Debo confesar que le fui infiel a mi esposa

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Tengo que aclarar que lo que voy a contarles es real y bastante delicado, tuve que alterar los nombres en caso de que mi esposa descubra la página.

Mi nombre es Omar, tengo 46 años y estoy felizmente casado con mi esposa ana, quien tiene 37 años. Ambos somos católicos practicantes y muy devotos, y hace poco recibimos la bendición de nuestro primer hijo tomas.

Somos un matrimonio humilde, ambos trabajamos, yo como conductor de uber con un auto alquilado y ella vendiendo ropa en las ferias y de forma particular.😍😂

Cuento esto porque estoy feliz por la familia que me toco, sobre todo la mujer con la que comparto mi vida, quien me da el amor y cariño de cada día.

Por eso necesito desahogar de forma anónima lo que hace unos meses me empezó a suceder.

Como ambos tenemos una vida laboral complicada, yo paso muchas hs trabajando y mi esposa necesita hacer entregas de ropa en varios momentos del día, tuvimos que contratar una niñera para que cuidara de tomas.

Ana conocía a Carla, una chica de 23 años quien es ayudante en las reuniones de la iglesia. Muy devota a la religión y bastante seria y comprometida, fue la opción casi automática para el trabajo. Sin contar, conque en su familia tiene 3 hermanos mas chicos, que carla ayudo a criar, para aliviar la carga de su madre viuda.

Tenía mucho amor y paciencia con los chicos, me conto varias veces Ana, quien solía llevar a tomas a las charlas de la iglesia, diciéndome que enseguida se había encariñado con carla.

Decidí que, para conocerla y dar mi punto de vista, debíamos invitarla a cenar y así lo hicimos.

Fue una cena tranquila, mi primera impresión de carla fue de una chica humilde, vestida formal, no exponiendo demasiada piel. Venia del interior y nos conto que apreciaba mucho la oportunidad laboral que le estábamos ofreciendo, ya que parte de las ganancias se las enviaba a su madre y hermanos que se habían quedado allá.

Carla probo suerte viniendo a buenos aires, y estaba parando temporalmente en lo de una tía hasta que consiguiera un trabajo fijo y pudiera irse a alquilar algo.

Cuando carla se fue, estábamos mas que felices, Ana acostó a tomas temprano y yo le propuse hacer el amor. Lamentablemente Ana se negó, diciéndome como siempre que estaba muy cansada y estresada por el trabajo y el cuidado del chico, por lo que se durmió enseguida.

Tengo que admitir que estaba pasando por una enorme frustración sexual, casi no tenía intimidad con mi esposa ya que siempre anteponía el cansancio o la falta de interés, diciéndome que dios es mas importante que el deseo carnal.

Esa noche tuve un sueño demasiado vivido y que me dejo con una enorme sensación de vacío y culpa.

Estaba acostado, podía sentir como mi esposa dormía a mi lado, mientras alguien se movía debajo de la frazada, succionando mi pene.

Cuando levantaba la frazada, el angelical rostro de carla aparecía, con su hermosa cabellera negra y clavándome la mirada con sus ojos color café.

Tengo que aclarar algo, no es por exagerar, pero tengo un buen miembro de 23 cms y bastante grueso. Esa es otra razón por la cual ana evita tener relaciones de forma frecuente, ya que varias veces la lastime por el tamaño. Ni hablar de que fue criada en el seno de una familia religiosa y ve pecaminoso el sexo oral o cualquier otro tipo de sexo que no sea tradicional.

En mi sueño carla se tragaba todo mi miembro, lo envolvía con su lengua y lo volvía a succionar. Se sentía tan real, me generaba una electricidad que iba desde la punta de mi pene hasta la espalda y me obligaba a arquear mi cuerpo.

(¿me vas a dar la lechita?)

Desperté sobresaltado por la alarma, mire a mi esposa durmiendo y confieso que me sentí asqueado de mí mismo.

Así pasaron varias semanas en donde apenas podía mirar a mi esposa a la cara y trataba de no cruzarme a carla, aunque para mi suerte solía retirarse antes de que yo llegara ya que ana siempre terminaba antes que yo.

El problema comenzó cuando volviendo del trabajo recibí un mensaje de Ana, quien me decía que estaba vendiendo bastante bien ese día y que llegaría tarde.

Estacione y cuando estaba ingresando note las luces del comedor apagadas y la tele encendida sin volumen.

Subí y vi que tomas dormía plácidamente en su cuna, por lo que decidí seguir hasta la entrada del dormitorio matrimonial. La puerta estaba semi abierta y la luz encendida, unos leves sonidos como gemidos venían de adentro.

Me paralice, sabia bien lo que estaba haciendo Carla, pero me negué a aceptarlo. Tenia miedo de confrontar la situación, por lo que eche apenas un vistazo.

Carla estaba acostada boca arriba, abría sus piernas y se introducía algo que no alcanzaba a ver, lo que si note fue que con la otra mano sostenía una camisa mía que estaba oliendo.

(Si señor omar, ábrame mas el culo con su enorme verga, hágame lo que no se anima a hacerle a su esposa, ahhh asi más duro, hágame su perra obediente.)

No pude soportar mas la situación y entre, al hacerlo vi lo que tenia entre las piernas. Un enorme consolador violeta metido bien en su culo, completamente lubricado.

Cuando carla me vio, no sabía que hacer, quería quitarse el consolador, pero estaba tan bien metido que tuve que ayudarla y cuando lo retire, carla grito y me mojo con un fuerte chorro de flujo que expulso a presión.

Sentía mi verga palpitando en mi pantalón al ver a carla así en mi cama, con el ano dilatado abriéndose y cerrándose mientras le caía lubricante. Su respiración agitada y su cara completamente roja de la vergüenza, una escena tan diferente a la de mi frígida y distante esposa.

Me deje llevar por la excitación del momento, saque mi verga y la penetre, nunca había practicado el sexo anal pero cuando lo hice experimente un placer difícil de describir. Carla me abrazo y me clavaba las uñas en la espalda, mientras me pedía que no me contenga, que ella estaba bien con el sexo duro.

Luego de un buen rato, libere toda una carga de semen directo en su culito, mientras metía mi cara entre sus tetas como un recién nacido.

Le pregunte a Carla si estaba bien, era la primera vez que una mujer no se quejaba del tamaño de mi miembro durante el sexo.

Carla me beso, sus labios sabían a caramelos de fruta, y me dijo que era el mejor sexo que había tenido en mucho tiempo.

Le dije que esto estaba mal, que era un hombre casado y que lo que hicimos era pecado.

Parecía que estaba a punto de largarse a llorar, tenia una mirada de reproche, casi como una chica malcriada.

Se abrió de piernas y me introdujo la cara en su vagina húmeda, cuando sentí el ruido de un celular sacando una foto.

Miré y vi a carla con el celular y una sonrisa burlona en su rostro.

(le acabo de enviar esta foto a mi mejor amiga, así que a menos que quieras que esto le llegue a tu esposa y toda la comunidad de la iglesia, vas a tener que hacer lo que yo diga)

Miro la hora y procedió a vestirse, me dio un beso y se retiró.

Desde ese entonces hasta la fecha de hoy somos amantes y a pesar de que me tiene sometido, tengo que confesar que disfruto el sexo con ella, sobre todo porque me deja hacer cosas que con mi mujer no puedo y no necesito contenerme.

Incluso últimamente la ato con una correa que compre, de la que tiro mientras la penetro, y la verdad esa idea no fue de ella, pero le encanto. Me cuesta quitar su olor de mi piel y a veces pienso que fuimos hechos el uno para el otro.

Se que esto no va a llegar a nada bueno, pero espero que por ahora todo siga igual.

By: Omar757🤣😁

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