan caliente, tan húmeda… empezamos a coger, ella se levantó la pollera, para dejar al descubierto sus rosados pezones… yo se los chupaba como un bebe hambriento mientras follábamos… mas rápido… mamá podía volver… mas fuerte… mama nos podía castigar… sus brazos me rodearon la espalda, sus dedos se enterraban en mi piel…

En cualquier momento podía llegar mama y decirle a papa… mas rápido… Más y más… su culo se movía, se levantaba de la cama, para que pudiera llegar más adentro, escuchaba sus jugos ahogándome la verga en su concha, no dejaba de chuparle las tetas, ella me apretaba la espalda con una mano, y con la otra me sujetaba la cabeza contra sus tetas… cada arremetida era más bruta y tosca que la anterior.

Cada succión de sus pechos era más profunda… solo nos escuchábamos respirar… ya no aguantaba más… me quede quieto por un instante, un silencio en mi cuerpo… luego, el temblor de la leche ardiendo que me hacía tiritar, al mismo tiempo, chupe el pezón con fuerza, mientras el semen llenaba su concha deliciosa, ella me apretó la espalda al sentir esa ola blanca y tibia llenándola, sentía sus jugos mojando mi verga, sus piernas apretando las mías..

Nos quedamos abrazados y jadeando, cuando nos miramos, solo reímos, nada más… el placer de guardar un secreto así, no se puede describir, nos acomodamos, note que sus pezones estaban colorados, volvimos a tomar la misma posición que antes… para que mama no notara nada “raro”…

Me encanta este tema, lo viví y me gustaría conversar con mujeres que lo hayan vivido.

By: Neko534 😍

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