Sexo en un local despues de tomar una copa
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Para los que no me conocen soy Patricia, tengo 35 años y hace un par empezó mi otra vida (sexualmente hablando). Mido 1,71 pelo castaño y mis medidas son 95-62-95. Me recordares de la cornamenta que le puse a mi marido Juan en un bus en la puerta de una disco en Valencia una noche que fui de despedida de soltera.
Bueno, hace un par de semanas, en plenas fiestas falleras, Juan y yo salimos a cenar y ver los monumentos antes de su quema, de ahí pasamos a una de las zonas de garitos y entramos en un local a tomar una copa. Como siempre la música me encanta y me puse a bailar, me subí en un podio que había y bailaba en el centro por encima de la gente. Poco después cuando me dirigía a la barra a terminar mi copa con Juan, sentí que me cogían el brazo y me retenían. Me di la vuelta y que era un tipo de unos 42 años que me dijo que era el propietario del local y que quería hablarme.
– Esta bien usted dirá.
– Mira te he visto bailar y puesto que hoy no viene la go-go ya que esta enferma ¿no te gustaría bailar a ti en el podio esta noche? Cobrando claro.
– ¿Cómo cuanto paga?
– Con la hora que es te doy 60 Euros mas lo que consumas.
– Mire, lo siento pero aunque me halaga su oferta, resulta que he venido con mi esposo y seguramente ya nos marchamos ya que a las 6,00 horas entra al trabajo.
Me dirigí a la barra pensando en la oferta del tipo. Ya en la barra le daba vueltas al tema ya que me excitaba la idea de ser el centro de atención del local. Le explique a Juan, a lo que me dijo que estaba cansado y que no íbamos a marchar ya mismo. Tanto insistí y tan ilusionada me vio que me dijo que si quería que me quedase yo y volviese en tren.
– Espera que hable con el dueño.
Lo localice y le dije que accedía, a lo que me dijo que le siguiese. Me llevo a una pequeña habitación y me dio unas prendas para que me las pusiese y se coloco pegado a una pared esperando a que me la pusiese. Quede un poco paralizada ya que el tío no tenia intención de salir mientras me cambiaba la ropa. Me decidí y me coloque de espaldas a el, aunque pudo ver mi culo con un minúscula tanga y a través de un espejo me estaba viendo las tetas, ya que no suelo usar sujetador. Las telas en cuestión eran un pantaloncito que dejaba ver mis nalgas y un top que solo tapaba la parte de delante y que unía la tela con dos cadenitas, una por detrás de la cintura y otra rodeando el cuello.
Cuando salía de la habitación el tipo me dio una sobada de culo que aunque no me hizo mucha gracia me dio mucho morbo. Me dirigí a la barra y Juan me comento que si iba a bailar o a una casa de citas. Sonreí y le dije que no fuera celoso.
– Bueno termino la copa y me voy.
Me dio un beso y me dirigí a mi lugar de trabajo, desde donde pude ver que Juan ya sé había marchado. Empecé a bailar y pronto estaba rodeada de chicos diciéndome de todo y queriendo tocarme, y es que, mientras bailaba se me salían los senos por los lados del top. Estaba excitadísima viendo a toda la gente pendiente de mí. Hacia las tres empezó a despejarse el local ya que cerraba a esa hora. Cuando estuvo vació toda la gente que estábamos trabajando tomamos una copa y percibimos nuestro salario.
Toni el discjockey me invito a acompañarle, según él a una disco donde iba la gente de los garitos cuando estos cerraban. Accedí y recogí la ropa y salimos, en el camino me empezó a tocar las piernas y al parar en un semáforo en rojo sé abalanzo sobre mí y me beso a lo que yo respondí aunque me sentía como una colegiala en celo, a mis treinta y cinco años pegándome el lote con un chico de veinte. Me puso las manos por el lado del top y acaricio mis senos que se pusieron como dos cohetes. Seguimos y me dijo que quería que le diese una mamada. No lo dude ni un segundo y así lo hice, el chico estaba excitadísimo, se movía hacia todos los lados, antes de que se corriera llegamos a la disco. Entramos y nos dirigimos por una escalera a la parte de arriba que estaba la cabina del Dj. Entramos saludo al chico y nos presento. Debía tener también veinti alguno.
Nuevamente me beso y empezó a echarme mano delante de su colega, me saco los senos y empezó a mamar como un recién nacido, yo tenia ya las bragas mojadas y me daba mucho morbo estar allí delante del otro y sobre toda la gente de la disco. Saco su polla y me agache para darle una buena mamada, luego me sentó en un taburete y me abrió las piernas para darme una suculenta chapada de coño que hizo que me viniese por primera vez. Me coloque a cuatro patas y me la metió a lo perro, el otro se giro y me coloco su miembro en la boca. Se la iba chupando cuando note que Toni se estaba vaciando, y me vine otra vez. Toni se puso al mando de los platos y el chico se coloco tras de mí y note que estaba empujando en la entrada de mi culo, me moje la mano con los jugos que salían de mía almeja y lubrifique la entrada de mi ojete. Con una embestida entro toda, claro no era la primera vez que me enculaban y el aparato del chico era mas bien pequeño pero tenia su arte. Bombeaba como si fuese la ultima vez que lo iba a hacer y no tardo en vaciar toda su leche en mis entrañas,
Haciendo que tuviese otro orgasmo. Estuvimos un momento y nos aseamos un poco, salimos y Toni me llevo a casa, como eran algo mas de las 6 y Juan ya estaba trabajando y no volvería hasta las 13 h lo invite a quedarse, nos dimos una ducha y nos acostamos no sin antes tener una nueva sesión de sexo con el joven.
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