Mis primas y yo (I)

Mantengo relaciones con dos de mis primas desde hace dos veranos, unas relaciones muy intensas. Todo comenzó en verano, en una casa que tienen mis padres en Gerona. Pasábamos unos días con mis tíos y sus dos hijas. Siempre nos hemos llevado bien, con juegos, con peleas de broma..., recuerdo que cuando pasaba un tiempo sin vernos siempre le tocaba las tetas con los índices diciéndole en broma: ¿Te han crecido o te has quedado preñada?. Había una relación casi de hermanos. Yo sabia que ella no era virgen, había tenido dos novios y algún rollete de verano. Ella sabia que yo sólo había tenido rolletes y le había contado las veces que me había ido de putas.

Bueno, un día, bañándonos en la playa con la familia nos quedamos los últimos y decidimos ir nadando hasta la boya del límite bañista y competíamos a ver quien llegaba al fondo y subía con tierra. Allí, agarrados a la bolla empezamos a hablar hasta que me dijo que se había besado con un amigo mío, pero que no me decía quien era. Empezamos un forcejeo en cachondeo para que me lo dijera pero la cosa subió un poco de tono porque nos rozábamos de otra manera a la de siempre, hasta que acabé agarrándola por detrás con una mano en la teta; mi prima es muy guapa y está un poco rellenita, con curvas, y un pecho realmente grande. Le dije que si no me lo decía, no le soltaba la teta. Ella me agarró la polla, que en cuestión de segundos se puso enorme, y me dijo que si no le soltaba la teta no me la soltaba tampoco. Siguió la cosa:

- Tócame la teta y déjame la polla, no es justo, es desigual - le dije en plan de mofa.

- Pues tócame tú el coño, yo no quito la mano de aquí si no me sueltas.

No supe que hacer durante unos instantes. Bajé la mano y se la metí en el bikini. Que poquito pelo, enseguida noté los labios. Le dije:

- Va, dime quien era o no suelto.

Ella metió la mano en mi bañador y empezó a forcejear otra vez. Esta vez acabamos del revés, ella detrás de mí tocándome la polla y yo delante con una mano en su coño y otra agarrando la bolla.

- Dime quien es o te toco más, te meto el dedo - me envalentone, ya tenia la polla a tope.

Saco la mano un instante de mi polla, pensé en lo peor, pero la metió por detrás y me dijo:

- Si tu me metes el dedo te lo meto yo.

- Ni se te ocurra - le contesté.

- Por que?, a mí me gusta.

Me puse algo serio y la solté, ella lo notó y subió la mano a los hombros preguntándome si me había enfadado. Me di la vuelta y le pregunté claramente:

- Quieres que follemos?

- Si.

- Pero yo soy un salido y me gustan cosas raras.

- Vale.

No me lo creía. Mire la orilla, muy lejos para darse cuente nadie, nos desnudamos y atamos la ropa a la bolla, nos empezamos a pajear, y nada más empezar me dijo "nos vamos, mira tu padre" Mierda, a la playa vamos en coche y había que irse ya. Nos vestimos y nos fuimos. Por la noche nos quedamos en el porche los dos hablando en voz bajita como miles de veces habíamos hecho, nos contamos todo lo que queríamos hacer y decidimos quedarnos al día siguiente. Dormí muy poco.

A la mañana siguiente cuando se fueron yo les cerré la vaya, ella estaba en el porche, y en cuanto se fueron se desnudó allí mismo. Se dio la vuelta y se apoyó en la puerta y me dijo que se lo comiera todo, lo hice sin rechistar. Luego entramos y seguimos follando de varias maneras. Ella es clitoriana, y me dijo que me corriera yo primero, que ella acababa sola. Me dejó correrme en su boca, pero mientras me corria le dieron arcadas peor que le entro el semen bastante hondo, y nos hinchamos a reír. Estuvimos un rato hablando sobre aquello, los dos revueltos en el sofá, sobre si aquello estaba bien. Quedamos en que fallaríamos mientras los dos quisiéramos. Hablando, le pedí que me dejara follarle el culo, que me moría de ganas, y ella..., bueno, fue algo así:

- Te la han metido por detrás Rosa?

- No, pero me lo han pedido.

- Y por qué no te has dejado? - mientras hablábamos le iba tocando los alrededores del ano.

- Yo me dejo, pero si a mi me meten algo por el culo, yo también quiero meter, quieres probar?, seguro que no.

Tras dudar un poco, me envalentoné:

- Vale, como lo hacemos.

- De verdad quieres?

- Sí, es justo que reciba lo que doy.

Lo estuvimos hablando y trazamos el plan. Buscamos algo que lubricara, y al final tuvimos que usar crema hidratante Nívea, no había más. Empezamos a hacer un 69, ella encima, y mientras, nos íbamos tocando el culo. La primera en meter fue ella. Me hizo algo de daño, pero se me puso la polla como nunca, y en cuanto le empecé a meter yo el dedo ella se empezó a contornear y a gemir.

Al rato paró de golpe y se incorporó, me dijo: “pajeate mientras yo te follo el culo con los dedos”. Nunca había estado tan cachondo, qué iba a hacer? Sin moverme agarré mi polla y la empecé a agitar; ella se echó más crema y me empezó a meter dos dedos, pero enseguida me metió un tercero. Duró poco, porque en cuanto me empezó a apretar fuerte me corrí, y fue la mejor corrida que recordaba. Me restregó el semen por la poya.

- Ahora tú.

- Pero yo no tengo la polla para follar ahora mismo.

- Tú ve preparándome el culo hasta que esté lista.

Se acostó de lado con el culo en pompa y me dio la crema. Yo me unté el dedo y se lo metí. Me dijo que le metiera más, y me olí lo que pasaba. Le dí la vuelta y le pregunté:

- No es tu primera vez por el culo, no?

- No - se echo a reír - pero es que me pone cachonda follar el culo de otro, y si te lo pido directamente no hubieras querido. No te ha gustado?.

- Sí - fui muy sincero - si me ha gustado.

- No querrás repetir?

- No sé, depende de lo mal que te portes.

Ella puso esa mirada picarona que pone cuando quiere y me besó, luego me dijo que le metiera los dedos primero y luego la follara, le pregunté cuantos quería y me dijo que mientras más mejor. Cuando le estaba metiendo los cuatro dedos de la mano tenia ya la polla enorme, y nada más meterla me corrí en su culo. Me dijo que con un buen lubricante el ano se dilata más.

En esos días follamos mucho, y mi ano sufrió muchas dilataciones, me gusta, que le vamos a hacer. A día de hoy, los dos tenemos pero follamos al menos una vez a la semana, si se puede claro. Ah, no follamos solos, pero eso será otro relato.