El burro disfrutando del culito de su prima

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“El burro” es el apodo que me pusieron mis compañeros del equipo de futbol. Esto sucedió cuando yo tenía 16 años, hoy a mis 23 la historia no es muy diferente.

A donde nos juntábamos con los chicos, todos me llamaban por mi apodo, cosa que me daba vergüenza. Algunos pensaban que yo era lerdo para aprender y se reían, y otros pensaban que yo era muy bruto, por eso el apodo. 🙂

En realidad el sobre nombre me lo pusieron un día que estando en los baños luego de un partido, al ducharnos tuve una erección, y al salir de la ducha para buscar la toalla, uno de mis compañeros, Juan Carlos ve mi tripa erecta y llamando a los otros les dice, miren que pedazo de tripa tiene “el gringo”.

Hasta ese día haciendo honor a que soy rubio y de tez blanca, siempre me dijeron  así, pero a partir de esa tarde mi nuevo apodo fue “el burro”, ya que Carlos, otro compañero comparó mi verga con la de ese noble animal.

La verdad es que tengo una verga grande, por donde se la mire. Hoy mide 27cms de longitud y 7cms de lomo. Es gruesa comparada con la de los otros muchachos. :-0

Yo tengo tres primas, dos son hermanas gemelas, Katia y Eliana. Son hijas de mi tío Enrique, hermano de mi madre.

Y la tercera es Alejandra, hija de mi tía Mercedes, hermana de mi padre. Aunque no lo crean, tiene un cuerpazo para su edad, debe medir 1.60mts de estatura, piernas largas y bien torneadas terminando en un hermoso culito respingón.

Eso sí, su busto es casi tabla. Recién ahora sus pezones comienzan a notarse. En cambio las gemelas, son más bajas, de cuerpo un poquito más robusto, las dos tienen muy buenas tetas para su edad, y sobresalen siempre por su carácter juguetón. Todo el día joden y se ríen. Son geniales. Yo me llevaba muy bien con las tres. 😉

De hecho en el verano vamos todos a pasar las vacaciones a la hacienda de mi tío, un campo de muchas hectáreas con sembradíos, muchos animales y un río que cruza toda la propiedad. Incluso tienen un pequeño harás donde crían caballos árabes para la venta. Es una propiedad hermosa porque está recostada contra una pequeña sierra con montañas bajas y con muchos bosques.

Mis primas habían escuchado más de una vez el sobre nombre “el burro”, pero nunca les intrigó, no le daban mucha atención.

Ese verano, ya las hormonas por la edad y el calor estaban a mil, se podía olfatear en el aire las feromonas. Mis primas habían llegado al campo el día anterior, hacía mucho calor, y obvio que apenas se bajaron del auto encaramos para el río a bañarnos. 🙁

Ya venían con la malla puesta. Pero la que se vio sorprendida por la rápida decisión de las gemelas fue Alejandra. Ella venía con un top suelto, sin corpiño, y con un shorcito de lycra que marcaba muy lindo su culito, y también delineaba sus labios mayores en el pubis. Gorditos y apretados.

No quería ir hasta que no se pusiera su bikini, pero las gemelas revolucionando todo la tomaron de la mano y se la llevaron al río, yo detrás de ellas iba observando esas tres pibas, y me di cuenta de que ya no eran tan pequeñas, y que cada día que pasaba se ponían más lindas, y tuve una erección a mitad de camino. 🙂

Obvio que en mi short de baño se alzó una tremenda carpa. Llegamos hasta un recodo del río donde se formó un estanque natural, es bastante profundo y el agua siempre está tranquila, no hay correntada, es un balneario espectacular, Katia y Eliana sin demorar se sacaron la ropa, quedando ambas en maya y se tiraron al agua.

Alejandra al no tener su bikini, no quería tirarse, las gemelas insistieron tanto que al final se sacó que top quedando totalmente desnuda y se bajó el short de lycra quedando en bombachita. Por dios, casi me da un infarto. Que buena que estaba mi prima.

Eso se transformó en una tremenda erección que no sabía cómo ocultarla, no me quedó otra que tirarme al agua rápidamente para que no me vieran mis primas. 🙂

Tenía vergüenza. Jugábamos los cuatro en el agua, obvio que yo era el objeto de juego de las tres. Me empujaban, se me subían a caballito, me metían la cabeza debajo del agua, yo me defendía como podía, pero además estaba muy excitado por todo este jugueteo.

En determinado momento en medio de una luchita manoteo un cuerpo desde atrás por la cintura y lo atraigo hacia mí para hundirla en el agua y le apoyé toda la verga en el culo, era Alejandra, quedó dura al sentir mi pedazo en sus nalgas.

Llevó su mano hacia atrás y manoteó mi pedazo por sobre el short. Al tocarlo me dio una descarga de lívido y volví a apoyarla y refregarle la pija por el medio de esos cachetes hermosos, duritos, ella tironeó y se soltó, saliendo rápidamente del agua a sentarse en el pasto, como ofendida, molesta. 🙂

Yo no le di mucha importancia y seguí jugando con las gemelas. Pero mi mente estaba a mil, y ya había comprobado que ambas chicas no rechazaban el contacto con mi cuerpo, es más, lo buscaban cada vez más seguido.

Haciéndome el tonto le tomé un pecho a Katia, y con la otra mano le toqué el culo a Eliana, ninguna de las dos se molestó. Se reían y como si nada. Eso me dio más coraje y ya las atraje hacia mí y les apoyaba la verga que estaba como un tronco de dura, por las piernas, por sus culitos, mientras les tocaba sus tetas.

Cada vez estaban más excitadas. En eso Eliana se me acerqué y tomándome por la cabeza me da un beso de lengua que duró unos 10 segundos, sus ojitos brillaban de la excitación. 🙂

Katia para no ser menos que su hermana también se me acerca y metiendo la mano por dentro del elástico de mi short, me agarra la pija por el tronco, apenas alcanzaba a abarcar su grosor, pero no la soltó, yo aproveché a besarla también a ella.

Yo ya estaba lanzado, quería tener sexo ya. Yo alguna experiencia ya tenía, mi primer encuentro sexual fue con la hija del capataz de la estancia, Marianita. Ella no era virgen, pero luego de recibir mi verga anduvo cuatro días caminando con dificultad. 🙂

Es que como estaba con su período quiso que le haga por el culo, y yo no me negué, pero al no tener experiencia, se la metí toda de un solo intento y la lastimé mucho. Luego ella me enseño bastante del sexo en otras sesiones que mantuvimos. Hacía uno orales de novela.

Todo quedó en ese escarceo de besos y toqueteos, pero ya estaba encendida la llama, y pronto se convertiría en hoguera. Para esto Alejandra estaba muy ofuscada, o triste. Había visto todo el jueguito y ella no había participado, a lo mejor era un poquito de celos. 🙂

Salimos del agua y al tirarme en el pasto para secarme al sol, quedó en evidencia y en primer plano mi erección. Alejandra fue la primera en darse cuenta, abrió los ojos como el dos de oro, y se ruborizó al instante. Pero no podía apartar la vista del bulto.

Katia fue la segunda en ver mi verga parada y le dice a Eliana, mira al primo, parece que está caliente. Haciéndose la superada, pero se pasó la lengua por los labios como deseando saborear una pija.

Eliana simplemente se acercó a mí, se arrodilló a mi lado y sin pedir permiso me desata el cordón del short, y metiendo la mano no sin esfuerzo logra sacar mi verga a tomar aire. Guauuuuu!!!! Dijo Katia, que grande que es. Eliana que era la más osada comenzó a hacerme una paja.

Alejandra solo miraba. Las gemelas de algún lado tenían info respecto al sexo, ya que se manejaban bastante bien, Alejandra no salía de su asombro. Al ver a su prima así, las dos hermanas se miraron e invitan a Alejandra a acercarse. 🙂

Ella se arrimó y se arrodilló también a mi lado. Eliana haciéndole lugar le dice, toma, agárrala desde el tronco y dale unos besitos. La pendejita no sabía qué hacer, le asustaba el tamaño de mi verga pero no quería ser menos que sus primas.

Así es que abriendo bien la boca se metió un buen pedazo de pija, y chupaba hermoso, no solo que chupaba, si no que a la vez lamía la cabezota generándome un tremendo placer. Yo comencé a retorcerme, y manoteaba tetas, culos, lo que tuviera a mano. 🙂

Katia se agachó y sacándole de la boca la verga a Alejandra, se clavó medio pedazo llegándole hasta la garganta, se desesperaba por chuparla, Eliana compartía lengüetazos con su hermana.

Obvio que con tantas atenciones prontamente comencé a lanzar chorros de semen que iban a la cara de Katia y Alejandra y a las tetitas y pancita de Alejandra, tremenda acabada.

Pasado unos minutos, yo seguía con la verga dura, y les digo hagamos un juego, y la que pierde es castigada con una prenda que elegirían las ganadoras. 🙂

Katia y Eliana lo único que hicieron fue sacarse toda la ropa quedando totalmente desnudas como dios las trajo al mundo. Ambas tenían vello púbico, y hermosas tetas.

Entre las dos le sacaron la bombacha a Alejandra y apareció su vagina de labios gorditos y ese culito blanco y respingón que yo ya había apreciado cuando veníamos hacia el río. Entre las tres me sacaron el short y finalmente apareció mi monstruo en todo su esplendor.

El juego consistía en meterse al agua y la que aguantara menos con la cabeza debajo del agua perdía, y las ganadoras elegirían cual sería la prenda. 🙂

Se metió al agua Katia y estuvo 46 segundos antes de salir, entró Alejandra y a los 35 segundos salió casi ahogada, y finalmente Eliana con 55 segundos fue la ganadora.

Alejandra se sentó medio compungida, sabiendo que sus primas eran muy salvajes, y tenía motivos, la prenda que eligió Eliana para Alejandra fue que tenía que dejarse coger por mí. Y Katia la segunda en la competencia eligió que tenía que recibir la pija por el culo. 🙂

Se imaginan que Alejandra quería irse corriendo para la casa. Pero las primas la agarraron y la pusieron boca abajo en el pasto, mientras una le tenía las manos, la otra le abría las piernas.

Yo me acerqué y me acomodé entre esas piernas, y tomando mi pija por el tronco comencé a rozarle los glúteos, se la corría por el canal central. Le puerteaba su agujerito rosadito y cerrado.

Por fin era hora de follar a mis primas

Me decidí y le pedí a Eliana que le chupara el culo y lo llenara de saliva y a Katia que me chupara bien la verga para mojarla bien, para esto todos estábamos muy excitados, salvo Alejandra que estaba aterrorizada.

Metí un dedo en su culo y otro en su vagina, la frotaba bien hasta que encontré su clítoris, estaba hinchado, sensible. Su vaginita toda babosa por sus jugos. 🙂

Pasé varias veces la cabezota de mi verga por dentro de sus labios mayores buscando lubricación y sin más preámbulos, apoyé el glande en su agujerito trasero. Inicialmente se resistió, pero luego lentamente mi verga comenzó a entrar en ese estrecho canal.

Alejandra empezó a gemir y a gritar que se la saque, yo seguía entrando más y más en su culo hasta que al final mis huevos chocaron con su vagina, estaba totalmente empalada, lo que apretaba ese culo no tenía nombre, me dolía el tronco de la verga, sentía los latidos de sus venas.

Me empecé a mover adelante y atrás, y de a poco ella se fue calmando, además de que sus primas le tenían totalmente sometida con sus besos y franeleros. 😉

Katia por entre mis piernas le metía mano a su conchita con lo que Alejandra estaba totalmente excitada, luego de varias idas y venidas, su esfínter finalmente se relajó, y ella empezó a disfrutar de un buen trozo de carne en barra por el culo.

Es así como llegó a un orgasmo, yo no podía acabar de lo apretada que estaba mi poronga. Finalmente se la saqué, salió toda colorada por la fricción, se la ofrecí a las gemelas que rápidamente se pusieron a chupar y a lamer con tanto empeño que en cinco minutos me sacaron nuevamente la lechita.

Alejandra se paró, caminando con mucha dificultad y dolor se metió al agua, las lágrimas corrían por sus mejillas. 🙂

Pasados unos minutos sale y se acerca a nosotros, y medio sonriendo y llorando me dice, claro ahora entiendo por qué te apodaron el burro.

Katia y Eliana la abrazaron y ahí mismo sellaron el pacto que la tarde siguiente, todas perderían la virginidad de sus conchitas y sus culitos a mano de mi verga. Eso sí, había que conseguir alguna crema para que ayude.

En la parte dos les cuento como siguieron esas vacaciones. 😉

By: Estebanq

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