Por el 14 de febrero me follé a mí madre

Desde hace 1 año mis padres se habían divorciado, yo me fuí a vivir con mi madre. Ella tiene 39 años, es alta, tiene la piel clara y un trasero algo grande y firme porque corre por las mañanas, sus pechos son algo pequeños pero hacen buen juego con su figura delgada.

Desde entonces pasábamos más tiempo juntos y nos hicimos más cercanos, pero desde hace medio año noté que el no convivir con alguien en la casa la había entristecido. Por lo que le dije podría dormir con ella para que no se sintiera sola, ella aceptó y desde entonces dormimos en la misma cama. 😂

Las primeras semanas ambos dormíamos con pijamas de cuerpo completo, pero aún así se resaltaba la figura de sus piernas y su culo. Yo no estaba acostumbrado a dormir con pijama y hace una semana le pregunté si podía dormir en boxer y me dijo que sí.

Las noches pasaron con normalidad hasta que un día le dije que si podía abrazarme como cuando era pequeño, ella tiernamente me apretó entre sus brazos y yo hice lo mismo, podía sentir sus pechos moviéndose libremente, me costó bastante aguantar una erección pero lo logré y ahora me había ganado su confianza para abrazarla cuando dormíamos.

La noche siguiente tomé la iniciativa y la abracé, otra vez estábamos de frente pero esta vez no pude contener la erección, ella claramente lo sintió en su pierna y noté un poco de su incomodidad, por lo que le dije:

 + Perdón ma.

 – No pasa nada.

Y no se separó de mí y seguimos así hasta dormirnos.

El día siguiente transcurrió con normalidad, no había dicho nada sobre eso pero en la noche ella puso de pretexto que tenía mucho trabajo y se quedó hasta tarde a dormir, tan tarde que ni siquiera vi cuando llegó a dormir, estaba claro que se había incomodado y pensé que lo había echado todo a perder y ya no dormiríamos juntos.

Supongo que toda esa noche reflexionó sobre lo que había pasado y si era una buena idea o no seguir durmiendo juntos.

Ahora era 13 de Febrero, platicando salió el tema sobre que haría el día siguiente le dije que no había invitado a ninguna chica. Ella respondió:

 – Y tus amigos? Recuerda que también es día de la amistad

Decidido a sacar una plática más interesante le dije:

 + Se van a moteles con sus novias

 – Apoco tan chiquitos y ya andan haciendo esas cosas, dijo con cara de asombro.

 + Claro, tú nos ves chiquitos pero ya somos unos hombres.

 – Es verdad, antier lo pude sentir, dijo con una cara picara.

No respondí, pero sabía que refería a mi erección y me di cuenta que no estaba molesta sobre ello. Eso hizo volar mi lujuria y ahora me había propuesto seducir a mi madre. Ese mismo día fui a comprarle regalos, un vino y siguiendo mi nueva meta compré también un paquete de condones.

Regresé en la noche, mamá ya estaba acostada, al entrar al cuarto me dice “Ya llegó mi hombrecito”, platicamos un poco y al final me dijo “Ya acuéstate es tarde”. Esta vez ella durmió dándome la espalda, decidí abrazarla y ahora por la posición. Su culo quedaba muy cerca de mi pene, ahora ella lejos de incomodarse noté como sutilmente se acercaba hacía mí. Tomé valor y decidí pegarle todo mi paquete a su culo.

Ella se sorprendió y dijo:

 – ¡Wow! De verdad que ya eres un hombre.

Su comentario me tomó por sorpresa pero lo tomé como una invitación a continuar, metí mis manos dentro de su pijama y la abracé por la cintura, su piel era suave y era una delicia al tacto, acaricié su piel unos minutos, noté como su respiración se aceleraba y levemente movía su culo con la excusa de que se estaba acomodando, pero yo sabía que quería sentir mi pene.

La noche pasó y terminamos durmiendo de esa forma.

El 14 de febrero llegó, la mañana pasó como un día cualquiera pero en la tarde comencé a darle un discurso de lo mucho que la quería, le dí sus regalos y le dije que ahora que solo éramos ella y yo le demostraría todo el amor que se merece. Ella comenzó a llorar de felicidad, me abrazó como una chiquilla emocionada.

Salimos a tomar un café para celebrar que era una fecha especial y regresamos a la casa.

Llegó la hora de dormir y vi que esta noche no llevaba su pijama de siempre, hoy iba con un conjunto de lencería color negro que le quedaba hermoso. Tenía la verga más dura que nunca. Se acostó dándome la espalda y yo la abracé. Tras un rato me dio las gracias por el detalle que le había dado y me confesó que nunca nadie había hecho algo así por ella ni siquiera papá. Y yo le dije:

 + No te preocupes, ahora yo te daré todo el amor que él no te dio.

Ella sonrió y se juntó a mi cuerpo. Hicimos lo mismo que la noche pasada pero por más tiempo con el rato sus movimientos sutiles empezaron a ser obvios, al igual que mis caricias. Ambos estábamos super calientes, así que comencé a besar su cuello haciendo obvio que ya no estábamos en un siempre abrazo.

Ese movimiento rompió el hielo, despegó su cuerpo de mi y se giró para darme la cara, sin darme tiempo a reaccionar comenzó a besarme apasionadamente. Yo la jalé y la puse sobre mí mientras seguíamos besándonos. Lo único que nos separaba era mi bóxer y su conjunto. Dejamos de besarnos y se quitó el bra dejando sus tetas libres para mí, comencé a chuparlas después de un rato ella decidió bajarme el bóxer sacando mi pene y se quedó unos segundos admirándolo.

Me dijo que me sentara al borde de la cama, se puso de rodillas y puso mi pene en su boca. Bajaba y subía sobre la mitad de mi pene. La tenue luz que entraba por la ventana me hacía tener una vista espectacular de su culo, aún no podía creerlo, mi madre me estaba haciendo una felación.

 – ¿Ya te vas a correr? – Me preguntó.

 + Ya casi ma.

 – Si te soy sincera, me muero de ganas de que me la metas pero sería muy riesgoso, podría quedar embarazada. Por eso mejor te hago venir así.

 + ¡Pero yo tengo condones! – Recordé.

Su cara se paralizó al decirle eso, rápidamente saqué uno del cajón y le dije que se subiera a la cama y se pusiera de perrito. Ella obedeció. Me puse el condón, le quité su calzón y se la inserté toda de golpe.

Soltó un fuerte gemido y me dijo que tuviera más cuidado. Ignorando sus advertencias la tomé de las caderas y comencé a embestirla fuertemente. Ella hacia unos gemidos que me encantaban y me dijo:

 – Si este es el amor que me ibas a demostrar, por favor ámame más.

Seguimos follando un rato más y me dio permiso de correrme en su cara, y así fue como pasé el 14 de Febrero con mi mamá.

By: GuttenSon 🤣