Sexo con mi mejor amigo dotado sin pensarlo
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Parte 1
Mi mejor amigo Lautaro es un chico muy apuesto, alto, no marcado, pero de buen cuerpo y desde chico que me gusta. Se comentaba en el barrio que era de buen tamaño de verga pero por el momento eran rumores. Hasta se podría decir que por él soy bisexual. El año pasado comencé a tener ciertas actitudes con él que al parecer le gustaban pero no decía nada.
Lautaro es de esos chicos que es brutalmente heterosexual e incluso hace chistes sobre los gays y eso, pero nunca lo había visto tirarme onda de manera indirecta. Siempre me gustó y trataba de hacérselo saber mediante indirectas pero muy pocas llegaban a su destino, incluso no quería decir nada por miedo de perder su amistad.
Todo empezó en diciembre de 2021. Cerca de las fiestas nos empezamos a juntar más y cada vez la tensión sexual se puede decir que era más alta y ya los dos nos dábamos cuenta de lo que ocurría.
Navidad.
La madrugada del 25 yo regresaba a mi casa de la casa de mis abuelos y ahí estaba él. Sentado en un banco tomando sólo. No nos habíamos mandado mensaje de feliz navidad porque ya era algo implícito en nuestra relación de amistad.
Él tomando sólo al verme se le iluminó la cara. no había salido de fiesta? Por qué? Si tanto le gustaba salir. Eran preguntas que me hacía mientras me acercaba a saludarlo. Estaba ahí, mirándome con esos ojos que tanto me pueden y con esas ganas de saludarlo con un beso.
Lo saludé, y nos quedamos tomando algo hasta que se hicieron las 8 am. Él ya estaba bastante pasado de copas o eso parecía y me pidió que lo llevara a la casa, sin ningún tipo de segundo para pensarlo acepté. Al llegar a su casa me pidió que lo metiera a bañarse, quería bajar un poco el alcohol.
En un acto involuntario le pregunté si quería que lo ayudara (amigos hace 10 años no debía ser incómodo para nadie, pero lo era) mirándome a los ojos y con cierta satisfacción aceptó. Le saqué la remera, las zapatillas y los pantalones dejándolo en bóxer, y lo que vi era realmente bueno.
Ese bulto era mas grande de lo que me llegaba a imaginar, las ganas de bajar el boxer aumentaban cada vez más junto a la tensión sexual.
En boxer lo metí a bañar y lo bañé de abajo a arriba completo. Hasta que me preguntó si me molestaba que se quitara el boxer (algo en mí estaba esperando esa respuesta) le dije que no me molestaba, que era mi amigo. Con una sonrisa socarrona se quitó el boxer despacio, dejando ver esa verga bastante grande, no sé que tamaño exacto pero era de esas que no te entran en la boca por completo ni con todo el intento del mundo.
Lo miré sorprendido por lo que tenía frente a mis ojos y en tono de chiste le digo “era verdad lo que se habla por el barrio” se río y no dijo nada.
Lo sequé y lo llevé a que se acostara, debía descansar un rato. Necesitaba orinar así que salí de la habitación de él. Al volver lo encuentro parado esperándome, al comentario de “tanto me vas a mirar” se me heló el cuerpo, creía que se estaba enojado. Nada de eso, se acercó y me dio unos de los mejores besos jamás dados.
Beso va, beso viene, me dice. “Te ánimas”? Señalandoce el boxer nuevo que le puse. No le respondí e hundi mi cara en ese boxer gris. Agarrándome de la cabeza empezó a manejar la situación, eso queriamos ambos.
Se bajó el boxer y ahí tenía en frente esa verga, la que ni disfruté porque ni bien la sacó me la enterró en la garganta provocando una arcada que no terminó hasta que tuve que sacar la cabeza.
Me preguntó si me molestaba que hiciera eso, pero mirándolo a los ojos desde allá abajo se dio cuenta mirando los mios que estaban llorosos que eso me encantaba. Nunca me habían ahogado tanto y tan fuerte con una verga como esa madrugada.
Hacíamos todo el ruido pues no había nadie más en su casa. Comencé a disfrutar cada segundo de él y mio mientras tenia su pija en mi boca. Me miraba con esos ojos de que bien que lo haces y yo estaba encantado. Empezó a aumentar los movimientos y los gemidos de él, estaba por acabar después de 20 minutos. Sacandome su pija de mi boca, dandome un gran beso me pregunta, tragas?
Le dije que si y 2 minutos después tenía toda si rica leche en mi lengua, me pidió ver como la tragaba.
Me levanté, el se acostó y lo dejé dormir.
Volvía a mi casa aún saboreando ese rico nectar que mi mejor amigo hasta ese entonces muy heterosexual me había dado.
No hablamos de eso hasta una semana después.
Año nuevo.
Si les gustó el relato haganmelo saber y sigo contando que pasaron más cosas y mejores
Parte 1
Después de una semana de haberme ido de la casa de Lautaro aún saboreando su semen en mi boca, llegó año nuevo y con eso otra oportunidad de desahogarme otra vez con mi mejor amigo. Fueron 6 dias de muchas miradas cruzadas y muchas indirectas algo que iba calentando más y más el ambiente.
Nustras familas no iban a estar pues esa fiesta la ibamos a pasar entre amigos por lo que todo sería más fácil. Llegaron las 12 de la noche, con eso música, bebidas, bailes y todo lo que conlleva el nuevo año.
Pasadas las 6 am, nuestos amigos se empezaron a ir a las casas, yo no me iba porque nuestros padres arreglaron para que me quedara a dormir en la casa de Lautaro y además su madre me pidió que lo vigilara muy bien, estaba encantado yo.
Todo salía a la perfección. Pasadas las 7 am ya estábamos sólos y nos pusimos a ordenar todo el lugar, yo muy sobrio y el no tanto pero consciente de lo que decía. Terminamos, me fui a bañar, el se fue a bañar y ahí comenzó todo. Entraba a su cuarto cuando me tomó por sorpresa tomándome la boca.
Mirándome a los ojos me dijo… “al fín solos” no pude más con la tensión y le di un gran beso. Beso va y beso viene, sin medir palabras me pide que me agachara, ni lo dudé y no le di tiempo de pensar que hacer.
Mientras bajaba le desabroche el pantalón y como si no hubiese un mañana comencé a comer esa gran pija que tenía en frente. Sus gemidos me indicaban que tan bien lo hacía y a que velocidad, no dejaba que me tocara. Yo manejaba la situación.
Después de unos cuantos minutos chupando esa gran verga, decidió tomarme por la fuerza la cabeza y ahogarme, no aguantaba ni podía respirar. Cada vez que me hundía su pija hasta la garganta y más allá me alegaba para respirar pero el no me dejaba. Le estaba dando la mamada de su vida.
Acompañado de más y más garganta profunda y sus gemidos que eran música para mis oídos sabía que lo estaba haciendo muy bien y que estaba por acabar en mi boca. Me dejó tomar la última bocanada de aire y volvió a tocar mi campanilla con su verga. Sentir toda su lechita correr por mi garganta fue la mejor sensación y más me calentaba.
Nos miramos, me levanto y me estaba por ir al baño a lavarme los dientes cuando con una sonrisa pícara me toma de la cintura y al oído me dice… “a dónde vas putito? No terminé con vos. No te podés ir hasta que yo lo diga.
No tuve tiempo de pensar en esas palabras que me había apoyado contra el sillón (sofá) y ya tenía los pantalones abajo. Sin mediar palabras me penetró, pudiendo sentir cada centímetro de esa verga que acababa de comer entera. Las embestidas que me daban eran lo más placentero del mundo mientras que para callar mis gemidos me metía los dedos en la boca. Era posición era una conexion de mucha pasión, ambos lo sentíamos.
Me nalgueaba, me ahogaba con sus dedos y me decía cada grosería al oído mientras me empotraba contra ese sillón blanco. Llegada la hora final no parabamos de gemir, tomados de la mano, lo miré fijamente a los ojos como pude y le dije… “llename con tu lechita” algo en el lo tomó y primero me dió una bofetada acompañado de un abrazo.
Los dos gemidos al mismo tiempo acabamos, había sido la mejor cogida del mundo. Muerto de cansancio ni se puso el boxer, cayó rendido en la cama. Aún yo asimilando la feroz cogida que me habían dado salí al baño.
Al volver me estaba esperando para dormir en la misma cama. Nos abrazamos y nos dormimos. No sin antes ver como me había quedado la cara de esa pequeña bofetada que me dió jaja.
Espero les haya gustado el relato. Hay más, mucho más. Si quieren que siga contando, haganmelo saber porfa.
By: Nicolas Nelson 😁😉
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